jueves, 18 de agosto de 2011

¿Es el pitcher un jugador de posición?



Desde hace cierto tiempo en la jerga beisbolera se habla de “jugadores de posición”, en referencia a los peloteros que juegan en el cuadro interior, los jardines y la receptoría, y por otro lado se tipifica a los pitchers como una especie que vive en la burbuja del montículo.
Algunos expertos han llegado al colmo de calificar al pitcher como “alguién que no juega” en relación al resto de los jugadores al campo. Con todo respeto hacia las personas que han asumido este código particular del béisbol actual, convendría hacer un recorrido sobre el lugar que ocupa el lanzador y sus funciones dentro de un juego.
El montículo, lomita, ciudadela, morrito; se levanta aproximadamente a unos diez centímetros sobre la superficie del resto del diamante. En la cima hay una meseta donde se encuentra encajada la goma de la caja de lanzar. Por lo general, el pitcher escarba alrededor de esta goma para abrir oquedades que le permitan ejecutar sus lanzamientos con comodidad. En la zona donde se conectan el terreno plano con el inicio de la pendiente un círculo de cal delimita el territorio del morrito. Varios centímetros detrás de la caja de lanzar, o justo en el límite del círculo hay una bolsita beige conocida como pezrrubia que el pitcher usa para evitar que la pelota se resbale de sus manos.
Antes del juego, desde el momento en que termina su compromiso anterior, el pitcher empieza a empaparse de su próximo rival, puntos débiles y fuertes de los bateadores, estrategia del manager, características del montículo, del cuadro interior, de los jardines. A medida que se acerca el día de su apertura, el pitcher aumenta la longitud de sus conversaciones con su receptor para establecer su plan de trabajo ante cada bateador y la manera como se actuara ante las distintas situaciones del juego. Observa y anota en un cuaderno o en su memoria, los movimientos de sus compañeros lanzadores y los de los pitchers rivales. Trata de descifrar las señas del manager contrario con su receptor y hasta las de sus coaches con los corredores. Sabe que todo eso cuenta en cualquier juego, por lo cual sabrá a que atenerse cuando a él le toque subir el morrito.
En una ocasión escuché a un señor preguntarle a su hijo de 7 años “¿Por qué quieres ser pitcher?” El niño se encogió de hombros y cuando el señor empezaba una sonrisa, le respondió. “Es que si el pitcher no tira la pelota no hay juego”. El padre se quedó con la boca abierta y tuvo que acariciar los cabellos del niño.
El día de la apertura todos sus compañeros lo miran a distancia o se acercan y le dan ánimo. Antes de cada lanzamiento voltea hacia sus compañeros y aprieta la pelota de acuerdo a donde están ubicados, a veces hace señas o habla con el receptor para que ubique a sus compañeros. Cuando hay corredores en base recuerda cada una de las jugadas previamente ensayadas con el primera base, el camarero o el short stop. Entonces viene todo aquel juego de meter y sacar el pie de la caja de lanzar para confundir a los corredores.
La mejor manera de percatarse de la posición de un pitcher en un juego de béisbol es en esos duelos de pitcheo donde cada lanzador coloca la pelota en las esquinas del plato y flota una brisa mágica donde cada lanzamiento provoca un batazo alcanzable por cualquiera de los otros jugadores “de posición”. Se pudiera decir que el pitcher depende de que sus compañeros hagan el trabajo. Sólo que para que ellos cumplan con su deber antes el pitcher ha tenido que hacer el envío adecuado. Para esto se necesita la mejor de las actitudes y una disposición insigne para ponerse de acuerdo con el receptor de la mejor manera, sin crear resquemores de imposiciones o arrogancias. En un juego que llega 0-0 al noveno inning existe una historia particular desde cada lado, de cuan importante es un pitcher dentro de un equipo de béisbol y del nexo indisoluble que existe entre la victoria o la derrota y lo que el monticulista sea capaz de pensar y hacer, por eso siempre se hablado de que el pitcheo representa el 75% de una victoria.
El pitcher debe tratar de ser cada vez más preciso sobre que lugar quiere ubicar sus lanzamientos por eso más que un jugador de posición, es uno de coordenadas.

Alfonso L. Tusa C.

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