miércoles, 25 de junio de 2008

Los Azulejos recuperan sus capacidades ofensivas con el regreso de Cito Gaston.

Los cánticos comenzaron poco a poco durante el quinto inning del juego de este martes 24 de junio. Pero cuando la ovación creció con la creciente participación de los aficionados de Toronto para celebrar el regreso de Gaston, el Rogers Centre empezó a estremecerse con los gritos ritmicos del nombre del manager.
“Eso te pone mariposas en el estómago”, dijo Gaston. “Esta fue una noche muy especial para mí. Es maravilloso estar de vuelta”.
Todos los que han vivido las penurias ofensivas de los Azulejos en lo que va de temporada, están esperanzados con que Gaston sea el salvador del decaído equipo, luego de la victoria 14-1 versus Cincinnati este martes.
Gaston sonríe, sabe que las cosas no son tan sencillas como activar un interruptor. Todavía queda mucho camino por recorrer en el reto de Toronto por hacer de esta una temporada victoriosa.
“Ojalá todo pudiera resolverse con un interruptor”, dijo Gaston; quién reemplazó a John Gibbons el viernes 20 de junio. “Lo activaría al máximo, si pudiera, por el resto de la temporada”.
Con la llegada de Gaston al dugout de los Azulejos en casa como manager del club desde 1997, la ofensiva de Toronto se activó al máximo ante Cincinnati. Los Azulejos (37-41) anotaron 11 carreras en los primeros 2 episodios.Y terminaron con un tope en la temporada de 22 imparables.
Fue la mayor cantidad de inatrapables para los Azulejos en un juego desde el 16 de mayo de 2003, también alcanzaron un máximo de 35 bases totales e igualaron su tope de 3 jonrones en un juego esta temporada. Todos los vuelacercas ocurrieron en los dos primeros innings, Scott Rolen, Gregg Zaun y Alex Ríos los conectaron.
La ofensiva ha estado dispersa este año para los Azulejos, y esa es una de las razones por las cuales Gibbons y el coach de bateo Gary Denbo perdieron sus cargos. Gaston trajo consigo al coach de bateo Gene Tenace para ayudar a dar un mensaje más simple a los bateadores de Toronto.
“Gene llegó y sólo dijo: ‘Epa, no piensen. Suelten el bate’”, dijo Vernon Wells el centerfielder de los Azulejos. “Él sabía que estábamos teniendo algunos problemas a lo largo de la temporada y trató de simplificar todo”.
“Él dijo, si te gusta un pitcheo, hazle swing. Lo que ocurra luego, que ocurra”.
Lo que ocurrió el martes 24 fue una feria de batazos como ninguna otra ha tenido Toronto esta temporada.
Los Azulejos marcaron 6 carreras en el primer inning y 5 en el segundo con 14 imparables entre los dos episodios. Eso significó más carreras que las que Toronto haya tenido en alguno de sus últimos 21 juegos y más hits que en cualquiera de los últimos 20 partidos. En todo el juego cada regular de Toronto al menos conectó un imparable y 8 por lo menos empujaron 1 carrera.
El beneficiario de todo ese apoyo fue el abridor A.J. Burnett (7-7), cuyo trabajo de 8 episodios ante los Rojos (35-43) sería fácil de pasar bajo la mesa. Burnett espació 4 imparables, permitió una carrera con un elevado de sacrificio en el segundo inning, terminó con 7 ponches.
Burnett hizo un buen trabajo, pero la ofensiva le robó el espectáculo. ¿Se podría explicar esta explosión de bateo con la vuelta de Gaston como manager?
“Hay algo de eso”, dijo el inicialista de Toronto Lyle Overbay. “Tuvimos una pequeña reunión antes de nuestras reuniones de avanzada y él puso las cosas en perspectiva. Sólo le puso sentido a la filosofía de bateo”.
Fue una noche memorable para Gaston, como muchas en su primer período como manager de los Azulejos entre 1989 y 1997.
En la baranda del segundo piso del right field, el nombre de Gaston forma parte de El Nivel de Excelencia de los Azulejos. Dos espacios a la derecha de su nombre esta el de Paul Beeston (el presidente de los Azulejos durante el primer período de Gaston) quién estaba en el estadio este martes y compartió dos horas con Gaston antes del juego.
Gaston tenía ganas de dirigir otra vez, por eso dice que sólo le tomó 10 minutos aceptar la oferta de Toronto. Dice que no hay razón para que los Azulejos no vuelvan a la senda victoriosa esta temporada, pero prefiere tener metas inmediatas por el momento.
Si podemos regresar a jugar para .500 antes de el Juego de Estrellas sería magnífico”, dijo Gaston. “Si no podemos, no vamos a caer en pánico. Vamos a seguir trabajando. Nunca se sabe”.
“En 1989 comenzamos con 12-24. Hicimos los ajustes y regresamos para ir a los playoffs. Pero no fuimos más allá, los muchachos estaban desgastados”.
Toronto no se ha visto tan lejos esta temporada. Pero hasta los jugadores de los Azulejos admiten que sienten buenas vibraciones circulando por el estadio como efecto del regreso de Gaston al equipo.
“Definitivamente hay un mejor ambiente, aquí se quiere mucho a Cito”, dijo Overbay. “Cuando el público lo ovacionaba, lo miré de reojo y dije ‘¿A quién? ¿De quién están hablando?”
“Eso demuestra cuanto respeto le tienen. Lo mismo ocurre con todos nosotros, lo respetamos en grado superlativo”.

Alfonso L. Tusa C.

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