Jeff Jacobs. Courant.com
Si le pones una camisa de fuerza y lo pones a lanzar contra las MantaRayas en Tampa Bay, con las bases llenas, él escapará en 27 pitcheos.
Si llevaran a la horca al Big Papi, al pequeño Pedroia y al mediano Youkilis. Él dispararía su confiable Gyroball y los salvaría.
Decir esto es poco sobre Daisuke Matsuzaka.
Dice-K estuvo tan cerca de lanzar sin hits ni carreras como de perder el primer juego de la Serie de Campeonato de la Liga Americana de 2008, este viernes 10 de octubre en Tropicana Field.
El hecho de que los Medias Rojas lideren la Serie 1-0 luego de una victoria 2-0, refuerza lo obvio para millones de aficionados bostonianos.
Dice-K es enloquecedor. Dice-K es brillante.
Él es enloquecedoramente brillante. ¿O es brillantemente enloquecedor?
Tiene que ser uno o lo otro, aunque después de una de estas actuaciones de Matsuzaka, probablemente no hay aficionado de los Medias Rojas que pueda contestar esa pregunta.
Esta fue la actuación de Matsuzaka: 7 innings, 4 hits, 0 carreras, 4 boletos, 9 ponches, 1 wild pitch, y 3 escapadas. Dependiendo del experto al que escuches, Dice-K tiene 6 o 7 pitcheos en su bolso de trucos. Mentira. Tiene 8.
Su mejor pitcheo es muy intenso.
Debe haber algún tipo de intercambio con los dioses beisboleros. Los Medias Rojas pueden ganar todos los campeonatos que quieran, pero sus aficionados tienen que sufrir que Dice-K se meta y se salga de dificultades.
Matsuzaka caminó al primer bateador, Akinori Iwamura, con cinco lanzamientos. Boleó a Evan Longoria con una slider en cuenta completa. Con dos outs y las bases llenas, Dice-K hizo lo que siempre ha hecho esta temporada. Obligó a Cliff Floyd a roletear al cuadro.
Lanzó 27 envíos para lograr sus primeros 3 outs. Sólo 12 fueron strikes.
“Siempre bromeamos con la forma como él sale de esos enredos”, dijo el antesalista Kevin Youkilis. “Deseamos que no se metiera en ellos, pero es sorprendente, eso demuestra lo grande que él es”.
Sin discusión, esta es mi estadística favorita de 2008: Los rivales se fueron de 14-0 contra Dice-K en situación de bases llenas durante la temporada regular. Solo Frank Francisco de Texas pudo igualar eso en Grandes Ligas y Francisco no está en la post-temporada para ver a Dice-K rebasarlo.
No hubo nada tradicional en relación a la escena de post-temporada en un domo. Olvídense de los cielos azules de una crujiente tarde de octubre, no hubo estrellas que ver en la húmeda noche de Florida. La atmósfera parecía más a la de un juego de ligas menores de hockey que la de Yankee Stadium. Había ruido. Había diversión. Había hockey. Hubo abundancia de cortes indígenas de crines azules en mitad de los cráneos. También hubo muchos cencerros de vaca.
Si la atmósfera carecía de tradición beisbolera, el marcador reflejó buen béisbol de viejos tiempos. James Shields dio la batalla. Estuvo casi tan bien como Dice-K. Considerando que Matsuzaka tiene ahora marca de 19-3, 10-0 en la carretera, incluyendo la post-temporada, parece como si siempre hay alguien casi tan bueno como Dice-K, nunca mejor.
Esta noche, Dice-K no permitió un hit hasta el séptimo episodio. Incluyendo el último out del primer inning, él se estabilizó y retiró 16 de 17 bateadores. Estuvo brillante en ese trecho.
“Estuvo poderoso en ese lapso, la recta de dos costuras y la recta cortada”, dijo el manager Terry Francona. “Se le movía mucho la pelota en la zona de strike”.
“Como la recta no caía donde quería, usé mis otros lanzamientos en las esquinas”, dijo Matsuzaka.
El hecho de que los oponentes solo bateen .164 contra él con corredores en posición anotadora, el mejor desde Roger Clemens en 1994, no debe considerarse una sorpresa. Él necesita ser así de bueno. Matsuzaka se metió de nuevo en problemas en el séptimo cuando Carl Crawford le abrió con sencillo a la derecha y Cliff Floyd con una línea entre dos. Había MantaRayas en los ángulos sin outs.
Ahora si lo iban a castigar. No tan rápido.
“Nunca se rinde”, dijo Francona. “Él hace todos sus pitcheos, así que los bateadores tienen que respetarlo, aún en situaciones apretadas, no se convierte en un lanzador de un solo envío”.
Dioner Navarro elevó a manos de Jason Bay en el left field. Bay estaba muy cerca para que Crawford intentara el pisa y corre. Dice-K ponchó a Gabe Gross haciéndolo abanicar una recta. Dice-K se escapó otra vez cuando dominó a Jason Bartlett con rolling al cuadro.
Iwamura abrió el octavo. Dice-K tiró un wild pitch. B.J. Upton bateó imparable a la izquierda. Eso fue todo para Dice-K. Hizo 115 pitcheos, 67 strikes. Para ese momento su arte de escapismo se había hecho contagioso. Hideki Okajima obligó a Carlos Peña a elevar a la derecha en cuenta de 3-0. Justin Masterson indujo a Longoria a batear para dobleplay.
Debemos volver en el tiempo hasta 1963 y revisar la filmación de “El Gran Escape”. Todos recuerdan a Bronson, Coburn, McQueen y Garner, pero de seguro Dice-K estuvo en esa película también. O tal vez no. Pero esto si es seguro. Hemos descubierto quien le enseñó a Dice-K su Gyroball.
Harry Houdini.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
sábado, 11 de octubre de 2008
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