domingo, 23 de julio de 2017
Dwight Evans acerca del Salón de la Fama del beisbol: No entiendo la mentalidad de la votación.
Graham Womack. 22-03-2016.
Cooperstown Chances examina el caso del Salón de la Fama del beisbol de un candidato cada semana. Esta semana: Dwight Evans.
Quien es él: La palabra ha estado abierta acerca de Dwight Evans por años. El pionero de los sabermétricos, Bill James escribió una carta abierta en 2012 solicitando el ingreso de Evans al Salón de la Fama. Adam Darowski incluyó a Evans en su Salón de las Estadísticas.
“No se trata de que Dwight Evans fuese un bateador excepcional. Su WAR de carreras producidas de 352.7 (Baseball Reference) ha sido alcanzado o sobrepasado por otros 89 peloteros. Sus destrezas defensivas no fueron tan únicas, 194 peloteros tienen un WAR de carreras defensivas mayor que el 66.3 de Evans. Pero solo 18 peloteros en la historia del juego lo han sobrepasado en ambas categorías”.
Hay 44 jardineros en el Salón de la Fama, para la herramienta Index Play de Baseball Reference.com, si Evans fuese a ser ingresado mañana al Salón de la Fama, el jardinero derecho de los Medias Rojas de Boston por mucho tiempo sería lo que Brian Kelly llamaría un inquilino del Salón de la Fama de clase media. Mientras el OPS+ de 127 de Evans lo igualaría en el lugar 34 entre los mejores jardineros del Salón de la Fama, sus 66 carreras salvadas a la defensiva lo ubicaría en el décimo lugar general, sus 66.9 Win Above Replacement ocuparían el puesto 18.
Estadísticamente, Evans es mejor que varios inquilinos del Salón de la Fama, aunque tal vez no tenga su brillantez. Obtuvo su votación más alta con 10.4 por ciento del voto de la Baseball Writers Association of America para Cooperstown en 1998 y tiene pendiente una elección en el Expansion Era Committee para el cual es elegible desde 2013. Es incierto si Evans será considerado para esa elección cuando el grupo se reuna este otoño.
“Siempre pensé que estaba en la cúspide con mi habilidad ofensiva y que mi defensa contribuiría con eso, pero no lo hizo”, le dijo Evans a Sporting News. “Eso solía molestarme, pero ya no”.
Evans reserva buena parte de su ira para lo que muchas personas aún llaman el comité de veteranos. El Salón de la Fama dividió el comité en tres subgrupos en 2010, para cubrir épocas diferentes. Pero para muchas personas, sigue existiendo el bloqueo intransigente que ignora a peloteros como Dale Murphy, Jim Kaat, y Luis Tiant. Evans ha hablado con muchas personas involucradas acerca de que él tiene una idea de lo que hay detrás de esa situación.
“Muchos peloteros del Salón de la Fama no quieren que nadie llegue a través del comité de veteranos”, dijo Evans. “No quieren que llegue nadie”.
A Evans le gustaría ver ingresar a Murphy, Tiant y Kaat. Él sabe que Murphy bateó casi 400 jonrones vitalicios y ganó dos premios al jugador más valioso, Kaat llegó muy cerca de las 300 victorias. De Tiant, a quien ve a menudo, Evans hizo ver que sus estadísticas son muy similares a las de Catfish Hunter. Todos se quedaron cortos ante la BBWAA (Asociación de periodistas de beisbol) y podrían ser candidatos del comité por mucho tiempo.
“No entiendo la mentalidad de la votación”, dijo Evans. “No logro descifrarla”.
Oportunidades de llegar a Cooperstown: 40 por ciento.
¿Por qué?: Evans pertenece a un grupo de peloteros a quienes los comités de la Expansion Era y la Golden Era al menos le rendirá honores pocas veces en los próximos 10 o 15 años. El punto es si Evans será considerado con más méritos para el Salón de la Fama que candidatos como Dick Allen, Jack Morris, y Tony Oliva. Dado que el caso de Evans se basa mucho en la sabermetría y que los comités del Salón de la Fama no parecen considerar las estadísticas avanzadas en este momento, eso parece poco probable.
Por supuesto que las cosas pueden cambiar, y peloteros como Evans y Bobby Grich podrían ser buenos casos para probar eso. Pero si el Salón de la Fama ha demostrado algo repetidamente a través de su historia, es que a menudo se mantiene glacial ante los cambios. Esto no pinta bien para Evans, quien cumplió 64 años en noviembre, en el sentido de que pueda disfrutar ese honor en vida.
Evans tiene muchos factores que lo hacen subestimado. Algunos son aleatorios. Si el sexto juego de la Serie Mundial de 1975 no hubiese terminado con el dramático jonrón de Carlton Fisk, más personas hablarían de la atrapada salvadora de Evans ante un batazo con características de jonrón en el octavo inning. Y Fisk fue solo uno de muchos compañeros de equipo icónicos en Boston.
“Jugué con muchos tipos: Fisk, Yaz, Boggs, Lynn”, dijo Evans. “Estaba a su sombra, pero eso está bien. Eso es bueno para mí…No buscaba notoriedad. No me importaba eso. Cuando salía por la puerta trasera del clubhouse y me iba a casa para estar con mi familia, con mis hijos, eso era lo más valioso para mí”.
A través de los años, Evans ha sido comparado con Jim Rice, quien fue ingresado en 2009 en su décimoquinto intento con la BBWAA. Cuando le preguntaron si él pensaba que Rice pertenecía al Salón de la Fama, Evans dijo, “Absolutamente lo creo, seguro”. Sin embargo Evans notó la diferencia clave entre él y Rice, la cual ha hecho su caso más difícil: Rice empezó con brillantez y terminó con un declive, mientras Evans inesperadamente se hizo mejor pelotero con el calendario.
Él da crédito parcial de esto a Ralph Houk, quien se convirtió en manager de los Medias Rojas en 1981.
“Él me llamó a su oficina en Winter Haven y dijo, ‘¿Sabes qué? He estado mirando tus estadísticas. Tienes mejor porcentaje de embasado que cualquiera en la alineación’, para nuestra alineación de ese momento”, dijo Evans. “No sabía eso, pero él era el manager, y esas son cosas que el debía examinar, nadie hablaba del porcentaje de embasado. Ël me dice, ‘Te voy a colocar de segundo en el orden para que tomes un turno adicional por juego. Eso te daría la oportunidad de embasarte una vez más’. Fui a su oficina sin saber lo que me iba a decir. Salí de ahí con tres metros más de estatura”.
Evans bateó .282 con .387 de porcentaje de embasado y .509 de porcentaje de slugging durante la estadía de Houk en Boston, la cual duró hasta el final de la temporada de 1984. Tuvo dificultades en el segundo turno de la alineación en 1985 y rara vez bateó allí por el resto de su carrera, la cual terminó en 1991.
Otro factor que juega contra Evans: Tuvo su mejor temporada en 1981, el año recortado por la huelga, cuando las disputas entre los peloteros y los dueños por la compensación de la libre agencia recortó 54 juegos a mitad de temporada.
“Yo lideraba la liga en bateo en 1981 cuando nos fuimos de huelga, .342, o algo así”, dijo Evans. “Estaba cerca del liderato de jonrones, carreras empujadas, cuando nos declaramos en huelga. Nunca había tenido un año como ese...Estuvimos sin jugar por cincuenta y tantos días, y cuando regresé, no pude retomar el paso”.
Evans perdería casi 50 puntos de su promedio de bateo después que terminó la huelga, aún asi terminaría tercero en la votación del jugador más valioso. Cuando se reanudó la temporada en agosto, él se ganó un puesto en el equipo de estrellas de la Liga Americana, aunque Reggie Jackson lo venció en la votación de los aficionados para ocupar un puesto en el equipo abridor.
“Respeto a Reggie Jackson, pero Reggie Jackson con un promedio de .190 y algo, fue el jardinero derecho abridor”, dijo Evans. “Me digo, ‘Algo está mal con este sistema’, y no era una crítica para Reggie. Era una crítica para el sistema”.
Por supuesto que Evans ha enfrentado situaciones más adversas. Craig Calcaterra escribió recientemente para NBC Sports acerca de las vidas que llevan los peloteros y los factores inadvertidos que podrían afectar su desempeño. En 1991, Evans le dijo a The Baltimore Sun que tenía un hijo, Tim, quien nació con neurofibromatósis, también conocida como la enfermedad del hombre elefante. Otro hijo, Justin, también fue diagnosticado con la enfermedad, a muy temprana edad. Una hija, Kirsten, nació sana, aunque Evans le dijo a Sporting News que la enfermedad de sus hijos había afectado la cantidad de atención que ella había recibido.
Evans dijo que es más fácil mirar su carrera en retrospectiva ahora.
“No disfrutaba cuando jugaba porque tenía dos hijos muy enfermos”, dijo Evans. “Mi hijo mayor ha tenido 43 cirugías. Tiene 43 años, le va bien, batalló contra el cáncer en los últimos años. Tengo otras cosas en mi vida, el Salón de la Fama es grandioso. Justifica todo el trabajo duro y que lo que hiciste significa algo…Pero eso no me hace una mejor persona o un gran pelotero o lo que sea”.
Evans dijo que su fe cristiana le dio fuerzas a él y a su esposa para sobrellevar la enfermedad de sus hijos. Eso también pone en perspectiva al Salón de la Fama.
“¿Me afecta eso? dijo Evans. “Si ocurre, si. Si no, estoy conforme. Voy a ser un inquilino en el Salón de la Fama del cielo. No me importa el de aquí. Me refiero, si, pero no”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
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