Kevin Gray. Union Leader.
La primera vez que Nick Gorneault habló con Terry Francona, no se dijeron simplemente “hola”, ni caminaron alrededor de la jaula de bateo hablando de béisbol.
El jugador de los Fisher Cats de New Hampshire y el manager de los Medias Rojas de Boston habían hablado primero por teléfono, sobre Jami, la esposa de Gorneault y la batalla que estaba a punto de librar contra el cáncer.
Esta es una historia sobre un outfielder del equipo AA afiliado al sistema de los Azulejos de Toronto, un tumultuoso verano para él y su esposa, y los fuertes vínculos que pueden existir en el béisbol profesional, aún entre organizaciones rivales.
Jami Gorneault, de 28 años, contextura delgada y penetrantes ojos azules, descubrió una protuberancia bajo su brazo izquierdo en mayo. El diagnóstico: Melanoma fase 3, cáncer de piel. La protuberancia fue causada por tumores que se extendieron a los ganglios linfáticos.
“De inmediato me sentí impresionada y asustada”, dijo Jami, a quién le extirparon una protuberancia maligna de la espalda hace cuatro años. “Me había convencido a mi misma de que posiblemente no era melanoma, lo cual era el peor diagnóstico que podíamos haber esperado”.
Hermanados por el béisbol.
Los Gorneault recién habían comprado una casa, en Springfield, Mass., donde Nick se crió. Ahora tienen un diagnóstico de cáncer. ¿Qué viene ahora? ¿Dónde ir para someterse a tratamiento?
El 26 de mayo los Fisher Cats recibieron a los Sea Dogs de Pórtland, el equipo afiliado AA de los Medias Rojas de Boston. Con este juego se inició una serie de eventos que puso a los Gorneault en contacto con el Dana-Farber Cancer Institute.
El manager de los Fisher Cats, Gary Cathcart, quién había perdido a su madre por cáncer de mama en 2004, le comentó al situación de los Gorneault al manager de los Sea Dogs, Arnie Beyeler. Este a su vez llamó a Francona, siempre en contacto con cualquier tipo de enfermedad que afecte al club house de los Medias Rojas.
Las esposas del segunda base de Boston Dustin Pedroia y del antíguo pitcher de los Medias Rojas, Curt Schilling, son sobrevivientes de melanoma, también lo es el expitcher de los patirrojos Derek Lowe. El pitcher Jon Lester ganó su lucha contra otra forma de cáncer, linfoma no-Hodgkins.
Francona sabía exactamente donde ir.
El manager de los Medias Rojas habló con Gorneault y lo refirió al antíguo segunda base de los Medias Rojas Mike Andrews, coordinador del Jimmy Fund, el brazo financiero del Dana-Farber Cancer Institute. A continuación, Andrews facilitó la comunicación entre el hospital, los médicos y el paciente, asegurando que Jami sería tratada por algunos d e los mejores expertos de cáncer en el mundo.
Cuando le preguntaron hace una semana sobre su ayuda a la esposa de un jugador de ligas menores de otra organización, Francona respondió de bajo perfil.
“A Dana-Farber no le interesa que uniforme usas. Para ellos no hay rivales”, dijo. “Ellos quieren ayudar”.
Nick Gorneault quién creció aupando a los Medias Rojas, se ha mantenido en contacto con Francona, mediante reportes sobre el estado de Jami.
“Terry hizo lo correcto, al querer ayudarnos”, dijo Nick. “Nos ha pedido que nos mantengamos en contacto con él. Siempre he tenido mucho respeto por Terry y la forma como ha dirigido ese equipo, pero esto es algo extra especial que siempre significará mucho para Jami y para mí”.
Cambios para mejorar.
El 21 de junio, Jami tuvo una operación exitosa en el Brigham and Women's Hospital, parte del sistema Dana-Farber. Un cirujano removió once ganglios linfáticos y tejido muscular de la parte inferior de su pecho. Los examenes de laboratorio mostraron que sólo un ganglio linfático se había infectado con melanoma y el cáncer no se había extendido a los tejidos o nervios.
La antigua cheerleader de la secundaria en Colorado y voleibolista, empieza la inmunoterapia en septiembre. Jami dice que se siente “casi de vuelta a la normalidad”, y recientemente comenzó a ejercitarse en el Executive Health & Sports Center de Manchester.
La gran recuperación de Jami parece haber inspirado las actuaciones de Nick en el terreno. Después de batear .184 en junio, empezó a castigar la pelota en julio (.297 de promedio en el mes hasta el viernes 23”, entre sus principales logros está un sencillo para decretar una victoria sobre Connecticut y un jonrón como emergente contra Pórtland.
La feliz pareja, marido y mujer desde enero de 2008, compartieron un hermoso momento el pasado lunes 20 cuando Nick entró al cajón de bateadores en el noveno inning contra Trenton. Una tensa Jami, apretó la mano de una amiga, la miró a los ojos, “Estaba muy nerviosa porque él estaba en esa situación de alta tensión”, dijo ella, hasta que oyó el sonido del bate contra la pelota.
La línea de Nick hacia el left field le dio el triunfo a New Hampshire sobre el equipo afiliado de los Yanquis, 5-4, y creó el delirio entre las esposas de los Fisher Cats apostadas en la tribuna sobre los bancos del río Merrimack. En el terreno, los jugadores de New Hampshire celebraban con el lider de 30 años.
“Fue grandioso”, dijo Jami. “Sé que ha sido muy duro para Nick. Él me está cuidando y preocupándose por mí cuando están de gira. Es magnífico verlo ser el jugador que yo sé que puede ser”.
Un profesional de noveno año que participó en 2 juegos con los Angelinos en 2007, Nick Gorneault llegó a la serie ante Portland de este fin de semana con un promedio de .236, junto con una renovada aguerrida actitud ante el juego. La semana pasada fue expulsado por primera vez en su carrera, eso fue una cosa positiva.
“Pasé por un período cuando no me sentía que era yo”, dijo el jardinero de 1,88 metros y 110 kilogramos. “Había perdido el ánimo. No te puedes preparar mental y emocionalmente para algo como el cáncer”.
“Ahora volveré a ser yo y estaré en el lugar que necesito estar como jugador”.
Perseverancia
Nick Gorneault tiene el brazo más poderoso del outfield de New Hampshire y ha realizado varias atrapadas de cabeza para el deleite de los aficionados.
Dos días antes de la operación de Jami, hizo una atrapada de cabeza donde comió tierra sobre la línea del right field para proteger una ventaja contra Erie.
El ha abandonado dos veces el equipo para acompañar a Jami durante el tratamiento, incluyendo los tres días después de la operación, pero ha jugado 82 desafíos en los jardines para los Fisher Cats, más que cualquier otro jugador.
Cathcart se maravilla con su fortaleza mental.
“Tener la presión de rendir a diario en este juego, es suficiente para cualquier jugador”, dijo Cathcart, “pero cuando agregas un asunto familiar muy serio…Ya me puedo imaginar como sería tratar de bloquear todo eso y salir a jugar”.
Los Gorneaults dicen que han perseverado con la ayuda de la familia, los amigos y una gran fé.
“Es la cosa más dura con la que he tenido que lidiar”, dijo Nick. “Jami es asombrosa. Es tan fuerte”.
“Es algo que nos hizo crecer más cercanos uno del otro y de Dios”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
lunes, 27 de julio de 2009
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