viernes, 14 de octubre de 2016
Entrevista Exclusiva: El prospecto de los Rangers, Drew Robinson, juega con pasión.
Greg Pinto. bleacherreport.com. 02-08-2011
Ser prospecto en las ligas menores no es fácil. Cada juego es efectuado con cierta tensión solapada, mientras los prospectos son tratados como especímenes, colocados bajo un microscopio y observados constantemente por sus oponentes, evaluadores de talento y los medios.
Ser prospecto en el sistema de granjas de los Rangers de Texas es especialmente difícil. Reconocida nacionalmente como una de las organizaciones más profundas y talentosas del beisbol, labrarse un nombre para sobresalir entre muchos no es tarea fácil.
Esa es exactamente la situación en que se encuentra el prospecto de tercera base de los Rangers, Drew Robinson. Un gran talento en una organización donde el talento no conoce límites.
Por supuesto, esto no es nada noticioso para Robinson, quien está feliz de jugar para una organización tan talentosa. No tiene el tremendo poder del prospecto de tercera base Mile Olt, o el estilo mágico con el cual Jurickson Profar ha impresionado a los scouts.
No tiene el guante maravilloso de Profar o el cañón de Leury García.
Pero eso no significa que Robinson no sea un buen pelotero. De hecho, si se toman partes de cada uno de esos peloteros y se meten en una licuadora, se obtendría una mezcla de destrezas que Robinson trata de tener, la de un atleta balanceado y completo.
En un sistema de los Rangers repleto de prospectos de primera línea y derramándose por los lados con cada draft que pasa, se hace más difícil para tipos como Robinson hacerse de un nombre en la organización.
Batear jonrones majestuosos o robar 40 bases en una temporada son datos impresionantes que ponen tu nombre en los medios, pero el enfoque de Robinson impresiona a los que importan.
Despues de jugar su beisbol de secundaria en Silverado High School en Las Vegas, Nevada, tenía toda la intención de ir a la University of Nebraska para aumentar su experiencia beisbolera, por supuesto, hasta que los Rangers lo escogieron en el lugar 136 del draft de 2010.
En lugar de ir a la University of Nebraska, Robinson decidió firmar con los Rangers e iniciar su carrera profesional, a la edad de 18 años, una decisión que no podía tener más sentido para él.
“Firmé con la University of Nebraska, pero mi meta real era jugar beisbol profesional”, le dijo Robinson a Bleacher Report. “Pensaba que los muchachos de secundaria tenían más experiencia que los universitarios (cuando firman con una organización). Quería salir y empezar a ganar experiencia”.
Así que en vez de ir a la Universidad, Robinson fue a la liga de novatos, donde probó rápidamente que estaba listo para el profesional al lograr una línea ofensiva de .286/.406/.357.
Junto con su talento natural, yo podría decir solo al hablar por teléfono con él que Robinson estaba en el camino correcto. El sabe que tipo de pelotero es. No trata de sobreejecutarse, pero da lo mejor de su “enfoque de líneas hacia los callejones”.
“Eso es exactamente lo que trato de ser”, dijo Robinson cuando le preguntaron si ese era el tipo de bateador que él imitaba. “Enfocarse en los callejones y el medio del campo. Quedarse ahí”.
A través de su primera temporada profesional en 2010, ese enfoque funcionó para él, y luego de destrozar el pitcheo de la liga de novatos al empezar la temporada de 2011, los Rangers estaban lo suficientemente impresionados para promoverlo al Spokane de Clase A baja, y así ampliar un poco la competencia.
Como cualquier cambio en la vida, ascender en el sistema de ligas menores implica un ajuste. Despues de todo, Robinson había comprendido que el beisbol profesional era mucho más difícil que el beisbol de la escuela secundaria.
Cuando le preguntaron acerca de la transición desde el beisbol de la escuela secundaria hasta el beisbol profesional, Robinson dijo que su meta era encontrarse.
“Tú sabes, no tratar de esforzarte mucho, y hacer el juego tan simple como sea posible. Los muchachos de la secundaria lanzan a 80 mph, y cuando llegas al profesional, 80 mph es el cambio promedio”, dijo él.
Ahora, luego de solo una temporada, Robinson se encuentra en una situación donde tiene que ajustarse de nuevo. Intrigado por lo difícil que podría ser ajustarse al beisbol profesional después de jugar en la secundaria, le pregunté si ascender en el sistema de ligas menores era el mismo reto.
“No es tan drástico”, replicó él. “Sólo es un nivel. Es muy diferente aquí arriba, hay más tipos universitarios. Ellos dependen de sus lanzamientos lentos y tienen buen control en la recta. Es una gran diferencia para mi aquí, y tengo algo de problemas”.
Por supuesto, tener un poco de problema ajustándose al pitcheo nuevo es común en cualquier nivel, y Robinson entiende eso. En su mente, la única manera de mantenerse progresando, es seguir teniendo confianza, y hay mucho más recursos en la organización de los Rangers de los que tenía con los SkyHawks de Silverado.
“Tú sabes, he tenido algo de problema hasta ahora, y mantener la confianza es probablemente una de las cosas más duras de hacer en este momento. Es un equilibrio, no te puedes ir muy arriba o muy abajo. Tienes que mantenerte humilde. Si te vas muy arriba, las personas te bajaran los humos rápido. Me ajusté bien”.
Por supuesto, al redondear todos los aspectos del carácter de Robinson en perspectiva hasta a hora, no es difícil ver porque él es el tipo de pelotero que a los coaches les gusta tener. El ejecuta el juego de la manera correcta, entre los oídos y en el campo, y tiene el talento para llegar a las ligas mayores.
De la misma manera, ese es el tipo de pelotero que a cualquier equipo le gustaría tener, y yo estaba curioso de si el pensamiento de un cambio había llegado a Robinson aunque tendría que ser cambiado como “pelotero a ser nombrado después”, debido a que él no pudo ser cambiado en la fecha límite.
“No, eso no me cruzó por la mente ni una vez”, respondió enfáticamente. “Estoy abajo en el fondo de la lista. Tal vez en un par de años seré considerado para algo como eso”.
Por supuesto, Robinson esperaba ser considerado para un cambio desde una perspectiva de talento, algo que podría ocurrir en el futuro cercano. Si él tuviera que hacer su decisión, quisiera hacer su debut de liga mayor como Ranger de Texas y luego de mucho tiempo en el futuro, retirarse como Ranger de Texas.
“Me gustaría llegar a Grandes Ligas con los Rangers de Texas. Las cosas que están ocurriendo en esta organización…Es increíble. Tenemos mucho talento en esta organización, llegar a Grandes Ligas con ellos significaría que tuve que jugar y trabajar por encima de muchos tipos buenos y talentosos”.
Llegar a las Grandes Ligas con los Rangers sería algo que tomaría mucho tiempo y esfuerzo, cosas por las que Robinson está listo para darlo todo. Despues de todo, los Rangers, quienes están ubicados entre los cinco mejores de cada clasificación nacional de organizaciones, no tienen muchos niveles sin talento de primera línea.
Tener que vencer a ese talento trabajando y jugando sería un gran logro. Robinson cree que está en la organización correcta para hacer eso.
“Tenemos grandes tipos, desde peloteros, coaches, personal de desarrollo, y hacen un gran trabajo. Tal vez algunos tipos no tienen mucho talento, pero tienen el enfoque mental correcto”.
Luego de hablar con Robinson, es claro que tener el enfoque mental correcto es clave para él. Todo desde su enfoque hacia el juego como a su vida fuera del terreno de juego lo ha ayudado a desarrollarse como un pelotero sólido en todo sentido.
Pero teniendo el nivel de talento que tienen los Rangers, jugar con otros grandes peloteros le ayuda a mejorar su enfoque del juego.
“Tenemos muchos peloteros buenos en nuestra organización, posición por posición y jugar con ellos te hace mejorar mucho…te hace querer salir a jugar y lograr algo más que un día normal. Jugar con esos tipos te motiva a querer jugar mejor”.
Es la habilidad de mezclar lo bueno con lo malo lo que ha ayudado a Robinson a empezar a desarrollarse como otro prospecto de los Rangers. Convertirse en un buen pelotero lleva tiempo, hay experiencias que él todavía tiene que mejorar, como viajar en autobús en las largas giras por carretera por ejemplo.
“No duermes mucho, y cuando lo haces, no es el mejor sueño del mundo”, dijo Robinson con una risa, al recordar una gira reciente a Canadá para jugar. “Tienes que despertar en la mañana, ir al estadio y estar listo para jugar un par de horas después, pero una vez que el juego empieza, te olvidas de eso y juegas el juego que amas”.
El juego que Drew Robinson ama es un estilo de juego intenso y apasionado que espera lo impulse hacia las ligas mayores con los Rangers, de la misma forma como ese estilo ayudó a Dustin Pedroia, Chase Utley y Ken Griffey Jr. a través de sistemas de granjas repletos con sus respectivos equipos, tipos que juegan de la misma forma en que Robinson asume su negocio.
Él puede no ser el nombre más deslumbrante en este momento, pero si se busca un prospecto quien va a jugar beisbol de la manera como debe ser jugado, nadie tiene mejores herramientas que el prospecto de tercera base Drew Robinson.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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