domingo, 19 de abril de 2009

Lars Anderson. Preguntas y Respuestas.

David Laurila. Baseball Prospectus.

Lars Anderson es más que uno de los principales prospectos de bateo del juego. Porque el nativo de Carmichael, California, de 20 años, es unos de los peloteros más cerebrales y curiosos intelectualmente. Anderson ignoró una beca para estudiar en Cal-Berkeley, para firmar con los Medias Rojas de Boston en 2006, y comenzó la temporada de 2008 en Clase A fuerte. Después de brillar allí, ha continuado mostrando la potencialidad de su bate con el Portland AA, donde fue promovido a mediados de julio. El inicialista que batea a la zurda, de 1,93 metros y 108 kilos, bateaba .317/.410/.520 con 16 jonrones a mediados de agosto en toda la temporada, impresionando a los scouts todo ese trecho.

David Laurila: ¿Quién es Lars Anderson?
Lars Anderson: ¿En cual momento de la vida? Puedo tener muchas personalidades. Pienso que hay períodos de mi vida cuando soy extrovertido y seguro de mí, cuando tengo esa actitud de invencibilidad, puedo hablar con cualquiera y llevar la voz cantante de la conversación, y puedo determinar como serán mis turnos al bate y el juego. Me puedo controlar emocionalmente. Pero también hay momentos de mi vida cuando soy muy inseguro y necesito seguridad porque no me siento a gusto con mi vida, me siento como si necesitara mejorar constantemente. Puedo tener muchos altibajos. El otro dia hablaba con mi papá sobre mis sentimientos, sobre como permanezco buscando algo y no puedo precisar qué es. Cuando juegas béisbol profesional, no tienes en verdad un hogar, porque siempre estás viajando, por eso trato de buscar un lugar en mi mente donde sentirme a gusto. Me dijo que no me preocupara por eso, porque es algo por lo que pasan todos los que tienen 20 años. Soy como los demás, paso por periódos donde me siento muy bien y otros donde no me siento tan bien. Soy muy curioso respecto a la vida, otras personas y otras cosas. Investigo mucho, e investigar conduce a hacerse preguntas. Algunas veces esas preguntas van dirigidas a mí, sobre lo que hago y mis motivos para hacerlo, muchas preguntas te pueden llevar a interesantes conclusiones.
DL: ¿Qué tan importante es el béisbol para ti?
LA: Llena de felicidad a muchas personas, les da algo por lo cual superarse. La vida está en su mejor momento cuando eres feliz y tienes algo por lo que superarte. Algunas veces puede ser: “No puedo esperar que comience el juego y salir al terreno a las 7 de la noche”. Es una expresión pequeña dentro de la gran posibilidad de eventos que pueden ocurrir. Pero es positivo.
DL: ¿Por qué las personas juegan béisbol?
LA: Generalmente todo comienza con las preferencias de los padres. Los padres quieren ver a sus hijos practicar deportes, tal vez papá fue un buen pelotero, quizás por eso quiere que su hijo sea beisbolista cuando crezca. Pienso que inicialmente, mucho de esto es forzado. Obviamente hay otros casos cuando el niño es el apasionado y dice “Papá, vamos a jugar”, o “Papá ¿podemos ir a tomar unos roletazos y hacer práctica de bateo? Pero en muchas otras ocasiones, a veces cuando el niño es muy pequeño, los padres le dicen. “Okay vas a jugar en esta liga de béisbol organizado”, aunque el niño solo tenga 5 años. Vi a muchos de mis amigos ser forzados a hacer eso, y aún cuando no fueran forzados, había tanta presión sobre ellos para que lo hicieran bien que perdieron la pasión por el juego y terminaron practicandolo como una obligación. Yo no jugué béisbol organizado hasta que tuve 9 años y no fue porque mis padres me decían “Debes hacer esto”. Era yo quién decía “Hey ¿Puedo hacer esto?” Cada día que papá llegaba a casa del trabajo, yo estaba en la cocina con dos de mis mejores amigos que vivían cerca, le decía “Papá, vamos a jugar pelota”, el siempre decía que sí. Él nunca forzó nada. Eramos mis amigos y yo quienes comenzábamos todo. Siempre tuve esa pasión por el béisbol.
DL: ¿Qué alimenta esa pasión, qué hace que sea divertido jugar al béisbol?
LA: Es un juego muy interesante, hay muchos aspectos que te atrapan. Pero esa es una gran pregunta: “¿Qué hace del béisbol un juego divertido?” Para mí no hay nada más divertido que batear bien una pelota, y seguir su trayectoria, y tener esa sensación de vacío en el bate, sí eso es satisfactorio. Es casi mágico. También esta lo que ocurre en el clubhouse, donde todos parecemos buscar nuestra función en la vida, o tal vez deba decir tratar de sentirnos a gusto, como en casa. Pienso que muchas veces el clubhouse es un lugar donde te enteras de las dificultades de otras personas, y también de sus pasiones. Una gran atracción es la clase de camaradería que se puede encontrar en un equipo. Es un juego muy singular, donde cada lanzamiento es importante, donde el juego puede cambiar a cada instante. En baloncesto un a cesta de 2 puntos en el primer cuarto no es tan importante, especialmente si se compara con un doble de dos carreras en el cuarto inning, porque eso puede significar el juego. O sí un lanzador hace un envío que quiere en la esquina de afuera y la pelota termina en el medio del plato y el bateador la saca del parque, esos 6 centímetros pueden decidir el resultado. También es un juego interesante desde el punto de vista mental. Es una batalla constante contigo mismo por mantenerte enfocado y positivo. En realidad es un juego interior.
DL: ¿Has mirado alrededor en el clubhouse y te has preguntado si tus compañeros ven el juego de la misma forma que tú lo haces?
LA: Un poco. Estoy más pendiente de controlar mis pensamientos y emociones y mantenerme positivo. Pero hablo con los muchachos y trato de ver como ellos manejan ciertas cosas. La mayor parte del tiempo todos parecemos tener el mismo tipo de dificultades.
DL: Tienes la oportunidad de hacer mucho dinero jugando béisbol ¿Qué tan importante es el dinero para Lars Anderson?.
LA: ¿Para mi paz interna? En ese sentido no es muy importante. Pienso que una vez que tienes una familia, una esposa y varios hijos que mantener, probablemente el dinero se hace más importante. Pero hasta ahora, algunos de los momentos más felices de mi vida llegaron cuando no tenía dinero. No sé, el dinero parece causar muchos problemas. Siempre quieres vivir confortablemente, si tuviera que decidir entre vivir comodamente y ganar grandes sumas de dinero por jugar, definitivamente escogería vivir con comodidad. Especialmente con el salario mínimo, si no eres capaz de vivir confortablemente con 400.000 $ tienes que hacer algunos ajustes.
DL: ¿Qué piensas de la lealtad en el béisbol?
LA: Esa es una pregunta interesante. Pienso que existe, pero el negocio ligado al juego probablemente la hace pasar algo desapercibida. Pero pienso que los dos pueden coexistir. Tienes que ser algo egoísta y jugar para ti, pero también tienes que jugar para tus compañeros y el equipo. Y es importante recordar siempre que todo es temporal. Es una relación temporal, no importa que dure 1 mes o 10 años, es una relación que terminará algún día. Por supuesto, eso no debe influir para que te alejes de desarrollar amistades con tus compañeros de equipo.
DL: ¿Qué tan diferentes son el Lars Anderson pelotero y el Lars Anderson persona?
LA: A veces el béisbol es un escape donde me puedo guarecer de las cosas que me molestan fuera del campo. A veces esa energía negativa me puede llevar a tener turnos al bate horrorosos. Ahí es cuando todo se pone muy riesgoso, eso no es lo que quieres hacer. Este año he mejorado en ese respecto, al separar mi vida en el béisbol de mi vida personal. El béisbol es una parte grande de mi vida, algo que ha sido importante para mí este año es que he sido capaz de encontrar refugio de mi vida personal cuando vengo al campo de juego.
DL: Tocas la guitarra ¿Qué tan importante es la música en tu vida?
LA: Hombre. No sé que haría sin ella. Los músicos son increíbles. Las melodías y las letras tienen una voz completamente diferente. Es maravilloso. Es muy difícil decirlo con palabras. Puedo decir que hay algo en la letra de la canción “For members only” de la banda Northstar que resume lo que siento por la música. Dice algo como: “Me haces correr como que tuviera píes nuevos”.
DL: ¿Qué me dices de la literatura?
LA: Leer es ejercitar una parte totalmente diferente del cerebro y para mí es un tipo de válvula de escape para descansar del béisbol. He leído muy pocos libros de béisbol, me gusta leer textos que me lleven a lugares de otro tipo de pensamiento. Ahorita estoy leyendo 1984. Otros libros que he leído recientemente son Watership down y Lonesome Dove. Probablemente mis autores favoritos son Charles Frazier, quién escribió Thirteen moons (Trece lunas) y Cold Mountain (Montaña fría) y Barbara Kingsolver quién escribió The Bean Trees y Pigs in heaven (Cerdos en el cielo), el cual pienso que fue muy inspiracional. Es asombroso notar cuan creativas son estas personas, lo que tienen en sus mentes es asombroso. Personas como Tolkien y Orwell crearon lenguajes para adaptar los personajes a sus obras, y son capaces de desarrollar múltiples historias donde están relacionados.
DL: ¿Qué piensas cuando ves a los peloteros latinoamericanos en el clubhouse, quienes no solo están aprendiendo un nuevo lenguaje, sino una nueva cultura?
LA: Es realmente admirable. Pienso que no les damos el crédito suficiente, o ni siquiera tratamos sinceramente de ponernos en sus zapatos. Ciertamente no me pongo en sus zapatos lo suficiente como para imaginar como es venir a un país extraño, no sólo el lenguaje, sino la comida y la forma como actúan las personas, las leyes y las regulaciones son diferentes, es un escenario distinto. Es un mundo completamente diferente, y para vivir por su cuenta (ellos no tienen traductores) resulta satisfactorio apreciar su desarrollo. Recuerdo haber visto como Manny Arambaris mejoró su inglés después que llegó aquí. Cuando lo ví por primera vez en los entrenamientos primaverales del año pasado, no hablaba mucho pero al final de la temporada podía entablar una conversación con él. Fue grandioso. También es sano para nosotros porque tenemos la oportunidad de aprender sobre su cultura y lenguaje. Eso nos hace apreciar mejor las cosas.
DL: ¿Qué lugares del mundo te gustaría visitar?
LA: He viajado a Europa, me gustaría regresar y volver a visitar algunas de las ciudades de allá. No sé hombre, hay tantos lugares. Me gustaría ir a Suramérica. Me gustaría ir al norte y ver algo de Canadá, y tal vez algo más arriba hasta Alaska. Leí el libro “La llamada de la selva” y me dio un sentimiento de nostalgia por las grandes montañas. Me gustaría ir a Tailandia, Nepal, Tibet; me gustaría visitar la India. Hay muy pocos lugares de este mundo donde no quisiera ir. Soy un gran aficionado a la variedad de paisajes, como está modelado el planeta y como se mueve. Y a la gente también. Vivimos en una época donde estamos conectados como una sola cultura, yo soy tan responsable de eso como cualquiera que tenga iPods, computadoras, mensajes de texto y toda esa tecnología digital. Parece que no tuviésemos muchas conversaciones reales con la gente, y viajando es muy difícil no tener conversaciones. Mi hermano viajó por 1 año después de la secundaria, estoy sinceramente envidioso de eso. Veo las fotografías y escucho las historias. Pienso cuanta diversión y que tipo de aventuras se pueden vivir. Hay un gran mundo allá afuera, y hay mucho que me gustaría experimentar.
DL: A través de la historia del béisbol, peloteros como Bill Lee han sido controversiales porque dijeron lo que pensaban y algunas veces cuestionaron la autoridad. ¿Alguna vez has temido que te ocurra lo mismo a ti, que seas visto como alguien diferente?LA: No. Cuando me pongo inseguro y a la defensiva, cuando pierdo la confianza en mí, es porque no hago lo que quiero hacer. Veo a Bill Lee como alguien quién dijo lo que quería decir, e hizo lo que quería hacer, cada vez que alguien puede hacer esto tiene mucha confianza en si mismo y tiene independencia. Si dices algo que es controversial, y no le gustas a la gente por eso, si tú te sientes bien, no veo cual es el problema. Muchas figuras prominentes de la historia han sido controversiales porque a la mayoría de las personas no les gustaba lo que decían, pero 50 años después son vistos como héroes.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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