sábado, 17 de diciembre de 2016
El silencioso Larry Herndon hace ruido con su bate.
Dan Holmes. Detroitathletic.com. 18-10-2011.
Larry Herndon fue un miembro clave de los Tigres de Detroit campeones de la Serie Mundial de 1984. Durante sus siete temporadas con los Tigres, Larry Herndon hablaba muy poco. Era famoso por ser silencioso, raramente daba entrevistas. Pero su bate hacía más que hablar por él, él bateó varios imparables importantes, incluyendo uno de los jonrones más importantes en la historia de los Tigres.
Originalmente drafteado por los Cardenales de San Luis, Herndon era alto, de piernas largas y zancada larga. Tenía un bate rápido y era conocido como un talentoso cazador de elevados en los jardines durante sus días en la Liga Nacional, con los Cardenales y los Gigantes de San Francisco. El gerente general Jim Campbell lo ubicó en el receso de 1981, en un intento por llevarlo a unos jardines que tenían al patrullero central Chet Lemon y el guardabosques derecho Kirk Gibson. Se esperaba que Herndon aportara rango defensivo y algo de velocidad en el plato. Terminó siendo el mejor bateador del equipo en la próximas dos temporadas.
En su primera temporada con los Tigres, Herndon llamó la atención de inmediato, al batear .350 en mayo. Ese mes bateó jonrones en cuatro apariciones al plato seguidas, empatando una marca de Grandes Ligas. En la temporada el bateador derecho conectó para .292 mientras liderab al equipo en carreras, imparables, triples y carreras impulsadas. También robó 12 bases y se estabilizó como tercer bateador de Sparky delante de Lance Parrish. El año siguiente él mejoró casi todos sus números, al batear .302 con 20 jonrones, 182 imparables y 92 carreras impulsadas.
En 1984, el nativo de Memphis quien creció en Mississippi, compartió el tiempo en el jardín izquierdo con Ruppert Jones y otros. Mientras los Tigres rugieron desde el principio para tomar la delantera en la carrera por el este de la Liga Americana, Herndon tenía dificultades. Pero en los últimos dos meses de la temporada bateó sobre .350, preparándose para algunos dramas en la postemporada. . En el primer juego de los playoffs contra los Reales de Kansas City, Herndon descargó un jonrón solitario en el cuarto inning para darle a los Tigres una ventaja 3-0- Su víctima fue Buddy Black, un zurdo. Herndon era especialmente efectivo contra zurdos. Entonces, en el primer juego de la Serie Mundial en San Diego contra los Padres, Herndon bateó un jonrón a las profundidades del jardín derecho ante el zurdo Mark Thurmond que empujó dos acrreras y le dio a los Tigres una ventaja 3-2 que jack Morris nunca perdió. Fue Herndon quien atrapó el out final de la serie en el jardín izquierdo en el quinto juego, mientras los Tigres ganaban su primer título en 16 años.
Pero Herndon estaba lejos de haber terminado de ser héroe para los Tigres. Aunque su tiempo de juego disminuyó después de 1984, el todavía fue efectivo, sobre todo contra los zurdos. En 1987, con los Tigres repotenciados y en camino al mejor registro del beisbol, Herndon bateó .324 con nueve jonrones y 47 carreras empujadas jugando a medio tiempo. El día final de la temporada, con los Tigres manteniendo un juego d ventaja sobre los Azulejos de Toronto, a quienes enfrentaban en Tiger Stadium, Herndon despachó el batazo más importante de su carrera. Al obtener esa conexión ante el as zurdo de Toronto Jimmy Key, Herndon bateó un jonrón de línea hacia las gradas del jardín izquierdo en el segundo inning para darle a los Tigres ventaja de 1-0. Ese fue uno de solo tres imparables ante Key ese día, pero fue suficiente- El abridor de los Tigres, Frank Tanana lanzó un blanqueo y los Tigres ganaron la división el día final de la temporada.
Como lo había hecho en 1984, Herndon actuó bien en la postemporada de 1987, al batear .333 con dos carreras empujadas contra los Mellizos de Minnesota. Fue su aparición final en postemporada. 1988 resultó ser su temporada final, al fallar a la ofensiva. El 16 de septiembre bateó su jonrón en grandes ligas, ante un zurdo, Jeff Ballard de Baltimore. Se retiró con promedio vitalicio de .274, 107 jonrones, y más de 1300 imparables. Pero aunque fue un pelotero popular en Detroit y fue decisivo en muchos momentos importantes de la historia de la franquicia, Herndon tuvo bajo perfil como pelotero.
“Hondo solo venía al parque y jugaba”, recuerda el compañero de equipo Rod Allen.
A pesar de su naturaleza tranquila entre las rayas de cal, Herndon tenía una aceptación excelente con sus compañeros y la organización. En 1992 se convirtió en coach con Sparky, un cargo que mantuvo con el equipo de Grandes Ligas por siete años. Despues fue coach en ligas menores, para el equipo, se había convertido en un Tigre de por vida. Es un invitado frecuente en el campamento de fantasía de los Tigres, y uno de los más populares entre los aficionados. Aunque no se oye mucho de Herndon, su lugar en la historia de los Tigres está asegurado.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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