miércoles, 20 de junio de 2018
Una agitada temporada de cambios.
Muy pocas veces había visto que la gerencia deportiva de los Navegantes del Magallanes ejecutara tantos cambios como en los cuatro meses comprendidos entre febrero y mayo de 2018. Se sabía que ele quipo tenía una deficiencia notable en cuanto a pitchers abridores, pero nunca imaginé que llegasen a realizar cambios a un ritmo de uno por mes.
El movimiento de más expectativa, por la jerarquía del lanzador obtenido y por la posibilidad de que juegue buena parte de la temporada, me parece el de Henderson Álvarez, me parece que podría ser ese abridor criollo de cabecera que el Magallanes ha necesitado las últimas temporada para trascender hacia las instancias decisivas del torneo. Por otro lado también hay expectativas respecto al jugador del cuadro José Gómez, quien podría convertirse en campocorto regular de los Navegantes.
Luego sigue la adquisición de Johan Pino, el tipo de lanzador ideal para LVBP, sin ningun tipo de restricción. Aunque ya tiene cierta edad, Pino ha demostrado que puede ser de peso en esta liga, es capaz de ganar juegos importantes y darle al manager cinco o seis innings de labor aceptable. También llama la atención de Wilmer Becerra un jardinero afectado por las lesiones quien podría estar disponible pues le interesa jugar para intentar recuperar el potencial que una vez lo llevó a ser un reconocido prospecto.
La llegada de Wilfredo Boscán, en mi opinión es una agradable incógnita por el bajón que ha tenido en las últimas temporadas, pero eso podría convertirse en el acicate que lo motive a reverdecer viejos tiempos cuando llegó a ser considerado uno de los zurdos más efectivos de LVBP. Tal vez los nuevos aires contribuyan a que Boscán se reencuentre con su vieja forma y tenga una buena temporada.
En mi opinión, la negociación que inspira menos expectativas es la de Alex Torres, espero estar equivocado, pero pareciera que el zurdo carabobeño hubiese dejado atrás sus mejores días en el montículo, sobre todo porque no ha podido resolver sus problemas de control. Si es capaz de superar esas dificultades, Torres pudiera convertirse en esa especia de “caballito de batalla” del bull pen quien pudiera abrir juegos y relevar largo y corto.
Y la que me llama más la atención es la más reciente, donde llegaron Renato Núñez, Jesus Flores y los lanzadores Gabriel Moya y Eduard Bazardo. Si bien Núñez pudiera ser ese cuarto o quinto bate que reemplace a Mario Lisson, me parece que Flores puede resultar muy importante para el equipo por la experiencia que puede aportar detrás del plato y por las muestras de bateo oportuno que mostró en las últimas temporadas con las Águilas. Moya y Bazardo, si juegan reforzarían el bull pen.
Ahora si pareciera que el mandado de buscar las piezas necesarias en el mercado de cambios está hecho, solo resta esperar a que llegue octubre para ver como inserta el manager Omar Malavé estas piezas en la configuración del equipo.
Alfonso L. Tusa C. 20 de junio de 2018. ©
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