Luego de otra decepcionante temporada para los Orioles, el manager Dave Trembley se acercó al receptor Ramón Hernández y le pidió que mejorara su condición física durante el invierno.
Hernández, 31, solo bateó .258 con 9 jonrones en 2007, sus números más bajos desde 2002. En parte esta caída puede ser debida a las lesiones. Desde que se hizo titular en 2000 esta es apenas la segunda vez que Hernández juega menos de 100 encuentros detrás del plato. Todo ocasionado por dos lesiones musculares.
Cuando el máscara cumanés se presentó al campamento de los Orioles en buena condición física después de fortalecer los músculos y quitarse casi 5 kilos, Trembley no pudo ocultar su emoción. “Está en muy buena forma. Pienso que va a tener una temporada de muchas satisfacciones. Hizo lo que le pedimos. Le vamos a pedir que lidere el equipo más allá de solo llamar los juegos. Sobre todo en el desarrollo del joven cuerpo de pitcheo de los Orioles.
Jeremy Guthrie, Daniel Cabrera y Adam Loewen solo promedian 2 años de experiencia en Grandes Ligas. El coach de pitcheo Rick Kranitz dijo: “Cada vez que tienes lanzadores jóvenes, el papel del catcher es clave. Voy a depender un buen rato de Hernández. Sus conocimientos de la Liga y de algunos peloteros será invalorable para mí”.
El máscara llegó al campamento a la expectativa de realizar un trabajo parecido al que ejecutara a principios de su carrera cuando desarrolló al novel cuerpo de pitcheo de los Atléticos de Oakland.
“Pienso que lo que hace a Ramón tan importante además de tener buen brazo, saber recibir los envíos y bloquear bien el plato, es que sabe como tratar a los pitchers, sobre todo a los jóvenes”, dijo Loewen. “Cuando trabajo con Ramón siempre tenemos un plan en marcha, trabajamos en armonía”.
Alfonso L. Tusa C.
domingo, 24 de febrero de 2008
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