lunes, 31 de marzo de 2008

Dave Trembley nombra a Luis Hernández shortstop abridor de los Orioles

Los siete errores que el campocorto venezolano cometió durante el calendario de los juegos primaverales no lo van a sacar de la alineación inaugural de los Orioles de Baltimore.

Trembley confirmó que Hernández bateará noveno y jugará en las paradas cortas contra los MantaRayas en Camden Yard. Brandon Fahey hizo el equipo como utility y le cubrirá las espaldas a Hernández. Quizás comparta la posición con él a medida que avance la temporada.

“Estoy dispuesto a brindarle oportunidad a mis peloteros y a demostrarle a Hernández que tengo confianza en él por lo que vi de su juego a finales de la temporada anterior. Sé que lo puede hacer otra vez”, dijo Trembley.

“No quiero que vaya a jugar pensando que tiene que ser perfecto o que si hace un error lo voy a sentar. Hay que mostrarle confianza a los muchachos y darle una oportunidad. Esa será nuestra filosofía con todos los jugadores, especialmente los jóvenes”.

Hernández, 23, bateó .178 esta primavera y cometió su séptimo error la noche del sábado cuando falló un rolling de Dmitri Young con el guante de revés. Cuando le preguntaron si estaba nervioso, respondió: “No lo creo. He trabajado duro todos los días. A veces se titubea con la pelota y se cometen errores. Voy a estar bien. Lo que ocurre en los entrenamientos sirve para aprender. La temporada empieza ahora, todo arranca de cero”.

Hernández apareció en 30 juegos de los Orioles la temporada pasada, 16 en la alineación abridora y mostró alcance y consistencia en el shortstop, lo que le dio rango de favorito para suplantar a Miguel Tejada en 2008. Nada de lo que ocurrió en estos entrenamientos hizo que Trembley se apartara de esa idea. “Le dije que aprecio mucho la oportunidad y la confianza que tiene en mí”, dijo Hernández.

Alfonso L. Tusa C.

domingo, 30 de marzo de 2008

Nick Leyva agarró el astrolabio.

Cuando la oficina magalllanera anunció el jueves 27 de marzo de 2008 que Nick Leyva fungiría como el nuevo estratega de los Navegantes del Magallanes, se aclaraba por fin una de las incógnitas a solventar para asumir de lleno la estructuración del equipo con miras al la temporada 2008-09.
Leyva cumple con el importante requisito de conocer la intrincada Liga Venezolana puesto que dirigió a los Cardenales de Lara en las campañas 1995-96 (sub-campeón), 2000-01 (Campeón) y 2001-02 (semifinales). En la 2002-2003 llevó a los Indios de Mayagüez al título de la liga puertorriqueña de béisbol.Además maneja el idioma castellano, lo que agiliza la comunicación y la armonía en el dugout.
Nicholas Tomas Leyva nació el 16 de agosto de 1953 en Ontario, California. Fue jugador del cuadro en las Ligas Menores. Empezó su carrera de manager con los Cardenales de Johnson City en la Liga de Novatos de los Apalaches (1978-1979). En 1980 condujo a los Cardenales de Gastonia de la Liga del Sur Atlántico. En 1981 y1982
dirigió a los Cardenales de Saint Petersburgo. En 1983 dirigía a la sucursal AA de los Cardenales de San Luis, los Viajeros de Arkansas en la Liga de Texas. Luego formó parte del grupo de coaches de Whitey Herzog en los Cardenales de San Luis por 5 temporadas (1984-1988). Fue el coach de tercera base de los Cardenales Campeones de la Liga Nacional en 1985 y 1987.
Dirigió a los Filis de Filadelfia las temporadas 1989, 1990 y unos días de la 1991. Dejó record de 149-189 como manager de Grandes Ligas.
Dirigió a los Jefes de Syracuse en 1992 y 1993 y trabajó varias temporadas como coach de tercera base de los Azulejos de Toronto (1993-1997).
En 2000 y 2001 dirigió a los Caballeros de Charlotte en la Liga Internacional AAA, sucursal de los Medias Blancas de Chicago. En 2002 se encargó de los Medias Blancas de Bristol en la Liga de Novatos de los Apalaches y los hizo Campeones. En 2004 dirigió a los Warthogs de Winston-Salem de la Liga Carolina A. En 2005 regresó a dirigir a los Caballeros de Charlotte y en 2006 volvió a la dirección de los Medias Blancas de Bristol.
En 2007 fungió como coach de tercera base de los Cerveceros de Milwaukee. En la actualidad trabaja en la organización de los Mets de Nueva York.
Leyva tomará el testigo de Clemente Álvarez y se convertirá en el manager número 44 delos Navegantes del Magallanes, el 35 entre los importados.
Ahora se espera por el nombramiento del grupo de coaches y el diseño de la agenda para monitorear a los jugadores criollos y escoger la tripulación importada. Ya se escuchan los gritos en cubierta, Leyva revisa el astrolabio, quiere asegurarse que esté en condiciones de darle buena información en los próximos meses.

Alfonso L. Tusa C.

viernes, 28 de marzo de 2008

La defensiva de Alcides Escobar retumba en Milwaukee

El shortstop J.J. Hardy representó a la Liga Nacional en el Juego de Estrellas del año pasado, por lo que los Cerveceros de Milwaukee tienen solvencia en esa posición. Pero si algo le llegase a ocurrir, la gerencia de los lupulosos piensa que aún continuarían fuertes en el campocorto. "Si algo le pasara a Hardy. Nuestra opción casi con seguridad sería el Señor Alcides Escobar", dijo el manager Ned Yost. "Mantendríamos la profundidad defensiva con él". Los Cerveceros le informaron a Escobar que lo llamarían, en caso de indisposición de Hardy, sin tomar en cuenta donde se encuentre jugando en ese momento el venezolano de 21 años. Escobar espera iniciar la campaña en el Hunstville AA con la mira puesta en subir al Nashville AAA antes que concluya la temporada. Yost y su equipo de trabajo habían escuchado del trabajo de Escobar en las Ligas Menores. Durante estos entrenamientos primaverales esos rumores se convirtieron en una revelación ineludible. A pesar de jugar en los terrenos endurecidos por el sol inclemente de la Liga del Cactus, Escobar sólo ha cometido un error en 18 juegos en medio de varias joyas defensivas. "Ya sabía que era bueno, eso no me sorprendió", dijo Yost. "No me había percatado de que estaba tan cerca de convertirse en Grande Liga". Los Cerveceros no saben cuanto podrá batear Escobar. Ciertamente no tiene el poder de Hardy. Pero esta primavera ha habido buenas señales. En 18 juegos batea para .348 (de 46-16) con sólo 5 ponches. Sin embargo, el delgado bateador derecho todavía tiene mucho que aprender en términos de disciplina en el plato. Apenas el viernes pasado consiguió su primer boleto del entrenamiento y sólo ha acumulado 77 en 1595 turnos de Ligas Menores. Escobar bateó .325 con el Brevard County Clase A en 63 juegos la temporada pasada antes de subir al Huntsville donde promedió .283 en 62 juegos.

Alfonso L. Tusa C.

jueves, 27 de marzo de 2008

Antíguos Dodgers hablan del Coliseo de Los Ángeles.

Cada Dodger que jugó en el Coliseo tiene recuerdos especiales del lugar. Medio siglo después el pitcher derecho Carl Erskine todavía recuerda un momento que nunca ocurrió.

Era 1958. Erskine había iniciado y ganado el primer juego de los Dodgers en el Coliseo. Había regresado al montículo 5 días después y lanzaba en el noveno inning con su equipo ganádole 5-4 a los Cachorros de Chicago.

Chuck Tanner abrió el inning. "Le lancé una recta alta a la altura de las manos", recordó Erskine de 81 años quién aún vive en su pueblo natal de Anderson, Indiana. "Le dio con el mango del bate y la pelota salió directo a las gradas del left field. Los

Cachorros anotaron dos carreras más y ganaron 7-6.

"¿Has tenido alguna vez algo que hayas deseado haber hecho?", dijo Erskine "Cuando jugaba no me gustaba alardear. Era muy serio. Pero cuando el árbitro me lanzó una pelota nueva mientras Tanner recorría las bases, me quedé mirando esa pared del left field".

"Quería lanzar la pelota nueva sobre la pared para demostrar lo fácil que había sido conectar ese jonrón, quería mostrar que podía tirar la pelota a la misma distancia del jonrón. Si lo hubiese hecho, hubiera sido más famoso por eso que por lanzar el juego inaugural".

Cuando los Dodgers se fueron del Coliseo cuatro años después, una larga lista de pitchers frustrados se había unido a Erskine, cada uno con un cuento de desesperación al ver que elevados de rutina iban a caer en las manos de los aficionados en las gradas del jardín izquierdo, a solo 250 pies del plato.

Sacar la pelota del Coliseo, sin bate.

Don Zimmer tenía una oferta difícil de rechazar para su compañero Duke Snider. Zimmer había apostado a que Snider podía lanzar la pelota por encima de la cerca del left field y fuera del Coliseo. Si Snider tenía éxito su parte de ganancia sería $200.

"Mi primer tiro pasó por encima de la cerca y llegó hasta la última fila de asientos de las gradas", dijo Snider, también de 81 años y residente de Fallbrook, California, por 52 años. "El segundo tiro pegó del muro de concreto detrás de la útima fila de asientos. Le dije a Zimmer 'Este último disparo va a salir del Coliseo'"

"Pero cuando solté la pelota, esta se resbaló de mis dedos y escuché algo que hizo 'crac'. Me había dislocado el codo".

Snider perdió el juego de esa noche y recibió una multa de $200 del gerente general Buzzie Bavasi.

¿Entonces en vez de ganar $200, Snider los perdió?

No exactamente. Snider regresó a jugar la próxima noche. Esperó el último día de la temporada, lo intentó de nuevo y esta vez la pelota sobrevoló el muro de concreto.

Snider recuperó sus $200.

Después de la temporada Bavasi le regresó a Snider los $200 de la multa.

"Así que salí ganando $400 de la apuesta", dijo el outfielder de los Dodgers.

Snider dijo que él no fue el único en este concurso de habilidades. El pitcher Ed Roebuck una vez trató de batear pelotas sobre el pebetero Olímpico con un fongo.

Perdido

Los bateadores disfrutaban dirigiendo sus batazos hacia la cerca del jardín izquierdo, pero el entusiasmo decaía cuando debían cambiar el bate por el guante.

Los jardines podían convertirse en un lugar muy peligroso durante los juegos diurnos, como lo comprobó el centerfielder Don Demeter en la Serie Mundial de 1959 contra los Medias Blancas de Chicago.

En aquel entonces, antes que los fanáticos usaran ropas de colores, el blanco predominaba. La mayoría de los hombres usaban camisas blancas. Esto complicaba la situación para un outfielder tratando de capturar una pelota blanca con tal telón de fondo.

"A mí se me perdió una línea en el público", dijo Demeter quién ahora es un Pastor de 72 años en Oklahoma City. Había millones de personas viendo el juego por televisión, más de 92000 en el Coliseo, pero yo era el que jugaba al campo y no pude verla".

El instinto de conservación hizo acto de presencia.

"Puse el guante frente a mi cara", dijo Demeter. "La bola entró en el guante y ahí se quedó".

Perdido: La secuela.

El trasfondo de las tribunas no era lo único que afectaba a los jugadores. Los elementos atmosféricos también incidían, como lo descubrió Erskine un atardecer.

Con corredor en primera, Daryl Spencer, de los Gigantes bateó un flaicito en un intento de toque. "Cuando me moví a capturar la pelota", dijo Erskine. "El descenso del sol sobre el muro del tope del Coliseo, me encandiló. No podía ver nada, me tuve que agachar. El corredor de primera no sabía que hacer y se paró. Tome la pelota del suelo y comencé un dobleplay. Todos pensaron que lo había hecho a propósito".

Otro momento de brillantez involuntaria en el Coliseo.

Otras observaciones.

El pitcher Don Newcombe: "No era divertido lanzar en el Coliseo. Sentías que el leftfielder estaba a un paso".

Lo que si era divertido para Newcombe era ver el desfile de estrellas de Hollywood que iba al Coliseo, algo comparable a la cantidad de artistas que va a los juegos de los Lakers en la actualidad.

"Recuerdo que conocí a Dinah Shore", dijo Newcombe. "Mirabas fuera del dugout y allí estaban Bing Crosby, Humphrey Bogart, Nat King Cole.

El catcher Rube Walker luego de ser out con largos batazos al centerfield: "Ese anuncio que dice 400 pies debió quedar de una competencia de atletismo, porque debe haber fácil 600 pies por el centro".

El tercera base Randy Jackson: "Cuando vi la cerca del leftfield por primera vez, pedí un palo de golf".

Alfonso L. Tusa C.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Caracas y Magallanes coinciden en candidato para manager.

Los eternos rivales y las Águilas del Zulia permanecen como los únicos equipos que todavía deben definir el nombre del estratega que los dirigirá en la temporada 2008-2009. Mientras los rapaces tienen entre sus candidatos a Eduardo Pérez, Leonel Carrión, Marc Bombard, Alfredo Pedrique y Omar Malavé. Caracas se debate entre Lloyd McClendon (jugó con ellos en la temporada 1987-88), Nick Leyva (dirigió a Cardenales de Lara en 2000-01 y 2001-02) y Dave Jauss (fue coach del Caracas a finales de los 90). Magallanes por su parte tiene entre sus candidatos a Carlos García, Alvaro Espinoza, Tim Tolman (ya los dirigió en 1993-94, 1994-95 y 1995-96) y Dave Jauss.
La coincidencia en cuanto a la posibilidad de que Jauss ruja en la selva o empuñe el timón nos hace recordar a los managers que han dirigido ambas novenas en la trayectoria de la LVBP. Alfonso Chico Carrasquel dirigió al Magallanes en sustitución de Sparky Anderson en la justa 1964-65 y también diseñó las estrategias felinas en las temporadas 1980-81 (Campeón LVBP), 1981-82 (Campeón LVBP y del Caribe).
Felipe Rojas Alou llevó las riendas de los Leones desde 1977-78(Campeón LVBP) hasta 1979-80 (Campeón LVBP). Luego condujo al barco en las temporadas 1987-88 (semifinal) y 1988-89.
Phil Regan dirigió al Caracas durante 8 temporadas desde la 1989-90 cuando ganó el campeonato de la LVBP. Asumió el mando del Magallanes desde la 1999-00 hasta la 2003-04, se tituló en la 2001-02. Regan es el único manager que ha coronado al Caracas y al Magallanes.
Tim Tolman fue campeón con Magallanes en la 1993-94. Dirigió al Caracas en la inconclusa temporada 2002-2003.
John Tamargo se encargó del Magallanes en la 1996-97 (Campeón LVBP) y 1997-98. Luego condujo al Caracas en 2001-2002.
¿Dirigirá Dave Jauss al Caracas o al Magallanes? Aunque no se convertiría en el sexto manager en dirigir a los dos equipos, Jauss ya ocasionó la primera disputa de los Eternos Rivales a 7 meses de octubre. En las próximas semanas se develará la incógnita.

Alfonso L. Tusa C.

martes, 25 de marzo de 2008

El Dodger Wally Moon encontró el éxito en el Coliseo de Los Ángeles.

Parecía el peor cambio, uno que no beneficiaba a ningún equipo. Una negociación que merecía el último rincón de la página de transacciones.
Hace 50 años los Dodgers enviaron a Gino Cimoli a los Cardenales de San Luis a cambio de Wally Moon, un cambio de jardineros, ambos venían de batear menos de .250 la temporada anterior. Los Cardenales añadieron al pitcher Phil Paine, de quién no se supo más.
Así era como los Dodgers planeaban recuperarse del séptimo lugar de la temporada de 1958?
Moon bateó .238 en su última campaña en San Luís, largó 7 jonrones y empujó 38 carreras en 108 juegos. Estuvo inhabilitado por una lesión en el codo izquierdo ocasionada por un choque con su compañero de los jardines Joe Cunnigham. ¿Bienes dañados o peloteros remendados? El gerente general de los Dodgers, Buzzie Bavasi decidió hacer la apuesta.
Para hacer las cosas más difíciles Moon era un bateador zurdo que venía a jugar al Coliseo de Los Ángeles, un cementerio para los que hacían swing de ese lado del plato. La cerca del right center estaba a 440 pies. Allí iban a morir todos los batazos largos. En 1958, la primera de los Dodgers en el Coliseo, de 193 jonrones que se batearon, solo 8 fueron por el right field. En contraste los asientos del left field estaban a sólo 251 pies del plato, inapropiadamente protegidos por una pared de 42 pies de altura.
"Venía de un año difícil", dijo Moon, de 77 años, residente de Bryan, Texas, donde ha vivido los últimos 25 años. "Y me sentía algo incómodo al saber que iba a un lugar donde recargaban la alineación de bateadores derechos para sacar ventaja de la pared. Dudaba si tendría oportunidad de jugar con frecuencia".
"Consulté a mi viejo compañero de equipo, gran amigo y consejero, Stan Musial. Me dijo que podía aprovechar esa pared. Me recordó que yo había mostrado habilidad para batear hacia todos lados. Sólo tenía que poner más énfasis en batear hacia la izquierda. Con su apoyo, encontré la forma de dirigir mis batazos hacia esa zona".
Moon disfrutaba con los retos. Cuando llegó a los Cardenales en 1954, reemplazó a Enos Slaughter, una leyenda en los jardines de San Luis. Durante el primer turno de Moon en Grandes Ligas, los aficionados lo recibieron con este cántico: "Queremos a Slaughter".
Moon respondió descargando un jonrón. Ese año fue nombrado Novato del Año de la Liga Nacional, venciendo entre otros a un jardinero de los Bravos de Milwaukee llamado Hank Aaron.
Parecía un mandato que Moon llegaría a ser atleta. Nació en Bay, Arkansas. Recibió el nombre de Wallace Wade Moon en honor a un antíguo entrenador de fútbol americano de Duke y Alabama quién llevó a sus equipos a ganar dos veces el Rose Bowl. Moon también venía de una familia de tradición en los estudios. Él obtuvo una maestría en administración del Texas A&M mientras jugaba en las Ligas Menores.
Con su codo recuperado, Moon a su llegada al Coliseo combinó su inteligencia con su atleticismo para desarrollar la técnica que llamarían "Moon shots" ("Rayos de luna"), una década antes que Neil Armstrong diera su salto gigantesco para la humanidad. Los pitchers contrarios rechinaban sus dientes y los left fielders estrellaban sus espaldas contra la fastidiosa pared. Moon usaba un swing de adentro hacia fuera para levantar jonrones sobre la barrera del jardín izquierdo, sin hablar de la cantidad de dobles y sencillos que rebotaron de la superficie agujereada.
"Sabía que en el Coliseo, los pitchers le lanzaban adentro a los bateadores zurdos, con la esperanza de hacerlos conectar hacia el jardín derecho o el centerfield hacia donde bateaban pocas veces", dijo Moon. "Lo que hice fue juntar más las manos al cuerpo para extender más el bate con swing de poder. Era un swing educado. Trataba de darle a la parte de abajo de la pelota para levantarla. Esa no fue la forma como me enseñaron a batear. Se supone que debes pegarle a la bola en la parte superior para conectar líneas”.
En el año de la vuelta a su nivel de juego, Moon bateó .302 y despachó 19 cuadrangulares. Catorce en el Coliseo, nueve sobre la pared del left field. Pero ninguno tan dramático como el del 31 de agosto de 1959.
Sandy Koufax había ponchado 18 Gigantes de San Francisco en nueve innings para igualar la marca de Grandes Ligas. Pero el juego seguía empatado 2-2. Moon vino a batear en el cierre de ese episodio contra el relevista Al Worthington con dos hombres embasados. Y largó un Moon shot (Rayo de luna) para ganar el juego. Fue un estacazo inmenso que puso a delirar las 60.154 que plenaban el Coliseo esa noche.
“Eso fue inolvidable”, dijo Moon. “Todavía oigo la ovación, todavía la siento, todavía veo la pelota volando sobre la pared después de todos estos años”.
Moon no sólo tuvo que aprender a jugar con la pared mientras la tenía de frente como bateador, sino también cuando la tenía a sus espaldas como jardinero izquierdo.
“Los aficionados estaban justo detrás de ti”, recuerda Moon. “Escuchaba muchos gritos de apoyo. Pero era difícil jugar a la defensiva allí. Tu instinto natural como jardinero es buscar la pelota. Pero en el Coliseo tenías que detenerte y dejar que la pelota viniera hacia ti. Todo podía volverse confuso con la pelota rebotando de la pared en diferentes direcciones. Nunca sabías a donde iba la pelota.
Los Dodgers ganaron la Serie Mundial de 1959 e hicieron ganar la apuesta a Bavasi.
Moon pronto se enamoró de su nueva ciudad.
“Para un muchacho de Arkansas”, dijo Moon. “Los Ángeles despierta los sentidos”.
Cuando los Dodgers se mundaron del Coliseo a Dodger Stadium después de la temporada de 1961, Moon anotó la última carrera del equipo en el Coliseo.
Moon jugó en tres equipos campeones de Serie Mundial con los Dodgers antes de que lo dejaran libre al final de la temporada de 1965.
Moon trabajó como Director de deportes y entrenador de béisbol en la Universidad John Brown, como coach y manager de Ligas Menores y dueño de los Dodgers de San Antonio por 4 años comenzando a finales de los años setenta.
Se retiró hace 10 años para pasar más tiempo junto a su esposa Bettye, sus 5 hijos y 7 nietos. En sus ratos libres juega golf y se va de cacería.
Para su familia, los momentos especiales van más allá de los Rayos de luna (Moon shots). Cuando su hija LaRhesa fue elegida reina de su liceo, ella aún recuerda las palabras de su padre: “Esto es mejor que cualquier jonrón que haya bateado”.
Moon estará de regreso este sábado 29 de marzo en el Coliseo para el juego de exhibición entre los Dodgers y los Medias Rojas de Boston . En este juego se espera una asistencia record de 115.000 personas.
Él estuvo en el anterior record de asistencia, 93.103 aficionados en el juego de exhibición entre los Dodgers y los Yanquis de Nueva York en 1959. En ese juego los aficionados encendieron velas en homenaje al paralizado Roy Campanella.
“Ignoro si había llorado en un estadio. Esa noche lo hice”, dijo Moon.
¿Cuando regrese este sábado podría largar un Rayo de luna (Moon shot) en la práctica de bateo?
“No he agarrado un bate en 30 años”, dijo Moon. “Pero voy a intentarlo. Todavía juego mucho golf , así que pienso que puedo intentar batear”.
Mientras la distancia por el left field será sólo de 201 pies, la altura de la pared será de 60 pies.
“Bien, entonces tendré que meterme un poco más debajo de la pelota”, dijjo Moon.

P.D. Wally Moon jugó en la LVBP en el Campeonato Rotatorio 1953-54, compartió los jardines con Billy Queen y Eulas Hutson. Participó en 70 juegos, tomó 276 turnos, anotó 58 carreras (record de LVBP para la fecha), 89 hits, 10 dobles, 6 triples, 10 jonrones, 54 empujadas, 11 bases robadas, bateó .322.

Alfonso L. Tusa C.

domingo, 9 de marzo de 2008

Clayton Kershaw promovido al campamento de Grandes Ligas de los Dodgers

Joe Torre, manager de los Dodgers, se sorprendió pensando que comparar a Kershaw con Sandy Koufax es exactamente lo que quiere evitar.
Pero se le hizo muy difícil.
Cuando aparece un fenómeno ocurren estas cosas. Kershaw hace méritos. Este domingo dominó a los grandeligas Mike Lowell, J.D. Drew y Sean Casey con sólo 10 lanzamientos. Torre lo premió promoviendo al pitcher, que cumplirá 20 años el 19 de marzo, del campamento de Ligas Menores al clubhouse de Grandes Ligas por el resto de los entrenamientos primaverales.
Solo horas antes Torre había dicho que estaba "casi 100 por ciento seguro, sin llegar a 100 por ciento" de que Kershaw no estaría en su rotación de abridores cuando comience la temporada dentro de tres semanas. Citó los casos de Mark Prior y Kerry Woods como ejemplos de talentos subidos a la Gran Carpa de manera prematura y dejó sólo una exigua posibilidad de cambiar esa posición.
Pero el revuelo que Kershaw ha causado con su recta de 97 mph y su devastadora curva alcanzó a Torre hasta sintonizarlo con la Claytonmanía.

Cuando le preguntaron al respecto Torre indicó que los Dodgers "no tenían en sus planes que Kershaw compitiera por el quinto puesto de la rotación". Describió la curva del lanzador como especial. Habló de cómo Kershaw enfrentó una buena parte de la alineación de los Campeones de la Serie Mundial con un repertorio de dos lanzamientos. También indicó que el joven lanzador todavía desarrolla un cambio de velocidad para lanzarlo contra los bateadores derechos. No pudo evitar dibujar una referencia al zurdo más grande de los Dodgers quién estuvo parte de este juego hablando de pitcheo con Scott Proctor.
"En esta organización había un zurdo que solo tenía una recta y una curva y era muy bueno", dijo Torre. "Pero no quiero ponerle presión al muchacho. Está cerca de perfeccionar el cambio. Ya lo tiene, es asunto de aprender a colocarlo".
Si, Kershaw lo tiene. También tiene al clubhouse comentando que ha llegado un lider. El catcher Russell Martin dice que Kershaw lanza la mejor curva que haya recibido.
"Él es muy buen pitcher", dijo Martin.
Kershaw le daría un brazo zurdo a la rotación de los Dodgers. Es difícil encontrar un jugador de los Dodgers que mire a Kershaw y piense que no esté listo para las Grandes Ligas.

Alfonso L. Tusa C.

La lesión de Francisco Cervelli ocasiona una reclamación.

El manager de los Yanquis de Nueva York , Joe Girardi, criticó a los Manta Rayas de Tampa Bay por una violenta colisión en el plato, de donde el prospecto venezolano salió con el antebrazo derecho fracturado este sábado 08 de marzo.
Pero el manager de Tampa Bay, Joe Maddon llamó a la jugada “béisbol caliente” y defendió la decisión del infielder Elliot Johnson de golpear fuerte al máscara Cervelli en su llegada al home en el noveno inning.
La jugada ocurrió en el juego que los Manta Rayas ganaron 4-1 en el Legends Field. Johnson trataba de anotar con un doble de Manny Aybar al jardín izquierdo. Johnson bajó el hombro para tratar de tumbarle la pelota a Cervelli quién bloqueaba el plato al tiempo que llegaba el disparo de los jardines.
Cervelli resistió el encontronazo y completó el out, el segundo del inning, pero debió salir del juego luego de recibir atención médica en el campo. De inmediato lo llevaron al Hospital St. Joseph de Tampa Bay para hacerle la placa de rayos X. Los Yanquis informaron que la muñeca de Cervelli sería enyesada ese mismo sábado por la noche.
“Pienso que no había necesidad de esto”, dijo Girardi. “Soy partidario del juego fuerte, pero estamos en los entrenamientos primaverales, los jugadores comienzan a ponerse a tono y es más fácil que se lesionen, y así es como tenemos ahora a Cervelli”.
Maddon tuvo un punto de vista diferente al hablar con los reporteros antes de conocer los comentarios de Girardi.
“Me gusta jugar fuerte”, dijo Maddon. “Fue una jugada intensa en el plato. No podría decir con exactitud cual era la posición del catcher respecto al home. Johnson trataba de anotar y eso es parte del juego”.
La jugada fue la segunda de esta semana donde ocurre un choque en el plato en un juego de los Manta Rayas. El miércoles 5 de marzo Carl Crawford se llevó por delante al receptor Humberto Quintero de los Astros de Houston en el Progress Energy Park y entraron dos carreras porque Quintero perdió la pelota.
Girardi sabía de la jugada contra Houston. Como antíguo catcher de Grandes Ligas sabe que las jugadas fuertes en el plato ocurren con frecuencia durante la temporada regular, pero las considera inapropiadas en los juegos de entrenamiento. De hecho uno de sus jugadores le preguntó si podía entrar fuerte al plato en los entrenamientos y Girardi respondió: “Absolutamente no”.
Johnson, un infielder de 23 años quien jugó el año pasado en el Durham AAA, dijo que su jugada fue bien recibida en el dugout de los Manta Rayas. Maddon y el resto del personal técnico alabaron la intensidad de su juego.
“No quiero lastimar a nadie, mucho menos en un juego de exhibición”, dijo Johnson. “Espero que (Cervelli) se recupere y siga jugando. Sólo trato de demostrar lo que soy capaz de hacer. Si retroceden el tiempo estoy seguro que volvería a hacer la misma jugada”.
“Sólo tenía dos opciones, deslizarme y ser out o chocar con el catcher para ver si se le caía la pelota”, dijo Johnson.
La fractura es la segunda para Cervelli (22) en los últimos meses. Durante la Liga Invernal Venezolana se rompió un hueso de la mano derecha cuando fue golpeado por un lanzador.
Cervelli, quién jugó con el Tampa de Clase A fuerte el año pasado, y esta muy bien visto en la organización como catcher defensivo, también fue golpeado en el codo izquierdo por el prospecto de los Manta Rayas David Price, en el séptimo inning del juego del sábado.
“Está bien”, dijo Cervelli. “Eso es parte del juego”.

Alfonso L. Tusa C.

sábado, 8 de marzo de 2008

Josh Wilson y Luis Rivas impresionan a la gerencia de los Piratas.

Pudiera ser que Wilson y Rivas se disputan un puesto de infielder suplente con los Piratas de Pittsburgh.
Pudiera ser que no existe tal puesto para ellos.
Sólo basta pasearse por el concurrido escenario de la banca del club:
¿Ryan Doumit mantendrá el nivel de juego que ha mostrado en la receptoría hasta el momento? Si sigue así podría desbancar a Ronny Paulino como receptor titular o compartir la regularidad con él. Si decae su rendimiento podría pasar a los jardines y otro catcher como Raúl Chávez podría ser el suplente.
¿Dejará Nate McLouth atrás a Nyjer Morgan en la disputa por el centerfield? Si McLouth pierde, irá a la banca. Si gana, Morgan irá a las menores y quedará un puesto disponible en los jardines ¿para Doumit? ¿Kevin Thompson?
¿Demostrará Doug Mienkiewicz que puede ser utility al agregar la tercera base y las esquinas de los jardines a su repertorio? Si lo hace, él y Chris Gómez podrían ser los suplentes del infield.
¿Puede Gómez todavía jugar shortstop?
Todas esas interrogantes son importantes. Pero la última podría ser crucial para Wilson y Rivas.
Gómez (36) ha jugado 1048 partidos en el campocorto. Pero sólo 26 en los últimos 3 años con los Orioles de Baltimore. Su más reciente cifra apreciable en la posición fueron los 77 juegos que realizó con los Azulejos de Toronto en 2004.
“Nunca vas a jugar mucho shortstop en un equipo que tiene a Miguel Tejada. Tengo tiempo sin jugar el campocorto regularmente. Pero siempre he jugado en esa posición y no me va a costar jugar allí de nuevo”, dijo Gómez.
Pero de todas formas los Piratas van a evaluar los otros candidatos de la posición.
Wilson (27) debe ser el más observado.
Luego de rebotar por varios equipos de las mayores, Wilson jugó 105 encuentros el año pasado con los Nacionales de Washington y los Manta Rayas de Tampa Bay. Para quienes bateó .251, con 2 jonrones y 24 carreras empujadas.
Ese promedio incluyó una racha de 35 turnos sin hits a finales de septiembre, algo que pudo llevar a los Manta Rayas a sacarlo de su roster de 40 en diciembre.
Entonces los Piratas lo tomaron y le dieron la oportunidad de ganarse un puesto con el equipo de su ciudad natal.
“Es maravilloso. Siempre he seguido a los Piratas”, dijo Wilson.
Pero hará falta algo más que sentimentalismo para quedarse con el puesto. Para comenzar su rendimiento no ha sido tan alentador: Batea de 11-3, con 1 doble, 3 empujadas, 2 boletos y un toque de sacrificio.
“Voy a seguir dando lo mejor de mí. Así, quizás al final de los entrenamientos logre quedarme con el equipo”, dijo Wilson.
Rivas (28) ha transitado el camino opuesto.
Él ascendió a través del sistema de Ligas Menores de los Mellizos de Minnesota hasta debutar con el equipo grande a los 21 años. Se convirtió en el camarero regular entre 2001 y 2004. Sus promedios en esos años: .266, .256, .259 y .256.
Pero bajó su rendimiento y ha pasado los últimos 3 años en las menores a excepción de 63 juegos.
El año pasado jugó con el Buffalo, filial AAA de los Indios de Cleveland. Fue nombrado el regreso del año en su equipo luego de batear .263, con 11 jonrones y 43 empujadas.
El Gerente General, Neal Huntington, lo conocía desde sus días con Cleveland y le ofreción un contrato de Ligas Menores y una oportunidad de ganarse un puesto en el roster de los Piratas.
“Agradezco esta oportunidad. Quiero trabajar duro y hacerlo todo bien. Siento que tengo una oportunidad. Pero sé que debo hacerlo todo bien”, dijo Rivas.
Especialmente a la defensiva. Y ahí es donde Rivas ha destacado. Las virtudes de su guante y sus impecables movimientos se han ganado los comentarios positivos de la gerencia y los gritos de sus compañeros.
Batea de 13-6, con 1 triple, 1 doble, 1 empujada y 2 boletos.
“Ambos, Luis y Josh, están haciendo lo que esperas de un utility”, dijo el manager John Russell. “Esto puede hacer muy difícil nuestra decisión”.

Alfonso L. Tusa C.

miércoles, 5 de marzo de 2008

Tiger Woods también puede batear pelotas de béisbol

Unos dicen que fue un hit limpio. Otros reclaman que el segunda base Kelly Johnson o el campocorto Yunel Escobar debieron tomar el roletazo bateado por Tiger Woods.
Pero ninguno de los presentes en el Complejo Wide World Sports de Disney en Orlando dejó de disfrutar el ver a Woods pararse en la caja de bateo mientras su buen amigo John Smoltz completaba otro de los juegos simulados que está realizando como parte de su preparación en el campo de entrenamientos.
“Probablemente es uno de los mejores atletas de todos los tiempos”, dijo el catcher de los Bravos de Atlanta Brian McCann de Tiger Woods. “Fue muy divertido verlo con un bate en las manos contra Smoltz”.
Tiger usaba una camiseta de los Bravos, pantalones cortos y zapatos de ganchos cuando se unió a Chipper Jones, Tim Hudson y Jeff Francoeur como los oponentes del día para Smoltz.
Nadie se sorprendió cuando Smoltz consiguió ponches ante Woods en los dos primeros turnos. En el próximo turno del golfista, un pitcheo en 3 y 2 fue apreciado bola y Woods recibió boleto.
Entonces, en la cuarta y última confrontación Smoltz lanzó una recta de 75 mph que Woods dirigió por el medio del campo.
Smoltz se tocó la visera de la gorra reconociendo que Woods le había bateado un hit. Pero el coach de pitcheo de los Bravos, Roger McDowell, dijo que creyó que Johnson pudo tomar el rolling y completar el out en primera.
“Un segunda base tiene que hacer esa jugada”, dijo McDowell.
A comienzos de esta semana, Woods, quién no está participando en el evento del Tour PGA de esta semana, jugó una ronda de golf con Smoltz, Francoeur, y Tom Glavine. Con su ronda de 66, le hizo saber a los peloteros que estaban en su terreno.
Cuando le preguntaron quién hizo lucir peor a quién en sus respectivos deportes, McCann dio una respuesta política.
“Smoltzie siempre hará lucir mal a cualquiera que no sea beisbolista”, dijo McCann.
Para Francoeur no hubo ninguna duda: “Tiger hizo lucir mucho peor a Smoltz en el campo de golf”.
La participación de Woods en este juego simulado es otra muestra de que Smoltz trabaja muy en serio en su preparación física sin la presión mental que puede sentir en los juegos de la Liga de la Toronja.
El primer juego simulado de Smoltz fue el pasado viernes y podría lanzar otro o pitchear en un juego de Ligas Menores el sábado. El hará su debut en la Liga de la Toronja el 15 de marzo y aún pudiera demorarlo 5 dias más.
McDowell estaba muy contento con la actuación de Smoltz quién utiliza estas sesiones para mejorar sus lanzamientos quebrados.

Alfonso L. Tusa C.

domingo, 2 de marzo de 2008

Víctor Martínez: Más que un gran bateador.

Pasaron 35 años para que un pitcher de los Indios de Cleveland ganara el segundo Cy Young en la historia del equipo. C.C. Sabbathia lo hizo el año pasado y dice que gran parte del premio pertenece a Víctor Martínez.
¿Cómo?
A Martínez le pagan por batear. Y lo hace bien. El año pasado terminó séptimo en la votación del Jugador Más Valioso de la Liga Americana.
Batear .301, con 40 dobles, 25 jonrones y114 empujadas es impresionante. Un bate no aporta nada en un premio Cy Young.
Sabbathia no hablaba de bateo en lo absoluto. Hablaba de la habilidad de Martínez para recibir y llamar un juego de pelota. Mientras su dedicación detrás del plato ha sido a tiempo completo, para muchos parecía que Martínez sólo permanecía enfocado en sus 4 o 5 turnos al bate por juego.
Si alguién llega a decir esto en el dugout de los Indios se puede ver en aprietos.
“Sin duda, Victor es responsable de una parte apreciable del Cy Young”, dijo Sabbathia. “No me averguenza decirlo. Sé que no lo hubiese ganado sin él”.
Cuando Sabbathia lanzó su primera sesión de bull pen esta primavera, sintió como si Martínez tuviera conexión con su mente.
“Cada vez que Víctor hacía una seña, yo pensaba la misma cosa”, dijo Sabbathia. “Durante la temporada regular sólo lo crucé una vez por juego. Siempre estamos en sintonía”.
Si Sabbathia compartiera el Cy Young y le entregara la mitad a Martínez, este lo rechazaría.
“C.C. lanza las pelotas”, dijo Martínez, quién recibió a Sabbathia en su primera aparición en la Liga de la Toronja este sábado 01 de marzo. “Estaba muy contento cuando supe que había ganado. De veras lo merecía”.
El año pasado la rotación de abridores de los Indios tuvo la efectividad más baja de la Liga Americana. En las últimas tres temporadas esa rotación ha sido de las mejores de las Grandes Ligas.
En 2005 Scott Elarton fue parte de esa rotación. Él está en el campamento este año con un contrato de Liga Menor. Ha lanzado sólo un inning a Martínez, pero puede ver la diferencia.
“Él es muy asertivo”, dijo Elarton. “Está siempre presente, analizando el juego contigo. Y también se hace respetar con su brazo”.
El año pasado Martínez retiró al 30 % (30 de 100) de los corredores que intentaron robarle alguna base. Fue el tercer mejor registro para receptores regulares de la Liga Americana y un gran avance en relación a la campaña de 2006 cuando sólo sacó al 14 % de los corredores (16 de 116).
Esto ha sido el fruto de un largo proceso. Los Indios lo firmaron como campocorto en Venezuela y de inmediato lo convirtieron en catcher. Había mucho que aprender, comenzando por el idioma inglés.
“Cuando llegué aquí, ni siquiera podía pronunciar la palabra ‘that’”, dijo Martínez.
Mucho menos sabía quetchear, lanzar a las bases o manejar un cuerpo de pitcheo.
“Él es tan buen bateador que podría pasar desapercibido como receptor”, dijo Sabbathia.
Martínez no se da por enterado.
“Tenemos uno de los mejores cuerpos de lanzadores de las Grandes Ligas. Me tengo que asegurar de aportar lo mejor para todos ellos”.
Su manager Eric Wedge no aceptaría o esperaría una actuación intermedia de Martínez. Wedge es un antíguo catcher.
“Víctor comprende muy bien lo que hace detrás del plato, eso sobrepasa por mucho, lo que puede hacer ofensivamente por este equipo”, dijo Wedge.
Wedge sabe que su afirmación no es fantasía.
“Estamos hablando de manejar entre 120 a 130 envíos por juego comparados con 4 o 5 turnos al bate. Tampoco puedes decir que todo comienza con el pitcher y el catcher no tiene nada que ver”.

Alfonso L. Tusa C.

sábado, 1 de marzo de 2008

Miguel Batista se encuentra con su ídolo Kenny G.

Batista pasó todo el invierno brincando por Estados Unidos, Ecuador, Panamá y su natal República Dominicana, inaugurando estadios de béisbol, entregando implementos de béisbol, y sobre todos hablando con jóvenes aficionados que iban a verlo. Pero por unas pocas melódicas horas de esta semana, Batista dejó la tarima y se convirtió en otro aficionado.
El pitcher de los Marineros de Seattle y flamante saxofón soprano fue invitado a un concierto en el Dodger Theatre de Phoenix este martes 26 de febrero. Allí compartió 20 minutos tras bastidosres con su ídolo musical, el nativo de Seattle Kenny G. Hablaron de música, de béisbol y de las técnicas de respiración para saxofón.
“Interpretó para mí ‘Alone’, mi canción favorita. Ahora siento que tengo todo. He hablado de pitcheo con Sandy Koufax, he escuchado a Kenny G tocar para mí. Tal vez si pudiese tener una entrevista con Dios, me sentiría completo”.
Batista tomó lecciones privadas de saxofón en la Universidad de Washington el verano pasado. Se animó a tocar el instrumento luego de escuchar los CDs de Kenny G en los años 90.
Kenny G, cuyo nombre real es Kenneth Gorelick, supo que Batista era su seguidor luego que The Seattle Times publicara una historia sobre el pitcher, el pasado agosto y explicaba entre otras cosas su nuevo hobby musical. Representantes de los Marineros y Gorelick acordaron el encuentro cuando descubrieron que los entrenamientos primaverales de Batista en Phoenix coincidían con la fecha del concierto del músico.
“Pienso que es grande en lo que hace”, dijo Batista. “Él fue el que hablo casi todo el tiempo. Me habló de las técnicas de respiración que utiliza y de cómo aún practica de 3 a 4 horas diarias”.
“Me sentí feliz de oir eso, porque le contaba de las dificultades que tenía para interpretar algunas canciones. Me dijo que todo es práctica. Porque es un instrumento muy difícil de ejecutar”. Dijo Batista. “Él es uno de los mejores del mundo en lo que hace y aún así practica de 3 a cuatro horas diarias”.
“Me dijo que realizó un concierto en República Dominicana. Le respondí que había estado ahí con mi familia”.
Batista quedó impresionado con el conocimiento de béisbol del músico.
“Habló mucho de los diferentes aspectos de la ejecución de un saxofón. ‘Es como cuando un pitcher debe hacer esto o aquello’”.

Alfonso L. Tusa C.