La pelota salió a mil millas del bate de Manny Ramírez la medianoche entre el viernes 06 y el sábado 07 de octubre. Fenway Park enmudeció de gritos. Francisco Rodríguez bajó del montículo con la mirada en los asientos encaramados sobre el monstruo verde. El vuelo de la esférica sobre la torre de alumbrado hundió el mentón de Rodríguez en el pecho. Mientras caminaba hacia el dugout, Ramírez levantaba los brazos en medio del frenesí de vencer a los Angelinos de Anaheim 6-3 en el cierre del noveno episodio.El triunfo dejó a Boston a un triunfo de pasar a disputar el título de la Liga Americana.
Julio Lugo abrió el noveno con sencillo ante Justin Speier. Pasó a segunda con roletazo de Dustin Pedroia a la intermedia. Rodríguez relevó y ponchó a Kevin Youkilis. Luego concedió boleto intencional a David Ortiz. Y llegó el momento cumbre ante Ramírez.
Ramírez apretaba sus manos entre las crinejas de su cabello. “Sé que K-Rod es uno de los mejores relevistas de la actualidad. Pero mi bate sigue estando entre los más peligrosos. Tengo mucha confianza en mí y sé que ahora es que hay Manny Ramírez”.
Rodríguez levantó la mirada ante los periodistas. “No había ningún plan. Sólo ‘búscalo y rétalo’. Así es el béisbol. No sé a donde iba el lanzamiento, obviamente no fue la mejor opción”.
Alfonso L. Tusa C.
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