lunes, 13 de julio de 2015
Hablando de beisbol con Steve Braun
15-07-2011. Bruce Markusen
Algunas veces los aficionados cometen el error de creer que él es el padre de Ryan Braun, pero Steve Braun no tiene relación con el jardinero izquierdo del Todos Estrellas de los Cerveceros. Tampoco está relacionado con el Steve Braun a quien los Cerveceros firmaron como agente libre amateur en 2008. Este Steve Braun se labró su propio nombre al compilar un porcentaje de embasado de .371 en una carrera de 15 años en las Grandes Ligas. En 1975, bateó su tope en promedio de bateo, .302 con los Mellizos, su organización original.
Pero él odiaba la mezquindad del dueño Calvin Griffith, y eventualmente pidió ser dejado disponible para el draft de expansión. Braun jugó con los Marineros originales en 1977, y luego los Reales y los Azulejos, antes de encontrar una segunda vida como jugador de medio tiempo y emergente con los campeones mundiales Cardenales.
Un jugador completamente versátil, Braun empezó su carrera como segunda base, pero se encontró bloqueado en las ciudades gemelas por un tipo llamado Rod Carew. Los Mellizos lo movieron a tercera base, donde su falta de poder se hizo evidente. De ahí, se movió a los jardines. Para el final de su carrera, el comodín de todos los cambios había jugado seis posiciones, incluyendo primera base y campocorto.
Despues de sus días de jugador activo, Braun se hizo coach de bateo con los Cardenales antes de ganarse una reputación como instructor de bateo altamente respetado en las ligas menores, primero con los Medias Rojas y luego con los rivales Yanquis. Mientras trabajaba en el circuito de ligas menores, Braun tutoreó a varios futuros jugadores destacados, incluyendo a un todos estrellas de la Liga Americana.
Hablé con Braun largo rato durante su reciente visita a Coopperstown para participar en el Hall of Fame Classic. Bien hablado y gentil, Braun de 63 años, habló de jugar con leyendas, entrenar futuras estrellas, su amor por el yoga, y su conexión actual con el juego.
Markusen: Steve, tuviste el privilegio de jugar con dos hombres quienes han estado en las noticias por muy diferentes razones este año, Harmon Killebrew y Bert Blyleven. Hablemos primero de Harmon. ¿Qué tipo de compañero era él, cuando él estaba en sus años finales y tú empezabas en 1971? ¿Cómo era la relación?
Braun: Harmon era un tremendo individuo. Siento mucho saber que haya fallecido tan temprano. Tuva la oportunidad de ver a Harmon en el entrenamiento primaveral el año pasado. Normalmente no voy al entrenamiento primaveral, pero lo hice ese año, y tuve la oportunidad de visitarlo por un momento. No sabía cuan enfermo estaba.
La primera vez que compartí con Harmon fue en el entrenamiento primaveral de 1971, yo tenía 23 años y venía de jugar pelota Clase A. Y recuerdo que vino hacia mi cuando me vio y se presentó. Él dijo: “Soy Harmon Killebrew y tu Steve Braun”. Él sabía un poco sobre donde yo había jugado el año anterior, me dio la bienvenida al equipo, me hizo sentir a gusto”. Él dijo, “Disfruta mientras estés aquí y deja que salgan tus talentos”. Dijo, “Relájate y disfruta”.
Cuando el me dijo esas palabras, me relajé lo suficiente y tuve un gran entrenamiento primaveral e hice el equipo. Es muy importante cuando un tipo como Harmon, un superestrella, viene hacia ti y se presenta. Tus talentos pueden emerger
Markusen: ¿Te habló mucho de bateo?
Braun: No, el era un bateador muy diferente a mí; él era un bateador de poder y yo era un tipo que bateaba para embasarse. Por eso no hablamos mucho de bateo.
Markusen: ¿Qué hay de Bert Blyleven? ¿Tuvo la mejor curva que hayas visto?
Braun: Sin duda. Indudablemente la mejor curva que haya visto. Tuva la oportunidad de jugar tambien con Bert en las ligas menores. Lo que recuerdo de Bert es esto: A los 19 años de edad, estaña en la International League, la liga de otoño, y tuvo marca de 9-1. Nadie lo podía tocar con esa curva. Por supuesto, llegó a las Grandes Ligas el año siguiente y tuvo una larga carrera. Estoy feliz de ver a Bert recibir el reconocimiento que merece. Pasó mucho tiempo para eso.
Y también tenemos, desafortunadamente, algunos tipos como Tony Oliva, quien jugaba para nosotros en el medio oeste, y no recibe el reconocimiento de algunos peloteros del este. Es grandioso ver a Bert recibir el reconocimiento. La curva que tenía era increíble.
Markusen: ¿Cuando jugabas con él tenías el presentimiento de que él iría al Salón de la Fama?
Braun: Sin duda. Sin duda. Él también tenía una Buena recta. Tenía una recta de 90 millas, pero la curva era su carta de presentación. Recuerdo que en los entrenamientos primaverales, nadie quería batear ante él en la práctica de bateo. Sabíamos que iba a lanzar la curva, solía decirnos que la iba a lanzar, aún así era imbateable.
Markusen: ¿Era él un gran bromista, según tengo entendido? (Blyleven solía usar una franela que decía, “I love to Fart”, “Me encanta tirar peos”).
Braun: Si, tenía un gran sentido del humor. Él hacía muchas bromas, se sentaba en las tortas de cumpleaños, cosas como esa. Era un gran bromista que te mantenía relajado. Y también tuvo aquel equipo olímpico de Holanda que dirigió muy bien. Me gustó mucho verlo hacer un gran trabajo. Bert es un gran tipo.
Markusen: Steve, te estaba buscando más temprano y pensé que estarías usando la camiseta de los Mellizos, pero tienes los colores de los Cardenales, y debe ser debido a la Serie Mundial de 1982. ¿Fue ese el punto cumbre de tu carrera?
Braun: Si, ese fue. La Serie Mundial, indudablemente. Eso es lo que cada pelotero quiere, jugar en la Serie Mundial y conseguir un anillo. Conseguí uno luego de 15 años. Estoy feliz de haber tenido la oportunidad de jugar en San Luis. Whitey Herzog fue un gran manager para quien jugué en Kansas City y San Luis. Él me trajo a los Cardenales donde armó un gran equipo. Y fui capaz de ganar el anillo de Serie Mundial.
¡Pero el uniforme de los Mellizos, desearía haber tenido uno! Yo tenía un uniforme de los Mellizos, pero sin mi nombre en la espalda. Sin número, sin nombre. Por eso decidí tomar la ruta de los Cardenales.
Markusen: Fuiste un emergente excelente, ese fue uno de tus papeles con los Cardenales. Salir de emergente parece ser una arte perdido. Los tipos no tienen mucho éxito como emergente ahora. Tú lo tuviste, ¿Por qué?
Braun: Pienso que la razón principal sobre batear de emergente es esta: Se tiene que aceptar la tarea como parte del equipo. Porque no se va a jugar mucho. Pienso que muchos jugadores más experimentados son emergentes exitosos porque aceptan su tarea. Están hacia el final de sus carreras, luego de jugar a diario en sus carreras, y aceptan la tarea que les da el manager. Y no se excusan si fallan. Se sabe que no se va a jugar mucho, el manager sabe eso, y él no esperará mucho, no se tienen muchas expectativas contigo, cuando eres emergente.
Yo trabajé duro. Otra razón por la que lo hice bien, me preparaba bien. De verdad trabajaba y estaba listo. Con quien fuese que me iba a enfrentar esa noche, sabía lo que ellos lanzaban y como iban a tratar de trabajarme. Me preparaba muy bien. Esa es la razón más importante.
Markusen: ¿Pensabas en los relevistas antes del juego porque sabías que probablemente los enfrentarías como emergente al final del mismo?
Braun: Por supuesto. Siempre me tocaba batear contra su relevista más difícil. Esa era una de las cosas divertidas de batear como emergente, ser capaz de mostrar tus destrezas ante los mejores relevistas del juego. Había que enfrentar a los Gossage, y los Reardon y los Garber, y todos los grandes relevistas de mi época. Enfrentar a esos pitchers, en la parte decisiva del juego, era algo para lo que vivía, especialmente al jugar en San Luis por cinco años.
Markusen: Steve, debo decirte que luces muy bien. Parece que no hubieses subido ni un cuarto de kilo desde que dejaste de jugar en los años ’80. ¿Cómo te mantienes en tan buena forma?
Braun: trabajo en eso. Camino el campo de golf durante el verano, y entreno con pesas un poco, hago yoga, y me mantengo muy activo. Es algo natural en mí. Me siento muy bien. Físicamente he tenido algunos problemas en la espalda, hacer yoga me ha ayudado mucho, a mantener mi espalda y mi alma fuertes de manera contínua. Todos hemos pasado por golpes y heridas durante nuestras carreras, no solo en beisbol, también jugué baloncesto y futbol americano, por eso me gané mi cuota de magulladuras. Hay que tratar de mantener la salud.
Markusen: También has sido coach de bateo. Trabajaste en la organización de los Yanquis, trabajaste en la organización de los Medias Rojas. ¿Qué es lo primero que se te viene a la mente de tres tipos con los que trabajaste en las ligas menores: Nomar Garcíaparra, Mo Vaughn, y más recientemente, Robinson Canó?
Braun: Con Garcíaparra trabajé un poco en AA. Yo era instructor itinerante de bateo, no era su verdadero coach de bateo a tiempo completo durante el año. Pero iba al estadio de su equipo y lo veía.. Nunca pensé que alcanzaría lo que hizo. Yo sabía que él sería un gran bateador, pero el poder, el poder hacia la banda contraria, de veras me sorprendió. Ha tenido una gran carrera, es una lástima que sus problemas de salud hayan recortado su carrera.
Es agradable ver a Canó hacerlo bien. Solo lo tuve por poco tiempo en Trenton. Traté de hacerlo batear con algo más de poder. Esos pitcheos bajos, el mata los pitcheos bajos, y necesita aguantar la tentación ante los pitcheos altos, pequeñas cosas como esas. Pero no se pierde mucho el tiempo con tipos que tienen un swing natural como el que él tenía. Tenía una gran coordinación vista-muñecas y ritmo en su swing.
El otro tipo que mencionaste…Mo Vaughn, yo no trabajé mucho con Mo. Fue el trabajo de Carl Yastrzemski, él es el bateador de poder. No trabajé con Mo tanto como con los otros dos.
Markusen: Con Canó ¿Tuviste el presentimiento de que él sería así de bueno?
Braun: Si. Yo había vaticinado que Canó batearía 30 jonrones, remolcaría 100 carreras y batearía en el rango de promedio .310 -. 320. Lo seguí muy bien. Por eso predije que lo haría, y se ha acercado mucho a eso.
Lo único que traté de recalcarle, él es un gran bateador de pelotas bajas, fue que en vez de batear esas pelotas entre primera y segunda para conseguir un sencillo, le dije que levantara la pelota para aprovechar lo corto de las gradas por esa banda en Yankee Stadium. Obviamente, él ha tomado en cuenta eso. Pienso que él ha conseguido un poco más de disciplina en el plato de la que tenía en las ligas menores. Ha madurado como bateador y es muy bueno verlo tener éxito. Es un gran tipo, divertido, bueno para compartir,
Markusen: Una pregunta final para Steve Braun. ¿Que haces por estos días?
Braun: Bien, tengo mi propia escuela de bateo en el area de Trenton, N.J. Trabajo con niños en el invierno, y con los bateadores y pitchers hago campamentos en el verano.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario