martes, 7 de mayo de 2019

Jim Holt, imágenes de 1969, episodios de una temporada mágica

Este lunes 1 de abril de 2019, me enteré a través de las redes sociales, que otro de los integrantes de esa familia invisible, fraguada en las aficiones juveniles por el beisbol, había fallecido. Se había ido de este mundo otro de los peloteros de aquellos Navegantes del Magallanes de la temporada 1969-70. Los primeros recuerdos que guardo de Jim Holt se remontan hacia mediado de 1969, cuando la flamante directiva del equipo magallanero recién adquirido por un grupo de empresarios de Valencia anunció que no contarían con los servicios del formidable jardinero Pat Kelly. En su lugar vendría Jim Holt, quien venía de jugar con los Tigres de Aragua en la temporada anterior. Lamenté mucho la ausencia de Kelly, le dije a mis hermanos que me temía que Holt no alcanzaría el rendimiento de Kelly. Estaba tan molesto, que ni siquiera aquella canción de Stevie Wonder “Yesterme, yesteryou, yesterday” logró animarme. No me convencía siquiera la buena actuación de Holt en las ligas menores. A medida que transcurría la temporada hube de empezar a tragarme mis palabras. Holt participaba de alguna manera en cada una de las victorias magallaneras ya fuera desde su posición en la alineación protegiendo a Clarence Gaston para que viera mejores envíos, repartiendo estacazos hacia todos los confines del terreno o atrapando batazos peligrosos y luego ejecutando lanzamientos certeros hacia las almohadillas o el plato. Aún así continuaba extrañando el juego de Pat Kelly y seguía preguntándome porque Magallanes no lo había repetido si había tenido una excelente actuación la temporada pasada. Los narradores y comentaristas radiofónicos hablaban cada vez con más elogio y reconocimiento sobre él, decían que Jim Holt había resultado la principal razón para que Gaston volviese a tener otra temporada extraordinaria con el madero “no solo es capaz de ganar un juego en el campo, su presencia en el dugout es relevante, hasta los peloteros que no hablan inglés entiendes sus gestos y actitudes”. En la temporada 1968-69, Carlos Tovar Bracho había comentado que “Gaston y Kelly eran la versión en blanco y negro de Batman y Robin”, la temporada siguiente muchos decían que Gaston seguía bateando a diestra y siniestra con Holt bateando delante o detrás de él, como en el cierre del cuarto inning de un juego efectuado el 28 de noviembre de 1969 en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia. Las Águilas del Zulia ganaban 1-0 y lanzaba Paul Edmonson. Luego de dos outs, Gaston se embasó por error de Luis Aparicio, allí apareció Holt para despachar un batazo de tres bases contra la pared del jardín derecho que produjo el empate en los spikes de Gaston. Luego Holt anotaría la ventaja mediante imparable de piernas de Ray Fosse. Las Águilas igualaron el marcador en el octavo inning mediante imparables de Oswaldo Blanco, Bill Melton y Aparicio. Entonces Gaston desaparece la pelota entre el jardín izquierdo y el central para dejar sobre el terreno a los zulianos. El 20 de diciembre de 1969 Magallanes enfrentaba al Caracas en pleno forcejeo por la clasificación. Orlando Peña versus Luis Peñalver. En el segundo inning, Gaston se embasa mediante imparable a la izquierda, avanza a la intermedia mediante robo y desde allí anota con un trepidante estacazo de Holt hacia las profundidades del jardín derecho. En el cierre de la tercera entrada Caracas pasa adelante mediante sencillo impulsor de Victor Davalillo y triple barrebases de Richie Scheimblum. Al iniciar el noveno inning, luego del out de Gustavo Gil, Gaston suena petardo a la derecha. Holt truena doblete al jardín derecho bueno para impulsar a Gaston y servir la escena de la remontada. Fosse soltó una bala fría al jardín central para dejar corredores en las esquinas. Diego Seguí relevó a Peñalver. Entonces Dámaso Blanco conecto imparable remolcador de Holt para acercar más la pizarra. Armando Ortiz entregó el segundo out de pitcher a primera base. Pompeyo Davalillo ordenó el boleto intencional para Orlando Reyes y Patato Pascual trajo a Hector Martínez de emergente por Gregorio Machado, quien había entrado a relevar en el inning anterior. Martínez respondió con imparable remolcador del empate y Dámaso se vino al plato para anotar la diferencia al caérsele la pelota al receptor Roberto Musulungo Herrera. En el tercer juego de la serie semifinal ante los Tigres de Aragua, los Navegantes del Magallanes visitaron el estadio José Perez Colmenares de Maracay, el 23 de enero de 1970. Danny Morris subió al montículo por Magallanes, mientras que el refuerzo Luis Peñalver hacia lo propio por los Tigres. Los felinos marcaron una rayita en el cierre del segundo inning mediante sencillo de Elio Chacón para remolcar a John Bateman quien había bateado doblete al jardín izquierdo. En la conclusión del cuarto tramo, Bateman despachó vuelacercas a las profundidades del jardín central y Jim Williams remolcó a Dennis Paepke desde la inicial mediante imparable y error del jardinero central Cesar Tovar. En la apertura del quinto inning, Magallanes descontó. Gregory Sims bateó doblete. Fosse falló con elevado a la inicial. Jesus Aristimuño descargó sencillo al centro para dejar corredores en los ángulos. Dámaso Blanco entregó el segundo out pero Aristimuño avanzó hasta segunda. Gonzalo Marquez emergió por Morris y conectó sencillo remolcador de dos carreras. Jim Holt niveló la pizarra con jonrón en el sexto inning. El juego se fue a extrainning y en el capitulo décimo cuarto Gustavo Gil remolcó a Gregorio Machado desde primera base con soberbio triple. Luego de la emoción de los dos primeros triunfos ante los Tiburones de La Guaira en la serie final, el tercer desafío, escenificado el primero de febrero de 1970 a partir de las once de la mañana en el estadio de la UCV, empezó con algo de viento en contra porque los escualos rompieron la seguidilla de dieciocho ceros obsequiada por Orlando Peña y Don Eddy. En el primer inning, Remigio Hermoso se embaso mediante imparable de piernas, estafó la intermedia y llegó a tercera base por wild pitch de Jay Ritchie. Luego anotaría con sencillo de piernas de Graig Nettles por segunda base. Magallanes igualó en la apertura del tercero, luego de dos outs, Jim Holt despachó imparable a la izquierda. Marcelino López caminó a Ray Fosse y Armando Ortiz impulsó a Holt con sencillo. En el quinto episodio Holt descargó metrallazo a la derecha. Fosse bateó un rodado al campocorto a la medida para el dobleplay, pero Enzo Hernandez cometió error y quedaron corredores en primera y segunda. Ortiz despachó otra línea sólida hacia el jardín izquierdo y Holt anotó la carrera que significó el campeonato para los Navegantes puesto que Ritchie dominó a la alineación escuala a lo largo del juego. Jim Holt fue quien recomendó a la directiva magallanera que trajera aquel veloz jardinero llamado Herman Hill para la temporada 1970-71. Y acertó en su observación, Hill resultó toda una sensación en la liga, principalmente por su rapidez en las almohadillas y cubriendo los jardines. Entonces llegó aquel 14 de diciembre de 1970. Hill se fue a disfrutar el lunes libre a la playa de Guaicamacuto, con sus compañeros John Morris, Dale Speiers y Ray Fosse. Luego de almorzar se lanzó a nadar y al parecer sufrió una embolia. Morris cuenta muy triste, que lo tuvo agarrado de las manos pero las corrientes marinas se lo arrebataron. Los peloteros no jugaron hasta que apareció el cuerpo. Jim Holt fue quien cumplió con la dolorosa tarea de informar a los padres de Hill sobre el deceso de su hijo y también fue el encargado de trasladar el cuerpo hasta los Estados Unidos para entregarlo a sus familiares. El 19 de diciembre de 1971, los Navegantes del Magallanes enfrentaban a las Águilas del Zulia en el estadio Luis Aparicio El Grande de Maracaibo. Los rapaces habían ganado 1-0 el dia anterior. En esta ocasión Steve Luebber por los Navegantes y Mickey Scott por los zulianos se trenzaron en un duelo más calcinante que el sol meridiano marabino. Luebber salió del juego en el inning 11 sin permitir anotaciones, su relevo Alan Closter también mantuvo inmaculado el plato. En la apertura del décimo tercer episodio, Scott se mantenía lanzando en blanco desde el montículo zuliano. Gustavo Gil abrió el inning con imparable de piernas al cuadro interior. Jim Holt despachó petardo para llevar a Gil hasta la antesala. Entonces vino a relevar Bill Kirkpatrick e Ivan Murrell lo recibió con imparable sobre la almohadilla de segunda para remolcar a Gil con la rayita que decidiría el juego. Holt tuvo una actuación decisiva en el juego realizado el 28 de noviembre de 1974 en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia. La Guaira salió adelante en el propio primer episodio amparado en doblete remolcador de Ángel Bravo. Magallanes replicó de inmediato en le cierre de ese inning con doble y sencillo remolcadores de Dave Parker y Holt respectivamente. En el segundo episodio, los Navegantes pasaron adelante con sencillo de Bob Bailor y triple de Parker. En el tercero, luego que Gilberto Marcano pusiera el inning en dos outs, Leroy Stanton se embasó por error de Jesús Aristimuño. Robert Marcano conectó imparable y Al Bumbry largó una línea que se internó en las profundidades del jardín derecho para convertirse en jonrón dentro del parque. La Guaira 5, Magallanes 3. En el cierre de ese inning los Navegantes igualaron mediante cuadrangular de Holt más doblete de Rick Stelmaszek seguido de errores sucesivos de Robert Marcano y Oswaldo Blanco. En el cierre del cuarto Magallanes pasó adelante al aprovechar el descontrol de Hector Brito que había relevado al abridor Roric Harrison en el inning anterior, Jesus Aristimuño despachó sencillo impulsor de dos anotaciones. La Guaira volvió a empatar en la apertura del quinto, Oscar Zamora quien había relevado a Brito, se embasó por error, Bumbry lo remolcó mediante triple. Entonces vino a relevar Manuel Sarmiento y Paul Casanova conectó elevado de sacrificio que trajo la carrera de Bumbry. Entonces dominaron los pitchers por 8 innings, en el cierre del décimo tercero, Rob Andrews llegó a primera por infieldhit, dos errores de Remigio Hermoso ante rodado de Parker dejaron corredores en segunda y tercera, Don Baylor recibió boleto intencional y Holt dejó en el terreno a La Guaira con línea trepidante que se estrelló contra la pared del jardín derecho. Holt jugó en las ligas mayores con los Mellizos de Minnesota (1968-1974) y los Atléticos de Oakland (1974-1976). En 707 juegos bateó para .265. Despachó 428 imparables en 1616 turnos al bate. 19 jonrones. 177 carreras empujadas. 174 anotadas. Su mejor temporada fue la de 1973, cuando bateó para .297 en 132 juegos. 11 jonrones. 58 remolcadas y 54 anotadas. Jugó en la serie de campeonato de la Liga Americana ante los Orioles de Baltimore en 1970 y se fue de 5-0. En 1974 llegó hasta la Serie Mundial con los Atléticos, quienes dominaban a los Dodgers de Los Angeles 2 juegos a uno, y estaban igualados 2-2 en el sexto inning del cuarto juego. El manager Alvin Dark sacó de emergente a Holt, quien ya había bateado un imparable como emergente en la serie, por el catcher Ray Fosse con las bases llenas y un out. Dark debió sonreir cuando Holt disparó imparable hacia la derecha, impulsor de dos carreras. Oakland ganó el juego 5-2 y se tituló campeón de la Serie Mundial por tercer año seguido, el día siguiente. En la LVBP, Holt bateó para .312 en seis temporadas (1968-1973, 1974-75). 1161 VB. 166 CA. 362 HC. 71 2B. 14 3B. 15 HR. 156 CI. Jim Holt en efecto fue un pelotero que todo equipo ganador necesitaba, uno que sabía como ejecutar el juego y estaba listo cada vez que lo llamaban. Resultó tan bueno como Pat Kelly para los Navegantes del Magallanes. Alfonso L. Tusa C. 9 de abril de 2019. ©

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