Detroit (AP). El narrador por mucho tiempo de los Tigres de Detroit Ernie Harwell, venerado por varias generaciones de aficionados que crecieron escuchando su maravillosa voz de cadencia sureña y frases ocurrentes en la radio, ha fenecido luego de largos meses de forcejeo con el cáncer. Tenía 92 años.
El vocero de los Tigres Brian Britten dijo que ellos se enteraron de la muerte de Harwell a través de su agente.
Harwell, un narrador que ilustró los juegos de los Tigres por más de cuatro décadas y que fue adquirido por los Dodgers de Brooklyn por un catcher, anunció en septiembre que había sido diagnosticado con un cáncer inoperable en el conducto de la bilis. Entonces de 91 años, tomo la noticia con su característica entereza, dijo que planeaba seguir trabajando en un libro y en otros proyectos.
“Estoy listo para enfrentar lo que sea que ocurra”, le dijo Harwell el 04 de septiembre de 2009 a Associated Press. “Tengo una gran fé en Dios y en Jesús”.
Poco después del anuncio de Harwell, los Tigres lo homenajearon durante el tercer inning de un juego ante los Reales de Kansas City, mostrando un video en su honor y permitiéndole dirigirse a la asistencia del Comerica Park.
“En mis casi 92 años en este planeta, el Señor me ha bendecido con un gran viaje”, dijo Harwell en un micrófono detrás del plato. “La parte bendecida de ese viaje es que va a terminar aquí en el estado de Michigan”.
Harwell falleció este martes 04 de mayo en Novi, cerca de 30 millas al noroeste de Detroit, de acuerdo al Detroit Free Press. Los Tigres no tenían detalles adicionales del deceso.
Harwell pasó 42 de sus 55 años como narrador trabajando para los Tigres. Él fue su narrador radial de 1960 a 1991 y de 1993 a 2002.
El equipo y su emisora matriz WJR, dejaron que el contrato expirara después de la temporada de 1991 en lo que se convirtió en una pesadilla de relaciones públicas. El entonces Presidente de los Tigres Bo Schembechler, el antíguo entrenador de fútbol americano se hizo responsable. Después el gerente general de WJR Jim Long asumió las consecuencias del impopular suceso.
Cuando Mike Ilitch le compró la franquicia a Tom Monagham, regresó a Harwell a la cabina de narración en 1993. Harwell decidió retirarse luego de la temporada de 2002.
Su gran momento llegó de manera poco ortodoxa.
El narrador radial de los Dodgers de Brooklyn, Red Barber, cayó enfermo en 1948 y el gerente general Branch Rickey necesitaba un reemplazo. Al enterarse que los Crackers necesitaban un catcher, Rickey envió al receptor de ligas menores Cliff Dapper para Atlanta y Harwell pasó a los Dodgers.
Harwell dijo que su juego inolvidable fue el decisivo del play off de 1951 entre los Dodgers y los Gigantes de Nueva York por el banderín de la Liga Nacional, que se decidió con un jonrón de Bobby Thomson para dejar en el campo a los Dodgers, pero pocos recuerdan su narración del “Batazo que se escuchó alrededor del mundo”, en Polo Grounds aquel día.
La exclamación radial de Russ Hodges de “¡Los Gigantes ganan el banderín!” se convirtió en uno de los momentos más famosos en la historia de las transmisiones deportivas. Mientras tanto, Harwell transmitía por televisión el primer evento deportivo con cobertura de costa a costa en los Estados Unidos. Su trabajo de ese día ha sido completamente olvidado.
“Sólo dije, ‘Se fue’ y luego las imágenes se encargaron del resto”, recordó.
De acuerdo a su propia cuenta, Harwell narró más de 8300 juegos de Grandes Ligas, comenzando con los Dodgers y continuando con los Gigantes y los Orioles de Baltimore antes de unirse a los Tigres de Detroit. Faltó a dos juegos dejando a un lado la temporada de 1992: uno por el funeral de su hermano en 1968, el otro cuando fue ingresado al Salón de la Fama de los Narradores Deportivos y de la Asociación de los Periodistas Deportivos en 1989.
El estilo conciliador del nativo de Georgia y su amor por el béisbol lo ligaron a generaciones de aficionados de los Tigres, celebrando los momentos más grandes del equipo y haciendo las derrotas más digeribles.
Hasta los aficionados casuales podrían recitar las frases famosas de Harwell: “Se fue de laaaaargo”, por un jonrón. “Se paró ahí como la casa al lado de la carretera y miró a esa pasarle por enfrente”, por un bateador a quién le cantaban el tercer strike, y “Dos por el precio de uno”, por un dobleplay.
Las pelotas bateadas de foul a las tribunas eran “Atrapadas por un hombre (que venía de cualquier pueblo del area que le venía a la mente)”.
“Empecé eso después que llegué a Detroit en 1961 o 1962, y ocurrió por accidente”, explicó Harwell. “Dije ‘Un tipo de Grosse Pointe agarró la pelota bateada de foul”; luego las próximas fueron atrapadas por un tipo de Saginaw o una dama de Lansing”.
El Salón de la Fama del béisbol homenajeó a Harwell en 1981 con el premio Ford Frick otorgado anualmente a un narrador por contribuciones importantes al béisbol.
Harwell hablaba con modestia. “Sólo quiero que me recuerden como alguien que se presentaba a trabajar y trataba de tener un buen desempeño”, le dijo Harwell a AP después de retirarse en 2002.
Como Detroit pasó por situaciones difíciles al final de la carrera de Harwell, tuvieron record negativos en las últimas nueve temporadas de Harwell en la cabina, se convirtió en el recuerdo de mejores tiempos. Una estatua de Harwell en tamaño natural se encuentra a la entrada de Comerica Park y su palco de prensa es llamado: “The Ernie Harwell Media Center”.
Se sentía orgulloso de visitar ocasionalmente el estadio. Casi no hacia ninguna narración como retirado. Pero hizo una aparición como invitado en radio ESPN durante el cuarto inning del Juego de las Estrellas de 2005 en Detroit. También presentó la ceremonia de la primera bola con las grandes glorias de los Tigres Al Kaline y Willie Horton antes del primer juego de la Serie Mundial de 2006 cuando Detroit recibió a los Cardenales de San Luis.
Harwell nació el 25 de enero de 1918 en Washington, Ga., con un defecto de dicción que lo dejó con la lengua trabada. Mediante terapia y forzándose a participar en debates y discusiones en el salón de clases, había superado su carencia para el momento que se graduó en la Universidad de Emory.
Harwell tenía 16 años cuando se convirtió en corresponsal del Sporting News, y trabajó como periodista deportivo para The Atlanta Constitution entre 1936 y 1940. Empezó su carrera en las transmisiones como comentarista deportivo en la radio WSB de Atlanta. Tambien trabajó en la radio NBC.
Después de hacer el servicio militar de 1942 a 1946, Harwell fue la voz radial de los Crackers de Atlanta entre 1946 y 1948.
Escribía una columna para el Free Press después de retirado, escribió más de 50 canciones, produjo 3 libros de colecciones de ensayos, anécdotas, cubrió la premiere en Atlanta de “Lo que el viento se llevó” para la revista Life y narró golf y futbol americano colegial y profesional.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
jueves, 8 de julio de 2010
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