jueves, 1 de diciembre de 2016

El perceptivo Snodgrass aguarda por su gran oportunidad en el beisbol profesional.

Colby Wilson. LetsGoPeay.com. Tres apariciones en el Juego de Estrellas, tres temporadas con doble dígito en las victorias y un puesto en la rotación en el sistema de granjas de una organización que ha ganado tres de las últimas cinco Series Mundiales son cosas agradables de tener en una carrera de beisbol profesional, sin duda. Pero hay que excusar a Jack Snodgrass si quiere un poco más. Un lanzador que jugó dos años con los Govs a pesar de perder toda la temporada de 2010 debido a problemas en el hombro, dos de las mejores aperturas de Snodgrass con el uniforme de Austin Peay fueron sus últimas dos: dispersó nueve imparables y permitió solo una carrera sucia en 7.2 innings para mantener a los Govs en el juego contra Jacksonville State en el Ohio Valley Conference Tournament de 2011, un juego que los Govs ganaron para avanzar al juego por el campeonato. Luego venció a los anfitriones y favoritos de Georgia Tech con una brillante actuación de siete innings, siete imparables y una carrera limpia permitida para abrir el NCAA Atlanta Regional. Aunque los números de su carrera en Austin Peay (7-9, 5-05 de efectividad, 107 ponches en 133.2 innings) eran más mediocres que algunos de los drafteados de Governor, el zurdo Snodgrass mostró que era capaz de llevar lo mejor de si al gran escenario y fue escogido en la ronda 27 (837 en la general) por los Gigantes de San Francisco en el draft para jugadores de primer año de 2011. En cuatro temporadas, incluyendo las dos últimas con el Richmond AA en la Eastern League, él ha compilado 37 triunfos, siendo 12-4 su marca tope en 2013, y ponchado dos bateadores por cada uno que ha caminado. Despues de trabajar predominantemente en el bullpen con el Salem-Keizer de temporada corta en 2011, ha iniciado al menos 20 juegos en cada una de las tres temporadas (promediando cerca de 5.2 innings lanzados por apertura), incluyendo la apertura de su debut con los Flying Squirrels en 2013 donde lanzó seis innings de un juego sin hits combinado, el primero en la historia de Richmond. Sus participaciones en el Juego de Estrellas lo pusieron en compañía de algunos de los mejores jugadores jóvenes del beisbol, en el Juego de Estrellas de la California-Carolina League de 2012 estuvo solo Snodgrass, entonces con el San José de Clase A avanzada, coincidió con los actuales grandeligas Tony Cingrani y Billy Hamilton (Rojos) y George Springer (Astros) y contra Jackie Bradley Jr y Xaender Bogaerts (Medias Rojas) y Yordano Ventura (Reales). También lanzó un inning en blanco en el Juego de Estrellas de la Eastern League de la última temporada, ayudando al Oeste a ganar 5-2. Pero ahí está la cosa: San José y Richmond están en la organización de los Gigantes de San Francisco. Esa organización, ganadores de tres de las últimas cinco Series Mundiales, tiene pitchers desarrollados en casa como Madison Bumgarner, Matt Cain y Tim Lincecum y veteranos de mucho dinero en Tim Hudson y Jake Peavy en su rotación de abridores. Siendo todo lo bueno que ha sido Snodgrass, su camino ha sido bloqueado por algunos de los nombres más grandes y mejores del beisbol. “Es una organización difícil para ascender en sus niveles, porque ellos ganan la Serie Mundial cada dos años”, dijo Snodgrass durante una entrevista reciente. “Solo tengo que seguir trabajando duro. Obviamente hay algunas pequeña mejoras en las que trabajo cada año, aumentar mi repertorio, ganar experiencia, todo eso, con el objeto de llegar al próximo nivel, tiene mucho que ver con mucho trabajo duro y un poco de suerte, por más cliché que parezca”. A diferencia de otros grandes de Governor como Shawn Kelley, Lee Ridenhour o Jamie Walker, tipos quienes fueron abridores sobresalientes a nivel colegial y luego se mudaron al bullpen como profesionales, Snodgrass ha permanecido, la mayor parte del tiempo, en la rotación como profesional. Él cree que su consistencia lo ha llevado a prolongar su estadía en la rotación, y reconoció que ser capaz de lanzar tres envíos en strike y tener una sinker confiable le da la habilidad de mantener la pelota baja y sobre el plato por muchos innings a la vez, en otras palabras, la receta perfecta para un pitcher abridor. Sea como abridor o relevista, Snodgrass quiere lo que cada pelotero desea, la habilidad para jugar al nivel más alto. Él también es lo suficientemente práctico para saber que su mejor oportunidad es mantenerse haciendo lo que hace, trabajar duro y creer. “Hay 100 razones para que un tipo no lo haga, y solo necesitas una para llegar allí”, dijo él. “Hago todo lo que puedo por trabajar duro y mantenerme enfocado en lo que es importante, y eso es llegar al próximo nivel. Hay que confiar en que la oportunidad de jugar en AAA o las Grandes Ligas viene en camino”. Cuando Snodgrass llegó a Richmond en 2013, era uno de los tipos más jóvenes del equipo. La última temporada, estaba entre los más viejos, mostrando que tan ráoido pueden cambiar las cosas en las menores. En cada parada, él ha visto la progresión de los bateadores y cuanto más grande es el salto de talento desde un nivel al próximo. “En cada paso de la escalera que subes, los bateadores son un poco mejor”, dijo Snodgrass. “En la temporada corta, era muy parecido a la universidad, , pero entonces en la Clase A avanzada (San Jose) fue el bautizo de fuego y en AA fue cuando empecé a entender, ‘Bien, estos son profesionales quienes están entrenados para batear y les padasn bien por eso’. Es una evolución interesante”. Avanzar de nivel obviamente es una meta para Snodgrass en 2015. Pero si eres un miembro por dos veces del todos estrellas que espera el llamado para dar el próximo salto, tienes que mantenerte dando lo mejor, lo cual Snodgrass parece hacer. “Quiero mejorar la consistencia de mis envíos este año”, dijo él. “Cada temporada he tenido tres o cuatro juegos que han desmejorado mis números. Si puedo reducir de cuatro a tal vez dos y terminar fuerte, me sentiré muy bien con eso”. Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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