Jack Curry. The New York Times.
Locust Grove, Va. Lincoln Landis tiene una historia que contar. Es de hace 76 años atràs, cuando èl tenìa 10 años y se sentò en los palcos de terreno para ver un juego de la Serie Mundial en Wrigley Field, La historia de Landis tiene que ver con un tìo famoso, con el batazo anunciado de Babe Ruth y con el deseo de un niño convertido en octogenario de contar lo que viò.
Landis todavía puede visualizar a Ruth parado a 20 metros de èl en la caja de bateo, con los pies casi juntos y un bate listo para atacar. El muchacho tenìa un asiento envidiable cerca del dugout de tercera base porque su tìo era Keenesaw Mountain Landis, el primer comisionado del béisbol.
Los años se han llevado de su memoria la mayorìa de los detalles del juego, pero Landis insiste en que hay un momento que recuerda con claridad. En verdad, es el momento màs memorable. Landis dice que no tiene dudas de que Ruth señalò hacia el centerfield antes de batear un dantesco cuadrangular contra el pitcher de los Cachorros Charlie Root.
“Està tan nìtido en mi memoria, y creème, recuerdo muy poco de cuando tenìa 10 años”, dijo Landis. “Me decepcionò mucho leer que hay muchos que cuestionan si èl anunciò su batazo. Pensè que eso es horrible. Para mì eso ocurriò y punto”.
Pero tan vehemente como es Landis sobre lo que vio y tan apasionado como està con su versión del evento publicitado, el debate sobre lo que Ruth hizo o no se ha mantenido por màs de tres cuartos de siglo. La disputa todavía ebulle. ¿Era Ruth tan predictivo y poderoso? ¿O Ruth señalaba a Root o a los jugadores del dugout de los Cachorros?
Para un hombre que tiene una pintura de Ruth anunciando el batazo, colgando en su oficina, el debate sobre la conducta de Ruth no existe. Landis lo ve de una manera, su manera. Èl dice que ha pasado dècadas evitando artìculos y recuentos del històrico momento para impedir que eso influya en su memoria.
“Lo que vì esta ahì”, dijo Landis. “Està grabado en mi mente”.
Aquella habìa sido una tarde muy atareada para Ruth cuando bateó en el quinto inning del juego del 1 de octubre de 1932. Habìa despachado un jonrón de 3 carreras contra Root en el primer inning, lo que enardeció a los fanáticos de los Cachorros. Y fallò en tomar una bola de cordòn de zapato en el right field, lo que alegrò a los fanàticos. Inning tras inning, los fanàticos trataron de desconcentrar a Ruth, la estrella màs grande del juego. Todo lo que Ruth hizo fue tocarse la gorra y reirse del abuso verbal. Los Yanquis lideraban la serie 2-0 e iban por la barrida.
Landis dijo que no recuerda el primer jonròn de Ruth y que tampoco recuerda el inning cuando bateó el segundo. Landis hablaba de Ruth sentado en la sala de su casa, pero las palabras no eran suficientes. Landis, quièn es alto y robusto y tiene cabello blanco ondulado, dijo que necesitaba pararse para contar su historia. Se levantò y empezò a regresar en el calendario mientras hablaba y gesticulaba.
Fue una ocasión grandiosa cuando Lincoln y su hermano mayor Charlie tomaron un tren de Logansport, Ind., a Chicago para reunirse con el tío Squire, como ellos llamaban al Comisionado Landis, con el propòsito de asistir a su primer juego de Grandes Ligas. Los muchachos se pusieron sus ropas domingueras en una calurosa tarde sabatina. La mayor parte del dìa es turbio en el recuerdo de Landis, pero no aquel turno al bate. Landis explicò como los fanàticos se metìan con Ruth reiteradamente, hasta llegar a lo que ocurriò en el quinto. Después que Root lanzara un strike, los pitos continuaron. En ese momento Landis dice que Ruth empuñò la mano y levantò un dedo. Después del segundo strike, Landis dice que Ruth levantò dos dedos. Landis no recuerda cuando la cuenta estaba en 2 y 2. Pero si recuerda como reaccionò Ruth antes del lanzamiento crucial.
“Él se puso de frente al infield y la misma mano se dirigiò hacia lo profundo del center field”, dijo Landis. “Con eso acallò a la fanaticada y los puso frenèticos”.
Después del jonrón, Landis dice que estaba hipnotizado por como Ruth habìa convertido una multitud desaforada en un grupo de espectadores confundidos. Lou Gehrig siguió con otro jonròn pero Landis dice que pasò desapercibido.
“Lo que recuerdo es lo que vi”, dijo Landis. “Y recuerdo como se comportaron los fanáticos. En mi mente, ellos no podìan creer lo que habìan visto. Èl no podía hacer eso. El no podìa predecir su batazo y luego hacerlo realidad. Pero lo hizo”.
Matt Miller Kandle, un cineasta amateur, estaba en el juego y usó una cámara de 16 mm para capturar la acciòn. Kirk Kandle, su biznieto, dijo que la película muestra a Ruth gesticulando por lo menos 4 veces en ese turno. Kandle, quièn no mostrò la película en público hasta 1994, dijo que creìa imposible concluir sobre lo que los movimientos de Ruth significaban. Pero Kandle dijo que estaba convencido de que Ruth era un profeta.
“Puedes ver la película y concluir lo que quieras”, dijo Kandle. “Cuando la veo escena a escena, concluyo que èl anunciò su batazo”.
Casi toda su vida, Landis fue muy cauto para contar su cuento sobre Ruth. Pero una fotografìa, un mondadientes en una fotografìa cambiò eso y le diò valor a Landis. Tim, el hijo de Landis, colecciona memorabilia, Landis le pidiò que investigara por fotografìas de Keenesaw Mountain Landis en el juego 3 de la Serie Mundial de 1932.
“Pensè que iba a encontrar una fotografìa donde estaba mi Papá”, dijo Tim.
En 2002, Tim encontrò una foto de su tìo abuelo en una subasta online. El comisionado esta inclinado hacia delante en su asiento, fumaba un cigarrillo, tenìa el sombrero encajado casi hasta los ojos. El mentòn descansaba en su mano. Un muchacho vestido con chaqueta deportiva y camisa blanca, està sentado a la izquierda del comisionado, un pensamiento posterior en una foto del todopoderoso Keenesaw Mountain Landis. Tim la enviò po email a su padre y luego lo llamò. “Ese soy yo”, gritò Lincoln por el telèfono.
Tim pagò 362.50 $ por la fotografìa. Una vez que Lincoln la tuvo, dijo que se sentìa como que tuviese la evidencia para apoyar su historia. Root, el pitcher, dijo que Ruth no anunciò el batazo. Pero Gehrig elogiò a Ruth por ser tan temerario.
“Lo puedes ver tan claro como el dìa en la película, èl señalò”, dijo Peter J. Nash un historiador del béisbol. “Donde estaba señalando, no se sabe. Obviamente, èl levantò su mano antes de agarrar el bate. Nunca se sabrà al 100%. Pero es una buena historia”.
Hay ambigüedad en la historia de Landis. Si èl no puede recordar otros detalles del juego, ¿Por què alguien le debe creer su cuento sobre el famoso turno al bate de Babe Ruth? Landis dijo que era irreal que alguien recordara cada aspecto de algo que ocurriò hace 76 años.
“Es una pregunta lògica”, dijo Landis. “Alguien podrìa decir: ‘Si èl puede recordar las cosas importantes y quiere llamar la atención contando esta historia, deberìa ser capaz de recordar el juego completo”. Bien, eso no es asì”.
Landis dijo que era su obligación con la memoria de Ruth asegurarse de que este recibiera el crèdito por predecir su jonròn. Como esta es la temporada final del Yankee Stadium, que ha sido conocido como la casa que Ruth construyò por 85 años, un hombre de 86 años se ha resuelto a contar su historia.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
domingo, 31 de agosto de 2008
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