lunes, 15 de junio de 2015
Una entrevista con Ray Fosse.
Donald Marquez. 28-08-2011.
No hay mucho más que el aficionado casual sepa de Ray Fosse; congelada en el tiempo quedó la imagen de Pete Rose invadiendo el espacio personal de Fosse en un juego de exhibición de 1970. Ah, y que además aparentemente disfruta mucho los helados Dibs.
Mis memorias de la carrera de Fosse van un poco más allá de eso, lo había visto contribuir con dos equipos de Oakland ganadores de Serie Mundial. Esas dos experiencias de primera mano fueron muy importantes durante mi conversación con el antíguo cátcher el pasado domingo, como parte de una campaña de Comcast’s Xfinity Couch.
Ray Fosse habría coincidido con los Atléticos de años recientes. Porque el andaba lesionado a menudo. La infame colisión con Pete Rose le dejó el hombro derecho separado, un preludio de una larga lista de lesiones que Fosse resistiría a través de 12 años de carrera como jugador. Aún así, ganó dos selecciones al Juego de Estrellas y otros tantos guantes de oro en las temporadas de 1970 y 1971, todo mientras jugaba en el purgatorio que era Cleveland, donde los Indios promediaron 89 derrotas en los primeros seis años de Fosse en las mayores.
Mientras tanto en Oakland, los bigotudos Atléticos habían dispuesto de los consentidos del establecimiento, los Rojos de Cincinnati, en una apretada Serie Mundial de 1972 donde seis de los siete juegos se decidieron por una carrera. Pero como a menudo era el caso en el barco capitaneado por Charles Oscar Finley, había quejas. Uno de los más disgustados era el cátcher Dave Duncan quien se lamentaba del tiempo de juego que se le había recortado.
Dos semanas antes de que empezaran la defensa de su título, los Atléticos enviaron a Duncan y el jardinero George Hendrick a Cleveland por el utility Jack Heidemann y Ray Fosse. Heidemann jugó exactamente cero innings con el uniforme de los Atléticos, mientras Fosse se encontró en medio de las celebraciones que ocurren cuando tu equipo gana la Serie Mundial, lo cual alcanzaron los Atléticos en cada una de las dos primeras temporadas que estuvo con el equipo.
Sus días con los Atléticos estuvieron entre muchos de los temas que tocamos.
67M: Aprecio tu tiempo primero que todo. Antes de cualquier pregunta de beisbol, ¿qué piensas de la campaña Comcast Xfinity Couch?
RF: Sé algo de seguro. Este es un sofá muy confortable, y hemos transmitido antes a nivel del terreno. Nos sentamos en asientos normales pero pienso que podemos convencer a Comcast de transmitir unos juegos a nivel del terreno.
67M: Jugaste con los Atléticos en los años ’70, mucho antes de la inmensa cobertura de lo medias que ves hoy. Algunas veces esos Atléticos son más recordados por asuntos extraterreno que por lo que ocurría en el campo. ¿Estas de acuerdo con eso, y si es así, es justo recordar a un equipo que ganó tres Series Mundiales seguidas de esta manera?
RF: Teníamos dos periodistas que viajaban con nosotros, distinto de hoy donde hay mucha gente de los medios que viajan con los equipos. Nosotros creábamos nuestros problemas si se quiere tomar así. Pensábamos que si empezábamos a pelear jugaríamos mejor. Recuerdo que estábamos en Baltimore igualados 1-1 con los Orioles en una serie de campeonato a cinco juegos e íbamos en el bus hacia el estadio para el tercer juego. Blue Moon Odom empezó a meterse con Bando, entonces bando hizo lo propio con alguien más, y yo dije ‘Ah caramba, los Orioles están en problemas porque los muchachos se están calentando’. Seguro que les ganamos y fuimos a jugar la Serie Mundial ante los Mets. Pero recuerdo, desafortunadamente para mí, en 1974, que terminé una pelea entre Reggie Jackson y Billy North en el clubhouse en Detroit. Terminé la pelea y me gané seis vértebras del cuello lesionadas, terminé perdiendo algún tiempo. Algo de nuestra incapacidad para llevarnos bien era creada por la prensa, y a menudo era inflada de manera exagerada.
67M: Hablando del ’74, obviamente cuando la gente oye Ray Fosse, ellos piensan en el Juego de las Estrellas, lo cual es una pena. Yo te recuerdo más por esa postemporada. Conseguiste un par de batazos importantes, un jonrón contra los Orioles y otro contra los Dodgers en el juego definitivo. Luego de salir lesionado de la pelea entre Jackson y North, debes haber sentido una reivindicación al regresar y aportar una contribución clave.
RF: Perdí 6 semanas. Me pusieron en terapia pensando que podría evitar la cirugía. Terminé haciéndome la cirugía con el Dr. Charles Wilson, un tipo brillante del San Francisco UC Medical Center. Seis semanas después que fui operado por el Dr. Charles Wilson, ¡estaba jugando de nuevo! Había una pregunta porque regresé al final de la temporada, si iba a estar en el roster de postemporada. Ellos no sabían como iba a ser mi recuperación y si podría regresar y jugar lo suficientemente apropiado. Yo estaba al tanto, de que si no jugaba bien, podría no estar en el roster. De la forma como se dieron las cosas, estuve, y fue muy interesante que antes del juego donde bateé el jonrón ante Grant Jackson, en el segundo juego de los playoffs aquí en el Coliseo, el manager Alvin Dark nos dijo a Gene Tenace y a mí, ‘No sé quien va a ser el catcher’. Era la práctica de infield antes del juego y él dijo, ‘No sé quién va a catchear pero ambos hagan la práctica de infield por si acaso, y por supuesto ya se sabe quién estuvo llamando ese juego en su momento…
67M: Mr. Finley.
RF: El jefe, Terminé bateando un jonrón ante Grant Jackson. Y tuvimos una pequeña conferencia de prensa en el estadio luego del juego y Charlie viene y dice, ‘¡Ese es mi muchacho!’ y yo digo, ‘¿Por qué no fui el cátcher regular desde el principio?’
Batear un jonrón ante Don Sutton en el quinto juego de la Serie Mundial…Antes del quinto (y final) juego, nunca olvidaré que Charlie Pride estuvo aquí para cantar el himno nacional. Y Charlie Pride estuvo en el clubhouse antes del juego, y el finado Frank Ciensczyk (gerente de instrumental) vino y dijo, “Bien vamos a tener una reunión. Salgan todos”. Y Charlie entró. Charlie Pride se levantó para salir. Charlie dijo, “Te puedes quedar”. Bien, ¿por qué Charlie Pride se puede quedar y los demás son echados? Él se sentó adelante y en el medio en la reunión que tenía Charlie. Nunca olvidaré que Charlie Finny dijo ‘Muchachos estamos arriba 3 a 1. Cuando ganemos esta noche vamos a tener un desfile en el centro como campeones mundiales por tercer año seguido”. Y nunca olvidaré la mirada en la cara de Charlie Pride. Miró a Finley como diciendo ‘¿Quién es este tipo para hablar así?” Y lo que ocurrió fue que derrotamos a los Dodgers esa noche y tuvimos el desfile. Él debió haber pensado que estaba visitando a Dios en el clubhouse. Pero batear un jonrón ante Don Sutton… luego de la lesión y de la inactividad, y no saber si podía jugar esa temporada, regresar y dar ese jonrón fue gratificante.
67M: ¿Piensas que veremos otro equipo como aquellos Atléticos, o la libre agencia lo hace imposible?
RF: Costaría mucho dinero. Mira a los Yanquis. Ellos gastan 200 millones consistentemente, consiguen los mejores jugadores, hacen dinero y lo gastan. Ellos quieren ganar campeonatos mundiales y esa ha sido su filosofía y pienso que cada equipo que ha tratado de hacer eso, le ha costado una fortuna.
Pero si se piensa en los equipos de los Atléticos que ganaron 3 Series Mundiales seguidas, una vez que esos peloteros se fueron a otros equipos nunca tuvieron el mismo éxito que tuvieron en Oakland. Algunos tuvieron buenos años individuales pero no como equipo.
67M: ¿Fue Dick Williams, quién falleció recientemente, el mejor manager para el cual jugaste?
RF: Jugué para unos cuantos buenos managers, jugué para Alvin Dark (luego que Williams se fuera al terminar la temporada de 1973) y algunos tipos en Cleveland pero no hay duda de que Williams fue el tipo, considerando lo que tuvo que hacer para trabajar con Charlie. Charlie trataba de controlar el equipo, y nosotros como peloteros sentíamos que cualquier cosa que dijera Charlie, Dick nos respaldaría y dejaría de lado cualquier comentario negativo que Charlie pudiera hacer de nosotros. Él era un gran hombre a quién todos respetábamos, para quién queríamos jugar duro y obviamente lo hacíamos porque él tuvo la oportunidad de ganar tres campeonatos divisionales seguidos. Él era un manager leal con los peloteros, y no es que no lo fuera con Charley Finley, pero cada pelotero sabía que si había un manager de los peloteros era Williams porque nos apoyaba todo el tiempo.
67M: Le recibiste a los Tres Grandes originales: Catfish (Hunter), Vida (Blue), Kenny (Holtzman). Describe sus estilos, y ¿quién era tu favorito, si alguno lo era, para recibirle?
RF: Catfish fue el primero a quien le recibí cuando llegué desde Cleveland. Le recibí el primer juego que lanzó en el entrenamiento primaveral. 15 bateadores, 15 outs, ni siquiera sudé. Hablé con Phil Garner, él decía que usaba lo que Catfish hacía como pitcher para ayudarse como manager. Pienso que hubo un año cuando Catfish permitió 33 jonrones, pero 30 fueron solitarios. Él no concedía boletos, ni lanzaba la pelota por el medio del plato. Catfish podía bordar los lanzamientos alrededor de la zona de strike, y Vida me quemaba la mano. Él podía lanzar duro, tenía una buena curva, un cambio de velocidad no tan bueno, pero podía literalmente pasar a los bateadores a punta de rectas. Pienso en él como un cerrador, venía y decía, ‘Te voy a lanzar una recta, trata de batearla’. Y ellos no podían hacerlo. Era un tipo de poder. Y luego estaba Kenny Holtzman, el zurdo de recursos. Phil Garner me contó una gran historia, cuando él jugaba segunda base, Kenny le decía, ‘Phil, si estás en segunda y la pelota siempre sigue hsta el right field, me voy a molestar contigo’. Kenny rara vez le lanzaba adentro a los derechos por lo que deseaba que su primera y segunda base se ubicaran apropiadamente para atrapar esas Pelotas porque los derechos no iban a tratar de halar la pelota. Si eran inteligentes dirigirían la esférica en esa dirección y él decía ‘¡Estén ahí!’ y Garner siempre estaba ahí. Pero si tuviera que escoger a uno de los tres, ese sería Catfish por su reputación. En la época cuando jugué, los juegos eran rápidos, no había muchos comerciales y los jugadores no desperdiciaban tanto tiempo. Estaba detrás del plato y el árbitro miraba hacía el montículo y decía ‘¿Con que Catfish Hunter?’ ‘En hora y media esta noche habremos terminado’. Y de seguro, así es como funcionaba su reputación. Le digo a los pitchers jóvenes de hoy, que algunas sentencias cerradas se hacen a la amera de los Yanquis o a la de los Medias Rojas, les digo que uno de estos días cuando sean buenos y su reputación esté ahí t los reconozcan, que van a conseguir esos mismos pitcheos a su favor.
67M: Junto a lo que acabas de decir ¿Qué clase de consejo le darías a cualquier aspirante a catcher?
RF: Lanzar. Lanzar. Lanzar. Lanzar! Pienso que la única cosa que los catchers tiene que ser capaces de hacer es tener un brazo fuerte, obviamente precisión para lanzar a las bases, especialmente a segunda base, rapidez de pies y trabajar en eso. Para tener piernas fuertes, tienes que tener una complexión fuerte. El difunto Del Rice me decía a cada rato en Cleveland ‘Tu trabajo es recibir la pelota y manejar al cuerpo de lanzadores. Cualquier cosa que hagas a la ofensiva es un bono’. Pero como el bateo se hizo más prominente, especialmente en la Liga Americana con el bateador designado, todos esperaban que cada jugador de posición bateara. La receptoría se convirtió en una posición más ofensiva, y sus deberes detrás del plato han quedado a un lado. Como bloquear pelotas contra el suelo. Un terrible ejercicio que se debe practicar, pero algo que se debe hacer. Lanzar, trabajar la rapidez de pies, y recibir la pelota apropiadamente. Muchas veces los cátchers mueven la pelota, toman la mascota y apuntan hacia abajo al suelo. Se necesita mantener la mascota arriba en los pitcheos bajos para subir la pelota en vez de bajarla. Y como resultado, cuando se recibe de la manera correcta, el trabajo con los pies es el apropiado y se puede tener una posición adecuada para sacar out a los corredores en las bases. Es bastante trabajo, pero si se tiene una complexión fuerte, piernas fuertes y brazo fuerte, el resto va a estar ahí.
67M: ¿Quién hace todo eso muy bien hoy?
RF: Sorpresivamente, el catcher de reserve de los Atléticos Landon Powell. Su movimiento de pies es algo que siempre ha tenido. Trabajó en eso desde niño porque su padre lo enseñó, él continuó trabajando trabajando en eso aunque es grande, lo miras y piensas ‘Él no va a ser tan rápido’, pero tiene rapidez de pies, rapidez para soltar la pelota.
67M: ¿Algunas vez pensaste en ser entrenador?
RF: Si hubiera empezado justo después de retirarme como jugador activo, si, pero tenía una familia. Hablé con Tony Muser, quién dirigía a los Ports de Stockton, estaba ganando 12000 dólares al año y me dije no puedo hacer eso. Por ese tiempo debí tener 33 o 34 años. Habría tenido que depender de llegar a las Grandes Ligas tan pronto como fuera posible y eso significa mucha presión porque hay pocos puestos de trabajo a ese nivel.
67M: Además, tienes uno de los mejores asientos de la casa para ver los juegos de los Atléticos. ¿Cómo empezó todo eso y por cuanto tiempo planeas hacer eso?
RF: ¿Está hablando del sofá Xfinity de aquí o de mi asiento en la cabina de transmisión?
67M: (risas) La cabina.
RF: No me gusta decir mi edad porque me siento como de 22 años cuando se trata de beisbol y transmitir juegos. Tengo mucho entusiasmo por el juego que siempre he querido, me siento muy afortunado de ser capaz de transmitir juegos y agradezco a Comcast Sportsnet California. Disfruto esto, y para ser honesto, disfruto ver a estos peloteros jugar beisbol porque veo las jugadas y pienso, si puedes venir al estadio y ver algo que nunca has visto, estás diciendo algo. Este es mi vigésimosexto año transmitiendo juegos, y aún puedo venir al estadio y decir que he visto algo que no había visto antes. Ese es el gran juego de beisbol, nada está en un guión y la gente dice ‘Caramba, te volviste un ocho con esa jugada’, y les digo que es mi reacción a lo que ocurre en el terreno. No hay nada escrito o intercomunicador para decirme lo que debo decir. Hay una gran diferencia, me emociono, y algunas veces me equivoco, pero la moraleja es que disfruto el beisbol. Para contestar tu pregunta, no tengo deseos de renunciar. Estoy en una edad donde mi esposa dice que la gente está jubilada. Le digo ‘Lo siento cariño. Estoy trabajando en algo donde aún me siento joven’.
67M: No es realmente un trabajo ¿cierto?
RF: Es muy divertido venir al estadio todos los días.
67M: Gracias por tu tiempo, Ray.
RF: Me divertí mucho. Envía el sofá a la cabina.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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