domingo, 21 de septiembre de 2008

Una amante del Béisbol que se va muy pronto.

Gordon Edes. Yahoo Sports

Su sueño, como le dijo a sus amigos, era convertirse en gerente general de un equipo de Béisbol, que distaba mucho desde donde comenzó como recogedora de pelotas con los Marineros de Seattle.
Su inspiración, como lo escribió en su blog, era Jackie Robinson. "Como decía Jackie", escribió ella, "Una vida no es importante excepto por el impacto que tenga en otras vidas".
"Los aportes de Rosie Santizo fueron abundantes", dijo el narrador de los Marineros Rick Rizzs, con un nudo en la garganta, para describir el vacío que deja al morir a los 29 años. Ella enseñó inglés y lecciones de vida a los jugadores latinoamericanos de los Medias Rojas, Orioles, Marineros. Fue una artista autodidacta. Ella deleitaba a las personas con sus dibujos de tinta de los peloteros. Pero Santizo era más que un par de líneas en un currículo.
“¿Sabes como encontrar gente que diga que quiere hacer la diferencia?”, dijo Rizzs. “Bien ella fue allá afuera y los buscó”.
Santizo murió en un accidente de trànsito en Jordania, cuando regresaba con unos amigos de una vista al Wadi Rum, un paisaje desértico de formaciones rocosas impresionantes. Ella estaba en el receso entre semestres de un programa de intercambios en Kuwait, dijo su abuelo Dan Lovitt, como parte de sus estudios en la Universidad de Washington. Había regresado a la escuela y estudiaba árabe, pero aún cuando su vida iba en otra dirección, no había abandonado su pasión por el béisbol.
“Creo que Rosie nunca pasó esa página”, dijo su abuela Polly Lovitt.
Rosie nació en Ciudad de Guatemala y de niña se mudó con su madre, María y su padre Mike a los suburbios de Seattle. Creció amando el béisbol mientras escuchaba los juegos por radio junto a su padre, quién era ciego. Sus abuelos tienen una foto de Rosie a los 7 u 8 años, con su uniforme de pequeñas ligas.
Los aficionados de los Marineros en el Kingdome supieron de su pasión por el juego durante sus años adolescentes cuando esta chica zurda se lanzaba de cabeza a tomar los batazos en foul y hasta tomó uno en territorio fair. Ese fue el que apareció en la televisión, Rosie, de 19 años, volando para tomar una línea de Craig Grebeck. Ella luego declaró “Estaba muy fiebrosa”.
A Grebeck le acreditaron un doble por reglas. Rosie se convirtió en consentida de los fanáticos. “Cuando fue contratada como recogedora de pelotas”, dijo Rizzs. “Estaba muy excitada de estar en el campo, muy excitada por hacer un buen trabajo. Atacaba las pelotas como Ken Griffey corriendo hacia la pared.
“Ella amaba su trabajo. Amaba a los fanáticos”.
Y ellos la amaban a ella. Eric Mitchell, un policia de Seattle la acompañaba todas las noches al ferry, luego de salir del Kingdome para asegurarse de que llegara a salvo a su casa en Vashon Island. “Eso nos conmovió profundamente”, dijo Polly Lovitt cuyo hijo Bryan se casó con Maria después de su divorcio.
¿Talentosa? Un día Rosie tomó un lapiz e hizo una caricatura de la estrella de los Marineros Edgar Martínez que parecía una fotografía. Pronto empezaron a llegar órdenes por más dibujos y ella fue autorizada por la Asociación de Peloteros para mercadear sus dibujos.
“Todavía tengo los dibujos que hizo de Dan Wilson y Edgar Martínez”, dijo Rizzs. “Ella tenía un don. Fui a verla en una obra de teatro en su liceo en Vashon Island. Era la estrella de la obra. Tenía a la audiencia comiendo de la mano. Estuvo brillante. Esa era Rosie. Puso todo su corazón y su alma en todo lo que hizo”.
Mientras estaba en el Medio Oriente este verano, Rosie se encontró a Dan Duquette , el antiguo gerente general de los Expos de Montreal y los Medias Rojas de Boston, quién está tratando de desarrollar una Liga de Béisbol en Israel. “Me llamó la última semana de agosto”, dijo Duquette. “Quería que nos reuniéramos, pero no se pudo. Pienso que tenía problemas con el pasaporte”.
En la oficina de Duquette todavía hay una copia del programa de orientación que Rosie desarrolló para los jugadores de habla hispana después que él la empleó para trabajar con los Medias Rojas. El decidió hacer esto cuando notó que ella hablaba inglés y japonés. En ese momento los Medias Rojas compartían un complejo en República Dominicana con un equipo japonés, los Carp de Hiroshima.
“Esa muchacha estaba llena de vida”, dijo Duquette. “Ella ayudó a muchos de esos muchachos, no sólo con el lenguaje, sino enseñándoles las destrezas que necesitaban para hacer la transición a una nueva vida, como ordenar comidas, pagar cuentas, como llevar la ropa a la lavandería. Ella animó a esos muchachos”.
“Ella les enseñó las conductas que les dio a ellos la confianza para venir a Estados Unidos. Ella era muy positiva. Nunca los criticó”.
Raquel Ferreira, la directora de la administración de Ligas Menores de los Medias Rojas, recuerda que a donde quiera que iba Rosie en los entrenamientos primaverales, se llevaba su guante de béisbol. “Estaba lista para lanzar pelotas con quién lo necesitara”.
Felix Maldonado, un consultor de peloteros que ha pasado más de cuarenta años con los Medias Rojas, la mayor parte del tiempo con los jugadores latinos, recuerda esas sesiones de lanzar pelotas.
“Ella era una dama muy inteligente”, dijo. “Era muy agresiva, muy entusiasta y bien respetada por nuestros jugadores. Amaba el béisbol. Algunas veces anotaba los juegos en la Liga de Novatos”.
En República Dominicana hizo algún trabajo voluntario con Esperanza Internacional, una fundación a cargo del antíguo catcher de los Marineros y narrador, Dave Valle, quién consiguió miles de pequeños préstamos para los dominicanos y haitianos pobres, principalmente mujeres en busca de iniciar o expandir un negocio. Cuando Valle inició un programa similar en Estados Unidos, la primera latina a quien le dio un préstamo fue a Rosie, para asistirla en sus iniciativas artísticas.
Estaba maravillada cuando uno de sus pupilos en los Medias Rojas, Hanley Ramírez, ganó el Novato del Año de la Liga Nacional el año pasado, y otro, Anibal Sánchez, lanzó un no-hitter, aun cuando ambos jugadores lo lograron con los Marlins de Florida.
“Ella era una gran persona, me siento muy triste por esta terrible noticia”, dijo Sánchez en un mensaje comunicado por Matt Roebuck, relacionista público de los Marlins. “Nos ayudó a todos como nuestra primera profesora de inglés, también era una buena amiga”.
Luego Rosie desarrolló un programa similar con los Orioles, entonces trabajò de nuevo con los Marineros cuando regresó a la escuela en Seattle. Uno de sus más preciados pupilos era Yuniesky Betancourt, el joven campocorto cubano.
“Un día ella y Yuniesky caminaban por el pasillo hacia mí”, dijo Rizzs. “Dije, ‘¿como te va Yuni?’ Esperaba un asentimiento con la cabeza o algo”.
“Él dudó, luego dijo ‘Estoy bien, muchas gracias’. Le dije ‘Buen trabajo con el inglés Yuni’ Rosie estaba muy orgullosa”.
Tom DeVries, un profesor de ciencias del liceo de Vashon Island, una vez escribió una carta de recomendación para Rosie. “Ella parece intentar exprimir varias vidas en una”.
Nadie imaginó que tendría tan poco tiempo para hacerlo.
Cuando la noticia de su muerte llegó a los Marineros, se guardo un minuto de silencio en Safeco Field. El sábado (20-09-08) en la noche se reunieron varios amigos en el Templo Salvation Army de Seattle para recordarla.
“Qué pérdida”, dijo Rizzs. “Que maravillosa jovencita”.
“Todavía no puedo creer que se ha ido. Me resisto a crerlo”.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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