lunes, 9 de diciembre de 2013

Homenaje a Félix Rodríguez en su exaltación al Salón de la Fama de los Navegantes del Magallanes

“…el periodista Rodolfo Mauriello me dijo que necesitaba evaluar más en detalle mis habilidades beisboleras. Nos fuimos a los terrenos del antíguo aeropuerto de San Luis. Como en muchas tardes cumanesas había un solazo que reventaba la piel, pero estaba pegando un brisa fortísima. Mauriello agarró un bate y me bateó primero unos roletazos que parecían “saltapericos” de tantas piedras que había en la arena. Cuando empezó a batear los “flais” tuve que ingeniármelas para seguir la pelota, empezaba a esperarla al lado de una mata de yaque y tenía que correr como diez metros más allá para atraparla. Así Mauriello estuvo mandando “flais” toda la tarde. Al final se puso malintencionado y bateaba hacia lugares donde había un espinero o pasaba un canal de aguas negras. Hizo que pareciera más un practicante de salto alto y largo que un outfielder. Cuando ya estaba a punto de “pedir cacao”, me dijo que estaba bien. Le pregunté si me iba a firmar. Mauriello me contestó que debía llamar a las oficinas de Magallanes en la noche para darles su reporte y de allá le indicarían que debería hacer. ‘Mañana mismo voy a tu casa y te digo que pasó’. Aquella noche pasó rapidísimo entre mis pensamientos de ir a jugar béisbol profesional, seguir en la pelota amateur, o buscar otra cosa que hacer. A los dos días Mauriello pasó por la casa. Como siempre andaba serio, cuando abrió la boca ya me veía preparando los anzuelos para regresarme a pescar querepes y guaraguaras en Aricagua. Prepárate para que mañana te presentes al estadio ‘José Bernardo Pérez’ en Valencia. Date por firmado, allá lo que van a hacer es formalizar la transacción. Tuve que afincar bien la suela de los zapatos al piso de cemento pulido, sino hubiera saltado hasta las láminas de cinc”. “Félix Rodríguez bateó 10 triples en la temporada 1976-77. Lo más sorprendente de eso es que Félix no era precisamente un corredor rápido, pero sabía correr y esa temporada parecía tener una brújula en el bate para colocar la pelota en los callejones más remotos del estadio. Después vino Joe Cannon, también del Magallanes, y bateó 10 triples en la temporada 1977-78. Y lo que no dice ahí es que Joe Hall también dio 10 batazos de 3 bases con Caribes de Oriente en la temporada 1992-93”. Extracto de Un barco en Santa Inés. Libro inédito de Alfonso Tusa. 161 pp.

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