jueves, 15 de diciembre de 2016
Edgardo Alfonzo el Anónimo.
Jack Curry. The New York Times. 27-08-1999.
Edgardo Alfonzo puede caminar por una tienda, jugar con sus dos hijos o almorzar con su esposa cerca de su hogar en Whitestone, Queens, y pasar desapercibido. Además de los vecinos quienes saben que él juega segunda base para los Mets, Alfonzo dijo que nadie se le ha acercado esta temporada. Ni una persona.
Es sorprendente pensar que un pelotero tan valioso como Alfonzo quien vive a dos millas de Shea Stadium pueda existir en tal anonimato. Alfonzo insistió en que no le importa su bajo perfil, aún así sonó aludido cuando le preguntamos si recibe atención fuera del estadio.
“Bien, aún no”, dijo Alfonzo. “Eso es bueno porque puedo salir. Puedo salir con mi esposa sin preocuparme. Pero alguna vez va a ocurrir y, espero que sea pronto”.
Debió haber ocurrido ayer. Alfonzo es un jugador versátil cuya combinación de robusto promedio de bateo, sólido poder y defensa impecable pudiera convertirlo en el mejor segunda base de las grandes ligas. Roberto Alomar es más fluido, Craig Biggio es más fajador. Jeff Kent posee más poder y Jay Bell tiene una temporada especial. Sin embargo, Alfonzo podría ser el pelotero más completo de su posición este año.
Él ha hecho la transición sin tropiezos desde tercera base a segunda y ya ha excedido sus topes vitalicios en jonrones (20) y carreras empujadas (87) mientras batea .311. Esos son números de poder significativo para un segunda base, especialmente porque Alfonzo no es un maniquí a la defensiva. Ha hecho solo 4 errores en 123 juegos y podría ganar un premio guante de oro, un honor que no ha logrado y que motiva al reservado Alfonzo. Pero no espere que Alfonzo se coloque entre los otros segundas base.
“No pienso en eso”, dijo él. “En lo que pienso es en tener una buena temporada y mejorar mis números. Si hago eso, las personas notaran lo que hago. Pueden sacar sus conclusiones después de eso”.
Él no parece muy afectado por la falta de atención, lo cual se extiende a su apellido al ser deletreado Alfonso en el cronograma de la práctica de bateo del clubhouse de los Mets. Él tiene una personalidad reservada y no llama la atención, y los Mets admiten que a veces rehuye las entrevistas.
Por otro lado, a pesar de su inglés impecable, los reporteros estadounidenses no se acercan a Alfonzo con frecuencia, un venezolano, con tanta prestancia como a un pelotero cuyo primer lenguaje es el inglés.
Alfonzo dijo que su hermano mayor, Edgar, quien es coach del equipo Clase A de los Mets en Port St. Lucie, Fla., se ha quejado con él acerca de que el equipo no le da la suficiente publicidad. Alfonzo no estuvo entre los ocho peloteros de la portada de la guía de medios de los Mets de este año. Bobby Bonilla, quien rápidamente recuperó su estatus como paria, fue uno de los ocho escogidos.
¿Piensa Alfonzo que es promocionado lo suficiente por el equipo?
“Probablemente no”, dijo él. “No me preocupo por eso. Se supone que ellos deben saber, lo que tienen que hacer. Tengo suficientes problemas sin pensar en las promociones. Si ellos quieren hacer una promoción para mi, está bien. Si no, está bien, también”.
Los Mets dijeron que Alfonzo solía ser dubitativo al tomar parte en las promociones televisivas del equipo, pero ha ganado más confianza desde que firmó un contrato de cuatro años por 18.5 millones de dólares el pasado febrero. Aún así, Alfonzo no ha asistido a las caravanas invernales del equipo, eventos publicitarios realizados cada enero, debido a que él juego pelota invernal en Venezuela. Alfonzo es paciente acerca de conseguir su reconocimiento.
Mike Piazza llamó a Alfonzo “una de las anclas de nuestro equipo”, pero agregó que el segunda base no es volátil como el campocorto Rey Ordóñez. El cátcher también dijo que Alfonzo es el complemento perfecto de Ordóñez, a menudo lo previene de ser volátil hasta el punto de perjudicarse. Aún así, Piazza, quien es notado desde el momento cuando sale de su apartamento en Manhattan, fue notificado de que Alfonzo pasa desapercibido en su vecindad de Queens.
“Tal vez él necesita contratar una firma de relaciones públicas y colocar algunos anuncios de prensa”, dijo Piazza. “Pienso que eso se debe a que su personalidad es muy bajo perfil y el no es extrovertido. Definitivamente no es aburrido, pero es tranquilo”.
La habilidad de Alfonzo para hacer la transición desde tercera base, donde Robin Ventura está teniendo una tremenda temporada, hacia segunda base, ha hecho a los Mets un equipo mucho más formidable.
Aunque han sido valiosos por igual, resulta interesante que sea Ventura, el Met de primer año, y no Alfonzo quien ha oído cánticos de “M-V-P, M-V-P” en Shea. Alfonzo ha estado con el equipo por cinco temporadas y terminó décimotercero en la carrera por el jugador más valioso de la Liga Nacional en 1997.
“Él ha sido nuestro pelotero de todos los días”, dijo el manager Bobby Valentine de Alfonzo. “Ha sido nuestro pelotero más consistente”.
Una de las razones por las que Alfonzo luce tan cómodo en segunda base es que ha compartido con Ordóñez durante los ejercicios de fildeo antes del juego por los últimos cuatro años. Los dos peloteros manejan roletazos por alrededor de 30 minutos y se pasan la pelota desde posiciones fuera de balance, desde la espalda y entre sus piernas. Aunque pudiera parecer como si estuvieran payaseando, es un trabajo serio. Ellos quieren acostumbrarse a las jugadas más trucadas que a menudo se convierten en eventos resaltantes.
“De vez en cuando ocurren esas cosas”, dijo Alfonzo. “Entonces es cuando tienes que estar listo”.
Piazza dijo: “No pensé que la mudanza hacia segunda base sería muy difícil para él, pero lo ha hecho parecer extremadamente fácil. No pienso que puedas decirlo todo acerca de él. Te quedas escaso de adjetivos para describirlo”.
Pero Alfonzo no usará adjetivos consigo. Curiosamente tiene un muñeco de bart6 Simpson y una bombita roja de Navidad colgando en su casillero, pero esas no son pistas para descifrar su personalidad; el dijo que el propósito de eso es “hacer lucir el casillero más agradable”. Alfonzo ha escrito los nombres de sus dos hijos, Eduardo de 2 años de edad y Daniel de 2 meses de edad, debajo de la visera de su gorra.
Cuando le preguntaron si los escribió ahí para inspirarse, sonrió y dijo, “Si”, antes de agregar. “Y eso le deja saber a los muchachos del clubhouse de quien es esa gorra”.
Si fuera por Alfonzo, el se quedaría con los Mets por el “resto de mi vida”, jugando una segunda base impecable y consiguiendo imparables importantes para un equipo ganador en Flushing mientras vive en una tranquila vecindad de Whitestone. Aunque recibe poca atención en una ciudad enloquecida por los medios como Nueva York, Alfonzo no deja que eso lo afecte.
“Pienso que es bueno cuando nadie te nota”, dijo Alfonzo. “Entonces, cuando todo termina, ellos te mirarán, verán los números y dirán, ‘No sabía que el podía hacer eso. Ni siquiera había visto a este tipo’”.
Traducción: Alfonzo L. Tusa C.
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