El "pequeño Luis", como todavía es conocido y querido por los fanàticos de los Medias Blancas de Chicago fue el catalizador de los Go-Go Sox de los años cincuenta y comienzos de los sesenta. Aparicio es reconocido como uno de los mejores torpederos de la historia del juego. Recibiò el premio del Novato del Año en 1956. Liderò la Liga Amricana en bases robadas por nueve años seguidos. Participò en diez Juegos de Estrellas. Ganò 9 guantes de oro. Jugò dos Series Mundiales y ganò una, con Baltimore en 1966. Fue segundo de Nellie Fox en la votaciòn del Jugador mas Valiòso de 1959.
Pero los nùmeros sòlos no cuentan la historia completa.
Bob Vanderberg, historiador de los Medias Blancas y editor asistente de deportes en el Chicago Tribune, recuerda un momento màgico: "Estoy seguro que fue en 1960. Los Medias Blancas jugaban versus los Atlèticos de Kansas City en el Comiskey Park. Creo que el bateador era "Whitey" Herzog. Conectò un elevado hacia la lìnea del left field que parecìa caer porque "Minnie" Miñoso jugaba cargado hacia el centro debido a que el bateador era zurdo. Luis siguió corriendo hasta colocarse debajo del elevado, capturò la pelota con la mano limpia".
Billy Pierce tiene otro recuerdo que resume el espíritu competitivo de Aparicio. “Jugábamos contra los Yanquis. En el cierre del noveno inning. Ganábamos 1-0. Los Yanquis tenían un hombre en base con dos outs y Mickey Mantle al bate. Se me quedó colgado un lanzamiento y Mantle sonó la pelota a mil millas. Volteé a mirar la pelota y salió de foul por escaso margen. Ví a Luis doblarse y dejar escapar una bocanada de aire. Como diciendo, ‘Casi nos deja en el campo’. Luego sonrió. Luego dominé a Mantle con un elevado y ganamos. Después de tanto tiempo no se me olvida aquella expresión en el rostro de Luis”.
Johnny Pesky en su libro “Few and Chosen”, sobre los mejores cinco jugadores por posición de los Medias Rojas de Boston. “Sé que Aparicio sólo jugó tres temporadas con Boston pero lo tengo que poner de cuarto en mi lista porque fue el mejor shortstop que ví. Lo ví hacer jugadas que más nadie hacía. Y tampoco era un mla bateador, prueba de ello son sus más de 2600 hits.
David Falkner en su libro “Nine sides of the diamond” cuando llega al tema de los campocortos dedica unos párrafos a Aparicio. “Aparicio no sólo hacía las jugadas, las engrandecía porque ejecutaba desde partes del terreno donde los otros shortstops, aún los sobresalientes, no llegaban generalmente. Regularmente le llegaba a pelotas que iban hacia el right fiedl. Él hacía jugadas en el “hueco” completamente fuera de balance que otros campocortos ni siquiera soñaban en realizar. Entre sus innovaciones resaltó el estilo sencillo de tomar roletazos con una sola mano que las generaciones siguientes de shortstops han hecho rutina”.
Alfonso L. Tusa C.
domingo, 29 de abril de 2007
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