miércoles, 17 de febrero de 2016

Sauveur reflexiona sobre su exitoso período como coach de pitcheo

Brendan McGair/ Pawtucket Red Sox. 26-09-2014. MiLB.com A pesar de doblarlos en edad, Rich Sauveur tiene mucho en común con los numerosos pitchers AAA quienes fueron confiados a su cuidado durante su exitoso período de siete años como coach de pitcheo de los Medias Rojas de Pawtucket. El hombre de 50 años esperaba por un trabajo a nivel de Grandes Ligas. Sin embargo, la prosecución del sueño de Sauveur no ocurrirá en Boston, esa es la razón por la cual renunció a seguir con Pawtucket en el playoff. Sauveur se va a continuar su carera en otra organización, cierra un capítulo sin amargura o resentimiento, sino con la reflexión de que era el momento de un cambio. Sauveur deja un cuerpo de trabajo que figura para funcionar bien en el futuro. El cuerpo bajo su tutela produjo dos Pitchers Más Valiosos de la International League (Charlie Zink en 2008, Anthony Ranaudo en 2014), y la edición de 2010 marcó la única vez que el cuerpo tuvo una efectividad colectiva por encima de cuatro. Sauveur deja McCoy Stadium con un curriculum que debe abrir muchas puertas. Contactado temprano esta semana en su dirección de Florida, Sauveur dijo que hay una gran parte de él que desea poder haberse quedado con los Medias Rojas. Escalar esa cota final con la organización lo habría colocado en la misma categoría que los Ranuados del mundo, pero resulta ser que las estrellas no estaban alineadas para ese tipo de aterrizaje suave. “(Los Medias Rojas” me dieron sus razones y las entendí 100 porciento. Ellos querían alguien con experiencia a nivel de Grandes Ligas”, dijo Sauveur. “Llega el momento cuando debes tomar una decisión y pensé que era hora”. Juan Nieves se convirtió en el quinto coach de pitcheo diferente de los Medias Rojas durante la estadía de Sauveur con Pawtucket. De acuerdo a Sauveur, él nunca fue entrevistado por Boston, un movimiento que en algunos círculos pareció curioso considerando las fuertes relaciones de trabajo que él había cultivado con casi cada brazo con el que contaban los Medias Rojas. Las razones de porque los Medias Rojas escogieron mirar en cualquier dirección excepto la de Sauveur solo fueron articuladas ante él alrededor del receso del Juego de Estrellas luego que él informara al personal del equipo que un comienzo fresco era probablemente lo mejor. “Despues de siete años, sentí que tal vez iré a otro lugar y empezaré de nuevo”, dijo él. “Fue muy duro porque si yo quería ser un coach de pitcheo de AAA, pienso que tendría el mejor trabajo en el beisbol. Los Medias Rojas son una organización muy buena, probablemente la mejor donde haya estado. Hasta los Medias Rojas de Pawtucket, ellos se convirtieron en familia. La parte más dura fue probablemente dejar a esos muchachos”. “No puedes complacer a todos, pero tal vez si yo pudiera haber tenido una entrevista aquí o allí, por lo menos sabría lo que estaban pensando de mi”, continuó Sauveur. “Me parece que eso ayudó a tomar mi decisión. Los Medias Rojas no hicieron nada malo, pero todo lo que aprendí salió cuando anuncié que me iba y pregunté porqué no conseguí esa entrevista”. Desde John Farrell hasta Nieves y cualquiera entre ellos, Sauveur dice que disfrutó una fuerte y productiva relación de trabajo con los coaches de pitcheo de Boston. El ahora antiguo supervisor de los pitchers de Pawtucket compartió como felicitó a Nieves luego de inicialmente batallar con la idea de que una vez más había sido dejado de lado. “Juan se lleva bien con todos y él es el tipo apropiado para el trabajo, no hay duda de eso”, dijo Sauveur. “Él ha ganado un amigo y vamos a estar en contacto. Si consigo un trabajo en Grandes Ligas, él recibirá llamadas telefónicas mías”. A Sauveur le preguntaron si sus creencias sobre como manejar un cuerpo de pitcheo AAA se ajustaban a la filosofía de los Medias Rojas. “Muy, muy cercana. Me veo como una persona llevadera y pienso que los muchachos hicieron un gran trabajo en Pawtucket de acuerdo a lo que yo quería. Pienso que trabajamos muy bien con los cátchers para planificar el juego, lo cual es muy importante. Quieres que los pitchers confíen en los ctachers”, dijo Sauveur. “Nuestros planes de juego era muy simples y tenía que ser así porque si te empeñas en profundizar en detalles, es sobrecargar al pitcher en lo que trata de lograr. Preguntábamos, ‘Atacamos al bateador con rectas o le pitcheamos basura?’” “Como coach de pitcheo de ligas menores, sigues las reglas implementadas por el coordinador de pitcheo y el director de granjas y hasta de personas de arriba como el coach de pitcheo de Grandes Ligas. Ellos hablan acerca de que hacer con los muchachos una vez que llegan a cierto nivel”, dijo Sauveur sobre la cadena de mando que él siguió. “Si yo quería introducir algo, preguntaba, ‘Hey, pienso que deberíamos hacer esto’. Pero era su decisión y esa es la forma como debe ser”. Comprensiblemente, Sauveur tenía un archivo para cada pitcher de los PawSox. Sauveur tenía en su programa información de ajustes mecánicos o reflexiones sobre el lado mental. “Tuve que aprender a adaptarme a los cambios de dirección que puede presentar el nivel AAA porque cada individuo es diferente. Hay tipos que están cerca de llegar a las Grandes Ligas y hay otros que han estado en la mayores y fueron enviados abajo”, dijo Sauveur. “A un tipo como (el relevista) Alex Wilson, yo podía decirle cualquier cosa y el podía manejar la realidad. Esos son los tipos más fáciles para interactuar. Con los tipos quienes se molestan porque no logran lo que querían en cierto período de tiempo, tienes que saber que camino tomar. ¿Sabes lo que es ir diciendo las cosas poco a poco?” Hubo muchos puntos altos acompañados de su bajos durante la estadía de Sauveur con los PawSox. Llevar a Zink, quien como Sauveur en sus días de jugador activo era un practicante de la bola de nudillos, a lograr los topes de su carrera en efectividad y juegos ganados en 2008 inmediatamente sobresale. Zink llegó a esa temporada con una efectividad de 4.34 en siete temporadas de ligas menores. Ese año él tuvo marca de 14-6 y efectividad de 2.84. En 2011, Sauveur se apareció con una rutina de calentamiento que le agradó a Clay Buchholz y se la planteó a Andrew Miller. Además de implementar unos pocos ajustes en la mecánica de Miller, Sauveur fue capaz de encarrilar al talentoso y para el momento descontrolado zurdo por el camino correcto. Hoy en día, Miller es uno de los mejores relevistas zurdos de la Liga Americana. “Notamos que cuando Andrew hacía el windup estaba rotando mucho la parte superior del cuerpo. Fue sugerido que él comenzara el windup sobre la marcha y ahí fue cuando su control mejoró 100 porciento”, dijo Sauveur. “Sabíamos que él podía pitchear. Era asunto de poner todo junto”. Indiscutiblemente, el mejor momento de Sauveur llegó en 2009. Buchholz estaba lanzando sobrado en AAA, aún tuvo que enfrentar varios obstáculos para regresar a la rotación de Boston. (¿Recuerdan a John Smoltz y Brad Penny?) “Tenía que encontrar la manera de mantener a Buchholz feliz en AAA cuando él ya había lanzado un no-hitter en las mayores y dominaba a los bateadores aquí, pero no había espacio para él”, recordó Sauveur. “¿Cómo mantienes a un tipo sano lanzando como lo hacía él?” En el transcurso de su estadía con los PawSox, Sauveur vio un cambio sustancial en la conformación del cuerpo de lanzadores de AAA. Cuando Sauveur empezó, la rotación consistía de antiguos grandeligas como Bartolo Colón, y pitchers que habían dejado de ser prospectos como Zink, David Pauley y Devern Hansack. Esta temporada representó un gran contraste con Pawtuckest mostrando un grupo de veinteañeros en quienes los Medias Rojas esperan puedan convertirse en colaboradores confiables para mejorar. “Al estar alrededor de Ranaudo, Hemnry Owens, Brandon Workman y Matt Barnes en los entrenamientos primaverales estos últimos años y oir lo que ellos hacen en Clase A y AA, los he visto crecer”, dijo Sauveur. “Me gustaba tener a los Colón y Hansack porque ellos hacían más fácil mi trabajo. Ellos sabían lo que tenían que hacer. Los muchachos jóvenes son donde necesitaba trabajar para ganar mi dinero”. Owens dijo, “Rich no cambió nada de lo que yo hacía. Él solo me decía que me mantuviese consistente. Si yo tenía dificultades o lo hacía bien, él me recordaba que soy humano. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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