Siempre jugó con entrega lanzándose hacia todas direcciones en el lado derecho de la segunda base. Por eso, cási no sorprende que Dustin Pedroia haya jugado con dolor los dos meses finales de la temporada de Grandes Ligas.
Pedroia jugó toda la recta final de la temporada 2007 con el hueso de la muñeca izquierda fracturado. Así lo reveló el Boston Herald este sábado 10 de noviembre. El infielder declaró al Herald que desconocía como se produjo la lesión, sólo que una resonancia magnética reveló la rotura el 10 de septiembre.
Esta actitud recordó las gestas de Jerry Adair quién en la temporada de 1967 recibió un pelotazo en la boca y siguió jugando con varios puntos de sutura, y Curt Schilling quien jugara con la media ensangrentada en la Serie Mundial de 2004.
El camarero novato jugó 30 encuentros después que la fractura se descubriera. Dieciséis en la campaña regular y catorce en los playoffs. Bateó de 124-34 en ese lapso mientras jugaba un rol determinante en la resurrección de la ofensiva patirroja a finales de octubre. Empujó 10 carreras en 14 juegos de post-temporada.
“Algunos días se me hacia difícil empuñar el bate. Tuve que cambiar mi forma de agarrar el bate. Definitivamente no iba a perder la parte más importante de la temporada por ese hueso”.
Este lunes Pedroia podría ganar el título de “Novato del año” de la Liga Americana con un yeso en la mano izquierda. Se convertiría en el primer Media Roja en lograr el premio desde Nomar Garcíaparra en 1997.
Alfonso L. Tusa C.
domingo, 11 de noviembre de 2007
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