viernes, 5 de junio de 2015

Card Corner (Esquina de las barajitas): 1973 Topps: Tommie Agee.

05-04-2013. Bruce Markusen. Cuando la Topps pintaba con atomizador las fotos de sus barajitas en los años ’70, la compañía usualmente aplicaba el arte a los retratos. Es relativamente fácil pintar los colores de los uniformes y gorras de un pelotero en una barajita. Pero la situación se complicó cuando la Topps decidió pintar fotos en acción, particularmente aquellas que presentaban otros peloteros en la imagen. No hay mejor ejemplo de eso que la barajita Topps de 1973 de Tommie Agee. Cuando esta foto fue tomada durante la temporada de 1972, Agee todavía jugaba con los Mets de Nueva York. Él es el pelotero en el extremo izquierdo. Los otros peloteros que persiguen el elevado son el jardinero derecho Rusty Staub, y el segunda base Ken Boswell. Ninguno de estos peloteros jugaba con los Astros en 1972, pero cuando los Mets cambiaron a Agee después de la temporada de 1972, Topps tuvo que entrar en acción. Sin fotos que mostraran a Agee con los colores rojo y blanco de los Astros, Topps decidió pintar esta foto en acción, lo cual implicaba a los otros peloteros en el proceso. Mientras Agee es el foco de la barajita, es interesante notar que Staub no perteneció a los Astros en 1972 o 1973, pero jugó para la franquicia entre 1963 y 1968. Similarmente, Boswell no jugó con Houston en 1972 o 1973, pero eventualmente se convertiría en miembro de los Astros en 1975. Quizás deberíamos llamar a esta barajita “Los fantasmas del pasado, presente y futuro de los Astros”. No hay otra curiosidad en referencia a esta barajita. Es la única barajita de la colección de 1973 que muestra a Staub. Él no tuvo una barajita regular con Topps ese año, o en 1972. ¿La razón? En esa época, la Topps negociaba contratos individuales con cada pelotero proyectado para formar parte de la nueva colección. Staub decidió no firmar contrato con la compañía de barajitas por dos años. No reaparecería en una colección de Topps hasta la temporada de 1974. Staub y Boswell nos proporcionan mucho material secundario para trabajar, pero Agee es el jugador que encuentro más intrigante. Tendemos a recordar a Agee por sus días con los Mets, pero él empezó su carrera en la organización de los Indios. Firmó con la tribu como agente libre amateur en 1961 y recibió un bono de 60000 $, hizo su debut en las Grandes Ligas la temporada siguiente. Lo llamaron en septiembre a la edad de 20 años, tomó 14 turnos al bate, bateó para .214. El recuerdo de esa última temporada marcó el inicio de cuatro tazas de café seguidas para Agee. Desde 1963 hasta 1965, él hizo apariciones breves , jugando en no más de 13 encuentros y bateando a lo sumo .167. La última taza de café ocurrió con otra organización; después de la temporada de 1964, los Indios enviaron a Agee y Tommy John a los Medias Blancas como parte de un cambio de tres equipos que también involucró a los Atléticos de Kansas City y envió de vuelta a Cleveland a Rocky Colavito No le tomaría mucho tiempo a los Indios para lamentar el cambio. Luego de la temporada de 1965, que fue alterada por una mano fracturada y después se la pasó entre Chicago y AAA, los Medias Blancas lo convirtieron en uno de sus jardineros regulares de 1966. Tenían tanta confianza en Agee que lo ubicaron en el jardín central, y movieron a Ken Berry, una eminencia defensiva. Aunque Agee era un jugador pequeño, cubría los jardines de cabo a rabo. Ahora más maduro a los 23 años, Agee aprovechó al máximo su nueva oportunidad. El día inaugural, Agee despachó un jonrón memorable contra el incómodo derecho Dean Chance. En la temporada, él bateó 23 jonrones y robó 44 bases, se convirtió en el primer jugador de los Medias Blancas en batear al menos 20 jonrones y robar al menos 20 bases en la misma temporada. Él desplegó una defensa tan espléndida en el jardín central que ganó el guante de oro. También gano el Novato del Año, venciendo a una clase de jugadores de primer año que incluía a Dave Johnson y el “Boomer”, George Scott. La votación por el premio probó que no hubo competencia, Agee barrió los 16 votos para primer lugar. También recibió un fuerte respaldo en la votación del jugador más valioso de la Liga Americana, llegó octavo en la votación anual. Si había un punto débil en el juego de Agee, era su habilidad para hacer contacto. Se ponchó 127 veces, convirtiéndose especialmente vulnerable ante pitchers derechos con buenos lanzamientos quebrados. Los pitchers se aprovecharon de las fallas en el swing de Agee durante su segunda temporada completa. A pesar de ir a batear casi 100 turnos menos, acumuló 129 ponches en 1967. Su promedio de bateo se precipitó desde su .273 como novato hasta .234. Se embasó solo 30% del tiempo mientras compilaba un disminuido porcentaje de slugging de .371. Aún una época de pitchers, esos números eran claramente inaceptables para un jardinero de poder al bate. La aparición de Agee en el Juego de Estrellas fue el único punto brillante en una temporada que epitomizó la maldición del segundo año. Bateó muy poco después del Juego de Estrellas, solo cuatro jonrones después del cásico de mitad de verano. Los Medias Blancas estaban tan disgustados con la actuación de Agee que decidieron cortar la relación con su voluntario centerfielder defensivo: luego de la temporada de 1967, lo enviaron junto al infielder de reserva Al Weis a los Mets por un paquete de cuatro jugadores encabezado por el dos veces campeón bate Tommy Davis y el pitcher veterano FatJack Fisher. Este fue un cambio que estuvo a punto de no ocurrir. Esto no es muy conocido, pero los Medias Blancas casi negociaron a Agee a otro equipo, en un cambio que habría dejado sin lugar la adquisición de los Mets del joven y atlético jardinero. En determinado momento, se suponía que Agee iba a ser enviado a los Medias Rojas en una negociación de alto impacto, un cambio pelo a pelo por el jardinero del Salón de la Fama Carl Yastrzemski. Los Medias Blancas y los Medias Rojas llegaron cerca de completar la transacción, pero el dueño de los Medias Rojas, Tom Yawkey, desistió a última hora, no quiso entregar a Yaz, porque era uno de sus peloteros favoritos. La decisión de Yawkey evitó que los Medias Rojas realizaran lo que hubiera sido uno de los peores cambios en la historia de la franquicia. El cambio a los Mets permitió un reencuentro para Agee, quien ahora era compañero de equipo de Cleon Jones. Ambos habían crecido como amigos cercanos en Mobile, Alabama; de hecho, nacieron con solo cinco días de diferencia. El reencuentro con Jones representaría el único punto positivo de la primera temporada de Agee en Nueva York. En el primer juego del entrenamiento primaveral de los Mets, Agee fue golpeado en la cabeza por una recta descontrolada de Bob Gibson, nada divertido. Ese pelotazo lo afectó todo el verano. Aunque se había establecido como el jardinero central de los Mets, Agee bateaba miserablemente. Tuvo una racha de 34-0 en abril, para igualar la marca de Don Zimmer en 1962 y colocarse en una situación difícil al inicio de la temporada. Solo batearía cinco jonrones en casi 400 turnos al bate. Negoció solo 15 boletos mientras se ponchaba 103 veces, una relación muy negativa para un jardinero regular de quien se esperaba colaboración ofensiva. Con un porcentaje de embasado de solo .255, Agee agenció un OPS de .562. Era el Año del Pitcher, pero claramente no era el año de Agee. Para su crédito, los Mets no se rindieron con Agee. Gil Hodges lo mantuvo como su centerfielder regular y abridor de la alineación. La confianza del manager dio resultado. A principios de abril, Agee se convirtió en el primer y único pelotero en batear un jonrón al primer piso del Shea Stadium, con un kilométrico estacazo de 480 pies ante Larry Jaster de Montreal. (Despues los Mets demarcaron el sitio donde cayó la pelota con el número 20 de Agee). Fue uno de los 26 cuadrangulares que bateó esa temporada. Él también patrulló el jardín central de Shea Stadium con velocidad y precisión, dotando a los Mets con ofensiva y defensiva. Claramente, él era su mejor jugador de posición. La actuación de Agee alcanzó un nivel superior en la Serie Mundial. Con la Serie igualada a un juego, los Mets y Orioles se prepararon para un crítico tercer encuentro. En el cuarto inning, con corredores en primera y segunda, Elrod Hendricks de Baltimore destapó un batazo a los profundo del left center field. Como le jugaba a Hendricks cargado hacia el jardín derecho, Agee corrió un estimado de 40 metros, lanzó un guantazo de revés y capturó la pelota en la punta de la malla de su guante. Al atrapar una pelota cerca del anuncio de 396 pies en left center field, Agee evitó que entraran dos carreras. Eso no fue todo. En la apertura del séptimo episodio, los Orioles llenaron las bases con dos outs, Paul Blair vino a batear. Blair descargó un linietazo hacia el right center field, la pelota parecía llevar etiqueta de doblete. Age persiguió la bola a poda carrera antes de lanzarse de cabeza. Mientras su abdomen se deslizaba en el borde de la grama de los jardines, Agee agarró la pelota antes que está aterrizara en la zona de seguridad. Esta vez había evitado tres carreras, lo cual habría acercado a los Orioles por una carrera con la carrera del empate en posición anotadora. Después del juego, Agee habló de los dos atrapadas milagrosas. “La primera fue la más difícil”, le dijo Agee a Lowell Reidenbaugh de The Sporting News. “Porque tuve que desplazarme a través de mi cuerpo y capturar de revés. Pensé todo el tiempo que tenía la segunda, pero el viento sopló y la hundió de pronto, por eso me tuve que lanzar por ella”. Por su parte, Gil Hodges pensaba que la segunda atrapada fue la más complicada de las dos, hasta el punto de calificarla como la mejor jugada que hubiera visto en la Serie Mundial. En el plato, Agee también hizo daño. Abriendo el cierre del primer inning, soltó un bombazo de cuadrangular por el center field, ante uno de los derechos más difíciles del juego, Jim Palmer. Apoyados por la actuación general de Agee, la cual Sports Illustrated llamó el esfuerzo individual más grande de un jardinero central en la historia de la Serie Mundial, los Mets se hicieron con el tercer juego en ruta a ganar la serie en cinco juegos ante los favoritos Orioles. En 1970, Agee probó que sus esfuerzos del campeonato mundial no fueron una casualidad. De hecho, bateó mejor, logró el mejor promedio de bateo de su carrera, .286 y un OPS de .812. Su temporada incluyó una seguidilla de 26 juegos batenado al menos un imparable y un juego en el cual bateó la escalera. También robó 36 bases, proporcionando a los Mets de Hodges una necesitada dosis de velocidad. Y ganó su segundo guante de oro. A los 28 años de edad, Agee parecía estar en el tope de su carrera. Entonces llegó una temporada de 1971 cargada de lesiones. Limitado a 113 juegos, principalmente por una rodilla lesionada, aún bateó para .285 y robó 28 bases, pero sus números de poder cayeron dramáticamente. El siguiente verano, la actuación general de Agee desmejoró mucho. Afectado por un músculo lesionado en el tórax, bateó .227 y vio su porcentaje de slugging caer por debajo de .400. Hasta su juego defensivo desmejoró. La contribución de Agee al campeonato mundial de 1969 y su popularidad con los aficionados de los Mets no iban a convertirlo un Met eterno. Luego de aquella temporada infructuosa de 1972, los Mets pusieron en el mercado al propenso a las lesiones Agee. Tambien había rumores, infundados pero existentes, de que los Mets sentían que Agee y Cleon Jones pasaban mucho tiempo juntos, hasta el punto de que habían creado un grupo exclusivo en el clubhouse de los Mets. Cualquiera que haya sido la razón exacta, el gerente general Bob Scheffing propuso un cambio de siete peloteros que habría enviado a Agee, los pitchers Gary Gentry y Danny Frisella, y otro pelotero a los Cachorros por el jardinero Rick Monday, el veterano pitcher derecho Bill Hands, y un tercer pelotero. Scheffing estaba listo para hacer el cambio, pero el manager de los Cachorros, Whitey Lockman lo desaprobó en el último minuto. En su lugar Scheffing hizo un cambio con Houston, envió a Agee a los Astros por el jardinero Rich Chiles y un alto prospecto de pitcheo, Buddy Harris. Aunque los Mets podían haber justificado el cambio por el declive de Agee, permanece vigente que recibieron muy poco en retorno por el talentoso jardinero central. Mientras los Mets decían que consideraban a Chiles un legítimo candidato para su vacante en la posición del jardín central, las palabras de un oficial anónimo de los Astros asomaban menos optimismo. “Él podría ayudar como emergente”, le dijo el oficial de Houston a The Sporting News, “pero no esperen que sea un jugador regular”. Chiles hizo poco por los Mets, pero Agee también falló en Houston, donde le fue más difícil batear en el ambiente del Astródomo que en Shea Stadium. También se tuvo que adaptar a jugar en el jardín izquierdo, los Astros tenían al supertalentoso Cesar Cedeño en el centro. En la primera mitad de la temporada, Agee mostró algo de poder, pero todos los otros aspectos de su juego cayeron. El 18 de agosto, los Astros se cansaron de Agee, lo enviaron a los Cardenales por el regreso del jugador del cuadro utility Dave Campbell. Agee hizo poco por los Cardenales en las últimas seis semanas de la temporada. Solo descargó 3 jonrones, bateó para .177, y se encontró en el banco. En las reuniones de invierno, los Cardenales lo negociaron a los Dodgers por el veterano pitcher relevista Pete Richert. Aunque la Topps imprimió una barajita de 1974 con la etiqueta de “cambiado” (traded) que mostraba a Agee usando el azul de los Dodgers, él no llegó a Los Angeles para el día inaugural. El 26 de marzo, en medio del entrenamiento primaveral, los Dodgers despidieron a Agee. Aunque solo tenía 31 años, nadie lo reclamó. Fue forzado a retirarse, a una edad cuando muchos peloteros aun están cerca de su tope. Agee escogió dejar el juego por completo, pero permaneció siendo popular para los aficionados de los Mets quienes recordaban la época de finales de los ’60 y comienzos de los ’70. Ël siguió en contacto con sus aficionados mediante apariciones de caridad regulares y conduciendo numerosas clínicas de beisbol para niños. También hizo una memorable intervención como él mismo en un episodio de Everybody Loves Raymond. También había algo más que beisbol en la vida de Agee. Un hombre de negocios inteligente, él abrió un bar cercano a Shea Stadium y se convirtió en un exitoso ejecutivo de seguros en sus días posteriores al beisbol. Desafortunadamente, también tuvo problemas de peso y desarrollo un cronicismo cardíaco. El 22 de enero de 2001, los aficionados de los Mets tuvieron que afrontar uno de los días más tristes en la historia de los Mets. Se enteraron de que Agee había sufrido un ataque masivo al corazón mientras salía de su oficina de la ciudad de Nueva York. Poco después, falleció en Bellevue Hospital. Fue la misma causa de muerte que se había llevado a su manager, Gil Hodges, quien había fallecido durante la primavera de 1972. Agee tenía solo 58 años de edad, lo cual hizo la noticia más dura para los aficionados de los Mets. Aunque Agee jugó solo algunas de sus 12 temporadas con los Mets y no empezó ni terminó su carrera con la franquicia, se ha convertido en un símbolo duradero del inesperado éxito del equipo en 1969. Otros jardineros centrales de calidad lo han seguido en el uniforme rayado de los Mets, incluyendo a Lee Mazzilli, Mookie Wilson, y Lenny Dykstra. Todos se hicieron favoritos de los aficionados de los Mets, pero ninguno más que su primer grande en el centro, Tommie Agee. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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