Administrador Sox1fan.com. 03 septiembre 2011
El inquilino del Salón de la Fama de los Medias Rojas, Ted Williams fue más largo que la vida y poseía la esencia de la leyenda. Fue héroe del béisbol y de la guerra, sirvió como aviador naval (piloto USMC) en la segunda guerra mundial (1942-46) y en la guerra de Corea (1952-53). Fue el último beisbolista en batear sobre .400 en la temporada regular al tener los turnos regulares suficientes para calificar por el título de bateo (.406 en 1941). Era famoso por tener algunas veces una personalidad ácida, y por sus batallas con la prensa y los algunas veces desmedidos fanáticos beisboleros de Boston…y fue reconocido por ser un ávido y habilidoso pescador.
La leyenda cuenta que Williams una vez le dijo a un amigo, “Todo lo que quiero de la vida es que cuando camine por la calle las personas digan, ‘Ahí va el bateador más grande que haya vivido’”. Ese cuento fue bordado en la tela de la película “The Natural”, basada en la novela del mismo nombre de Bernard Malamud. Hay muchos aficionados al béisbol, expertos y peloteros quienes de verdad creen que Williams fue, de hecho, el bateador más grande que haya vivido. El contemporaneo y par de Williams, el centerfielder de los Yanquis de Nueva York, Joe DiMaggio, dijo una vez: “Fue absolutamente el mejor bateador que haya visto”.
Él fue (y todavía es) el objeto de muchas obras de arte y fotografías y literatura de todo tipo, desde libros a revistas de artículos diversos y cuentos. La prosa más famosa y reverenciada de la cual fue objeto fue indudablemente el ensayo de John Updike “Hub Fans Bid Kid Adieu”, que fue publicada en la revista New Yorker en octubre de 1960, aproximadamente un mes después de haber jugado su último juego con un uniforme de los Medias Rojas.
“Hub Fans”, recrea el último juego de Williams con los Medias Rojas, jugado el 28 de septiembre. En el artículo, el ganador del Premio Pulitzer acuñó el término “pequeño lírico estadio” para describir Fenway Park. De Williams escribió:
Ningún otro jugador visible de mi generación ha concentrado en él tanta rudeza deportiva, ha refinado asiduamente sus destrezas naturales, ha traído constantemente la intensidad de la competencia que atora la garganta de júbilo.
Fue esa mentalidad singular que hizo a Williams un extraordinario bateador y ha hecho que muchos se pregunten que tipo de números habría coleccionado si no hubiese perdido más de cinco años, de su apogeo físico, a causa de la guerra. Fue esa grandeza la que inspiró al mundo del béisbol a crearle una variedad de apodos: “The Splendid Splinter”, “Teddy Ballgame”, “The Thumper” y, simplemente “The Kid”.
“Hub Fans” estaba cargada de romanticismo y sentimentalismo. Relataba el último jonrón de Williams. Updike escribió que los fanáticos de los Medias Rojas y los entrenadores, hasta los árbitros, le pedían al número 9 que saliera del dugout y se quitara la gorra ante la multitud delirante, (en realidad sólo había 10454 personas aquel día) después del jonrón, pero Williams, amargado por lo que él percibía como un exceso de críticas a través de los años, se negó. El autor esquivó la tentación de sumergirse en el pozo de la negatividad… con respecto al rechazo de Williams, anotó, “Los Dioses no responden cartas”.
Tal vez no, pero ellos SON a menudo honrados por la sociedad de manera contínua de varias maneras. La historia de Updike ha sido lectura obligada para los aficionados del béisbol por más de medio siglo… ha ayudado a mantener viva su memoria viva para su generación y pintará una imagen indeleble de la épica de su persona para las generaciones siguientes de aficionados al béisbol.
Y ahora sabemos que The Kid será homenajeado por el Servicio Postal de Estados Unidos en su venidera colección de “Estrellas del Béisbol de Grandes Ligas”, que será vendida en las oficinas de correo el año entrante. Williams es el cuarto y último “todos estrellas” incluido en la colección (Joe DiMaggio, Larry Doby y Willie Stargell fueron confirmados previamente como integrantes de la serie de cuatro estampillas). Es un arte de un ambiente distinto, las estampillas son consideradas ampliamente la forma de arte de más fácil acceso económico.
La ilustración dibuja a Williams en su uniforme blanco de los Medias Rojas con vivos rojos. Él ha terminado un swing perfecto de fotografía. Su hombro izquierdo ha sido ubicado bajo el mentón en el proceso de seguir la pelota. Su antebrazo izquierdo flota, demostrando claramente el tono y la fuerza del swing. Su mirada punzante sigue el vuelo de la pelota nueva mientras esta atraviesa el aire veraniego. Se asume que la pelota ha sido bateada de línea porque Williams no mira hacia arriba hacia una pelota elevada, sino que sigue una línea entre el jardín derecho y el central, se asume que persigue uno de los 1537 sencillos que bateó en su carrera.
Con un poco de imaginación, su águdo ojo de bateo y refinada mecánica del swing, serán desplegados en la esquina superior derecha de sobres y paquetes enviados en Estados Unidos durante los próximos años. Es un honor que el malhumorado toletero de 40 años habría rechazado y el octogenario retirado habría celebrado..¿Quién habría pensado esto en su momento?
Traducción Alfonso L. Tusa C.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
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