lunes, 29 de mayo de 2017

Antonio Senzatela ejecuta otra salida brillante mientras los Rockies zarandean a los Cardenales en el regreso a casa.

Blackmon bateó cuatro imparables para extender su liderato de las mayores hasta 69. Nick Kosmider. The Denver Post. 26 de mayo de 2017. Bud Black habló de los abridores jóvenes de los Rockies la tarde de este viernes como si estuviese suministrando un banco de palabras para un rompecabezas. Sus oraciones de una palabra simplificaban las desconcertantes actuaciones de los jóvenes serpentineros quienes han ayudado a los Rockies a comandar la Liga Nacional. La brillante salida de Antonio Sensatela en una victoria 10-0 sobre los Cardenales ante 40.312 personas en Coors Field, complementada por una tardía explosión ofensiva, suministró otro lienzo para que su manager pintara con su vocabulario. Aquí está una forma de pintarlo: Senzatela una vez más desplegó la competitividad que ha sido la marca de su temporada de novato, al lanzar 8 innings en blanco y permitir solo cuatro imparables. Mejoró su marca a 7-1, para igualar el registro de más victorias este año en las mayores, y bajó su efectividad hasta 3.19 mientras apenas un bateador de los Cardenales pudo llegarle a segunda base. El derecho de 22 años de edad mostró su mejor repertorio desde el comienzo. Indujo roletazo tras roletazo, para hacer inofensivos los dos sencillos que los Cardenales batearon en los dos primeros innings con la ayuda de dos dobleplays. Senzatela, quién ponchó tres y no concedió boletos, retiró 10 contrarios seguidos en un momento del juego, para trabajar a un determinado paso de rapidez. Cuando finalmente se metió en problemas en el sexto episodio, luego que Randal Grichuk abriera la entrada con doble, Senzatela mostró compostura. Kolten Wong fue out con elevado al centro, Grichuk avanzó hasta tercera base. Senzatela entonces ponchó al pitcher Carlos Martínez. Luego Dexter Fowler bateó un rodado lento hacia primera base. Senzatela corrió desde el montículo, mostrando estar en el juego, para pisar la base antes que Fowler. Par de dobleplays más llevaron a Senzatela hasta el octavo inning. Otro de los “estudiantes” del pitcheo de los Rockies había lanzado una gema una vez más mientras los Rockies llevaban su mejor marca de la Liga Nacional hasta 32-18. Los Cardenales cayeron a 23-22. “Él pitcheó bien y lanzó strikes con su recta”, dijo Black de Senzatela después del juego. “En las dos aperturas previas, la recta estuvo un poco fuera del plato. Hoy él la sintonizó”. Mientras Black suministró los adjetivos para definir adecuadamente la actuación de Senzatela, cada vez se hace más difícil encontrar palabras para Charlie Blackmon. Al caliente jardinero central solo le faltó el doble para batear la escalera. Su jonrón, un estacazo dantesco y solitario por la derecha en el octavo ante Martínez, fue su duodécimo de la temporada, para empatarlo brevemente en el liderato del equipo. También empujó la primera carrera de los Rockies en el tercer inning, cuando descargó un triple entre el jardín central y el izquierdo. Sus 45 carreras empujadas también son tope en el beisbol, así como sus siete triples. Con una ventaja de 2-0 en el cierre del octavo inning, los Rockies marcaron ocho rayitas en la pizarra con nueve imparables. Luego del vuelacercas de Blackmon, Nolan Arenado puso el juego 4-0 con doble impulsor al centro. Mark Reynolds reclamó el liderato de jonrones del equipo cuando despachó cuadrangular de dos carreras por la izquierda más adelante ese inning, su décimo tercero de la temporada. Y los imparables y las carreras siguieron llegando, para convertir un juego cerrado en un hipódromo. “Es contagioso. Tienes dos buenos turnos al bate y el equipo se inspira”, dijo Blackmon del gran inning que reflejó todo lo que los Rockies habían hecho en su reciente gira con marca de 7-3. Pones al otro equipo contra las cuerdas. Parece que hemos sido capaces de explotar en ciertos innings”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

miércoles, 24 de mayo de 2017

Reflexiones en la Bodega del Buque (IV): Antesalistas y jardineros izquierdos.

Si la línea central (cátcher, segunda base, campocorto, jardinero central) resulta determinante en las aspiraciones de cualquier equipo para competir; el costado izquierdo del terreno de juego también es clave, dado que la mayoría de los bateadores son derechos y sus batazos más potentes salen en esa dirección. De seguro, el cuerpo técnico de los Navegantes del Magallanes ya debe estar reflexionando acerca de las diferentes alternativas con que pueden contar tanto en la esquina caliente como en el bosque izquierdo. La temporada pasada Adonis García se encargó la mayor parte del tiempo de la esquina caliente, mientras que Ronny Cedeño y José Gregorio Martínez asumieron la posición de manera esporádica. Para la temporada 2017-18 habría que saber si García regresará con Magallanes. En caso contrario Omar Malavé y Ramón Hernández de seguro deben tener un plan al respecto, bien sea contratar un tercera base importado que los haya impresionado o se los haya recomendado otro pelotero, o sea que se hayan decidió por jugárselas con las opciones criollas, que son varias. Además de las probadas capacidades de Cedeño y Martínez, Magallanes cuenta con la experiencia y la solvencia de Mario Lisson, quien este año ha empezado con dificultades ofensivas en el equipo AA de los Nacionales de Washington, pero de seguro recuperara su nivel, y en la liga venezolana tiene un sitial de pelotero excepcional, ganado a pulso principalmente en cada una de sus actuaciones con los Navegantes del Magallanes. Por otro lado aparece la posibilidad del Gioskar Amaya, jugador del cuadro llegado recientemente en cambio desde los Tigres de Aragua, quien ha estado lesionado en estos primeros meses de temporada. En cuanto al jardín izquierdo, en primera instancia aparece José Tábata, de muy buena temporada en 2016-17, actualmente en las ligas menores, Frank Díaz quien cumple otra destacada temporada en la liga mexicana, Díaz es uno de esos peloteros esenciales para LVBP, por cuanto está disponible desde los primeros días de la temporada hasta el último juego de una hipotética final. Luego están las opciones de Alberth Martínez, quien parece haber recuperado su forma física luego de haber permanecido lesionado casi todo el año pasado (Missions de San Antonio AA: .283 Avg, 5 HR, 21 RBI al 23-05-17), y Anthony Santander quien fue tomado en regla 5 por los Orioles de Baltimore y se recupera de una lesión, tras lo cual debería jugar con los oropéndolas. Habría que esperar la posición de los Orioles respecto a que Santander juegue en Venezuela. Alfonso L. Tusa C. ©

martes, 16 de mayo de 2017

El Novato Senzatela se pone emocional al ganar un año despues de la muerte de su madre.

Denver (AP).- Antonio Senzatela de Colorado señala enfáticamente hacia el cielo luego de completar el quinto inning este domingo 14 de mayo de 2017. Había sido un día de las madres emocional para el novato de 22 años. Pat Valaika jonroneó dos veces y empujó cuatro carreras, Senzatela se apuntó el triunfo y los Rockies vencieron a los Dodgers de Los Angeles 9-6. Senzatela (6-1) estaba lanzando en el día de las madres por vez primera desde que su mamá falleciera de cáncer de mama en julio pasado. Como muchos en la liga, Senzatela usó un bate rosado para mostrar conciencia acerca de la enfermedad. Él también escribió el nombre de su madre, “Nidya” en sus zapatos blanco y rosados. “Me siento bien”, dijo Senzatela. “Ahorita tengo muchas emociones en el corazón”. El pitcher derecho novato está empatado en el liderato de victorias de las mayores.. Permitió cuatro carreras en cinco innings, su salida más corta desde que hizo la primera apertura de su carrera el 6 de abril en Milwaukee. Nolan Arenado también la sacó del parque cuando los Rockies batearon sus primeros jonrones de la serie para conseguir la división de los cuatro juegos. Otra vez lideran el oeste de la Liga Nacional con de 1,5 juegos de ventaja. Los Angeles ganaban 4-3 antes que Valaika batear un jonrón de dos carreras en el cuarto inning ante el abridor Julio Urías (0-1). Arenado, quien también bateó un doble impulsor, aumentó la ventaja de Colorado con un bombazo de dos carreras en el quinto ante el veterano relevista, Sergio Romo. Justin Turner y Cody Bellinger empujaron cada uno una carrera en el octavo inning para reducir la ventaja a 7-6 antes que Valaika largara otro estacazo de dos carreras. Un novato de 24 años de edad, Valaika había tenido más tiempo de juego debido a que Trevor Story pasó a la lista de incapacitados con una lesión en el hombro a principios de semana. Greg Holland ponchó los tres bateadores del noveno inning para alcanzar su décimo sexto salvado, tope en las mayores. Holland ha conseguido las primeras 16 oportunidades de salvar juego para los Rockies, una marca para la franquicia para empezar una temporada. Senzatela lidió con tráfico en las bases en cada inning, excepto el cuarto, pero fue respaldado por su defensa para limitar el daño. Permitió siete imparables, tres boletos y dos jonrones, mientras ponchaba cinco. El novato de 22 años de edad logró salir del primer inning con hombres en los ángulos gracias a una doble matanza, y escapó del tercer inning por el segunda base DJ LeMahieu, quien se fajó con un roletazo caliente para retirar a Chase Utley en la inicial para evitar una carrera. Con dos outs en el quinto inning, Senzatela fue golpeado en la parte trasera de la pierna por una línea de Yasmani Grandal. Permaneció en el juego y obligó a batear un elevado para terminar el inning. “Sin tener su mejor control, él fue capaz de avanzar a través de una alineación muy buena”, dijo el manager de Colorado, Bud Black. Corey Seager y Yasiel Puig jonronearon por los Dodgers, quienes no pudieron proteger dos ventajas tempraneras. Seager descargó un vuelacercas de dos carreras en el primer inning y Puig soltó un rayo laser a la izquierda en el segundo. “Hoy fue uno de esos días cuando tuvimos muchas oportunidades situacionales y no las capitalizamos”, dijo el manager de los Dodgers, Dave Roberts. “Obviamente si a un buen equipo como ese, se le permite estar cerca en el marcador, ellos van a remontar”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

sábado, 13 de mayo de 2017

Roberto Clemente: El Juego que Nunca Olvidaré.

George Vass. Como fue publicado originalmente en Baseball Digest. Bonus Books Inc., y Baseball Digest. 1999. pp.43-46. El mejor jardinero derecho de su época (1955-1972), con un rifle por brazo, y la habilidad bateadora que le permitió ganar cuatro títulos de bateo de la Liga Nacional, Roberto Clemente falleció en un accidente de aviación el 31 de diciembre de 1972, mientras llevaba ayuda para las víctimas del terremoto de Managua. Terminó su carrera con 3000 imparables exactos, todos con los Piratas de Pittsburgh. Fue ingresado al Salón de la Fama en 1973. Este es un juego que se quedó grabado en mi mente, no es que no haya otros grandes juegos que recordar. Hay muchos de esos, pero este es el que nunca olvidaré porque tuve una gran actuación y no ganamos. Lo he dicho muchas veces, y todavía pienso de esa manera. Nunca busco los jonrones. Busco los imparables porque no puede ser que batees .300 un año y caigas a .200 el siguiente. O eres un buen bateador o no lo eres, a menos que tengas una dolencia física. Como cuando me lastimé la espalda en 1957 y bateé solo .253 después que bateé .311 el año anterior. Pero si eres un bateador de .300 y estás sano deberías batear. Por lo tanto no busco los jonrones porque eso no te permite ser un bateador de .300. Lo único en lo que pienso acerca del bateo es en mantenerme fuerte. Si estoy fuerte no tengo que preocuparme por el bateo. Cuando empezó la temporada de 1967 me sentí fuerte, y bateé más jonrones de los que conecto usualmente. No porque tratara de batearlos sino porque conectaba la pelota bien y esta salía del estadio. Nos iba bien después del primer mes de la temporada de 1967, cuando fuimos a Cincinnati para una serie de tres juegos a mediados de mayo, estábamos justo detrás de los Rojos quienes ocupaban el primer lugar. Harry Walker dirigía a los Piratas y todo marchaba bien, a diferencia de lo que ocurrió más adelante en la temporada. Todavía me sentía fuerte al principio de la temporada, y cuando fuimos a Cincinnati pienso que estaba bateando .370. A mi edad, y aun entonces cuando tenía 32 años, llega un momento cuando te cansas con el clima caliente. Cuando tienes 28 años te sientes bien todo el tiempo, pero a mi edad a veces te sientes atolondrado. Como digo, al ser mayo, el clima aun era agradable, y me sentía fuerte en Cincinnati. Teníamos juego nocturno el 15 de mayo, y por los Rojos abrió Milt Pappas, un buen pitcher. En el primer inning, Maury Wills, quien era nuestro campocorto, se embasó y fui a batear con un hombre en base. Alcancé un pitcheo afuera de Papas y lo conecté por encima de la pared del jardín derecho del viejo Crosley Field para mi primer jonrón. No recuerdo lo que hice en mi próximo turno al bate, lo que sé es que fui out. Pero en el tercer turno, en el quinto inning, Wills estaba embasado otra vez, y esta vez envié la pelota por encima de la pared del jardín central, que estaba bastante lejana en el viejo estadio de Cincinnati. Sobrevoló la cerca, no golpeó sobre la raya amarilla que habían pintado para indicar los jonrones. Le había conectado dos jonrones a Pappas, y estábamos adelante 4-0. No era nada nuevo para mí, anteriormente había bateado dos jonrones en un juego. Nada que haga bien me emociona. Solo me alegro cuando ganamos el juego. Y este juego aún no lo habíamos ganado. Los Rojos anotaron 3 carreras en el sexto inning por lo que el juego estaba cerrado. Pero ese fue un buen día para mí y en el séptimo inning, fui a batear con dos hombres en base y ahora el pitcher de los Rojos era Darrel Osteen. Le dí bien otra vez a la pelota, esta vez la estrellé contra la pared para un doblete bueno para empujar dos carreras más. Ahora había empujado seis carreras y ganábamos 6-3, pero los Rojos atacaron a nuestro abridor, Bob Veale. Lo castigaron en el séptimo cuando marcaron dos carreras, y apenas ganábamos 6-5 cuando llegamos al noveno inning. Para ese momento Jerry Arrigo lanzaba por los Rojos. Él retiró los dos primeros hombres que batearon por nosotros en el noveno, así que fui a batear por quinta vez sin nadie en base. Esa vez volví a enviar la pelota por encima de la pared del jardín central para ponernos a ganar 7-5. Tengo que admitir que esa vez me sentí emocionado por lo que había hecho. Nunca antes había bateado tres jonrones en un juego, eso es algo para recordar. ¡Tres jonrones y un doble, y había empujado las siete carreras de mi equipo! Si, esa vez estaba emocionado por lo que había hecho. Así que teníamos una ventaja de 7-5 cuando los Rojos fueron a batear en el cierre del noveno, ellos no nos dejaron ganar. Tany Pérez soltó imparable y Lee May descargó cuadrangular para igualar el juego 7-7. Con el marcador igualado y nadie en base, el manager de los Rojos, Dave Bristol, dejó batear al pitcher Arrigo. Conectó bien la pelota. La bateó fuerte hacia la raya del jardín derecho, por un momento pareció que la pelota se iba por encima de la pared para un jonrón que ganaba el juego. Retrocedí rápidamente hacia la pared en el jardín derecho, no estaba seguro de alcanzar la pelota. Pero logré evitar el jonrón. No pude atrapar la pelota pero la tumbé con el guante, y el batazo fue doblete. Afortunadamente el próximo bateador fue out y fuimos a extrainning. Pensé que aún teníamos oportunidad de ganar y tal vez podía conseguir otro turno al bate. Pero no fue así. En el décimo inning, Tany Pérez bateó un jonrón por el jardín central para ganar el juego 8-7, y eso me robó una gran satisfacción. Ese fue el día más grande que haya tenido, y tenía que llegar en un juego que perdimos. Bateé tres jonrones y un doble, evité un jonrón, empujé nuestras siete carreras, y no pudimos ganar el juego. Un par de años después volví a batear tres jonrones en un juego, pero ese no se grabó en mi mente como el que perdimos en Cincinnati. Pienso que ese fue mi mejor juego. Dos jonrones por el jardín central y otro por el derecho. Nunca trato de batear jonrones pero esa vez bateé muchos y estaba muy emocionado. Este juego permanecerá grabado en mi mente, jugué muy bien y perdimos. Es extraño. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

jueves, 11 de mayo de 2017

14 de mayo de 1967. Eastern League AA. Isaías Látigo Chávez lanza juego de un imparable y Dámaso Blanco remolca dos anotaciones en triunfo 3-0 de los Giants de Waterbury sobre los Red Sox de Pittsfield.

El pitcher venezolano estuvo a punto de lanzar sin hits ni carreras en su segunda presentación de este año. Su trabajo fue extraordinario y casi perfecto, solo se enfrentó a 28 bateadores y concedió un boleto, mientras ponchaba a 10 bateadores en nueve entradas, su equipo jugó sin errores al campo. Entre los peloteros que alinearon por Pittsfield estaban Bill Schlesinger, quien terminó como líder en imparables, jonrones e impulsadas de la liga en 1967, y Bobby Mitchell, quien comandó la liga en imparables y carreras anotadas. Dámaso Blanco se desempeñó en las paradas cortas e impulsó un par de carreras con doblete y sencillo; sigue bateando en grande como abridor de la alineación del Waterbury. El manager Andy Gilbert tiene plena confianza en Isaías Chávez y ha dicho que es su pitcher de cabecera, dentro del cuerpo de lanzadores integrado por 8 serpentineros. Fuente: El Nacional.

jueves, 4 de mayo de 2017

Antonio Senzatela, Greg Holland ganan premios mensuales de la Liga Nacional, en medio de la destacada actuación del pitcheo de los Rockies.

Holland, 31, estuvo dominante en 12 apariciones durante abril, se fue de 11-11 en situaciones de juego salvado. Nick Groke. The Denver Post. 03-05-2017. San Diego.- El rápido ascenso del pitcheo de los Rockies a través del primer mes de la temporada le proporcionó al cuerpo de lanzadores de Colorado dos premios de la liga este miércoles: Antonio Senzatela fue nombrado novato del mes de la Liga Nacional y el veterano Greg Holland fue calificado como el relevista del mes en la Liga Nacional. Senzatela, pitcher derecho programado para abrir este miércoles en la noche contra los Padres, tuva marca de 3-1 con efectividad de 2.81 en sus primeras cinco aperturas. Aún con un radio de ponches-boletos bajo (18 ponches y siete boletos), tiene el mejor WHIP de la rotación (boletos e imparables por inning). Su mejor salida, un esfuerzo de cuatro imparables en siete innings, el 22 de abril contra los Gigantes en Coors Field, le dio a los Rockies una victoria 12-13. El venezolano de 22 años llegó a las grandes ligas con aplomo, se ganó un puesto en la rotación en el entrenamiento primaveral luego de lanzar solo siete juegos la temporada pasada en AA. Holland, 31, estuvo dominante en 12 apariciones durante abril, se fue de 11-11 en situaciones de salvar juego, permitió solo 2 carreras en 12 innings, para una efectividad de 1.50. También tiene un WHIP de 1.00, solo ha permitido siete imparables. La recuperación de 18 meses de Holland luego de la cirugía Tommy John despues que fue firmado por los Rockies en la temporada muerta como una especie de proyecto de reclamación, lo metió de vuelta entre los cerradores élite del beisbol. En 2013 y 2014, tuvo efectividades por debajo de 2.00 con los Reales. Con los Rockies, ha comandado una drástica reconstrucción del bullpen, los relevistas de Colorado se ubican cuartos en la Liga Nacional con un WHIP colectivo de 1.20 a pesar de lanzar la mitad de sus juegos en el desventajoso Coors Field. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

martes, 2 de mayo de 2017

Una entrevista con Iván Murrell

Darrell Pittman. AstrosDaily.com. 25-11-2002. Iván Murrell nació en Panamá, se mudó a Costa Rica, luego regresó a Panamá, donde empezó a jugar beisbol y fue descubierto por los scouts de las ligas mayores. Fue firmado en 1963 por el equipo de expansión Colt .45 de Houston. Jugó en la organización Colt .45/Astros hasta 1968 (perdió dos temporadas por una lesión en la rodilla), luego jugó con los Padres y los Bravos. Después de eso, jugó varias temporadas en la liga mexicana antes de retirarse para seguir una carrera como entrenador con peloteros de escuela secundaria y universidades. Él fue lo suficientemente colaborador al aceptar una entrevista telefónica con AstrosDaily desde su hogar en Port St. Lucie, Florida. Aquí está la transcripción editada de nuestra conversación: Darrell Pittman: En su juventud, destacó en baloncesto, voleibol y futbol, y también fue un boxeador amateur invicto. ¿Cómo empezó en el beisbol, y porqué lo escogió sobre los otros deportes? Iván Murrell: En esa época mi mamá vivía en Costa Rica y mi papá vivía en Panamá, así que fui a pasar un tiempo con él en Panamá. Allí no tenían futbol y no podía boxear, porque yo era más grande que los otros muchachos. En realidad empecé a jugar beisbol alrededor de los 17 años de edad. DP: ¿Quién lo descubrió para el beisbol, y puede decirnos como lo firmaron? ¿Tuvo varias propuestas? IM: Fui observado por varios scouts. Los Medias Rojas de Boston estaban detrás de mí, pero el tipo que me firmó fue un scout cubano de los Colt .45 de Houston, llamado Tony Pacheco. DP: ¿Lo firmaron como agente libre en mayo de 1963? IM: Si, agente libre. No teníamos el draft escolar en Panamá, o algo parecido. Eso ha cambiado ahora, pienso que están tratando de hacerlo en todo el mundo. Pero en el pasado podían firmarte a cualquier edad. Hay un grupo de muchachos que firmó a la edad de 15 o 16 años. Yo firmé cuando tenía 18 años. DP: ¿Jugó en el sistema de ligas menores de los Colt .45, si fue así, donde jugó? IM: Participé en 40 juegos en Moultrie, GA. Eso fue en la Georgia State League, después me subieron a Houston. Entonces eran los Colt .45, el viejo Colt .45 Stadium. DP: Lo subieron en septiembre ¿cierto? Y debutó ante los Mets en Houston. ¿Que sintió cuando entró al terreno para participar en su primer juego de grandes ligas? IM: Mi primer juego fue contra los Cachorros de Chicago. En mi primer turno al bate conecté un imparable. DP: ¿Empezó el juego o entró como bateador emergente? IM: Lo empecé. Ese era un grupo de cuando ponían a jugar a todos los jóvenes de 18 años, ese grupo de novatos. DP: ¿Cuál fue su juego más memorable como pelotero de Houston, o el logro más memorable con Houston? IM: Diría que el primero, el primer turno al bate, porque yo nunca había visto 50.000 personas antes. Cuando empezó el juego yo jugaba en el jardín central. Al Spangler estaba en la izquierda, y Carl Warwick en la derecha. Hombre, me sentía terrible. Me sentía como un saltamontes, hasta que hice la primera jugada. Batearon una pelota hacia mí y la atrapé, entonces me dije “¡Dios mío, estoy aquí! ¡Más me vale despertar!” Es la sensación más extraña, no puedo explicar porque me sentía tan pequeño. De hecho, esa pelota casi me golpea porque estaba muy sorprendido, muy emocionado, que si no es por que Spangler me grita “¡Es tuya!” esa pelota probablemente me hubiera golpeado en la cabeza, DP: Debió haber sido una experiencia impresionante. IM: Si, lo fue. DP: ¿Tiene más recuerdos el viejo Colt Stadium? IM: Había mosquitos en el terreno. Recuerdo que hacía mucho calor y las gradas de los jardines eran de madera y estaban retiradas. Hacía mucho calor. Cada vez que nos querían castigar o penalizar nos mandaban a ejercitarnos allí. Despues que construyeron el Astrodomo, recuerdo que en el jardín central había una publicidad grande de Sunbeam Bread. A cualquiera que estrellara la pelota ahí o sobrepasara la publicidad, le obsequiaban mil dólares, en aquella época. DP: En aquella época, eso era bastante dinero, IM: Definitivamente eso era mucho dinero en aquella época. Mi salario de ligas mayores era 5500 $. DP: Un buen incentivo. IM: Si, mil dólares era bastante dinero. Teníamos el bono de incentivo, el que se gana al subir en el escalafón. 1000$ en Clase A, 1500$ en AA y 5000$ en grandes ligas. Así que yo conseguí todos los míos a la vez, porque no fui a AA o AAA. Jugué AAA más adelante en mi carrera, pero entonces pasé por encima de todo eso y fui directo a las grandes ligas. DP: Usted perdió las temporadas de 1965 y 1966 debido a una lesión en la rodilla. IM: 1965. Regresé en 1966. Se suponía que yo debía ser el jardinero central regular de Houston y me lesioné la rodilla el día que terminamos el campo de entrenamiento. DP: ¿Cómo se produjo la lesión? ¿Qué debió hacer para recuperarse? IM: Yo estaba jugando en el jardín central. Había un novato jugando campocorto, uno a quien le habían dado un gran bono. Hubo un pequeño elevado detrás del campocorto, hacia el jardín central corto, yo gritaba “¡La tengo! ¡La tengo!, pero creo que él no me oyó. Eso fue en Cocoa, entrenamiento primaveral, para evitar chocar con él, traté atrapar la pelota y hacerme a un lado pero mis pies no respondieron. Mi cuerpo fue en esa dirección pero mis pies se quedaron clavados en la grama y se pudo oir algo que estalló en mi rodilla…POC. Me sacaron en camilla. Tenían esperanzas de que me recuperara porque yo era muy joven. No ocurrió de esa manera. A la larga terminaron operándome. Perdí todo el año en rehabilitación en Cocoa. De hecho, debido a eso, le tomé cierta repugnancia a los huevos porque tenía que tomarme una merengada con 12 huevos todos los días, con la esperanza de que eso ayudaría a recuperarme de la lesión. Pero tuve que someterme a la cirugía. DP: Usted debió regresar en muy buena forma porque pasó muchos años jugando beisbol después de eso. IM: Si, regresé. Mis huesos no eran muy fuertes. En Costa Rica, no me gustaba la leche. Ellos solían beber la leche directo de la vaca y a mi no me gustaba la nata. No bebí mucha leche cuando era pequeño, pero me recuperé rápido. Se suponía que yo iba a estar inactivo hasta el entrenamiento primaveral. Regresé antes del entrenamiento primaveral poque quería jugar pelota invernal en Panamá. Entonces regresé al roster de grandes ligas en el entrenamiento primaveral. Me dijeron que necesitaba efectuar 100 juegos en las ligas menores, asi que fui de vuelta a Durham y me quedé allí y jugué. Me lastimé el hombro en el clima frío de Durham. Durham era muy, my frío. Regresé de nuevo. Mi brazo estaba mucho más fuerte. DP: Mientras usted se recuperaba de su rodilla, el equipo había cambiado de nombre y tenía estadio nuevo… IM: Ellos cambiaron de nombre en 1965 debido al problema de la cerveza y el revolver, el Colt .45. DP: Usted también tenía estadio nuevo y manager nuevo. ¿Cómo se sentía acerca de eso? IM: El Astrodomo. Bien, yo estaba muy emocionado con eso, muy feliz. Por alguna razón desconocida, nunca tuve la oportunidad de jugar a diario. Ellos me convirtieron en pelotero utility en todas partes donde iba debido a la habilidad que yo tenía. Pensaba que eso podía favorecerme. Podía jugar en el jardín izquierdo, jardín derecho, jardín central, primera base. Algo de tercera base. Todo lo que hice con los Astros, no sé que lo hicieron, ellos extraviaron muchos de mis registros allí. DP: Estoy mirando sus estadísticas defensivas y usted fue un excelente fildeador. IM: Yo era muy bueno fildeando, lanzando, corriendo, pero por alguna razón nunca tuve la oportunidad de jugar todos los días. Si ves mis estadísticas, cuando yo empezaba el juego, mi promedio de bateo estaba por encima de .300. Lo que me mataba era batear como emergente. Odiaba batear de emergente. Tenías que sentarte en la banca, sin saber cuando ibas a salir de emergente y de pronto, “Murrell, agarra un bate”. Tenía que enfrentar a Tug McGraw, Bruce Sutter, Mike Marshall, ese tipo de lanzador. Eso era devastador, no me gustaba batear como emergente. DP: Los bateadores emergentes dicen que ese es el trabajo más difícil del beisbol. IM: Lo es. Para mí era lo más rudo. Tengo promedio de .050 y algo o .070 y algo como bateador emergente. Pero como regular, tengo promedio sobre .300. Ellos no se dieron cuenta de eso, así que está bien. De manera que siguieron usándome como bateador emergente. Eso me desajustaba, pero lo disfrutaba. Pase parte de doce años (en las grandes ligas) haciendo eso. Fue divertido. DP: ¿Quiénes fueron algunas de sus personalidades favoritas de clubhouse cuando estuvo en Houston, tiene anécdotas que contar? IM: ¿Personalidades de clubhouse? Diría que el único en quien realmente nos enfocábamos era Doug Rader. Él era loco de verdad. Fue mi antiguo compañero de cuarto. Jugamos juntos en Oklahoma City, vivimos juntos y el hombre era especial. Él vive aquí en Stuart, también. DP: Me dicen que Dick Farrell también era medio atolondrado. IM: Si, Turk era otro loco.Él y Rader, siempre estaban tratando de superarse. Había muy pocos tipos de esas características. Nunca les prestábamos mucha atención. Era como algo adicional en la diversión. Hoy hay líderes de clubhouse y todo ese tipo de cosas. Jugábamos pelota duro y nos divertíamos. El dinero no aparecía para nada. No sabíamos que ellos tenían el dinero, entonces eso era un monopolio. Pensábamos que ellos tenían dificultades y no hacían ningún dinero. No nos enfocábamos en tratar de hacer esos grandes salarios. Solo queríamos jugar. Nos tenían a su disposición. Nunca tuve un aumento con Houston. Nunca tuve un aumento con San Diego. Nunca tuve ni una moneda de aumento. Mi aumento era el mínimo. Era sorprendente. Cuando llegué a San Diego los fanáticos averiguaron lo que yo ganaba y reunieron esa cantidad para mí. Entonces el equipo lo devolvió. El comisionado intervino, entonces era Bowie Kuhn, él fue y tomó el dinero. Eso fue terrible. Era ruda esa época. Era muy divertido jugar beisbol y me gustaba y no cambiaría nada, excepto que vivíamos quincena a quincena. Yo hacía más dinero en la pelota invernal que en las grandes ligas. Nunca debió ser así. Pero apreciaban más nuestros servicios en la pelota invernal que en las mayores. En grandes ligas había muchos tipos, no como hoy, había tantos tipos esperando oportunidades que si querías jugar, lo hacías por lo que te ofrecieran. Si no querías jugar, te ibas a casa. DP: Había menos equipos, menos trabajos y menos dinero. IM: Menos equipos, menos trabajos, y muchos peloteros buenos. Cantidades de ellos. Fijate cuantas temporadas jugó Maury Wills en las ligas menores. Y no solo él, había muchos tipos, Lou Johnson, se puede mencionar cientos de tipos quienes pasaban ocho, nueve, diez años jugando en las ligas menores. Pero hoy, eso se ha desvanecido. Se ha diluído, pongámoslo de esa manera. DP: Hoy en día, ellos se quejan por la dilución del talento con los equipos de expansión. IM: Si, es increíble. Pero sabes que eso es un gran error. Estábamos en el lugar apropiado en el momento equivocado. Lo diré de esa manera. DP: Usted fue uno de los primeros peloteros en jugar para dos equipos de expansión, los Colt .45 y los Padres de 1969. ¿Cómo se sintió cuando supo que fue escogido por los Padres en el draft de expansión? IM: Yo sabía antes que se realizara el draft, que sería escogido porque Preston Gómez era coach de los Dodgers y solía estar en el estadio durante la práctica de bateo. Él me preguntaba, “¿Por qué no estas jugando?” Yo le respondía, “Porque no aparezco en la a lineación. Si me pusieran en la alineación, jugaría todos los días”. Me véia batear y decía, “Hombre, tienes mucho poder”. Me veía correr, me veía hacer la práctica de infield. Me dijo que que si conseguía trabajo con uno de los equipos de expansión, me iba a tomar en el draft. Y lo hizo. Ellos me escogieron en la ronda 20. DP: Entonces no estaba sorprendido para nada. IM: No, porque recordaba lo que él me había dicho. DP: ¿Le molestó que los Astros no lo protegieran del draft? IM: En verdad no, porque los Astros nunca me dieron la oportunidad de jugar. Nunca jugué mucho con ellos. Pienso que estaban preocupados por mi rodilla, por mi lesión. Nunca tuve la oportunidad de jugar mucho con Jim Wynn ahí. Tenían a Joe Gaines en los jardines. De vuelta a los .45, ellos tenían a Johnny Weekly, Walter Bond, nunca tuve la oportunidad de jugar. Fui a San Diego y pensé que iba a ser el jardinero izquierdo regular y Preston Gómez, el último día me vio batear dos jonrones en un juego de exhibición en Seattle. Estaba emocionado con el estadio. Miré y mi nombre no estaba en la alineación, porque era un pitcher derecho. No dije nada. Prefiero batear contra pitchers derechos antes que contra zurdos. Soy un bateador derecho. Él nunca entendió eso, lo dejé así y me quedé ahí. Me dijo que mientras él fuese el manager, yo tendría trabajo. Así que no tenía porque quejarme. Sabía que tenía el trabajo asegurado. DP: ¿Fue usted regular en San Diego? Se nota que su promedio de bateo subió allí. IM: Él me ponía a jugar alrededor de dos o tres semanas todos los días y entonces me sacaba. Luego me ponía a jugar otras dos semanas. Cada vez que mi promedio subía hasta cerca de .300, me sacaban para cumplir el papel de bateador emergente. Me metí en problemas por decir eso, no querían que lo hiciera muy bien. Justo antes del juego de las estrellas, yo estaba bateando tres-algo, dos semanas antes del juego de estrellas y me sacaron. Me sentaron. Me tenian de bateador emergente todos los días. Mi promedio cayó a .267. Estaba bateando tres-algo. Tuve la oportunidad de ser escogido para el juego de estrellas debido a que él estaba escogiendo. DP: ¿Cómo fueron los primeros días con los Padres? IM: Los Padres fueron maravillosos. Disfruté San Diego, hombre, esa fue la ciudad más grandiosa. Ahora es una locura, pero en aquel entonces, era hermosa, el invierno era agradable. Si hubiésemos tenido algo de pitcheo en San Diego, le hubiéramos dado problemas a muchos equipos. Podíamos caernos a palos con cualquiera. Teníamos un muchacho cuando yo estaba ahí, Clay Kirby, él era nuestro as. Despues de él, todos los demás solo eran tiradores. Despues obtuvimos a Randy Jones, y tuvimos algunos otros pitchers, pero en esa época solo teníamos tiradores, Teníamos muchos tipos mayores que quemaban sus últimos cartuchos. Si bien no teníamos pitcheo, teníamos el bateo, Al Ferrara, Ollie Brown, Nate Colbert, Cito Gaston, Leroy Lee, yo, Chris Cannizzaro, Ed Spiezio, todos esos tipos. Teníamos bateo. DP: Usted jugó en un par de juegos sin hits ni carreras en el equipo perdedor. ¿Qué recuerda de eso? IM: No recuerdo haber estado en algun juego sin hits ni carreras en San Diego. Bob Gibson estuvo cerca, Tom Seaver estuvo cerca. No te gusta recordar un juego sin hits ni carreras desde el lado perdedor. El juego más rudo que recuerdo fue contra Tom Seaver en Nueva York. El primero de un doble juego nocturno, él ponchó 19 de nosotros, 10 seguidos. Fui bateador emergente, estaba en el séptimo turno de la alineación. El único tipo que él no ponchó fue nuestro bateador más débil, José García. Jugaba segunda base y campocorto. Seaver le concedió boleto dos veces. DP: Entiendo que usted tuvo experiencias interesantes al jugar ante Dock Ellis de los Piratas. ¿Puede decirnos que recuerda de eso? IM: Dock Ellis, él era el tipo de persona que sorprendía a todos. Le gustaba mantener pensando o preguntando a los demás acerca de qué demonios estaba ocurriendo. Quería mantenerte a sus pies. Fue el primer tipo en usar el peinao de bucles y rulos en el cabello. Recuerdo una noche ante de un juego, él tenía puesta su chaqueta del juego que lanzó sin hits ni carreras, caminaba hacia el bullpen. Yo estaba parado en el dugout y él dice, “Murrell, epa, Murrell. Mira esto, tienes que hacerte uno de estos”. Tenía rulos en el cabello. Pequeños rulos rojos, de los primeros que salieron. Él mantenía a todo el mundo en ascuas, nunca se sabía en que andaba o que demonios estaba haciendo. Te mantenía receloso. Ese era el tipo de persona que era. Sin duda a la primera oportunidad te iba a golpear. Sin pensarlo dos veces. Así era entonces. Si les bateabas un jonrón o les bateabas fuerte. Ellos te golpeaban en el turno siguiente. DP: Eso era parte del juego en aquella época. IM: Lo sabíamos. No era una gran cosa. Eso ha cambiado mucho ahora. Si te lanzan una pelota pegada, de pronto podría empezar una guerra mundial. DP: Si tratabas de tocar la pelota ante Bob Gibson, te iban a tumbar en el próximo turno. IM: Lo vi tratar de tumbar a Angel Brown con cuatro lanzamientos seguidos debido a que lo hizo esperar. Así era como jugábamos entonces. El juego terminaba y nosotros seguíamos. Bob Gibson no le hablaba a los jugadores rivales. Antes había mucha competitividad. Había menos equipos y muchos jugadores buenos esperando por una oportunidad. Querías cuidar tu trabajo y trabajar duro. DP: ¿Cómo era enfrentar a Bob Gibson o a Tom Seaver? IM: Yo tenía problemas con Seaver. Gibson nunca me molestó. Me gustan los tipos que se fajan contigo, la agresividad y todo eso. Disfruto eso. Nunca fui dominado por Gibson, ni como bateador emergente, ni jugando contra él. Pero con Seaver me tomó de 8 a 10 años batearle un imparable. Y él todavía recuerda eso. Era el tipo de persona que si sentía que no se suponía que podías batearle, él se lo tomaba muy en serio. Te hacía ver que no le ibas a batear un imparable. Así que cuando le bateé el imparable, el todavía lo recuerda hasta el presente. Él y Pete Rose, tenían memoria de elefante. Nunca olvidaban. Así de buenos competidores eran. DP: Su temporada final en las mayors fue en 1974 con Atlanta. ¿Cómo resultó que usted terminó siendo enviado allí? IM: Bueno, esa es una historia loca. Tenía la opción de ir a Chicago o Atlanta. Esas eran mis alternativas. Pensé en eso. Si iba a Atlanta, podia tener oportunidad de jugar todos los días. Quería jugar todos los días una temporada. Los Cachorros de Chicago me dijeron que esperara una semana. Esto fue cuatro días antes de que terminara el entrenamiento primaveral. Y los Bravos me llamaron y dijeron que si yo estaba listo, ellos me firmaban de inmediato. Toma tu equipaje, te daremos el boleto aéreo y viajas a West Palm Beach, te bajas del avión y empiezas a jugar de una vez. Bateé dos imparables, jugué el día siguiente, jugué un doble juego, en la mañana y en la noche, bateé dos imparables en cada juego y me fui con los Bravos. DP: Así que finalmente usted jugó todos los días. IM: Jugué todos los días por un rato, hasta que ellos despidieron al manager Eddie Matthews. Si Matthews se hubiese quedado, yo hubiera tenido más oportunidad de jugar, porque por alguna razón desconocida en este bateador de poder inquilino del Salón de la Fama, él solía disfrutar viéndome batear. En realidad me dio el trabajo de Mike Lum. Pero entonces el asunto desafortunado de sus excesos con la bebida hizo que despidieran a Matthews. Una vez que fue despedido y trajeron a Clyde King, ese fue el final de Ivan Murrell. Eso fue antes del juego de estrellas, Matthews fue despedido en junio y desde junio hasta septiembre, octubre, en más de tres meses, solo tomé siete turnos al bate. Él realmente destrozó mi carrera. Después de eso me convirtieron en coach-jugador en AAA, luego el año siguiente, 1976, no sabían lo que iban a hacer, me despidieron y fui a jugar en México. Pude haber jugado unos años más en las grandes ligas, estaba muy molesto por eso. DP: ¿Puede contarnos algo de sus experiencias en la liga mexicana? IM: La liga mexicana, eso es otra cosa. Es difícil de explicar. Si de verdad quieres ver cuanto disfrutas jugando beisbol, juega en la liga mexicana. Jugué allí desde 1976 hasta 1985. Tenías que viajar en buses por 48 horas y salir a jugar pelota. La comida, me enfermé varias veces. De hecho, tuve algo en mi estómago hasta hace tres años, eso rebrotó y casi me mata. No podías beber agua, ni comer lechuga, todo era muy picante. Toda una experiencia. Pienso que eso ha mejorado ahora. Hay muchos tipos que van a jugar allí y los llaman de vuelta a las grandes ligas. Mira a Julio Franco y este otro tipo, puedes nombrar varios tipos. Tuve oportunidad de ir a Japón también, y la rechacé. Pienso que el dinero no era suficiente. Al menos eso fue lo que me dijeron. No quería ir allí. Fui coach en San Diego y después scout en Oakland. Ese fue el final de mi carrera en el beisbol profesional. DP: Sé que George Brunet jugó en la liga mexicana hasta más allá de los 50 años de edad. IM: Él jugó allí por mucho tiempo. DP: Pienso que él finalmente murió allí en un accidente automovilístico. IM: Él se mantuvo alli porque tenía esa gran curva lenta que lanzaba por encima del brazo. Podía lanzar la pelota entre las 80-85 millas. Ochenta y cinco millas por hora en una pelota en curva. Él jugó hasta más allá de los 50 años de edad. Esa también era mi meta, pero de nuevo me decepcioné. Llegó un momento cuando no pudieron pagarme más, así dijeron. Así que jugué dos temporadas, con el mismo salario, 4.500$ mensuales. Lideré la liga en jonrones, en bateo, en carreras empujadas, y repetí el año siguiente. Estaba luchando otra vez por la triple corona y ellos me llamaron y dijeron que no podían pagarme más, así que les dije, está bién, adiós. Y renuncié. Eso fue en 1984. DP: Desde que usted colgó los spikes, ha estado entrenando jugadores de escuela secundaria y la universidad. IM: Tuve una academia de beisbol, y todavía entreno peloteros. Lo hago en un lugar privado porque no tengo terreno prolpio, eso es muy difícil. Entrené en una escuela secundaria aquí, South Fork High School, por cuatro años. Tuvimos la mejor marca en la historia de la escuela. Me fracturé un hueso en el dedo del pie y ellos querían que regresara a entrenar en muletas, con un yeso, y dije que no. No puedo hacer eso, no voy a salir a entrenar así. Nunca jugué beisbol a media máquina. No iba a esperar hasta ahora para salir alla afuera estando incapacitado. No, tengo que estar al tope de mis facultades. Si no estoy en buena forma, no lo voy a hacer. Ese fue el final de mi carrera en la escuela secundaria. Entreno muchachos. Tengo varios muchachos a los que les he conseguido becas y cuatro que han firmado contratos prosfesionales. Ellos me mantienen en forma y ocupado. Desearía tener uno o dos campos pequeños de beisbol. Me iría mucho mejor. Para eso se necesita dinero. ¿Conoces a alguien con un par de millones de dolares que quiera invertir? DP: ¡Desearía! IM: Diles que me llamen. Aquí en Florida se puede jugar beisbol todo el año. Tengo muchos peloteros aquí, pero pocos campos. Pocos entrenadores. DP: Estuve en una cena la semana pasada, donde J.R. Richard fue inducido al Salón de la Fama del beisbol de Texas, y Gene Elston habló. Dijo que una de las cosas que el pensaba hacían falta era una liga invernal estadounidense para jugar en el sur. IM: Pudieran hacer eso aquí. Se pone frío, pero no como en el norte. Una vez trataron de hacer una liga para peloteros mayores, hace unos años, 1989, 90, 91, pero se acabó. Lo estaban haciendo bien, pero se acabó el dinero. Eso los acabó. Eso hubiera sido grandioso. Se necesita hacer eso con estos jovenes. Tienen todos los campos grandes ahí. ¿Por qué algunas personas no pueden abrir su manera de pensar? Ellos podrían hacerlo. Solo para poner a tono a los peloteros para la temporada siguiente. No necesariamente tiene que haber 5.000 personas en las tribunas. Esos peloteros pueden tener una buena preparación, estarían en Estados Unidos, jugando beisbol competitivo. Nadie ha tenido esa idea. DP: En terminos de ser entrenador de los jóvenes allí, ¿Hay algunos prospectos de los que deberíamos saber algo? IM: Hay un par de muchachos. Tengo un pitcher llamado Nick Eric, hay varias universidades detrás de él. Hay varios muchachos más en los alrededores. Hay otro llamado Keith Hendrick, no este año, véanlo el año que viene cuando esté en su año final de secundaria, tengan cuidado con él. Me recuerda exactamente a Lenny Dykstra. La misma apariencia, el mismo tipo pequeño zurdo, fuerte. Va a llamar la atención, pienso que entre este año y el siguiente. Está en tercer año. No diría que ya está listo. Va a jugar este año, espero que lo haga bien, debería batear algo y el año siguiente sorprenderá a varios. Lo he estado entrenando desde que tenía nueve años de edad. Tengo otros muchachos por ahí. No están completamente listos. DP: Sé que Rick Ankiel salió de Port St. Lucie. ¿Trabajó usted con él? IM: Lo entrené un par de veces, él fue a Santo Domingo y Puerto Rico. Asistió a Port St. Lucie High School y yo entrenaba en South Fork. Así que no pude tenerlo. El muchacho arrancó y bum, bum, bum. DP: Además, es un pitcher. IM: Si, él era pitcher, aunque puede batear. Puede jugar en los jardines. Este era un pitcher, que si ellos querían, podían intercambiarlo con los jardines y la primera base, y él podía hacer un buen trabajo. Garantizado. El muchacho puede batear. Batear con poder, para promedio. Puede batear. Lo tuve cuando él tenía, ¿doce, trece años de edad? Ya entonces podía batear. Todavía puede batear. No sé lo que va a pasar con él este año, pero puede jugar. Espero que pueda volver a pitchear. Tiene mejor oportunidad lanzando. DP: Espero que pueda recuperar su control. IM: Pienso que tiene algun problema en su hombro. No era necesariamente su control. Su hombro y su codo lo estaban molestando, pero nunca dijo nada acerca de eso. Pienso que se suponía que ellos le iban a practicar una cirugía artroscópica, pero lo dejaron así. Cuando lanza la pelota contra la malla detrás del plato, ese no es él. Lo conozco muy bien. DP: El draft de grandes ligas para el beisbol amateur cubre solo jugadores de Estados Unidos y Canadá. ¿Piensa usted que el draft debería abarcar todo el mundo? IM: Pienso que sí. Están tratando de que sea de esa manera. Pero no sé si lo van a hacer. Hay conversaciones al respecto, se trabaja en eso, y deberían hacerlo porque se abusa de los muchachos de Latinoamérica. Los firman muy jóvenes, les dan poco dinero, hoy en día están empezando a mejorar el bono. Recibí 500$ y en menos de dos meses, estaba en grandes ligas. Eso es un robo. Están tratando de hacer cambios. Espero lo hagan. DP: ¿Que piensa usted del estado actual del beisbol profesional? IM: No es tan competitivo, y no hay el mismo amor por el juego como cuando jugábamos. Hoy es un negocio. Cuando jugábamos era un juego. Doy todo por los tipos, consigo todo lo que se puede, y despues que no puedo jugar más, me dan una patada y me echan a un lado. Ellos tienen que cambiar eso. Tienen que cuidar a su gente. Tienen todos esos millones, tienen el juego donde está, no es como el hockey, baloncesto o golf. El beisbol es completamente diferente de cualquier otro deporte. Ellos tienen que hacerse cargo de los peloteros de alguna manera o forma. El beisbol quiere sacarte y patearte tan lejos como sea posible. Yo debería poder asistir a cualquier juego en Estados Unidos y si los llamo para solicitar el boleto, solo consigo más malos tratos y desconsideración y les digo, está bien, déjenlo así. No puedo llamar y hablar con cualquiera. He sido afortunado con los Mets, he podido hablar con ellos y conseguir jornadas de pruebas para algunos muchachos y hasta firmarlos, pero esos son los Mets, porque vivo aquí y conozco a los muchachos. Me ven y me conocen. Si les digo que el muchacho está bien, eso significa que es bueno de verdad. Ellos lo verán. Pero es muy triste la manera como muchos tipos son lastimados no físicamente, sino en sus sentimientos, su orgullo, solo en los últimos años han empezado a emplear expeloteros de grandes ligas en esos cargos. Muchos de esos muchachos, por más talento que hayan tenido, no están en el beisbol debido al tratamiento que recibieron. DP: La mayoría de ellos se convierte en scouts, entrenadores ¿o que? IM: Ser scout es difícil. Ellos no quieren ser scouts. Ese es un trabajo de esclavos. Cambian las reglas de escautear y eso es duro. Es muy, muy difícil. DP: ¿Eso es principalmente por los viajes? IM: Los viajes y los requerimientos. Solía ser que si eras un scout, iba a ver a un Ivan Murrell, ves a Ivan Murrell y lo reportas. Ahora, si vas a ver a Ivan Murrell, tienes que ver a Ivan Murrell y a todo el equipo y enviar un reporte de todo el equipo. Y del otro equipo también. Así que tienes mucho que escribir y tiempo de trabajo y el pago no es bueno. Quienes ganan el dinero son los peloteros grandes ligas. Cualquier otro no gana mucho dinero. DP: Imagino que la mayoría de los scouts de ligas menores tienen que tener trabajos en el receso entre temporadas. IM: Definitivamente la mayoría. Como cuando yo jugaba, teníamos que trabajar después de la temporada de grandes ligas. Así es como son las ligas menores. Las ligas menores de hoy son como solían ser las grandes ligas en la década de 1960. DP: ¿Es diferente el beisbol debido a la longitud de tiempo que toma desarrollar a un pelotero joven? IM: No en realidad. Un pelotero joven, si tiene el deseo y la habilidad de jugar, se toma el tiempo, los hábitos de trabajo, la consistencia en su trabajo, y aprenderá a medida que practica, como el niño que pasa desde la escuela primaria a la secundaria, él no está realmente crecido y desarrollado hasta el penúltimo año de la secundaria y entonces necesita ir a la universidad por algunos años. Ocurre igual con el beisbol. Muy pocos peloteros van directo desde la universidad a las grandes ligas. Solo unos pocos. Muy pocos peloteros hicieron lo que yo hice, viniendo de donde vengo. Yo tenía la habilidad, no tenía el conocimiento porque no jugué pelota amateur. Es duro, muy duro. Pongamoslo de esta manera, cualquiera puede jugar, pero no todos pueden llegar porque no es tan fácil como se ve por televisión. DP: Eso lleva a la siguiente pregunta, ¿Tiene usted algún consejo para los jóvenes aspirantes a ser peloteros que quieren jugar beisbol profesional, digamos para los muchachos de doce o quince años de edad? IM: Les diría que vayan a la escuela. Mi primer consejo, no dejen de soñar, pero hagan de ir a la escuela su primera prioridad, obtener ese pedazo de papel. Escuela secundaria o la universidad. Eso es para siempre. El beisbol podría durar uno o dos años, si se tiene suerte. Así que mi consejo sería que vayan a la escuela, escuchen a mamá y papá, vayan a la escuela, maravilloso, mamá y papá los amarán más. Les están ahorrando dinero. Hagan de la escuela su primera prioridad. Vayan a la escuela. DP: Ellos tienen que hacer algo despues del beisbol. IM: El promedio de llegar a las grandes ligas es como de uno en 20.000 o más. Y entonces puede ser que solo juegues pocos años. Una vez que llegas a los 30 o 35 años, si no ganaste millones, no puedes sentarte a disfrutar tu dinero. Como algunos de nosotros, como yo, entonces te tienes que buscar un trabajo. Y si no tienes ese pedazo de papel, entonces ¿qué vas a hacer, ir a vender gasolina en una bomba? Despues de jugar diez, doce años en las grandes ligas, no hombre, eso es degradante, tratas de conseguir un trabajo, te dicen que estás sobrecalificado porque no te pueden pagar lo que ganabas como pelotero de grandes ligas. No puedo conseguir trabajo en la actualidad. Podría si quisiera vender gasolina en una bomba. ¿Quiero vender gasolina? ¿Es malo trabajar en una bomba de gasolina? No, pero yo no lo haría. Entonces ¿qué hacer? Tienes momentos dificiles. Así es como es esto, hombre. Les diría que vayan a la escuela. DP: Eso suena a consejo. En términos del juego en sí, en la adquisición y cultivo de sus destrezas beisboleras, ¿tiene usted otro consejo? IM: Tienes que ser un buen atleta. Si no eres atleta, estás en problemas. La mayoría de los atletas de hoy, juegan futbol americano o baloncesto. Hice una predicción hace año y medio, el beisbol será para los extranjeros, negros, y latinos. Los niños estadounidenses ya no quieren jugar beisbol. Encontraras unos aquí y allá, pero no son dedicados, tienen muchas distracciones, mucho que hacer. Pero los hambrientos son los latinos y si se dispersan por el mundo como tratan de hacer, hay muchas personas quienes lo notaran. DP: Esta es la última pregunta. ¿Hay algo que no le haya preguntado que le gustaría comentar con los lectores de AstrosDaily? IM: Nací en Panamá, me crié en Costa Rica, he estado aquí por 39 años. He sido ciudadano estadounidense por algunos años. Si me abres el cerebro verás puro beisbol. Me gustaría estar en el beisbol, ser instructor de bateo o instructor de jardineros, pero eso es muy difícil. Amo el juego, siempre amaré el juego. Es mi vida. Es de lo que Iván está hecho. Así que hablaría de eso. Voy a Costa Rica de vez en cuando, de hecho iré para allá en un par de semanas. Mi mamá está un poco enferma, así que voy a viajar para allá. DP: Espero que ella se mejore pronto. IM: Seguró que mejorará, ella es muy fuerte. Además, disfruté la entrevista. Si pudiera vivir de nuevo haría lo mismo pero volvería a la escuela y terminaría mi carrera en mecánica de aviación, para ser piloto o mecánico. Estudié dos años de mecánica de aviación, para ser mecánico o piloto, pero entonces me metí en el beisbol y abandoné los estudios. DP: En verdad, disfruté la entrevista también, y quiero agardecerle por su tiempo. IM: Fue un placer, hombre. Seguimos en contacto. ¡AstrosDaily desea agradecer a Mr. Murrell por tomarse el tiempo para hablar con nosotros! Me gustaría agradecer a mi querida novia, Susan Pittman, por transcribir la cinta de la grabación. DP. Traducción: Alfonso L. Tusa C.