jueves, 9 de julio de 2009

Jugador de los Medias Rojas comparte como la fé lo ayudó a resistir en la batalla contra el cáncer.

Boston, Mass. Julio 08, 2009. Mike Lowell, tercera base de los Medias Rojas de Boston. Apareció en un programa de televisión en el canal CatholicTV, este martes. Un ganador del guante de oro, 4 veces miembro del equipo Todos Estrellas y el jugador más valioso de la Serie Mundial 2007, Lowell habló de béisbol, la familia y la fé que lo ayudó a sobrevivir en su batalla contra el cáncer.
Lowell nació en Puerto Rico y se mudó a Miami a los 3 años. En la entrevista con CatholicTV, él recordó la influencia de sus abuelos a quienes describió como “muy religiosos”, y de sus padres, quienes le inculcaron valores de familia desde temprana edad.
Al reflexionar sobre sus memorias de asistir juntos a la iglesia, como familia, cada domingo, Lowell dijo: “Pienso que me enseñaron esa costumbre desde muy pequeño, y eso me ayudó muchas veces cuando las cosas no iban de lo mejor en mi vida”.
A los 24 años, a Lowell le diagnosticaron cáncer testicular en un examen físico de rutina. Reconoció tener miedo en el momento cuando se lo dijeron. “Esa es una palabra muy dura”, dijo, al recordar que su abuela había fallecido de cáncer hacía 4 años. Recordó que su primera reacción fue: “¿Voy a vivir o voy a morir?”
Cuando empezó a batallar contra el cáncer, Lowell empezó a confiarse en su fé, la familia y los amigos. Habló del alivio que sintió al saber que mucha gente rezaba por él. Mirando en retrospectiva, dijo: “Con todo ese apoyo y toda está fé que he tenido conmigo junto con mi familia y mis amigos, pienso que el cáncer está neutralizado”.
Lowell habló de los tiempos difíciles durante el tratamiento que lo llevaron a refugiarse en su fé, cuando todo lo demás estaba fuera de su control. “Diría que mi fé, fue la razón principal por la que fui capaz de sobreponerme al cáncer”, dijo.
“Pienso que especialmente en esos tiempos difíciles, si tienes una fé en la cual guarecerte, definitivamente te ayuda a facilitar la situación, pienso que te ayuda a tener una actitud más realista”, añadió.
La experiencia con el cáncer hizo que Lowell hiciera una parada y re-examinara su vida. Se dio cuenta que debía hacer de su familia y su fé las prioridades de su vida. Ahora dice que está enfocado en ser esposo y padre, y ve al bésbol como “una parte de mí más que mi totalidad”.
Además de fijar sus prioridades, Lowell ha hecho un esfuerzo por ayudar a otros.
Después de su recuperación, él y su esposa crearon la Fundación Mike Lowell para ayudar a los niños con cáncer.
“Física, emocional y espiritualmente, fue la experiencia más exigente por la que he pasado”, recordó Lowell al reconocer todas las batallas por las que pasó aunque sabía que tenía solvencia financiera. Mientras estaba en tratamiento, pensó cuan difícil debe ser para algunas familias, cuando un miembro, especialmente un niño necesita tratamiento para el cáncer y la familia carece de estabilidad financiera.
“Si podemos ayudar financieramente a disminuir esa carga un poco, pienso que eso contribuye a hacer más posible el proceso completo de afrontar el cáncer. Y pienso que eso hace que las familias sean un poco más optimistas sobre su situación”.
Lowell admitió que también como beisbolista profesional, aún debe enfrentar momentos difíciles con regularidad. Pero a pesar de las dificultades ha salido adelante, es optimista y agradecido. “No visualizo mi vida como un puñado de momentos trágicos”, dijo. “La veo como algo muy afortunado”.
Mientras comparte sus experiencias con otros, Lowell dice que es importante recordar que cada quién pasa por momentos duros, pero que “puedes sacar algo positivo de cada obstáculo y lo puedes usar como incentivo para alcanzar una meta o mejorar tus talentos”.
Ahora, Lowell trata de compartir el precioso regalo de su fé con sus dos hijos. “Ellos están dispuestos a enfrentar los eventos que puedan resultar difíciles en sus vidas”, dijo él al explicar que quiere darles apoyo y una fuerte convicción en la fé para manejar esos momentos duros.
“Cuando todo falla, siempre tienes tu fé contigo”.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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