lunes, 29 de mayo de 2017
Antonio Senzatela ejecuta otra salida brillante mientras los Rockies zarandean a los Cardenales en el regreso a casa.
Blackmon bateó cuatro imparables para extender su liderato de las mayores hasta 69.
Nick Kosmider. The Denver Post. 26 de mayo de 2017.
Bud Black habló de los abridores jóvenes de los Rockies la tarde de este viernes como si estuviese suministrando un banco de palabras para un rompecabezas.
Sus oraciones de una palabra simplificaban las desconcertantes actuaciones de los jóvenes serpentineros quienes han ayudado a los Rockies a comandar la Liga Nacional.
La brillante salida de Antonio Sensatela en una victoria 10-0 sobre los Cardenales ante 40.312 personas en Coors Field, complementada por una tardía explosión ofensiva, suministró otro lienzo para que su manager pintara con su vocabulario.
Aquí está una forma de pintarlo:
Senzatela una vez más desplegó la competitividad que ha sido la marca de su temporada de novato, al lanzar 8 innings en blanco y permitir solo cuatro imparables. Mejoró su marca a 7-1, para igualar el registro de más victorias este año en las mayores, y bajó su efectividad hasta 3.19 mientras apenas un bateador de los Cardenales pudo llegarle a segunda base.
El derecho de 22 años de edad mostró su mejor repertorio desde el comienzo. Indujo roletazo tras roletazo, para hacer inofensivos los dos sencillos que los Cardenales batearon en los dos primeros innings con la ayuda de dos dobleplays.
Senzatela, quién ponchó tres y no concedió boletos, retiró 10 contrarios seguidos en un momento del juego, para trabajar a un determinado paso de rapidez. Cuando finalmente se metió en problemas en el sexto episodio, luego que Randal Grichuk abriera la entrada con doble, Senzatela mostró compostura.
Kolten Wong fue out con elevado al centro, Grichuk avanzó hasta tercera base. Senzatela entonces ponchó al pitcher Carlos Martínez. Luego Dexter Fowler bateó un rodado lento hacia primera base. Senzatela corrió desde el montículo, mostrando estar en el juego, para pisar la base antes que Fowler.
Par de dobleplays más llevaron a Senzatela hasta el octavo inning. Otro de los “estudiantes” del pitcheo de los Rockies había lanzado una gema una vez más mientras los Rockies llevaban su mejor marca de la Liga Nacional hasta 32-18. Los Cardenales cayeron a 23-22.
“Él pitcheó bien y lanzó strikes con su recta”, dijo Black de Senzatela después del juego. “En las dos aperturas previas, la recta estuvo un poco fuera del plato. Hoy él la sintonizó”.
Mientras Black suministró los adjetivos para definir adecuadamente la actuación de Senzatela, cada vez se hace más difícil encontrar palabras para Charlie Blackmon.
Al caliente jardinero central solo le faltó el doble para batear la escalera. Su jonrón, un estacazo dantesco y solitario por la derecha en el octavo ante Martínez, fue su duodécimo de la temporada, para empatarlo brevemente en el liderato del equipo. También empujó la primera carrera de los Rockies en el tercer inning, cuando descargó un triple entre el jardín central y el izquierdo. Sus 45 carreras empujadas también son tope en el beisbol, así como sus siete triples.
Con una ventaja de 2-0 en el cierre del octavo inning, los Rockies marcaron ocho rayitas en la pizarra con nueve imparables. Luego del vuelacercas de Blackmon, Nolan Arenado puso el juego 4-0 con doble impulsor al centro. Mark Reynolds reclamó el liderato de jonrones del equipo cuando despachó cuadrangular de dos carreras por la izquierda más adelante ese inning, su décimo tercero de la temporada. Y los imparables y las carreras siguieron llegando, para convertir un juego cerrado en un hipódromo.
“Es contagioso. Tienes dos buenos turnos al bate y el equipo se inspira”, dijo Blackmon del gran inning que reflejó todo lo que los Rockies habían hecho en su reciente gira con marca de 7-3. Pones al otro equipo contra las cuerdas. Parece que hemos sido capaces de explotar en ciertos innings”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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