viernes, 18 de diciembre de 2015

Rubén Gómez, antiguo pitcher de los Gigantes de Nueva York y San Francisco, fallece a los 77 años.

Richard Goldstein. 30 de julio de 2004. The New York Times. Rúben Gómez, un pitcher importante para los Gigantes de Nueva York y San Francisco en los años ’50 y uno de los primeros grandes ligas de Puerto Rico, falleci{o este lunes en su hogar de San Juan. La causa fue complicaciones de una dolencia renal, dijeron los Gigantes. Gómez, un derecho con una screwball extraordinaria, ayudó a impular a los Gigantes de Nueva York hacia el banderín de la Liga Nacional en 1954 con una marca de 17-9. {El inició y ganó el tercer juego de la Serie Mundial mientras los Gigantes barrían a los Indios de Cleveland. Gómez se unió a los Gigantes en 1953, ganó 13 juegos en un tiempo cuando los puertorriqueños tenían poco impacto en el beisbol de Grandes Ligas. Hiram Bithorn ganó 18 juegos para los Cachorros de Chicago y el jardinero Luis Olmos bateó .313 con los Dodgers de Brooklyn en los años de la segunda guerra mundial, pero Roberto Clemente, el futuro jardinero del Salón de la Fama, aún estaba a dos temporadas de debutar con los Piratas de Pittsburgh cuando Gómez se convirtió en Gigante. Cuando Gómez llegó al aeropuerto de San Juan luego de la Serie Mundial de 1954, fue recibido por 5000 aficionados que lo esperaban bajo la lluvia. Fue homenajeado con un día feriado público por el gobernador, Luis Muñoz Marín. “Él era el muchacho de Puerto Rico, el ídolo de todos”, dijo ayer en una entrevista telefónica Orlando Cepeda, el primera base del Salón de la Fama y compañero de Gómez en los Gigantes de San Francisco de 1958. Cepeda, quién conocía a Gómez desde la juventud, recordó verlo lanzar en la Serie Mundial por televisión. “En la escuela secundaria en Puerto Rico, ellos nos daban las horas libres para que pudiésemos ver los juegos”, dijo él. Gómez ganó 15 juegos para los Gigantes en 1957, su último año en el Polo Grounds. El 15 de abril de 1958, el se convirtió en el pitcher ganador del primer juego de Grandes Ligas efectuado en la costa oeste, al blanquear a los Dodgers, 8-0, en el Seals Stadium de San Francisco. Gómez también era recordado por un par de situaciones. En septiembre de 1953, Gómez golpeó a Carl Furillo de los Dodgers de Brooklyn en la muñeca en el Polo Grounds. Furillo se dirigió hacia el dugout de los Gigantes, y descargó su furia hacia el manager de los Gigantes, Leo Durocher, y salió con la mano fracturada del enfrentamiento. En julio de 1956, Gómez golpeó al primera base de los Bravos, Joe Adcock en la muñeca en el County Stadium de Milwaukee. Cuando el imponente Adcock se dirigió hacia el flacucho Gómez, Gómez le lanzó la pelota y lo golpeó en la cadera, luego corrió hacia el dugout de los Gigantes con Adcock persiguiéndolo. Gómez, nativo de Arroyo, P.R., también lanzó para los Filis, Indios y Mellizos y tuvo un record vitalicio de 76-86 en 10 temporadas. Le sobreviven su esposa, María, dos hijos y una hija. Juan Marichal, el pitcher del Salón de la Fama de República Dominicana, fue inspirado por Gómez mientras Marichal jugaba en ligas menores. “Yo veía a Orlando Cepeda, Felipe Alou y Rubén Gómez por televisión”, le dijo una vez Marichal a The Associated Press. “Empecé a aprender de que trataban las Grandes Ligas y esperaba que algún día yo pudiese ser uno de ellos”. Traducción: Alfonso L. Tusa C. Nota el traductor: Gómez reforzó al Magallanes hacia finales de la temporada 1965-66 y en el playoff semifinal de esa campaña.

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