lunes, 21 de septiembre de 2015

Luis González: Un colaborador subestimado

El veterano jardinero ha logrado números impresionantes y ha sido miembro vital de algunos equipos de beisbol ganadores. John McMurray. Baseball Digest. Noviembre 2007. El 4 de noviembre de 2001, Luis Gonzalez bateó un elevadito imparable sobre la cabeza del campocorto de los Yanquis de Nueva York, Derek Jeter con un out en el cierre del noveno inning para ganar el séptimo juego de la Serie Mundial para los Cascabeles de Arizona. El oportuno imparable de González ante el cerrador de los Yanquis, Mariano Rivera le dio a Arizona una victoria poco probable de Serie Mundial, los Cascabeles habían llegado perdiendo ante Nueva York por una carrera en el cierre del noveno inning antes de ganar el juego en forma dramática contra el relevista estrella de los Yanquis. Luego del doble de Tony Womack a la derecha que remolcó la primera carrera de Arizona en ese inning y también llevó a Jay Bell hasta tercera base, Craig Counsell fue golpeado por un lanzamiento. Con las bases llenas y un out, Gonzalez sencilleó y trajo a Bell hasta el plato para ganar la Serie Mundial para los Cascabeles en la cuarta temporada de existencia del equipo. “Con Mariano, pienso que estarías loco si sales ahí y no esperas su recta cortada”, dijo González. “Ese es su pan y mantequilla, un lanzamiento que ha usado por mucho tiempo en su carrera. La cuenta era 0-1. Yo había bateado de foul la primera pelota. El segundo envío fue básicamente el mismo, y fui capaz de levantarlo sobre la cabeza de Jeter”. “Fue una situación de ensueño ir a batear con las bases llenas. La única presión para mí era conseguir poner la pelota sobre el cuadro porque no quieres batear un roletazo para dobleplay”, dijo él. “Yo sabía que tenía que batear hacia los jardines. Esa fue una Serie Mundial tan excitante porque varios de los juegos fueron muy disputados”. En el primer juego de esa Serie Mundial, González bateó otro imparable clave. Con la pizarra igualada a una carrera en el cierre del tercer episodio, él descargó un jonrón de dos carreras ante el abridor de los Yanquis, Mike Mussina, para darle a los Cascabeles la delantera en un juego que Arizona ganaría 9-1. En 2001 González terminó tercero en la votación del jugador más valioso de la Liga Nacional, detrás de Barry Bonds y Sammy Sosa, quienes batearon 73 y 64 jonrones respectivamente. Las estadísticas ofensivas de González habrían sido suficientes para ganar el premio en la mayoría de las otras temporadas: el consiguió 198 imparables, 57 jonrones, 142 carreras empujadas, 100 boletos y .325 de promedio de bateo ese año. Sus 57 jonrones permanecen como la tercera cifra más alta para un zurdo en la historia de la Liga Nacional, solo detrás del total de Bonds en 2001 y los 58 cuadrangulares de Ryan Howard en 2006. “Era difícil ganar el premio de jugador más valioso ese año”, dijo González. “Hubiera sido agradable tener ese trofeo, pero a la vez, fui capaz de conseguir algo que la mayoría de los jugadores no tiene, un anillo de Serie Mundial”. En 2001 todo llegó junto para Luis González. De hecho tuvo ese año tuvo 26 jonrones más y 28 carreras empujadas más de lo que había tenido en cualquier otra temporada. González acredita a sus compañeros por mucho de su éxito ese año. “Eres tan bueno como los tipos quienes te rodean, teníamos una gran alineación en 2001, incluía a Steve Finley, Matt Williams, Jay Bell y Reggie Sanders”, dijo él. “Teníamos muchos peloteros quienes podían batear jonrones, y me beneficié de batear entre dos veteranos como Jay Bell y Matt Williams quienes tenían notable poder. “También fue una de esas situaciones en las que me quedaba activado desde principios de temporada. Tuve una buena serie en Los Angeles cuando fuimos a jugar contra los Dodgers y bateé un par de jonrones. En beisbol cuando tu nivel de confianza es alto, sientas como si fueses invencible allá afuera. Eso es lo que pasó conmigo cuando arrancó la temporada”. González fue seleccionado por los Astros de Houston en la cuarta ronde del draft amateur de 1988. Debutó en Grandes Ligas el 4 de septiembre de 1990 contra los Dodgers de Los Angeles, entró como bateador emergente por el pitcher abridor Mark Portugal. González tuvo solo 21 turnos al bate durante su primera temporada mientras actuaba como sustituto en primera y tercera base, pero se convirtió en regular de los jardines de Houston en 1991. Como jugador joven el bateador zurdo y lanzador derecho González, mostró poder y velocidad. Antes que fuese cambiado desde los astros a los Cachorros el 28 de junio de 1995, bateó un total de 52 jonrones y robó 53 bases con Houston. A los 27 años fue cambiado junto al cátcher Scott Servais por el cátcher Rick Wilkins. “Me había formado con un núcleo de tipos en Houston”, dijo González. “Había estado ahí por un tiempo, y sentía como si me iba a quedar con los Astros por el resto de mi carrera. Ser cambiado es una experiencia que te abre los ojos, tienes que saber que esto es un negocio. Hay muy pocos jugadores quienes terminan sus carreras con el mismo equipo donde empezaron, excepto por unos pocos tipos como Cal Ripken, Craig Biggio o Tony Gwynn”. González jugó con los Cachorros hasta la temporada de 1996, entonces firmaría de nuevo con los Astros antes de la temporada de 1997. Se fue de los Astros el año siguiente, firmó como agente libre con los Tigres de Detroit. Durante la temporada de 1998 con Detroit, González fijó lo que para entonces fue un tope de su carrera con 23 jonrones, desde entonces batearía al menos 20 jonrones cada temporada hasta 2003. “El gran cambio para mí en 1998, fue abrir mi estilo de bateo”, dijo González. Cuando estuve con los Tigres, jugábamos en el viejo Tiger Stadium, y mis compañeros solían animarme para que abriera la forma como me paraba en el plato un poquito para halar más pelotas porque ese estadio tenía su parte más alta por el jardín derecho. Entonces empecé a repicar con mi estilo de bateo”. “Terminé siendo cambiado en el receso entre temporadas hacia los Cascabeles (a cambio de Karin García). Usé el mismo estilo en el ’99 durante el entrenamiento primaveral, y ese año arranqué con una seguidilla de 30 juegos bateando imparables”. Durante esa seguidilla que se extendió desde 11 de abril hasta el 18 de mayo de 1999, González bateó 46 imparables, coleccionó siete jonrones, y empujó 25 carreras. Él se considera a si mismo un bateador de los callejones más que de poder. En 1999, lideró la Liga Nacional con 206 imparables, y hasta el 4 de agosto de 2007 tuvo 566 dobles, vigésimo en la lista de todos los tiempos. Durante su carrera, González ha bateado tres jonrones en un juego dos veces, empujó seis carreras en un juego tres veces y el 5 de julio de 2000 bateó la escalera. Después de ocho temporadas en Arizona, González firmó como agente libre con los Dodgers antes de la temporada de 2007 y ha participado en más de 2400 juegos de Grandes Ligas. “Solo trato de seguir la mentalidad de Wally Pip, dijo González. “Trato de ser una roca estable y salir a jugar duro. Vengo al estadio listo para jugar, y no a consentir mi cuerpo. Trato de jugar duro y disfrutar. Estoy haciendo algo que millones de personas quieren hacer”. “Yo admiraba a B.J. Surhoff porque era un tipo que dejaba el alma en el terreno y jugaba todo el tiempo. Pete Rose fue el héroe de mi adolescencia, pero B.J. era alguien a quien de verdad seguía porque salía a jugar día cada día. Era un tipo tranquilo, de bajo perfil, pero salía a dar lo mejor por su equipo”. González hizo una gran contribución en la carrera de los Dodgers por el título del oeste de la Liga Nacional durante la temporada de 2007 al batear para .283. con 11 jonrones y 52 carreras empujadas hasta el 9 de agosto. “No hay muchos jugadores de posición quienes salgan a jugar todos los días a esta edad”, dijo Gonzalez, quien cumplió 40 años el 3 de septiembre. “Yo continuó saliendo a jugar y a disfrutar. Mientras haya trabajo para personas como yo, continuaré saliendo allá afuera para jugar”. Traducción: Alfonso L. Tusa C. Nota del traductor: Estadísticas ofensivas de Luis González con los Navegantes del Magallanes en la temporada 1992-93: 59 juegos, 225 turnos al bate, 35 carreras anotadas, 66 imparables, 16 dobles, 5 triples, 2 jonrones, 31 carreras empujadas, 26 boletos, 21 ponches, 10 bases robadas, .302 promedio ofensivo.

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