jueves, 30 de octubre de 2008

La hora de Jamie Moyer

Después de 22 temporadas de Grandes Ligas y miles de rectas flotantes, Moyer es un campeòn de Serie Mundial.
“Toda mi carrera ha valido la pena. Este momento la hace màs valiosa. Esperar para finalmente lograr este triunfo, ha valido todo lo que haya pasado”. Dijo Moyer con làgrimas en los ojos este miércoles 29 de octubre, luego que los Filis vencieron 4-3 a Tampa Bay en el suspendido quinto juego.
Fue el segundo Tìtulo de Serie Mundial de los Filis en 126 temporadas, pero el primero de Moyer en las Grandes Ligas. Resultò muy dulce para un pitcher de 45 años quièn creciò como fanàtico de los Filis en el cercano pueblo de Souderton y se escapò de la escuela para ver el desfile de los Campeones de 1980.
El pitcher de lanzamientos pausados tuvo una buena actuación en el tercer juego pero saliò sin decisión en su debut de Serie Mundial. Llorò sobre el terreno luego que se ganò el quinto juego, sus compañeros lo persiguieron hasta el clubhouse para bañarlo en champaña.
“El corazòn casi se me salìa por la boca”, dijo Moyer. “Todavía no sè si lo creemos. Sè que ganamos este juego. Sè que ganamos la Serie Mundial”.
Después del juego Moyer fue hasta el montículo con sus compañeros y sacaron la caja de lanzar. Cuando le preguntaron si estaba listo para otro desfile de Campeones en Broad Street, Moyer contestò. “¡Seguro!”

Alfonso L. Tusa C.

martes, 28 de octubre de 2008

¿Quièn es un cerrador?


Este domingo 25 de octubre, Magallanes perdiò un juego de esos que duele en el alma. Porque se perdìa 6-0 y se llegò ganando 7-6 al noveno inning. Nick Leyva trajo al cerrador Jon Adkins luego que Edgar Alfonzo boleara al primer bateador. Adkins ponchò a Asdrúbal Escobar. Luego permitiò extrabases seguidos a Luis Ugueto, Luis Jiménez y Edgar Gonzàlez para que Cardenales de Lara pasara adelante 9-7 y terminara ganando el juego 9-8.
Puede entenderse que un lanzador estè conociendo la Liga o que se estè adaptando. Aùn estamos en la segunda semana de campaña. Lo que preocupa es que Adkins en ese tiempo tenga 2 salvados pero tambien 2 oportunidades de salvar desperdiciadas. Si recordamos que en los primeros 20 juegos pudiera definirse la clasificaciòn, Magallanes necesita con urgencia que estas dificultades de bullpen se resuelvan. Un cerrador debe mantener una relaciòn por lo menos de 5:1 entre salvados y botados para ganarse la confianza del manager.

Alfonso L. Tusa C.

viernes, 24 de octubre de 2008

Un cambio a fuego lento


Este jueves 23 de octubre de 2008, mientras regresaba a casa del trabajo, una voz entrecortada por las interferencias de la vìa hablaba de Tomàs Pèrez y Winkleman Gonzàlez. Cuando se aclarò la recepciòn del radio del carro, escuchè que Magallanes habìa enviado a Tomàs Pèrez a Cardenales. En principio me disgustò la transacción porque Tomàs acababa de decidir un juego para los Navegantes en Puerto La Cruz donde las victorias magallaneras se pueden contar con los dedos de una sola mano en los ùltimos 5 años.
Es cierto que esta transacción se venìa cocinando desde hace varios meses por cuanto habìa una solicitud de Pèrez para terminar su carrera en su lar nativo. Sin embargo estaba por verse a quièn (es) recibirìa Magallanes. En el recuerdo persisten varias transacciones donde muchas veces se saliò en desventaja.
De pronto escuchè otra voz decir que un jugador habìa pedido que lo cambiaran porque querìa jugar en un lugar que estuviera màs cerca de su residencia. Asì me enterè que en el cambio tambien estaba involucrado el lanzador derecho Deolis Guerra. En ese momento me empezò a gustar el cambio. Porque Guerra es un prospecto de grandes condiciones que inclusive fue parte del cambio que llevò a Johan Santana desde Minnesota a los Mets de Nueva York. Tanto los metropolitanos en su momento como ahora los Mellizos esperan grandes logros de Guerra. Por eso el significado de este cambio lo definirà el rendimiento de este lanzador.

Alfonso L. Tusa C.

jueves, 23 de octubre de 2008

Tomàs Pèrez templò todas la velas

El juego habìa empezado cuesta arriba para los Navegantes del Magallanes. Caribes de Anzoátegui marcò un carrera en el segundo con elevado de sacrificio de Josè Tàbata que remolcò a Omar Infante y 4 en el quinto episodio que empezò David Freese con cuadrangular. El zurdo Alex Herrera dominaba a placer la alineación magallanera. En 6 episodios sòlo le hicieron la carrera que anotò Richard Hidalgo con elevado de sacrificio de Tomàs Pèrez..
Ademàs el abridor de los elèctricos, Matt Maloney, habìa salido lesionado en el segundo inning por un pelotazo en el tobillo.
En el sèptimo episodio el manager Àlvaro Espinoza trajo a relevar a Josè Àlvarez. Pablo Sandoval lo recibiò con sencillo y pasò a segunda por wild pitch. Hidalgo disparò otro imparable para dejar hombres en los ángulos. Jay Gibbons negociò boleto. Pèrez vino a batear ante el zurdo Carlos Vasquez y desapareciò la esfèrica para igualar la pizarra a 5 carreras. Este debe ser uno de los pocos, sino el primer jonròn que batea Tomasito con Magallanes. Esperemos que tenga otros guardados para el resto de la temporada.
En el octavo Tony Gwynn comenzò con sencillo y llegò a tercera con otro imparable de Edgardo Alfonso. Sandoval trajo la carrera con rodado a la antesala.
Ganò Elio Serrano (1-0). Perdiò Josè Garcìa (0-1).
Jon Adkins se apunto su segundo salvado.

Alfonso L. Tusa C.

domingo, 19 de octubre de 2008

Los Medias Rojas obligan el séptimo y decisivo juego

Ian Browne. MLB.com

Dos días después de protagonizar aquella magnífica remontada que les permitió conseguir el boleto del sexto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana en Tropicana Field, los Medias Rojas siguen en su búsqueda de grandes logros. Sólo necesitaban un triunfo esforzado para llevar la serie hasta el final y lo consiguieron.
En la victoria 4-2 de este sábado 18 de octubre los hits importantes fueron repartidos a través del juego en vez de ser guardados para un final tenso. En esta ocasión el pitcheo se estabilizó temprano gracias a un recuperado Josh Beckett que hizo la transición para trabajar más con la ubicación de los envíos. Así llegó la victoria, la primera de un abridor de Boston desde que Daisuke Matsuzaka ganó el primer juego 2-0.
Quizás el hit más importante fue el jonrón solitario de Jason Varitek, quién rompió una seguidilla de 14 turnos sin conectar imparables para romper un empate 2-2 en el sexto episodio, luego de 2 outs. Los Medias Rojas mantuvieron la delantera el resto del juego.
“Nos fajamos”, dijo el segunda base patirrojo Dustin Pedroia. “Eso es lo que hace nuestro equipo. Creemos en nosotros. La actuación de Josh Beckett lo dice todo. Salió a lanzar luego de todo por lo que ha pasado, tratando de mantenernos en el juego, hizo un trabajo magnífico y fijó el ritmo del juego”.
Después de estar abajo 3-1 en esta Serie de Campeonato, los Medias Rojas han forzado el séptimo juego, como lo hicieron en 2004 y 2007. En las ocasiones anteriores pasaron a la Serie Mundial. Ellos esperan tener éxito también en el tercer intento.
“Hemos estado aquí antes y sabemos que hacer para ganar los juegos”, dijo el leñador David Ortiz. “No es fácil. No es que nos guste estar en esta situación, pero ese ha sido nuestro destino los últimos años, cuando hemos ganado la Serie Mundial. Es duro. Es algo difícil de hacer. No te gusta estar abajo 3-1”.
Pero los Medias Rojas ya vencieron los obstáculos. Ahora el Campeonato de la Liga Americana está a la vista.
“Tenemos que jugar el domingo. Uno va a la Serie Mundial, el otro se va a casa”, dijo Pedroia.
Jon Lester, el señor Consistencia toda la temporada para los Medias Rojas, subirá al montículo este domingo 19 de octubre en la noche con la esperanza de enmendar una salida defectuosa en el tercer juego. Matt Garza, quién venció a Lester en ese juego, será el abridor de Tampa Bay en el séptimo juego de la Serie.
Para tener disponible a Lester los Medias Rojas recurrieron a Beckett quién lanzó por debajo de sus condiciones plenas, debido a una lesión en su hombro derecho desde el final de la temporada. A pesar de todo lanzó 5 innings, donde permitió 4 hits y 2 carreras limpias, caminó 1 y ponchó 3.
La señal inequívoca de la dolencia de Beckett fue la presencia de Javier López en el bullpen a partir del cuarto inning y de Hideki Okajima en el quinto.
“Creo que lanzó con mucho coraje”, dijo el manager de los Medias rojas Terry Francona. “Dista de ser el Beckett de antes, pero probó quién es, y eso fue muy importante. Nos dio lo que necesitábamos. Pienso que por momentos fue difícil para él, pero lanzó con mucho aplomo y muchas agallas”.
En el inning final de Beckett, le permitió un jonrón por la izquierda para empatar el juego a Jason Bartlett quién sólo bateó 1 cuadrangular en toda la temporada. Aunque la velocidad de Beckett estuvo entre las 88 y las 90 millas la mayor parte del inning, Beckett fue capaz de regresar con una recta de 93 millas para obligar a Akinori Iwamura a roletear por tercera para terminar el inning. Eso fue todo para Beckett quien hizo 78 envíos.
Beckett quién llevó a los Marlins al Campeonato en 2003 y a los Medias Rojas el año pasado, calificó su actuación en el sexto juego. “Sentí que hice los pitcheos que tenía que hacer”.
El bullpen entró en acción desde ese momento. Okajima estuvo muy bien lanzando dos innings sin permitir imparables. Justin Masterson lanzó perfecto el octavo inning. Jonathan Papelbon quien tiene efectividad de 0.00 en 25 innings de post-temporada, lanzó el noveno a paso de 1-2-3 para su segundo salvado de la Serie.
“Pienso que esta noche tuvimos una batalla”, dijo Papelbon. “Fue otro juego clásico donde teníamos que bregar una victoria. Es lo que nos hemos propuesto, venir aquí y fajarnos por las victorias. Es lo que hacemos. Es lo que tratamos de hacer”.
Varitek es el epítome de un fajador. Eligió un pitcheo que le gustaba en cuenta de 2-0, una recta que James Shields lanzó a 89 millas y la depositó sobre la cerca del rightcenter.
“Siempre digo esto, puedo irme de 2000-0 y aún sentirme bien de pedirle los lanzamientos adecuados al pitcher para hacerlo ganar”, dijo Varitek. “Quizás en otras posiciones no existe esa posibilidad, yo la disfruto al máximo”.
Fue el primer jonrón de Varitek desde el 15 de septiembre, el cual también ocurrió en Tropicana Field.
“Es grandioso”, dijo Beckett. “El usa una “C” en su camiseta por varias razones, pero ninguna tan importante como el respeto que todos le tienen en el dugout, incluyendo jugadores, coaches y directivos. Siempre lo estamos aupando. Fue grande para él hacer eso”.
El jonrón del Capitán pareció encender a los Medias Rojas. La ofensiva siguió activa en ese sexto inning, ayudada un poco por los Rayas. Coco Crisp (4-3) bateó sencillo que cayó entre el segunda base Akinori Iwamura y el righ field corto. Pedroia bateó rodado a las paradas cortas que hizo cometer error en tiro a Bartlett. Quedaron corredores en los ángulos. Vino Ortiz y conectó sencillo impulsor entre right y center para poner el marcador 4-2.
Por quinto juego corrido los Rayas atacaron con algo de ofensiva rápida. Esta fue suministrada por el bate de B.J. Upton quien descargó cuadrangular ante recta de Beckett con 1 out en el cierre del primer inning.
Los Medias Rojas no esperaron mucho para responder. Kevin Youkilis castigó una recta de 89 millas de Shields para disparar un jonrón solitario a la izquierda para igualar el juego.
Pedroia inició un rally en el tercero al negociar boleto después de 1 out. Ortiz siguió con doble a la raya de la derecha. Youkilis, el mejor empujador de Boston en la temporada, hizo su trabajo y le dio ventaja de 2-1 a Boston con rolling al campocorto.
El juego todavía tenía algunos momentos emocionantes pendientes, pero los Medias Rojas se alzaron con la victoria para mejorar a 9-1 su marca en juegos de eliminación potencial bajo Francona.
“Estás batallando con cada lanzamiento, mentalmente es extenuante”, dijo Pedroia. “Una vez que tocas la almohada en la noche, vas directo a dormir. Pero es divertido estar aquí. Jugar es excitante. Hace dos noches, cuando perdíamos 7-0, no pensábamos que habría este juego. Aquí estamos”.
Y con una victoria más, los Medias Rojas estarán en la Serie Mundial con oportunidad de defender su título.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

sábado, 18 de octubre de 2008

El mismo Beckett de antaño no lo hará

Jeff Passan. Yahoo Sports

En público, Josh Beckett no reconocerá que para ayudar a los Medias Rojas a seguir con vida en la post-temporda él debe evolucionar hacia otro tipo de pitcher. Beckett tiene una lesión en el hombro izquierdo que le impide ser el pitcher que era antes. Su recta ha perdido al menos 5 millas, el cambio se está quedando arriba y la curva no tiene mordiente.
Todo esto indica que como todo gran pitcher con sus condiciones disminuidas, Beckett deberá hacer los ajustes para sobrevivir.
El dice. “No. Voy como siempre”.
Si esto fuera verdad, estaría cometiendo un error inmenso. Pero no es así. Sólo es un mecanismo de defensa de Beckett. Como las espinas de un cactus.
Desde que los Rayas lo vapulearon en el segundo juego de la serie, Beckett ha pasado bastante tiempo conversando con el manager Terry Francona y con el coach de pitcheo John Farell para ver que puede y que no puede hacer. En ese juego Beckett lanzó como si fuera un pitcher de una recta de 96 millas y se engañó creyendo que podía hacerlo.
“Un pitcher tiene un punto de referencia. Si ese punto está entre las noventa millas promedio y más allá, entonces puedes salir de dificultades con velocidad”, dijo Farell. “Ese no ha sido el caso en sus últimas dos salidas. Él está consciente de eso”.
Los Medias Rojas esperan que sea así. Porque dependiendo de cómo Beckett asuma el juego puede haber séptimo juego o vuelo de regreso a Boston.
El instinto primario de Beckett es ganar, por eso debe tratar de sintonizar la magia de anteriores post-temporadas sin su usual bolso de trucos. Los días de la Serie Mundial de 2003 con los Marlins y la Serie de Campeonato ante Cleveland en 2007 están en el pasado.
Boston sabe de aquel Beckett.
Si sólo estuviera aquí aquel Beckett.
“El no ha olvidado como competir”, dijo Francona. “Aún si va a lanzar con una recta de 92-93 millas. Él todavía es Beckett. Eso no significa que no pueda ganar. Eso no significa que no pueda dominar”.
Quizás Francona, como muchos prefiere al Beckett capaz de colocar la recta en la esquina exterior del plato con precisión de cirujano. Esa precisión es lo que hace la tarea de Beckett la más difícil.
Su problema en el segundo juego fue el control. De 22 bateadores que enfrentó sólo 10 recibieron un strike por primer lanzamiento. Siete de esos bateadores comenzaron su turno con cuenta de 2-0. Incluyendo los 3 turnos de Evan Longoria en los cuales bateó un jonrón, un sencillo impulsor y un doble impulsor.
La velocidad es lo máximo para los lanzadores de poder. Pero lo que separa a los tirapiedras de los grandes pitchers es la habilidad para usar la velocidad.
En eso debe pensar Beckett, en lanzar la pelota sobre el plato y ligar que los Rayas la fallen.
“Tenemos que hacer nuestro trabajo sin importar quien esté en el montículo, sea Josh Beckett, Sandy Koufax o Cy Young”, dijo el primera base de los Rayas Carlos Peña. “Esperamos que Beckett venga en su mejor forma”.

Traducción. Alfonso L. Tusa C.

viernes, 17 de octubre de 2008

Se soltaron los caballos y los Medias Rojas vinieron de atrás para ganar el quinto juego.

Así como el momentum de la inspiración cambió de lugar al final del segundo juego de esta serie cuando los Rayas ganaron 9-8 en 11 innings a pesar de 2 jonrones de Dustin Pedroia, 1 de Kevin Youkilis y otro de Jason Bay, ahora el péndulo se fue hacia el lado de los calcetines colorados cuando estos vencieron 8-7 a los Rayas a pesar de cuadrangulares de B.J. Upton, Carlos Peña y Evan Longoria, y habrá que ver que ocurre el sábado 18 de octubre en Tropicana Field.
A 9 outs de quedar fuera de la Serie Mundial los Medias Rojas fueron a batear en el séptimo con el “Take me out to the ballgame” retumbando en sus oídos. Jed Lowrie abrió la entrada con doble a la derecha. Luego de los outs de Jason Varitek y Mark Kotsay, Coco Crisp llevó a Lowrie hasta tercera con sencillo a la izquierda. Pedroia empujó a Lowrie con sencillo a la derecha. David Ortiz despertó para enviar la pelota a lo más profundo de la tribuna del rightfield y poner el juego 7-4.
Luego en el cierre del octavo tramo Jason Bay negocio boleto a Dan Wheeler. J.D. Drew la puso a volar hacia la multitud del jardín derecho y Boston corría una zancada detrás de las MantaRayas. Lowrie elevó entre left y center. Sean Casey emergió por Varitek y se ponchó. Kotsay bateó doble a lo profundo del jardín central. Crisp remolcó el empate con sencillo a la derecha y fue puesto out en segunda.
En el cierre del noveno J.P. Howell relevó a Wheeler. Dominó a Pedroia con rolling por tercera y ponchó a Ortiz. Youkilis bateó sencillo por tercera y llegó a segunda por error en tiro de Longoria. Bay fue boleado intencionalmente. Drew descargó sencillo por encima de la cabeza del right fielder para hacer realidad la espeluznante victoria bostoniana.
Los Campeones defensores protagonizaron la reacción más grande en un juego de post-temporada en 79 años, desde el cuarto juego de la Serie Mundial de 1929, de acuerdo al Elias Sports Bureau. Entonces los Atléticos de Filadelfia perdían por 8 antes de anotar 10 carreras en el séptimo para vencer a los Cachorros de Chicago 10-8.
“Esto es duro, pero este es un equipo que ha batallado toda la temporada”, dijo Drew. “Estabamos abajo 7-0, pero sabíamos que nos podíamos recuperar si nos fajábamos”.
“Vamos de regreso a Tampa Bay y daremos la pelea”, dijo David Ortiz.

Alfonso L. Tusa C.

jueves, 16 de octubre de 2008

El exYanqui Tom Tresh fallece a los 71 años.

El Novato del Año 1962 e integrante de tres equipos Yanquis Campeones de Serie Mundial ha dejado de existir. Tenía 71 años.
Tresh falleció este miércoles 15 de octubre de 2008 debido a un ataque cardíaco, de acuerdo a la funeraria que hace los arreglos de las exequias.
Tresh fue al Juego de Estrellas como shortstop en 1962, en 1963 regresó al Clásico de Verano como centerfielder. Luego ganó un guante de oro como jardinero.
“Tommy fue un gran compañero”, dijo Yogi Berra en una declaración. “Como pelotero hacía todo bien y era un tipo fácil de dirigir”.
Los Yanquis llegaban al final de sus décadas de largo dominio en la Liga Americana cuando Tresh se hizo regular, encargándose del campocorto cuando Tony Kubek fue a cumplir el servicio militar. Bateó .286 con 20 jonrones y su tope de 93 empujadas en 1962.
Tresh se unió a una poderosa alineación que contaba con Mickey Mantle y Roger Maris y ayudó a los Yanquis a llegar a la Serie Mundial entre 1962 y 1964.
El bateador ambidiestro Tresh jonroneó en el quinto juego de la Serie Mundial ante los Gigantes de San Francisco y realizó una atrapada corriendo con el guante de revés ante batazo de Willie Mays en el séptimo inning del séptimo juego que ganaron los Yanquis 1-0.
Tresh le bateó un jonrón a Sandy Koufax en la Serie Mundial de 1963 que se perdió ante los Dodgers y descargó 2 vuelacercas en la Serie que se perdió ante San Luis en 1964, uno de ellos ante Bob Gibson.
De por vida Tresh bateó para .245 con 153 jonrones y 530 empujadas. Fue cambiado a los Tigres de Detroit durante la temporada de 1969 y se retiró al terminar esa campaña.
Tresh, quién nació en Detroit, fue a la escuela en Central Michigan y después fue asistente del entrenador de esa Universidad.
“Esto es muy doloroso. El fue mi compañero de habitación por seis años de mi vida, mi instructor de bateo y mi mejor amigo. El me dejaba ser yo, pero tambien era el tipo que me mantenía alerta en la noche”, dijo Joe Pepitone.
“Tommy fue una constante en mi vida, una influencia de relajación. Siempre estaba ahí para mí. Era como mi hermano. Cuando tenía problemas personales , el era con quién hablaba. Cuando detenían los juegos por lluvia, el sacaba su guitarra y cantábamos y bailábamos”.
El padre de Tresh, Mike, jugó 12 años en Grandes Ligas, casi siempre como catcher de los Medias Blancas de Chicago. En 1945, fue escogido en una encuesta de managers de Grandes Ligas promovida por Associated Press para determinar el equipo de Estrellas, ese año no hubo listas oficiales ni tampoco juego debido a la Segunda Guerra Mundial.
El domingo 19 de octubre se oficiará una misa en Venice, Fla. Y el 24 de octubre en el campus de Central Michigan.

Alfonso L. Tusa C.

El número de la casa.

En los juegos de dominó se habla de ponerle "número a la casa" cuando se gana la primera "mano". Eso fue lo que hicieron los Navegantes del Magallanes en el juego del miércoles 15-10-2008 al vencer a Cardenales de Lara 6-3 en el José Bernardo Pérez de Valencia.
José Sanchez (1-0) ganó en relevo de 2 innings, permitió 1 hit, ponchó 1, concedió 1 boleto. Por Magallanes abrió Les Walrond, lo relevaron Edgar Alfonso, Sanchez, Rick Swindle, Elio Serrano, y Jon Adkins quien se llevó el salvado.
Giovanni Carrara cargó con el revés, fue relevado por Josmir Romero, Jackson Paz, Ramiro Mendoza y A. Baldwin.
Por Magallanes destacaron Jesús Merchán de 4-1 con jonrón y 4 empujadas, Richard Hidalgo de 3-3 con 2 anotadas.

Alfonso L. Tusa C.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Heath Philips y el bullpen de Los Mochis lanzan sin hits ni carreras.

Danny Wild. MLB.com

Philips y tres relevistas se combinaron para lanzar un no hit no run en la victoria 2-0 de los Cañeros de Los Mochis sobre Algodoneros de Guasave este lunes 13 de octubre.
Philips (1-0) ponchó 2 y caminó 5 en 5 entradas de labor durante su primera apertura en la Liga Mexicana de la Costa del Pacífico. El zurdo de los Rayas de Tampa Bay obligó a los contrarios a batearle 8 rodados y 5 elevados antes de entregarle el testigo al bullpen.
El prospecto de los Angelinos, Francisco Rodríguez lanzó dos episodios en blanco y Adrián Manzano y Jorge Vasquez lanzaron cada uno un inning perfecto para completar el no hit no run.
El no hitter era sólo una posibilidad cuando se concretó el último out. Luego de 2 outs, en el segundo inning, Mario Valenzuela se embasó con rolling al tercera base Jeff Nettles (Orioles) que fue considerado sencillo. Al terminar el juego, el anotador oficial cambió la apreciación y consideró la jugada error del antesalista.
Philips, un zurdo de 25 años, compartió el verano entre los Yanquis de Scranton/Wilkes-Barre AAA y los Bulls de Durham. El nativo de Illinois terminó con un record combinado de 4-5 con 4.75 de efectividad en 44 apariciones incluyendo 7 aperturas. Fue firmado originalmente por los Medias Blancas de Chicago en la ronda 10 del Draft de 2000. Fue nombrado Pitcher más Valioso de la Liga durante 2006.
El producto de la Universidad de Salt Lake Community tuvo 1-1 en 6 apariciones con los Medias Blancas en 2007.
Rodríguez dejó marca de 5-5 y efectividad de 3.82 en 50 juegos con los Travelers de Arkansas AA, esta temporada. El derecho mexicano ponchó 4 en 2 entradas perfectas.
Manzano y Vasquez jugaron en México durante 2008. Vasquez jugó en AAA con Oklahoma en 2007.
Los Mochis salieron adelante en el tercer episodio cuando Carlos Orrantia sonó cuadrangular a la izquierda y Ramón Orantes bateó sencillo al centro para empujar al jardinero de los Yanquis Justin Christian. Orantes bateó 2 de los 5 imparables del encuentro.
El antíguo prospecto de los Dodgers Spike Lundberg (0-1) permitió 2 carreras y 4 imparables en 4 entradas. Lundberg, el pitcher más destacado de la Southern League en 2006, estuvo toda la temporada de 2008 en la Liga Mexicana con Quintana Roo.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

lunes, 13 de octubre de 2008

¿Lanzará Jon Lester el tercero y el sexto juegos?

Tony Massarotti. The Boston Globe.

En una post-temporada las presiones cambian de un momento a otro. Menos de 48 horas después que los MantaRayas salieran del campo el viernes con un toque de desesperación, ahora son los Medias Rojas quienes se ven así.
Por el momento, todo esto se debe a que Josh Beckett no pudo hacer su trabajo en el segundo juego. El efecto dominó es enorme. Los Medias Rojas parecen estar en una posición donde deben ganar los juegos iniciados por Lester, quién enfrenta a Matt Garza este lunes 13 de octubre en Fenway Park, en el juego 3 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana. Una derrota de Lester en el tercer juego dejaría a Boston abajo 2-1 y dependiendo de los abridores 3 y 4. Luego está el asunto del abridor de un potencial sexto partido el sábado 18 de octubre en Tropicana Field.
Beckett.
“De pronto su nombre inspira un sentimiento completamente distinto”.
“Vi probablemnet mucho de lo que ustedes vieron, quizás desde otro ángulo”, dijo Terry Francona este domingo 12 de octubre cuando le preguntaron por la actuación de Beckett en el segundo juego. “Pienso que estuvo inconsistente, especialmente antes de cada lanzamiento. Cuando hacía el wind-up se le notaba más intensidad en la recta. Pienso que todavía tiene inconsistencias cuando piensa en que lanzamientos puede usar sin resentirse de la lesión. Se le puede ver pensando y repensando en eso”.
Mientras el asunto de Beckett gira, no podemos evitar pensar:
¿Los Medias Rojas le darán la pelota para el sexto juego?
¿Eso es lo que quieren?
Cuando esta serie comenzó los Medias Rojas dispusieron su pitcheo de una forma que parecía confundir a muchos. Ahora todo parece indicar que los Medias Rojas sabían lo que hacían. Después que Lester tuvo salidas brillantes de 117 y 109 pitcheos en la Serie Divisional versus los Angelinos de Los Ángeles, los Medias Rojas le dieron descanso extra al comenzar la Serie de Campeonato. Lester ahora está recuperado, y eso probablemente es un punto muy positivo.
Dependiendo de los que pase en los próximos días los Medias Rojas podrían necesitar que Lester regrese para el sexto juego.
Antes de que alguien deseche esta posibilidad, hay que recordar que hay un día extra de descanso entre los juegos 4 y 5. Gracias a esto, Lester podría lanzar el sexto juego con su descanso completo. Además ese día extra de descanso adicional podría permitir a Boston prescindir completamente de Beckett y regresar con Tim Wakefield para el séptimo juego, sí esa es una opción aceptable, algo no completamente descartado debido a la forma como Beckett ha lanzado en la post-temporada.
En los primeros seis juegos de los Medias Rojas en esta post-tiemporada, Beckett no ha sido desplazado de su posición de as de la rotación.
Ahora mismo, él podría no estar entre los tres o cuatro primeros.
“Como lo dije al comienzo, no me importa quién sea el primero o el quinto abridor”, dijo Lester este domingo 12 de octubre. “Todos tenemos igual importancia para el equipo cuando se trata de ganar. Trato de ir al montículo y ejecutar los pitcheos. Espero llegar lejos para descansar el bullpen y entregarle el testigo a Jonathan Papelbon. Cada vez que le entregas el juego a Pap arriba en la pizarra, estamos muy bien”.
De nuevo, seamos honestos: Si no se tratara de Josh Beckett, no habría duda sobre el sexto juego, ese pitcher no lanzaría ese juego. Los factores determinantes incluyen la posición de los Medias Rojas en la Serie y la actuación de Wakefield quien está anunciado para abrir el cuarto juego ante Andy Sonnanstine el martes 14 de octubre en la noche. Si los Medias Rojas van a Tampa este fin de semana 3-2 abajo en la Serie, y si Wakefield tiene una actuación respetable en el cuarto juego, podría incrementarse la tentación de los Medias Rojas de reordenar la rotación y dejar a Beckett de lado, el hombre que los condujo al Título de la Serie Mundial el año pasado.
En años pasados, Francona se ha resistido a modificar la rotación en post-temporada porque no esta de acuerdo en poner a trabajar a sus lanzadores con 3 días de descanso en la época más exigente del año. En esta ocasión Boston puede alterar su rotación y mantener el descanso completo de sus lanzadores.
Recuerden: Cuando Francona anunció la rotación antes del comienzo de la Serie de Campeonato, dejo claro que siempre había la oportunidad de que las cosas pudieran cambiar. Y aunque Francona no lo dijo. Los Medias Rojas sabían que existía una posibilidad cierta de que tuvieran que prescindir de Beckett por limitaciones físicas.
Lo que sea que pase con Beckett, las aperturas de Lester ahora tienen una importancia enorme, se empieza a sentir que deben ganar cada vez que él lance. Los Medias Rojas han ganado cada una de las últimas 15 aperturas de Lester en Fenway Park esta temporada. Están regresando a casa luego de una dolorosa derrota en el segundo juego. Una victoria de Tampa en el tercer juego pondrá una presión excesiva sobre Wakefield en el cuarto juego y aumentará las preguntas sobre el sexto juego, programado para el sábado 18 en Tropicana Field.
Un año después que Beckett dominó en octubre, hazte esta pregunta:
¿Quieres que él lance el sexto juego o no?

Tradución: Alfonso L. Tusa C.

sábado, 11 de octubre de 2008

Un artista del escapismo en su apogeo.

Jeff Jacobs. Courant.com

Si le pones una camisa de fuerza y lo pones a lanzar contra las MantaRayas en Tampa Bay, con las bases llenas, él escapará en 27 pitcheos.
Si llevaran a la horca al Big Papi, al pequeño Pedroia y al mediano Youkilis. Él dispararía su confiable Gyroball y los salvaría.
Decir esto es poco sobre Daisuke Matsuzaka.
Dice-K estuvo tan cerca de lanzar sin hits ni carreras como de perder el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2008, este viernes 10 de octubre en Tropicana Field.
El hecho de que los Medias Rojas lideren la Serie 1-0 luego de una victoria 2-0, refuerza lo obvio para millones de aficionados bostonianos.
Dice-K es enloquecedor. Dice-K es brillante.
Él es enloquecedoramente brillante. ¿O es brillantemente enloquecedor?
Tiene que ser uno o lo otro, aunque después de una de estas actuaciones de Matsuzaka, probablemente no hay aficionado de los Medias Rojas que pueda contestar esa pregunta.
Esta fue la actuación de Matsuzaka: 7 innings, 4 hits, 0 carreras, 4 boletos, 9 ponches, 1 wild pitch, y 3 escapadas. Dependiendo del experto al que escuches, Dice-K tiene 6 o 7 pitcheos en su bolso de trucos. Mentira. Tiene 8.
Su mejor pitcheo es muy intenso.
Debe haber algún tipo de intercambio con los dioses beisboleros. Los Medias Rojas pueden ganar todos los campeonatos que quieran, pero sus aficionados tienen que sufrir que Dice-K se meta y se salga de dificultades.
Matsuzaka caminó al primer bateador, Akinori Iwamura, con cinco lanzamientos. Boleó a Evan Longoria con una slider en cuenta completa. Con dos outs y las bases llenas, Dice-K hizo lo que siempre ha hecho esta temporada. Obligó a Cliff Floyd a roletear al cuadro.
Lanzó 27 envíos para lograr sus primeros 3 outs. Sólo 12 fueron strikes.
“Siempre bromeamos con la forma como él sale de esos enredos”, dijo el antesalista Kevin Youkilis. “Deseamos que no se metiera en ellos, pero es sorprendente, eso demuestra lo grande que él es”.
Sin discusión, esta es mi estadística favorita de 2008: Los rivales se fueron de 14-0 contra Dice-K en situación de bases llenas durante la temporada regular. Solo Frank Francisco de Texas pudo igualar eso en Grandes Ligas y Francisco no está en la post-temporada para ver a Dice-K rebasarlo.
No hubo nada tradicional en relación a la escena de post-temporada en un domo. Olvídense de los cielos azules de una crujiente tarde de octubre, no hubo estrellas que ver en la húmeda noche de Florida. La atmósfera parecía más a la de un juego de ligas menores de hockey que la de Yankee Stadium. Había ruido. Había diversión. Había hockey. Hubo abundancia de cortes indígenas de crines azules en mitad de los cráneos. También hubo muchos cencerros de vaca.
Si la atmósfera carecía de tradición beisbolera, el marcador reflejó buen béisbol de viejos tiempos. James Shields dio la batalla. Estuvo casi tan bien como Dice-K. Considerando que Matsuzaka tiene ahora marca de 19-3, 10-0 en la carretera, incluyendo la post-temporada, parece como si siempre hay alguien casi tan bueno como Dice-K, nunca mejor.
Esta noche, Dice-K no permitió un hit hasta el séptimo episodio. Incluyendo el último out del primer inning, él se estabilizó y retiró 16 de 17 bateadores. Estuvo brillante en ese trecho.
“Estuvo poderoso en ese lapso, la recta de dos costuras y la recta cortada”, dijo el manager Terry Francona. “Se le movía mucho la pelota en la zona de strike”.
“Como la recta no caía donde quería, usé mis otros lanzamientos en las esquinas”, dijo Matsuzaka.
El hecho de que los oponentes solo bateen .164 contra él con corredores en posición anotadora, el mejor desde Roger Clemens en 1994, no debe considerarse una sorpresa. Él necesita ser así de bueno. Matsuzaka se metió de nuevo en problemas en el séptimo cuando Carl Crawford le abrió con sencillo a la derecha y Cliff Floyd con una línea entre dos. Había MantaRayas en los ángulos sin outs.
Ahora si lo iban a castigar. No tan rápido.
“Nunca se rinde”, dijo Francona. “Él hace todos sus pitcheos, así que los bateadores tienen que respetarlo, aún en situaciones apretadas, no se convierte en un lanzador de un solo envío”.
Dioner Navarro elevó a manos de Jason Bay en el left field. Bay estaba muy cerca para que Crawford intentara el pisa y corre. Dice-K ponchó a Gabe Gross haciéndolo abanicar una recta. Dice-K se escapó otra vez cuando dominó a Jason Bartlett con rolling al cuadro.
Iwamura abrió el octavo. Dice-K tiró un wild pitch. B.J. Upton bateó imparable a la izquierda. Eso fue todo para Dice-K. Hizo 115 pitcheos, 67 strikes. Para ese momento su arte de escapismo se había hecho contagioso. Hideki Okajima obligó a Carlos Peña a elevar a la derecha en cuenta de 3-0. Justin Masterson indujo a Longoria a batear para dobleplay.
Debemos volver en el tiempo hasta 1963 y revisar la filmación de “El Gran Escape”. Todos recuerdan a Bronson, Coburn, McQueen y Garner, pero de seguro Dice-K estuvo en esa película también. O tal vez no. Pero esto si es seguro. Hemos descubierto quien le enseñó a Dice-K su Gyroball.
Harry Houdini.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

viernes, 10 de octubre de 2008

Bruce Dal Canton pierde la batalla contra el cáncer.

Mark Bowman. MLB.com

Al evaluar la magnificencia del pitcheo que llevó a los Bravos de Atlanta a ganar 14 títulos divisionales seguidos, es fácil recordar los nombres de Tom Glavine, John Smoltz, Greg Maddux y Leo Mazzone.
Lo que a menudo se olvida son los fundamentos que Bruce Dal Canton inculcó en Glavine, Smoltz e innumerables lanzadores que llegaron a las Grandes Ligas a través de la organización de los Bravos en los últimos 25 años.
Pero cada vez que el presidente de los Bravos John Schuerholz recuerde aquellos grandes equipos que él construyera como gerente general del equipo durante las últimas dos décadas, no podrá olvidar las contribuciones de Bruce Dal Canton.
"Él fue un gran ser humano y un gran amigo", dijo Schuerholz. "Contribuyò mucho en nuestro éxito. No conozco ningún pitcher de nuestra organización, en los último 18, 20 años, que no haya sido impactado por él".
El impacto de Dal Canton en la organización de los Bravos serà reconocido en el futuro. Pero sus días como gran educador han llegado a su final. El longevo coach de pitcheo perdió su batalla contra el cáncer de esófago la noche de este martes 07 de octubre. Tenía 66 años.
Dal Canton pasó las últimas 10 temporadas como coach de los Pelícanos de Myrtle Beach de Clase A fuerte. Fue obligado a dejar el equipo el 16 de mayo, después que le hallaron una masa en la base de su esófago.
“Hemos perdido un extraordinario ser humano y un tremendo amigo”, dijo Rocket Wheeler, manager de los Pelícanos. “Todos quienes lo conocieron, lo querían. Fue un profesor de habilidad irreemplazable tanto en el béisbol como en la vida”.
Dal Canton, un antíguo pitcher de Grandes Ligas quièn dejó marca de 51-49 en 12 años de carrera con los Piratas, Reales, Bravos y Medias Blancas, pasó los últimos 26 años en la organización de Atlanta.
“Él adoraba trabajar con los muchachos”, dijo Schuerholz “Mientras lidiaba con esa horrible enfermedad, él habló de regresar el próximo año para ayudar a los muchachos. Era un gran hombre, lo extrañaremos mucho”.
En los primeros años de su carrera, Schuerholz hizo un cambio para llevar a Dal Canton a los Reales. El 14 de agosto de 1972 Dal Canton estableció una marca para Kansas City al retirar 23 Yanquis en fila.
La carrera beisbolística de Dal Canton resucitó en 1965, cuando dejó a un lado sus días como maestro de primaria para entrenar con los Piratas de Pittsburgh que necesitaban pitchers. Debutó en las Grandes Ligas con los Piratas en 1967. Los próximos 12 años se desempeñó como relevista, especialista en la bola de nudillos.
Los Bravos emplearon a Dal Canton como coach de pitcheo en 1982. Él estuvo en el cuerpo de entrenadores de Grandes Ligas entre 1987 y 1990. En ese lapso, tutoreó a Glavine y Smoltz en los años iniciales de sus carreras en Grandes Ligas. Dal Canton también fue el coach de pitcheo de Glavine con el Richmond AAA en 1986. “Él era mi favorito”, dijo Smoltz. “Era muy comprensivo y un caballero en todos los sentidos. Nunca asumió el pitcheo como una ciencia de misiles. Hacía las cosas muy simples. No ibas a en contrar una persona mejor”.
Después de ser reemplazado por Leo Mazzone como coach de pitcheo de los Bravos de Atlanta a mediados de la temporada de 1990, Dal Canton pasó las próximas tres campañas como coach de pitcheo del Richmond. Ocupó el mismo cargo con el Greenville AA entre 1994 y 1997, y en la Liga de Novatos en 1998.
Una misa será oficiada en memoria de Dal Canton en el Bagnato Funeral Home en Carnegie, Pa. Este sábado 11 de octubre a las 10 a.m.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

domingo, 5 de octubre de 2008

La Presencia de un manager

Desde que el Magallanes anunció la contratación de Nick Leyva para dirigir al equipo en la temporada 2008-2009 pensamos que se había hecho la mejor selección aún cuando en el abanico de posibilidades estuvieron Carlos García y Álvaro Espinoza.
A través de sus experiencias con Cardenales de Lara con quienes logró el campeonato en 2000-2001, su paso por los Indios de Mayagüez en Puerto Rico y todo el cúmulo de ensayos realizados en el béisbol estadounidense, percibimos en Leyva el liderazgo, el compromiso, la asertividad, la humildad y la disposición de trabajar y buscar soluciones que hacían falta en el puente de mando desde hace algún tiempo.
Todo lo anterior queda reflejado en la entrevista telefónica que publicara El Carabobeño este sábado 04-10-2008.

Alfonso L. Tusa C.

Mánager magallanero conversó con El Carabobeño
Leyva piensa en la Serie del Caribe



Nick Leiva listo para tomar timón turco.
Eduardo Calderón

A pocos días de su incorporación, el mánager de Navegantes del Magallanes, Nick Leyva, tiene sólo una cosa en mente: guiar el equipo al campeonato local para representar a Venezuela en la próxima Serie del Caribe a celebrarse en Mexicali.

Conversó Leyva vía telefónica con El Carabobeño desde los Estados Unidos. Con experiencia en las Grandes Ligas como estratega, el norteamericano confesó que dirigir al Magallanes siempre fue una de sus metas como técnico, como hombre de beisbol.

"Estoy muy encantado de ir a Venezuela para ser el mánager del Magallanes. En el Caribe no hay otro equipo que tenga tanta tradición, es como Yanquis de Nueva York aquí en los Estados Unidos. Me siento feliz que me hayan dado la oportunidad, los directivos del club piensan que escogieron al mejor mánager disponible y eso me tiene muy contento", indicó Leyva.

Leyva está consciente del gran compromiso que tiene el equipo con su inmensa fanaticada que no celebra un título desde la campaña 2000-01. Por ello aceptó el reto de ser el capitán de la nave.

"Por supuesto que hay grandes expectativas. La única cosa que espero es jugar en Mexicali como campeón de Venezuela. Si no lo conseguimos es porque no hicimos nuestro trabajo. Creo en mis peloteros, en mis técnicos, si jugamos como debemos y yo hago mi trabajo estaremos en la pelea".

Comunicación constante

Tras servir en las Grandes Ligas al equipo Azulejos de Toronto como coach de tercera base, Leyva llega al país este lunes y tomará oficialmente las riendas el martes en las prácticas que se llevan a cabo en el estadio "José Bernardo Pérez".

Dijo el estratega que ha estado en constante comunicación con sus asistentes técnicos respecto a lo que acontece en los entrenamientos.

"Me han estado enviado reportes vía correo electrónico. Recientemente se incorporaron el coach de pitcheo Mike Alvarez y el coach de banco Edgar Alfonzo, y hemos hablado todos los días. Me dan reportes de cada uno de los peloteros, me dicen lo que piensan que podamos hacer con ellos y como nos pueden ayudar".

-¿Trae un cronograma de trabajo a aplicar en las prácticas?

-Cuando me incorpore el martes sólo nos quedará una semana de prácticas. En ese tiempo nos aseguraremos que todos los fundamentos estén listos, practicar las cosas en que no debemos fallar. También definiremos quiénes van a lanzar en los primeros juegos y planificar el line-up, para ello haremos algunos jueguitos.

Igualmente Leyva está optimista en que los peloteros grandeligas criollos se unan al conjunto. Señaló que conversó recientemente con Melvin Mora, Carlos Guillén, Freddy García, Tomás Pérez y Luis Rivas, asegurando que todos ellos quieren jugar.

También dijo que su ratificación como coach de tercera base en Azulejos de Toronto no interferirá con su trabajo en el Magallanes.

"Más bien en Toronto están contentos. Si ellos necesitan que un pitcher o un bateador de la organización trabaje, saben que yo me lo puedo traer para Magallanes", finalizó.

Conforme con la importación

Leyva manifestó su complacencia con la importación que contrató el club para las primeras de cambio. Confía en que los lanzadores Travis Chick, Matt Maloney, J.R. Swindle, Nick Regilio, Les Walrond, Jon Adkins y los jardineros Jay Gibbons y Tony Gwynn Jr., serán de mucha ayuda.

"Tenemos un buen grupo de peloteros importados. Yo le dije a la directiva que los primeros 20 juegos son los más importantes, es allí donde se clasifica, por lo que necesitábamos buenos refuerzos. Si no se arranca bien, no es fácil recuperarse cuando la Liga se pone muy dura en diciembre. Para la segunda parte del torneo tenemos en mente otros peloteros, tenemos una lista, hemos conversado con ellos y están dispuestos a venir cuando se les llame.

Jason Bay: “No soy Manny”.

Adam Kilgore. The Boston Globe.

Jason Bay no conoce a Manny Ramírez. Bay jugó 3 veces contra Ramírez en 2005 mientras pertenecía a los Piratas de Pittsburgh, con quienes se convirtió en la estrella menos conocida del béisbol. Sus aviones debieron cruzarse el 31 de julio, el día que Bay llegó a Boston como parte del cambio que envió a Ramírez a los Dodgers de Los Ángeles.
Para un hombre con quien tiene tan poca conexión, Ramírez ha pendulado sobre Bay los últimos dos meses. No importa cuan a menudo Bay insistió en que no era Manny Ramírez, él fue el pelotero escogido para patrullar el leftfield de los Medias Rojas después de la partida de Ramírez. El éxito de Bay en Boston, quién coronó la noche del miércoles 01 de octubre con su jonrón ganador del primer juego de la Serie Divisional de la Liga Americana, una victoria 4-1 sobre los Angelinos de Anaheim, dependerá de su capacidad para nunca permitir que Ramírez, o lo que él logre, lo defina.
“En realidad no sé que estoy tratando de reemplazar”, dijo Bay. “Lo veo en televisión y sé que lo está haciendo bien. Pero la mayor parte del tiempo, pienso en mí”.
“Las comparaciones siempre estarán ahí. Lo entiendo. No tienen que ver con lo que hago, pero lo entiendo. Están ahí. No hay nada que pueda hacer al respecto. Si hubiera algo cuantificable, algo que yo pudiera hacer, tal vez trataría de hacerlo. Sé que no voy a batear 50 jonrones. Eso hace todo más fácil”.
Aún antes del primer juego de playoff de su carrera, Bay no podía escapar de Ramírez. Mientras los Medias Rojas calentaban, la pantalla de video del centerfield del Angel Stadium mostraba el juego de los Dodgers y los Cachorros de Chicago. Ramírez bateó un jonrón sacando una pelota desde sus zapatos por encima de la pared del Wrigley Field, un jonrón poco probable.
Bay, estoíco, respondió que no trataba de reemplazar a un seguro Salón de la Fama, cada vez que algún reportero tocaba el tema. La tentación de hacerlo era constante. Pero Bay se mantuvo firme en su posición de que ni siquiera una vez ha sentido ninguna intención de imitar a Ramírez.
“Nunca”, dijo Sean Casey, quién jugó para los Piratas con Bay en 2006. “Él entendió quién es. Y se siente bien. Él no va a ser Manny Ramírez. Si alguien podía lidiar con eso, ese era Jason Bay”.
Bay se crió en Trail, Columbia Británica. Jugaba jockey, como cualquier muchacho canadiense. Pero el béisbol lo capturó. Jugó dos años en la Universidad de la Comunidad de Idaho del Norte y terminó su carrera en Gonzaga. Los Expos de Montreal lo seleccionaron en la vuelta 22 del draft de 2000. “Me dieron un boleto sencillo y me dijeron ‘Aquí vamos’”, dijo Bay. Tres equipos lo cambiaron antes de salir de las Ligas Menores.
“Probablemente no fue el camino más fácil”, dijo Bay. “No lo cambiaría por nada porque eso me ayudó a tener el carácter que tengo”.
Sus compañeros dijeron que Bay se adaptó al clubhose inmediatamente, su personalidad encajó con naturalidad.
“Sigue siendo un jugador de hockey, de corazón”, dijo Dustin Pedroia. “Es divertido estar alrededor de él”. Sorprende a los Medias Rojas con su humor ácido cuando menos lo esperan. El miércoles, después que se ponchó feo en sus dos primeros turnos, bromeó. “Es una gran parte de mi juego”.
Su conducta en el clubhouse habría significado poco sin su producción. Bay languideció 5 años con los Piratas, ni siquiera una vez olió el aroma de la post-temporada mientras dejaba números impresionantes. Esta temporada Bay alcanzó los 30 jonrones y las 100 empujadas por tercera vez.
“Eso significa que eres uno de los jugadores élite del juego”, dijo el tercera base Mike Lowell. “Lo que está claro es que no sólo obtuvimos un sustituto para Manny. Conseguimos un buen jugador. No estábamos buscando un jugador que sólo castigara la pelota. Esa no es su marca de fábrica”.
Bay bateó .293 con 9 jonrones y 37 empujadas en 49 juegos. (Ignoró las estadísticas de Ramírez en el mismo período, que eran abrumadoras: .316, 17, 53). Rápidamente se adaptó a jugar con la pared en el Fenway Park, no cometió errores.
Aún asi había preguntas. Ramírez fue el Jugador más Valioso de la Serie Mundial de 2004. Bay no ha jugado en ningún juego importante después de julio. “Por la situación de donde venía, cada juego de agosto al final de septiembre se sentía como un juego de play off”, dijo Bay.
Bay saboreó la intensidad, algo que nunca había experimentado. “Es algo que estaba extrañando”.
Bay “no estaba relajado del todo” cuando fue a batear en el sexto inning el miércoles. John Lackey había maniatado a los Medias Rojas hasta ese momento. A ninguno más que a Bay, quién nunca había enfrentado a Lackey. Lackey lo había ponchado dos veces con rectas silbantes y curvas contra el piso que lo ridiculizaron
Lackey le abrió con otra curva en el sexto, que rompió en strike. Lackey soltó una recta que a diferencia de las otras subió en la esquina de afuera hasta la altura del pecho.
“Jason consiguió su pitcheo”, dijo Pedroia. “Y no lo falló”.
La bola rebasó el bullpen de los Angelinos y casi tambien el de los Medias Rojas. “Una bomba”, dijo Lowell. Bay le dio la vuelta al cuadro y chocó los cinco con Lowell quién era el próximo bateador. Bay era el héroe en el primer juego de play off que efectuaba. .(“Me siento algo en desacuerdo de que me consideren héroe sólo por un juego”, dijo Bay)
Sin embargo su actuación sirvió como un testamento de porque ha tenido éxito. Manejó la presión de tener que reemplazar a Manny Ramírez, encogiéndose de hombros y nunca confrontándolo. Se ponchó en los dos primeros turnos de playoff de su carrera y se deshizo de eso fácilmente.
“Tienes 4 turnos por juego”, dijo Bay.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

viernes, 3 de octubre de 2008

El escurridizo Ellsbury venció a los Angelinos con su mismo estilo de juego.

Jack Curry. The New York Times.

La marca de fábrica de Jacoby Ellsbury como beisbolista es su velocidad. Después de admitir a duras penas que corrió las 40 yardas en 4.2 segundos en la Universidad, aclaró que fue un tiempo parcial de una carrera más larga.
“Eso no es oficial”, dijo Ellsbury.
Esto es oficial: Ellsbury, el centerfield de los Medias Rojas de Boston , es un jugador resbaloso que puede desconcentrar a sus rivales con sus piernas. Ellbury es una plaga, una sombra azul y roja que quiere hacer todo lo que sea posible por causar conmoción. Tuvo éxito en ser fastidioso para que los Medias Rojas vencieran a los Angelinos 4-1, en el juego inicial de su serie divisional de la Liga Americana este miércoles 01 de octubre.
Los agresivos Angelinos son adeptos a tomar bases extra, a acelerar la acción con jugadas de bateo y corrido, a forzar errores. Ese estilo frenético es su marca de fábrica. Pero en el primer juego, fue Ellsbury quién sonó 3 imparables, robó 2 bases, anotó 1 carrera, empujó otra y probablemente evitó por lo menos 1 carrera con una atrapada sensacional lanzándose sobre la grama. Ellsbury jugó como los Angelinos más que ninguno de ellos.
“Él se adueñó del juego”, dijo el segunda base de los Medias Rojas, Dustin Pedroia. “Él es eléctrico, hombre. Es excitante. Es un placer verlo jugar. Y en la post-temporada sube el nivel de su juego como 15 puntos”.
Ellsbury, 25, sólo ha jugado 12 juegos de post-temporada, todavía tiene mucho que lograr para acercarse a la vecindad de Mr. Octubre. Pero por ahora, cuando Ellsbury juega en octubre, usualmente destaca y los Medias Rojas ganan.
Desde que el manager Ferry Francona incluyó a Ellsbury en la alineación inicial del sexto juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana contra Cleveland el año pasado, él ha bateado .414 con 8 anotadas y 5 remolcadas y los Medias Rojas han ganado 7 juegos de playoffs seguidos. A excepción de disfrutar el juego, Ellsbury no tiene fórmulas mágicas para destacar en los juegos vitales.
“Trato de divertirme”, dijo Ellsbury. “Salgo, juego duro y dejo todo en el campo. Suena simple, pero trato de hacer todo lo más simple posible”.
Las cosas simples se convierten en cosas críticas en series de 5 juegos. Mientras Ervin Santana se prepara para enfrentar a Daisuke Matsuzaka en el segundo juego de la Serie el viernes 03 de octubre en la noche, el manager Mike Scioscia explicó que tienen que enfocarse en hacer un juego más intenso. Scioscia no habló de la privada de Vladimir Guerrero corriendo las bases, no era necesario. Los Angelinos tratan de provocar ese tipo de errores, no de hacerlos. Los Angelinos tratarán de evitar perder su undécimo juego de playoff seguido ante los Medias Rojas.
Antes de que Guerrero ayudara a cortar un ataque en el octavo inning al ser puesto out tratando de ir de primera a tercera con un sencillo que cayó detrás de primera base, Ellsbury impidió que el episodio empezara de manera auspiciosa para Anaheim. Mark Teixeira abrió el inning con un elevadito detrás de segunda que parecía que iba a picar delante de Ellsbury. Hasta Ellsbury pensó que no tenía oportunidad de atraparlo.
Pero siguió corriendo con todo lo que daban sus piernas. Se lanzó sobre la grama y capturó la pelota antes que tocara el suelo.
El cerrador Jon Papelbon elogió a Ellsbury por estar “en todas partes” en el primer juego. Ellsbury comenzó el juego con un doble ante John Lackey, logró un sencillo con toque en el quinto inning y robó segunda base, concluyó la noche con otro sencillo y carrera anotada además de otra base robada en el noveno.
“Ells es el tipo de jugador que siempre pondrá presión sobre los rivales”, dijo Papelbon. “Cuando tienes en tu equipo ese tipo de jugadores que presionan, no sólo es un punto a favor de nuestro equipo, sino que es divertido de ver”.
Desde su ventajosa posición en el centerfield Ellsbury puede notar cuan desequilibrante puede ser un jugador veloz como el Angelino Chone Figgins. Si Ellsbury trata de tocar, robar o tomar una base extra, está tratando de presionar a la defensa. Teixeira dijo que Ellsbury “le cambió la velocidad al juego”. Aunque luego reconoció que esa era una frase más del fútbol americano, aplica para Ellsbury porque su velocidad es un factor ofensivo y defensivo.
Después que Ellsbury le diera un impulso a Boston al batear .353 en 33 juegos el año pasado y .360 en la post-temporada, sólo bateó .280 con el liderato de 50 bases robadas en la Liga Americana esta temporada. Ellsbury, quién terminó la temporada con un seguidilla de 18 juegos bateando imparables, fue un bateador de .246 en junio y julio. Se lo achacó al tiempo de su swing. Ahora es octubre, y el tiempo de Ellsbury, desde su swing hasta cualquier otra cosa, está bien.
Para atrapar el batazo de Teixeira, Ellsbury necesitó cada pedazo de velocidad, 4.2 o no, que tenía. Cuando un reportero preguntó si el tiempo de Ellsbury en la Universidad podría haber sido en realidad 4.3, Ellsbury dijo “Pudo haber sido 4.1. No sé”. Él es un tipo veloz, siempre bajando décimas de segundo y utilizando esa velocidad para tratar de vencer a los Angelinos.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.