sábado, 17 de diciembre de 2016
Una entrevista con Ryan Rowland-Smith acerca de Felix Hernandez
Collin Ferguson. Emeralcityswagger.com.
Entrevisté al antíguo pitcher de los Marineros Ryan Rowland-Smith acerca de los muchos ajustes que Felix Hernández ha tenido que hacer a través de su carrera y lo que lo hace uno de los mejores del beisbol.
Como seguidores de los Marineros, hemos sido bendecidos en ver a dos de los pitchers más grandes de la historia de las Grandes Ligas subir al montículo cada quinto día: Randy Johnson y ahora Felix Hernández. Nacido en Venezuela, Felix podía lanzar la pelota a 90 mph cuando tenía 14 años de edad. “El Rey” o “El Rey Félix” fueron apodos que le dieron años antes que hubiese lanzado un juego en las Grandes Ligas.
Estos hechos ilustran la cantidad de talento innegable y potencial que tenía a los 18 años de edad en el sistema de granjas de los Marineros. Por eso ha tenido una enorme presión para actuar, y unas expectativas casi imposibles de vivir con ellas.
A menudo esas expectativas son altas, pero rara vez las vemos manifestarse de inmediato. Casi siempre toma más tiempo que el esperado, y a veces nunca. A menudo, justo cuando se empieza a verlas aparecer, Tommy John o una de sus inesperadas cirugías aparece y se las lleva.
Sin embargo, ese no es el caso de Felix Hernández. Sin desgaste de movimientos, él define una forma perfecta con sus envíos. Eso se acopla con su fuerte contextura que lo ha mantenido sano acasi a través de toda su carrera. Esposo y padre de dos hijos, Felix Hernandez ahora es parte de nuestra comunidad local, al vivir en Clyde Hill en Washington. Allí, él es un ciudadano modelo, su nombre nunca se ha mencionado en las noticias por alguna sospecha o situación controversial.
El 20 de julio, Félix Hernández regresará después de su segundo viaje a la lista de incapacitados en su carrera. En su duodécima temporada, Hernández ha estado lidiando con la que sorprendentemente ha sido la lesión más seria de su carrera, un tirón muscular en la pantorrilla que lo ha mantenido fuera por el último mes y medio. Impresionante como puede ser, el Rey Felix acopla su increíble estabilidad y longevidad con unos logros aun más impresionantes, incluyendo: El primer juego perfecto de los Marineros y un “inning inmaculado” (al ponchar a los tres bateadores con nueve pitcheos), ganador del premio Cy Young en 2010, y el primer pitcher de la Liga Americana en batear en jonrón de bases llenas, y fue ante otro ganador del premio Cy Young, Johan Santana. Félix Hernández también es el primer pelotero en tener una promoción de estadio dedicada especialmente a él, “The King’s Court”. Lidera a los Marineros en triunfos vitalicios (147) y ponches (2195).
Yo podría escribir por siempre acerca de la gran carrera de Hernández en Seattle, pero ¿Por qué no oir más acerca de Hernández y de pitcheo de parte de alguien quien conoce a Felix y también ha sido pitcher? Tuve el placer de entrevistar al antiguo pitcher de los Marineros, el olímpico australiano, e incidentalemnte el primer pelotero de MLB en aparecer con un guión en su apellido, Ryan Rowland.Smith. Ahora es comentarista para Root Sports NW, y cofundador de una iniciativa para enseñarle beisbol a niños pequeños llamada “Next generation Baseball”, o Nxtgen Baseball. Un hombre caritativo, Ryan habló orgullosamente acerca de su único camino a las grandes ligas, y cándidamente de su carrera. Finalmente, me contó acerca de su compañero de equipo y amigo, Félix Hernández.
CPF: Primero que todo, muchas gracias por corresponder a través de las redes sociales y por aceptar esta entrevista. De acuerdo a mis registros, fuiste la primera persona de Newcastle, South Wales en lanzar en MLB, y pitcheaste por Australia en los Juegos Olímpicos de 2004. ¿Qué tal es crecer allí y pitchear en los Juegos?
RRS: Jugar en los Olímpicos era una gran meta para mi desde niño mucho antes de conocer el beisbol. En Australia los Juegos Olímpicos es todo. ¡Pasar dos semanas en los Olímpicos parece ser más reconocido que 10 años en las Grandes Ligas!!! Jugar para tu país, especialmente Australia, es una sensación sorprendente; y el momento de ganar la medalla de plata fue especial para mi. ¡Tan es así, que tengo tatuados los anillos olímpicos en mi hombro y no soy un tipo de tatuajes!
Vienes de una familia deportiva ¿no?
Vengo de una familia atlética. Mi hermana fue una surfista sorprendente. Mi otra hermana fue una gran atleta, y ambas fueron mucho más académicas que yo. Mi mamá fue una buena atleta y nadadora a nivel nacional, y mi papá fue una gran influencia en la industria del acondicionamiento físico, y fue entrenador físico de surfistas profesionales y jugadores de rugby de la liga.
Has jugado en los Olímpicos, en las Grandes Ligas, y en el Clásico Mundial de Beisbol, ¿en que momento de tu carrera sentiste que “lo habías logrado”?
El momento cuando sentí que lo había logrado…Debuté y estaba flotando en la nubes después de ese momento, pero para mi, quería sentirme como ‘un grandeliga’ y un juego no iba a cumplir eso. Pienso que formar parte del roster del día inaugural en 2008, y ganarme el puesto en ese bullpen, llegar a Safeco Field y ser parte de ese roster construido para ganar, ese fue el momento cuando sentí que lo había logrado, y era un jugador de ligas mayores.
Ahora eres comentarista a medio tiempo para Root Sports NW, ¿Cómo te ha ido, y que más haces en la actualidad?
Quiero destacar en las transmisiones, me gusta eso. Me gusta la comunidad que rodea a los Marineros y los fanáticos. Es un ambiente tan positivo, lleno de personas sorprendentes, y es tiempo de que los marineros ganen porque ¡Seattle es una ciudad que se desataría en los playoffs!! Además del anuncio, de que el colega grandeliga australiano, Trent Oeltjen y yo hemos empezado NxtGen Baseball, una iniciativa para entrenar, educar e inspirar la próxima generación, principalmente aportando exposición y oportunidades para los muchachos australianos, pero también para muchachos de Estados Unidos. Es una sensación sorprendente, inspirar a un muchacho de 13 años de edad para que de lo mejor que pueda, sin importar donde vive o de donde viene.
Firmaste con los Marineros en 2000, y jugaste con los Marineros desde 2007 hasta 2010, ¿Cuándo tuviste oportunidad de conocer a Felix Hernandez, y hubo algo acerca de él que te llamó la atención?
Conocía Felix Hernandez en 2004, jugamos pelota Clase A juntos. Entonces, sabías de seguro 100 % que el muchacho era especial, y eso es increíblemente raro. Ves muchachos todo el tiempo llenos de talento bruto, pero cuando estás en el ‘campo 8’ en primavera, no puedes predecir con certeza el futuro de un muchacho. Ese no fue el caso de Felix. Sabías que iba a ser grande. Tenía todo incluyendo: Control, Presencia, y Repertorio.
Felix Hernandez ha mostrado una habilidad única para seguir siendo un pitcher dominante, a pesar de tener una disminución en la velocidad de su recta. (Cuando llegó a la liga lanzaba 96-97 mph y lagunas veces llegaba a las 99 con su recta de cuatro costuras. Ahora rara vez lanza la recta de 4 costuras, y lanza alrededor e las 90 mph con una sinker como su envío principal) ¿Puedes hablar del tipo de logro que es este y cuan difícil es hacer eso, sin mencionar que lo hace al nivel perenne de premio Cy Young que tiene Félix Hernández tiene?
Primero que todo, Felix sería dominante con 85 mph. Hay mucho más en el pitcheo que 5 millas de velocidad adicional. Y más que todo, Felix ha vivido de su cambio, con una velocidad de 85 mph y ese giro apagado…finalmente la gravedad actúa. Felix tiene una habilidad única para leer a los bateadores en un turno al bate, y puede voltear todo cuando se mete en problemas. La consistencia más grande de Felix sin embargo, es su actitud. “El Rey” es tan efectivo debido a que es el ‘alpha’ frente a 45000 aficionados. Nadie ve a otro lado, y todos desde el bateador en la caja, hasta un niño pequeño sentado tan lejos como en la sección de las narices sangrientas, todos saben exactamente quien está a cargo. Felix muestra mucha confianza y aun cuando se mete en problemas, se tiene la sensación de que el bateador debe tener algo de suerte. Es similar a Lebron cuando hace su acto del polvo a la multitud antes del juego, tiene ese lenguaje corporal directo que dice, “Estoy a cargo, y este es mi edificio”. Felix tiene eso y es una herramienta sorprendente.
¿Hubo un ajuste que tuviste que hacer durante tu carrera para competir a nivel de ligas mayores?
El ajuste que un tipo como yo tuvo que hacer fue la confianza de pitchear para contacto. Siempre fui una sorpresa. Siempre me dijeron que no tenía el material para pitchear. Era tan competitivo que trataba cada turno al bate como una pelea a puños con el bateador. Una vez que tuve ese enfoque, tuve éxito como abridor. Cuando aprendí a hundir mi curva en strike y tuve confianza para lanzar adentro, eso hizo una gran diferencia. El minuto cuando empecé a escuchar lo que era mejor para mi de tres coaches diferentes, me alcanzó el lado mental y nunca me recuperé. Mirando hacia atrás, deseo haber tenido esa pelea a puños, mentalidad e hombre de las cavernas más adelante en mi tiempo con los Marineros, en vez de tratar de reinventar la rueda.
¿Deberíamos estar preocupados por la pérdida de velocidad de Felix Hernandez a través de los años?
No estoy preocupado por la velocidad de Felix para nada. A menos que empiece a tratar de alterar su mecánica y eso le cause una lesión, Felix tiene muchas armas más allá de su pitcheo y 100 maneras de hacerte out. No estoy preocupado por su velocidad. Todo por lo que estoy preocupado es por su cuerpo de trabajo, y estoy de verdad feliz con lo que él hace cada cinco días.
No perdiste tanta velocidad durante tu carrera ¿lo hiciste?
Mi velocidad subía y bajaba. Yo estaba lanzando tan bajo como 86-87 en un momento, porque estaba tratando de pitchear a través de una lesión, y no quería hablar de eso. Cuando yo estaba batallando con la mecánica, y tratando de seguir a mi coach de pitcheo en 2010, tuve un bajón en velocidad debido a que el cuerpo naturalmente recae debido a la inconsistencia en la sincronización. He pasado los últimos cinco años estudiando biomecánica, y no puedo esperar para compartir mi conocimiento en las transmisiones de los Marineros cuando se el momento adecuado. Todas las cosas que deseo haber conocido cuando tenía 26 años de edad.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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