viernes, 16 de diciembre de 2016
Jared Mortensen toma un camino turbulento hacia los Biscuits.
Stacy Long. 20-05-2014
Los últimos 12 meses han sido un paseo turbulento para Jared Mortensen, que lo llevó desde el dugout de la escuela secundaria en Louisiana hasta la pelota independiente en Texas y hasta los Biscuits de Montgomery.
Mortensen, hoy en la rotación de abridores de los Biscuits y un esperanzado jugador de ligas menores de los Rays de Tampa Bay, casi había renunciado a su carrera como pelotero hace un año.
Pero su estadía como coach de pitcheo en una escuela secundaria de Shreveport, La., lo llevó a jugar beisbol independiente, lo cual ocasionó una llamada telefónica el pasado agosto de los Rays ofreciéndole un contrato.
“Les dije, ‘Desafortunadamente tengo que pitchear esta noche’”, dijo Mortensen. “Estábamos de gira y en la carrera por el playoff. Dije, ‘Tengo que pitchear. No puedo dejar el equipo ahora’”.
Sus compañeros de los AirHogs de Grand Prairie intercedieron, y lo animaron para que firmara y no se preocupara por ellos.
“Terminé pitcheando de todas formas”, dijo Mortensen. “El día siguientes, yo estaba en un avión de vuelta a Dallas para recoger todas mis pertenencias. El día siguiente, yo estaba en un avión para ir a Florida. Fue un giro muy rápido”.
Mortensen, 25, ha tenido ese tipo de viaje a través de su carrera.
Fue jardinero cuando jugaba en su nativa Canadá, antes que sus entrenadores le dijeran que su mejor oportunidad de jugar estaba en el montículo.
Pasó un año en la universidad en Carolina del Norte, pero no era feliz allí. Algo de beisbol de regreso a casa y las conexiones de su entrenador de primer año en la universidad lo ayudaron a llegar al LSU-Shreveport, donde jugó dos temporadas.
“Yo estaba buscando un lugar para jugar y él sugirió que fuera a probar”, dijo Mortensen. “El primer año fui poco a poco. El segundo año, me dieron la responsabilidad completa”.
Mortensen terminó en LSU-Shreveport en 2012 y jugó más pelota de verano. No supo de equipos profesionales.
“Despues de eso, me dije voy a ser entrenador”, dijo él. “Esto se acabó”.
Mortensen era el coach de pitcheo de C.E. Byrd High en Shreveport, un trabajo que le permitía ejercitarse cuando quisiera y le “pagaban lo suficiente para pagar las cuentas y continuar estudiando”.
También había sido coach en algunos entrenamientos de prueba, lo cual lo llevó a Grand Prairie. El papá de un pelotero que él conocía bien era un coach de Grand Prairie y, después que terminó la temporada de Byrd en 2013, Mortensen estaba jugando otra vez.
Y todavía lo hace.
“Recibió una oportunidad y la aprovechó”, dijo el manager de los Biscuits Brady Williams, quien observó a Mortensen lanzar 17.1 innings para el Charlotte A el año pasado.
Mortensen permitió solo ocho imparables con cinco boletos y 18 ponches.
“Despues de su primer juego, yo dije. ‘¿Quién es este muchacho?’” dijo Williams. “Se puede ver el enfoque dentro de él”.
Williams comparó a Mortensen con Jeremy Lin, cuyo éxito en la NBA en 2012 inspiró la película “Linsanity”. Williams recientemente vio la película en NetFlix.
“Ha sido más de lo que pensé”, dijo Mortensen, quien está programado para abrir esta noche cuando los Biscuits empiezan una serie en casa ante Huntsville. “Especialmente el primer mes que hemos estado aquí”, dijo él. “Ha sido muy divertido”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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