miércoles, 19 de octubre de 2016
La apuesta de los Dodgers en el inning final enciende el jonrón de bases llenas de los Cachorros.
James Wagner. The New York Times. 16-10-2016.
Chicago—El movimiento fue agresivo y desvergonzado, y por pocos momentos, pareció que podría funcionar. Con el primer juego de la serie de campeonato de la Liga Nacional en su momento decisivo el sábado por la noche, el manager de los Dodgers de Los Angeles, Dave Roberts le pidió al relevista Joe Blanton que boleara intencionalmente a dos bateadores de los Cachorros de Chicago.
El marcador estaba igualado, y Blanton había estado brillante para los Dodgers todo el año. Y los boletos forzaron la salida del cerrador de los Cachorros, Aroldis Chapman a favor del emergente Miguel Montero, quien no le había bateado bien a Blanton en su carrera.
Pero la decisión también llenó las bases con dos outs y puso a los Dodgers peligrosamente contra la pared. Con una conexión sólida, Montero les pasaría por encima.
Luego de abanicar la slider previa, Montero en conteo de dos strikes castigó una slider de Blanton que se quedó colgada y la envió sobre la pared del jardín derecho en lo que fue solo el tercer jonrón de bases llenas en la historia de la postemporada, para darle la ventaja a los Cachorros en ruta a una victoria 8-4.
El jonrón de Montero coronó un final de dos innings intensos. Los Cachorros habían apostado por si mismos, al sacar al abridor Jon Lester luego de solo 77 pitcheos y seis sólidas entradas. Esa decisión del manager Joe Maddon pareció desacertada en el octavo inning, cuando la ventaja de dos carreras de los Cachorros desapareció con el sencillo impulsor de dos carreras de Adrian González ante una recta de 102 millas por hora de Chapman.
Pero esos momentos llevaron a otro final espeluznante, y los Cachorros, quienes esperan romper su sequía de campeonatos de Serie Mundial de 108 años, emergieron victoriosos sobre los Dodgers en un juego que confrontó las tácticas dirigenciales de Maddon y Roberts.
“Fue un juego muy bien dirigido desde ambos lados”, dijo Jason Heyward uno de los bateadores de los Cachorros caminados intencionalmente por los Dodgers en el octavo. “¿Qué puedes hacer? ¿Un lanzamiento en dos strikes para jonrón de bases llenas?”
Los Dodgers estuvieron afectados otra vez por otra corta actuación de su abridor. Kenta Maeda solo duró cuatro innings. Caminó a tres bateadores, incluyendo a Lester dos veces. Pero los Cachorros también lo batearon duro.
La primera carrera de los Cachorros llegó en el primer inning cuando Dexter Fowler sencilleó y Kris Bryant, un aspirante al premio de jugador más valioso de la Liga Nacional, descargó doblete al jardín izquierdo por encima de Howie Kendrick.
La ventaja se amplió a 3-0 un inning después gracias al talento y la agresividad de los Cachorros. Heyward despachó triple al rincón del jardín derecho y anotó fácilmente cuando Javier Baez, quien había tratado de tocar la pelota, bateó un elevado al jardín central corto.
Los Dodgers habían reubicado su infield, y Baez visualizó la posibilidad de tomar una base extra. Corrió duro desde la caja de bateo y venció el tiro hacia segunda base, señaló hacia el dugout de los Cachorros y aplaudió.
Un wild pitch de Maeda eludió al cátcher Carlos Ruiz, y Baez avanzó a tercera. En un intento de squeeze play, Lester se cuadró para tocar, y Baez arrancó hacia el plato. Pero Lester retiró el bate cuando el lanzamiento vino fuera de la zona de strike.
Ruiz atrapó la pelota y lanzó a tercera base. El antesalista Justin Turner saltó para evitar que la pelota pasara a los jardines y rápidamente la lanzó de vuelta a Ruiz. Aun así, Baez llegó antes al plato.
“Uno por ciento o menos de los peloteros de las ligas mayores habría hecho lo que él hizo”, dijo Maddon de Baez, y añadió después, “Eso es puro instinto beisbolero del bueno”.
Wrigley Field estalló en celebración. Los fanáticos cantaban “¡Ja-vy, Ja-vy, Ja-vy!” Con su jugada audaz, Baez se convirtió en el primer jugador de los Cachorros en robarse el plato en postemporada desde 1907.
A medida que avanzó la noche, eso resultó ser solo un pie de página en un juego impredecible. Los Dodgers anotaron una carrera en el quinto inning cuando el bateador emergente Andre Ethier descargó un jonrón poco probable contra Lester, al batear lo que parecía ser un elevado de rutina, pero el viento se llevó la pelota sobre la pared del jardín izquierdo.
Mientras los Dodgers solo batearon cuatro imparables ante Lester, batearon un puñado de líneas de frente a los defensores de los Cachorros, y solo Fowler se robó dos imparables. Y Maddon no quiso arriesgarse más. Él sacó a su abridor aunque Lester había retirado 12 de los últimos 13 que enfrentó.
“Pienso que no tenía sus mejores envíos esta noche”, dijo Maddon . “No teníamos alternativa”.
Lester agregó: “No me pagan para tomar decisiones, me pagan para pitchear. Esa es su decisión, y obviamente teníamos una cantidad de tipos en el banco que pueden batear mejor que yo”.
La decisión se reflejó en los dos innings finales del juego, especialmente cuando los Cachorros se metieron en problemas en el octavo inning y Maddon puso a Chapman en una situación difícil al traerlo con las bases llenas sin outs.
Andrew Toles empezó el rally al inicio del inning con sencillo como emergente ante Mike Montgomery. Chase Utley salió de emergente y negoció boleto contra Pedro Strop. Toles encendió más el rally cuando corrió hacia tercera y eludió el guante de Kris Bryant, quien había tomado el infield-hit de Turner.
Forzado a recurrir a su mejor relevista, Maddon trajo a Chapman para un salvado de seis outs. Chapman ponchó a Corey Seager y Yasiel Puig, y el plan casi funcionó. Pero Gonzalez, quien sabía que Chapman iba a lanzar solo rectas, devolvió una al jardín central para igualar el juego. Levantó los puños cuando llegó a primera base.
Eso sirvió la escena para el cierre del octavo. Ben Zobrist despachó un doble para abrir el inning, y Addison Russell entregó el out en roletazo. Roberts pidió entonces a Blanton que boleara intencionalmente a Heyward, quien ha tenido problemas esta postemporada, para enfrentar al inspirado Baez. Blanton obligó a Baez a levantar un elevado con el primer envío del turno.
Entonces Roberts tentó al destino otra vez. Blanton boleó intencionalmente a Chris Coghlan, lo cual trajo el turno de Chapman en el orden al bate. Maddon envió a Montero a batear, y Roberts mantuvo a Blanton debido a su trayectoria.
“¿Cuál es la mejor manera de ganar ese juego?” dijo Roberts de Chapman. “Es sacarlo del juego. Así que sentí que si hacíamos eso, el juego era nuestro”.
“Probablemente yo habría hecho lo mismo que hizo él”, agregó Maddon.
Roberts sabía que si traía a un relevista zurdo para Montero, Maddon respondería con un emergente derecho, así que confió en Blanton. Blanton le lanzó tres sliders a Montero. Montero hizo swing y falló el segundo.
“Me dije, Quiero esa slider otra vez porque era un buen pitcheo para batear”, dijo Montero. “Y parece que me oyó, porque la volvió a lanzar, y afortunadamente bateé la pelota muy bien”.
Despues de hacer contacto, Montero lanzó su bate y agitó sus brazos al aire. En el círculo de prevenidos, Fowler hizo igual. Wrigley Field se agitó con la reacción de la mujltitud.
“Pensé que los fanáticos estaban derribando el techo”, dijo Baez, sin importar que el estadio no tiene techo. “Pienso que nadie vio el jonrón de Dexter Fowler”.
Fowler siguió el jonrón de Montero con otro propio. Y después del juego, los jugadores de los Cachorros dijeron que entendían porque Roberts había hecho las decisiones que hizo. Roberts dijo que “volvería a hacer lo mismo otra vez. Diez veces de diez, dejaría a Blanton contra Montero, y él hizo un buen swing en conteo de 0-2. Puede ocurrir. Así es el beisbol”.
“Es inteligente”, dijo Bryant. “Consigues sacar del juego a uno de los mejores relevistas. Pero Miggy le dio en el medio a la pelota”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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