jueves, 28 de septiembre de 2017

Navegantes del Magallanes: Un centenar de anécdotas...(IV)

31.- La gesta de Johnny Hetki: Uno de los juegos que más escuchaba comentar a mis hermanos en la habitación, cuando cada temporada llegaba a su fase culminante tenía que ver con un tal Johnny Hetki y un juego que lanzó ante el Cervecería Caracas. Ellos sabían de ese juego porque un familiar les había contado al respecto, pero hablaban del tema como si hubiesen estado en el estadio “Cerveza Caracas” aquel 14 de febrero de 1952. Los lupulosos habían asegurado el título por amplio margen, sin embargo, eternos rivales al fín, salieron al campo a batirse con todos los hierros. Carrao Bracho abrió por Cervecería y Hetki por los Navegantes. Caracas marcó una rayita en la apertura del séptimo inning, Magallanes igualó en el cierre de ese episodio. Julio Bracho relevó al Carrao en el inning 17, cuando su equipo se fue al frente con 2 carreras. Magallanes volvió a igualar en el cierre del inning. El juego terminó 3-3. Hetki lanzó los 18 innings, concedió 9 imparables, 3 carreras limpias, 4 ponches y 1 boleto. 32.- Felo Ramírez y Luis Enrique Arias versus Abelardo Raidi y Henry Altuve: Al terminar la temporada 1978-79, Radio Caracas Televisión anunció que transmitiría la Serie del Caribe y sus narradores serían Raidi y Altuve. Disfrutaba tanto con la transmisión del circuito radial y tenía tanta curiosidad por lo que ofrecerían los narradores de la televisión que escuché cada uno de los juegos en simultaneo por radio y televisión. Recuerdo con agrado el momento cuando Luis Enrique Arias anunciaba “…y ahora quedará con ustedes Felo Ramirez, lo mejor del Caribe…” En el juego decisivo Abelardo en medio del jolgorio por el jonrón de Mitchell Page llegó a decir “Diviértase y sonría…en la feria del Magallanes…” En clara alusión a la “Feria de la Alegría”, el programa de variedades que Altuve animaba en RCTV. 33.-Aquel jonrón de Cheo Malavé: Cardenales de Lara ganaba cómodo el quinto juego de la serie final 1995-96 y acariciaba el título puesto que aventajaban al Magallanes 3 juegos a 1. A mediados del juego Cheo Malavé le bateó un jonrón descomunal a Kelvim Escobar para voltear la pizarra. Desde entonces, Magallanes nunca perdió la delantera en el resto de la serie hasta titularse campeón. 34.- El primer pitcher venezolano que le ganó a Cuba en la Serie del Caribe: Otra de las armas recurrentes a la cual apelaban mis hermanos en sus discusiones con los caraquistas era un juego del 14 de febrero de 1955: Almendares versus Magallanes. Emilio Cueche había estado a punto de lograr la hazaña en el juego de la primera vuelta ante el mismo pitcher de Almendares: Joel Hatten, con quien se batió en duelo de lanzadores y terminó perdiendo luego que el juego se detuvo alrededor de media hora por un incidente con el público. En esta ocasión con el respaldo ofensivo de Alfonso Carrasquel, Luis St. Claire, George Wilson, Pablo García entre otros, Cueche logró contener a los cubanos en 4 carreras para llevarse la victoria 6-4. 35.-Almuerzos, cenas y Magallanes: En casa siempre fue un ritual sagrado la hora de la comida, tanto al mediodía, como al atardecer, cuando papá llamaba al comedor, había que presentarse de inmediato en la más estricta tradición familiar. Las únicas veces que vi peligrar a esa tradición era cuando había un juego muy cerrado del Magallanes y papá se quedaba escuchando la transmisión radial. Entonces aparecía mamá y sonreía irónica: “Muy bonita tu disciplina”. 36.- Herman Hill, rápido y fugaz: El atardecer del 14 de diciembre de 1970 mis hermanos escuchaban un programa de beisbol y de pronto enmudecieron. Me acerqué a ver que pasaba y fue después de casi quince minutos que respondieron que Herman Hill el jardinero izquierdo del Magallanes, ese que volaba en las bases y los jardines, se había ahogado en la playa de Guaicamacuto, Carabobo. Los peloteros del Magallanes no jugaron hasta que apareció el cuerpo. Lo encontraron en la clásica posición del estilo libre de natación. Había ido a disfrutar el dia libre del lunes con sus compañeros de equipo Ray Fosse, Dale Spier y John Morris. 37.- Aquella temporada de José Villa: Buena parte de la razón por la cual el manager Felipe Rojas Alou condujo a los Navegantes del Magallanes hasta el segundo lugar de la ronda eliminatoria en la temporada 1987-88 se debió a la sorprendente actuación del novato José Villa quien había debutado en LVBP la temporada anterior. Villa se convirtió en el preparador del cerrador Steve Shirley (11 salvados, 0.81 efectividad) y también fue el primer pitcher que encabezó la liga en triunfos (9) haciendo todas sus presentaciones como relevista. En 24 juegos, dejo marca de 9-1 con 4.54 de efectividad. 38.- El tipo de la sirena: Cuando le pregunté a Felipe que era ese sonido que siempre había antes, durante y después de los juegos de los Navegantes del Magallanes, respondió que esa era una de las tradiciones más viejas del equipo. Me dijo que esa era la sirena del Magallanes. Había un hombre con una caja de madera donde llevaba el artilugio eléctrico que generaba aquel sonido lacerante, cuando entraba a la tribuna, los magallaneros se acercaban para pedirle al tipo que le diese más volumen a la sirena. 39.- Bill Taylor, el primero en batear tres jonrones en un juego en LVBP: El 24 de enero de 1954 el jardinero izquierdo de los Navegantes del Magallanes implantó la marca de más jonrones bateados en un juego de LVBP, en el quinto inning con Henry Schenz en circulación, Taylor se la desapareció a Tommy Fine y decretó su salida del juego para poner la pizarra Magallanes 5 – Caracas 2. En la apertura del séptimo inning Taylor volvió a encontrar embasado a Schenz y está vez le conectó vuelacercas a Julián Ladera, Magallanes 7 – Caracas 2. Finalmente en el noveno con George Wilson en primera base, Taylor descargó su tercer cuadrangular ante Elio Suarez en ruta a una victoria 10-2. 40. Magallanes para todo el mundo: Al indagar acerca del origen de esta frase, mis hermanos comentaron que provenía de la inspiración de un señor llamado Temistocles Melean, muchas veces iniciaba o terminaba la reseña de algun juego y no podía ocultar su devoción por los Navegantes. Alfonso L. Tusa C.

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