martes, 25 de marzo de 2008

El Dodger Wally Moon encontró el éxito en el Coliseo de Los Ángeles.

Parecía el peor cambio, uno que no beneficiaba a ningún equipo. Una negociación que merecía el último rincón de la página de transacciones.
Hace 50 años los Dodgers enviaron a Gino Cimoli a los Cardenales de San Luis a cambio de Wally Moon, un cambio de jardineros, ambos venían de batear menos de .250 la temporada anterior. Los Cardenales añadieron al pitcher Phil Paine, de quién no se supo más.
Así era como los Dodgers planeaban recuperarse del séptimo lugar de la temporada de 1958?
Moon bateó .238 en su última campaña en San Luís, largó 7 jonrones y empujó 38 carreras en 108 juegos. Estuvo inhabilitado por una lesión en el codo izquierdo ocasionada por un choque con su compañero de los jardines Joe Cunnigham. ¿Bienes dañados o peloteros remendados? El gerente general de los Dodgers, Buzzie Bavasi decidió hacer la apuesta.
Para hacer las cosas más difíciles Moon era un bateador zurdo que venía a jugar al Coliseo de Los Ángeles, un cementerio para los que hacían swing de ese lado del plato. La cerca del right center estaba a 440 pies. Allí iban a morir todos los batazos largos. En 1958, la primera de los Dodgers en el Coliseo, de 193 jonrones que se batearon, solo 8 fueron por el right field. En contraste los asientos del left field estaban a sólo 251 pies del plato, inapropiadamente protegidos por una pared de 42 pies de altura.
"Venía de un año difícil", dijo Moon, de 77 años, residente de Bryan, Texas, donde ha vivido los últimos 25 años. "Y me sentía algo incómodo al saber que iba a un lugar donde recargaban la alineación de bateadores derechos para sacar ventaja de la pared. Dudaba si tendría oportunidad de jugar con frecuencia".
"Consulté a mi viejo compañero de equipo, gran amigo y consejero, Stan Musial. Me dijo que podía aprovechar esa pared. Me recordó que yo había mostrado habilidad para batear hacia todos lados. Sólo tenía que poner más énfasis en batear hacia la izquierda. Con su apoyo, encontré la forma de dirigir mis batazos hacia esa zona".
Moon disfrutaba con los retos. Cuando llegó a los Cardenales en 1954, reemplazó a Enos Slaughter, una leyenda en los jardines de San Luis. Durante el primer turno de Moon en Grandes Ligas, los aficionados lo recibieron con este cántico: "Queremos a Slaughter".
Moon respondió descargando un jonrón. Ese año fue nombrado Novato del Año de la Liga Nacional, venciendo entre otros a un jardinero de los Bravos de Milwaukee llamado Hank Aaron.
Parecía un mandato que Moon llegaría a ser atleta. Nació en Bay, Arkansas. Recibió el nombre de Wallace Wade Moon en honor a un antíguo entrenador de fútbol americano de Duke y Alabama quién llevó a sus equipos a ganar dos veces el Rose Bowl. Moon también venía de una familia de tradición en los estudios. Él obtuvo una maestría en administración del Texas A&M mientras jugaba en las Ligas Menores.
Con su codo recuperado, Moon a su llegada al Coliseo combinó su inteligencia con su atleticismo para desarrollar la técnica que llamarían "Moon shots" ("Rayos de luna"), una década antes que Neil Armstrong diera su salto gigantesco para la humanidad. Los pitchers contrarios rechinaban sus dientes y los left fielders estrellaban sus espaldas contra la fastidiosa pared. Moon usaba un swing de adentro hacia fuera para levantar jonrones sobre la barrera del jardín izquierdo, sin hablar de la cantidad de dobles y sencillos que rebotaron de la superficie agujereada.
"Sabía que en el Coliseo, los pitchers le lanzaban adentro a los bateadores zurdos, con la esperanza de hacerlos conectar hacia el jardín derecho o el centerfield hacia donde bateaban pocas veces", dijo Moon. "Lo que hice fue juntar más las manos al cuerpo para extender más el bate con swing de poder. Era un swing educado. Trataba de darle a la parte de abajo de la pelota para levantarla. Esa no fue la forma como me enseñaron a batear. Se supone que debes pegarle a la bola en la parte superior para conectar líneas”.
En el año de la vuelta a su nivel de juego, Moon bateó .302 y despachó 19 cuadrangulares. Catorce en el Coliseo, nueve sobre la pared del left field. Pero ninguno tan dramático como el del 31 de agosto de 1959.
Sandy Koufax había ponchado 18 Gigantes de San Francisco en nueve innings para igualar la marca de Grandes Ligas. Pero el juego seguía empatado 2-2. Moon vino a batear en el cierre de ese episodio contra el relevista Al Worthington con dos hombres embasados. Y largó un Moon shot (Rayo de luna) para ganar el juego. Fue un estacazo inmenso que puso a delirar las 60.154 que plenaban el Coliseo esa noche.
“Eso fue inolvidable”, dijo Moon. “Todavía oigo la ovación, todavía la siento, todavía veo la pelota volando sobre la pared después de todos estos años”.
Moon no sólo tuvo que aprender a jugar con la pared mientras la tenía de frente como bateador, sino también cuando la tenía a sus espaldas como jardinero izquierdo.
“Los aficionados estaban justo detrás de ti”, recuerda Moon. “Escuchaba muchos gritos de apoyo. Pero era difícil jugar a la defensiva allí. Tu instinto natural como jardinero es buscar la pelota. Pero en el Coliseo tenías que detenerte y dejar que la pelota viniera hacia ti. Todo podía volverse confuso con la pelota rebotando de la pared en diferentes direcciones. Nunca sabías a donde iba la pelota.
Los Dodgers ganaron la Serie Mundial de 1959 e hicieron ganar la apuesta a Bavasi.
Moon pronto se enamoró de su nueva ciudad.
“Para un muchacho de Arkansas”, dijo Moon. “Los Ángeles despierta los sentidos”.
Cuando los Dodgers se mundaron del Coliseo a Dodger Stadium después de la temporada de 1961, Moon anotó la última carrera del equipo en el Coliseo.
Moon jugó en tres equipos campeones de Serie Mundial con los Dodgers antes de que lo dejaran libre al final de la temporada de 1965.
Moon trabajó como Director de deportes y entrenador de béisbol en la Universidad John Brown, como coach y manager de Ligas Menores y dueño de los Dodgers de San Antonio por 4 años comenzando a finales de los años setenta.
Se retiró hace 10 años para pasar más tiempo junto a su esposa Bettye, sus 5 hijos y 7 nietos. En sus ratos libres juega golf y se va de cacería.
Para su familia, los momentos especiales van más allá de los Rayos de luna (Moon shots). Cuando su hija LaRhesa fue elegida reina de su liceo, ella aún recuerda las palabras de su padre: “Esto es mejor que cualquier jonrón que haya bateado”.
Moon estará de regreso este sábado 29 de marzo en el Coliseo para el juego de exhibición entre los Dodgers y los Medias Rojas de Boston . En este juego se espera una asistencia record de 115.000 personas.
Él estuvo en el anterior record de asistencia, 93.103 aficionados en el juego de exhibición entre los Dodgers y los Yanquis de Nueva York en 1959. En ese juego los aficionados encendieron velas en homenaje al paralizado Roy Campanella.
“Ignoro si había llorado en un estadio. Esa noche lo hice”, dijo Moon.
¿Cuando regrese este sábado podría largar un Rayo de luna (Moon shot) en la práctica de bateo?
“No he agarrado un bate en 30 años”, dijo Moon. “Pero voy a intentarlo. Todavía juego mucho golf , así que pienso que puedo intentar batear”.
Mientras la distancia por el left field será sólo de 201 pies, la altura de la pared será de 60 pies.
“Bien, entonces tendré que meterme un poco más debajo de la pelota”, dijjo Moon.

P.D. Wally Moon jugó en la LVBP en el Campeonato Rotatorio 1953-54, compartió los jardines con Billy Queen y Eulas Hutson. Participó en 70 juegos, tomó 276 turnos, anotó 58 carreras (record de LVBP para la fecha), 89 hits, 10 dobles, 6 triples, 10 jonrones, 54 empujadas, 11 bases robadas, bateó .322.

Alfonso L. Tusa C.

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