Ante la cruda realidad de una segunda expedición sin llegar a las costas de enero, en el buque magallanero llegó la hora de reunirse, reflexionar y buscar las soluciones que permitan recuperar la estabilidad en el juego que dan la mística y el compromiso de un verdadero trabajo de equipo.
La primera tarea a cumplir por la Junta Administradora tiene que ver con la designación del nuevo manager. Mientras más temprano se devele esta incógnita, se podrá salir adelante en la planificación del equipo para la temporada 2009-2010. A partir de allí es cuando se nombrará el nuevo cuerpo técnico, se evaluará el material criollo con que se cuenta y se determinará que tipo de importación se traerá.
Cada día de ahora en adelante debe ser parte del calendario de la próxima temporada. Sólo trabajando sobre los errores cometidos se empezará a diseñar la senda de la victoria en esos famosos primeros veinte juegos de la temporada. Tocar todas las puertas de posibilidades de que peloteros pueden ser útiles a la causa Navegante debe ser un compromiso constante para las personas encargadas de tomar las decisiones que traigan nuevas actitudes y visiones.
Cada día debe traer nuevas enseñanzas desde el amanecer hasta el anochecer. Para eso se debe dar el mejor de los esfuerzos por mantenerse alertas del más mínimo detalle que pueda afectar la estrategia, la química, la armonía que necesita cualquier conglomerado humano para salir adelante y conquistar sus objetivos.
Por eso es muy importante definir desde ahora mismo cuales son las necesidades del equipo, y en base a eso establecer las prioridades que indicarán quién puede aportar su grano de arena en la armadura de la ruta a seguir para trascender la ronda eliminatoria de la temporada 2009-2010.
Manos a la obra, es la hora de empezar a unir voluntades en pos de traer días de victoria desde proa hasta popa.
Alfonso L. Tusa C.
martes, 6 de enero de 2009
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