viernes, 8 de julio de 2016
Rico Brogna: Un tranquilo productor de carreras.
David Driver. Baseball Digest. Junio 1999.
Con poca fanfarria, el primera base de los Filis empujó 104 carreras y bateó 20 jonrones en 1998.
Richie Allen no lo hizo. Ni Deron Johnson, Pete Rose o John Kruk. Fue Von Hayes quién estuvo más cerca con 98 carreras empujadas en 1986.
Desde Bill White hace más de tres décadas ningún inicialista de los Filis había coleccionado más de 100 carreras empujadas en una temporada.
Esa racha terminó en 1998, cuando Rico Brogna en su segunda temporada con los Filis, sobrepasó esa marca por primera vez.
White, antiguo presidente de la Liga Nacional, remolcó 103 carreras para los Filis en 1966.
Brogna alcanzó ese nivel con estilo. Bateó dos jonrones ante los Mets de Nueva York el pasado 8 de septiembre para llegar a 101 carreras empujadas, lo cual representaba un tope en la carrera del residente de Connecticut de hablar pausado.
Brogna, quien bateó .252 con 20 jonrones y 81 carreras empujadas en 1997, terminó la temporada de 1998 con promedio de .265, 20 jonrones y topes de carrera con 36 dobles y 104 carreras empujadas.
“Mi enfoque principal al enfrentar la temporada pasada era mejorar el año anterior”, dijo Brogna, quien cumplió 29 años en abril. “Trato de no ponerme metas (con las estadísticas personales). Fui capaz de empujar más carreras el año pasado”.
“He trabajado duro para tratar de ser mejor”, dijo Brogna poco despues de alcanzar la marca de las 100 carreras empujadas. “Nunca estuve pendiente de marcas. Solo quería mejorar. Lo mejor ocurre si tu equipo reconoce lo que haces”.
Brogna es casi inexistente en la escena nacional, debido en parte a la presencia en la Liga Nacional de primeras bases como Mark McGwire, Jeff Bagwell, John Olerud y Mark Grace.
“Hay muchos buenos primeras bases en la Liga Nacional. Puedes ir de uno en uno”, dijo Brogna. “Entiendo que todos quieran hablar de McGwire”.
Así que es apenas fue un punto aislado el hecho de que Brogna haya alcanzado la marca de las 100 carreras empujadas la misma noche cuando McGwire bateó su jonrón 62 para rebasar la marca de una temporada impuesta por Roger Maris en 1961.
Un video con el jonrón de McGwire que rompió la marca fue mostrado en la pantalla grande del Veteran’s Stadium de Filadelfia durante el séptimo inning del juego de los Filis con los Mets de esa noche.
“En el terreno oíamos a los fanáticos enloquecer”, dijo Brogna cuyo equipo bateó siete jonrones esa noche. “Fue un momento escalofriante. Era una marca impresionante”.
Brogna dijo que como primera base tiene la oportunidad de compartir con casi cada jugador de la liga, aunque breves, son encuentros cordiales. Así supo de primera mano de la generosidad de McGwire.
El primera base de los Filis le pidió una pelota autografiada a McGwire antes de un juego en Filadelfia a comienzos de la temporada de 1998.
Durante ese juego cuando ambos se encontraron en primera base, Brogna le agradeció al toletero de San Luis, quien agregó que estaría feliz de suministrarle más pelotas si las necesitaba.
“Él las ofreció. No las pedí”, dijo Brogna. “Es uno de los tipos más agradables que he conocido”.
Mientras Brogna está feliz de estar fuera de la luz pública nacional, dijo que los números ofensivos logrados por McGwire , Andrés Galarraga y Bagwell sirvieron como motivación para él después de la temporada de 1997.
Desde que reconoció que necesitaba ser más productivo en una posición ofensiva clave, levantó pesas de cinco a seis días semanales en la Taft School de Connecticut, donde su padre, Joe, enseña mitología latina y griega.
“Me hice más fuerte. Al saber que iba a jugar todos los días, quería estar fuerte al final de la temporada”, dijo Brogna.
Brogna no es un extraño en la escuela de su padre. Fue entrenador de quarterbacks en Taft en 1994 y ha entrenado el equipo de baloncesto de primer año de Watertown High, su alma mater.
Su familia se mudó a Watertown (población:5920) cuando el tenía siete años de edad. Nativo de Massachusetts, Brogna se ha convertido en hijo adoptivo.
“El apoyo que he recibido de ese pueblo es tremendo”, dijo Brogna, un quarterback All American en la escuela secundaria quien fue reclutado por Clemson por su futbol americano.
“Es un pueblo pequeño de Estados Unidos”.
Y ahí fue donde, con trabajo duro, tomó forma su éxito en la temporada de 1998.
Brogna dijo que casi desde el primer día del entrenamiento primaveral él toma práctica de bateo extra cada día con la antígua estrella de bateo Hal McRae, instructor de bateo de los Filis.
“Quería asegurarme de que había mejorado mi balance de peso”, dijo él. “Conseguí un buen ajuste de peso en mi swing”.
Esa técnica vital de transferir el peso desde la pierna trasera a la delantera fue reforzada por Bobby Valentine, quien fue manager de Brogna en las ligas menores con el Norfolk (Va.) AAA de la International League en 1994 y después con los Mets.
Nueva York cambió a Brogna a los Filis el 27 de noviembre de 1996 por los pitchers Toby Borlan y Ricardo Jordan, y Brogna ha destacado en sus primeras dos temporadas con los Filis.
Pero el sabe que otros lo han ayudado a alcanzar sus nuevos logros.
Una vez que empezó la temporada de 1998, el cuarto bate Brogna estaba teniendo muchas oportunidades de empujar carreras porque el abridor de la alineación, Doug Glanville, tuvo la mejor temporada de su carrera. El segundo bate Greg Jefferies bateó bien antes de irse a los Angelinos en agosto y el tercer bate Scott Rolen alcanzó la marca de las 100 carreras empujadas la misma semana que Brogna.
Brogna y Rolen fueron los primeros Filis en empujar 100 carreras en una temporada desde que Mike Schmidt y Juan Samuel lo hicieran en 1987.
“No es posible sin los tipos que batean delante de ti. Scott convierte muchos sencillos en dobles. Cada vez que me doy cuenta, ellos están embasados”, dijo él.
Brogna fue una escogencia de primera ronda de los Tigres de Detroit en el turno 26 del draft de 1988.
Él avanzó en el sistema de ligas menores y debutó en Grandes Ligas con los Tigres en 1992.
Fue un debut que abrió ojos.
Detroit era entonces un equipo de veteranos y era dirigido por el futuro inquilino del Salón de la Fama, Sparky Anderson.
Aunque el equipo terminó con marca de 75-87 (sexto en el este de la Liga Americana), el roster tenía veteranos tales como Alan Trammell, Lou Whitaker, Frank Tanana, Bill Gullickson, Rob Deer, Cecil Fielder, Dan Gladden y Gary Pettis.
“Yo empecé el primer juego cuando me subieron (desde Toledo). Fue muy excitante”, dijo él. “Estoy agradecido de haber subido junto a un grupo de veteranos”.
“Me enseñaron a ser respetuoso. El juego es definitivamente diferente hoy. Mantuve mis ojos abiertos”, dijo él.
Brogna subió a las mayores en agosto de 1992 y bateó solo .192 en 26 turnos al bate. Bateó un doble en su primer turno de Grandes Ligas ante Dave Stieb el 8 de agosto.
Fue enviado a Toledo pocas semanas después, pero no fue llamado de nuevo cuando el roster se expandió el 1 de septiembre. Todavía considera eso un gran disgusto.
La próxima primavera, el 31 de marzo, fue cambiado por los Tigres a los Mets de Nueva York por Alan Zinter, un jugador de ligas menores.
Brogna empezó esa temporada con el Norfolk Clase A, pero fue llamado por los Mets el 20 de junio, y después tuvo una seguidilla de 15 juegos bateando imparables.
En 1995, pasó la temporada completa con los Mets y bateó el primer jonrón de Coors Field en Denver ante su coterráneo de Nueva Inglaterra Bill Swift y encabezó a los primeras bases en promedio defensivo (.998), con solo tres errores en 1208 lances. También bateó .289 con 22 jonrones y 76 carreras carreras empujadas.
La próxima temporada, 1996, estaba bateando .255 con siete jonrones y 30 carreras empujadas, fue a la lista de incapacitados el 20 de junio con un ligamento torcido en su hombro derecho. Perdió el resto de la temporada.
Brogna regresó más fuerte en 1997 y fue aun más impresionante en el ’98.
El futuro de Brogna con los Filis depende del progreso que tenga Pat Burrell, el bateador de poder de 22 años quien fue la primera escogencia en el draft de junio del año pasado.
Burrell es un primera base quien estaba viendo algun tiempo de juego en los jardines. Si no se puede adaptar a un guante de jardinero, los Filis lo pondrán en primera base, y moverán a Brogna a otra parte. “Sé que la organización está emocionada con el futuro de Pat”, dijo Brogna. “Pero eso es frustrante hasta cierto punto. Si Pat me pidiera que le enseñara a jugar primera base, definitivamente lo ayudaría. Es un bateador impresionante con mucho talento”.
Mientras Burrell hace sus ajustes para convertirse en jugador clave de los Filis, Brogna sigue siendo productivo con poco reconocimiento.
“Me siento bien haciendo el trabajo”, dijo Brogna quien solo hizo cinco errores en 1998.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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