David Ginsburg, The Associated Press
William Wild Bill Hagy, un apasionado seguidor de los Orioles de Baltimore quién animaba la Sección 34 del viejo Memorial Stadium, falleció este lunes 20 de agosto de 2007.
Hagy fue hallado inconsciente en su casa por su compañero de habitación, dijeron los Orioles. Los esfuerzos de los paramédicos por revivirlo fueron infructuosos.
Con un sombrero de paja y una poblada barba Hagy lideraba los gritos de apoyo a los Orioles en el viejo estadio durante los años 70 y 80. Él deletreaba O-R-I-O-L-E-S con su cuerpo mientras los fanáticos gritaban cada letra al unísono.
“Él fue parte de una gran era”, dijo el pitcher de los Orioles inquilino del Salón de la Fama, Jim Palmer. “Si pueden recordar, en ese entonces no llevábamos mucha gente al estadio. El mejor equipo del béisbol y sólo convocábamos 1.2 millones de aficionados. Él hizo que venir al estadio fuera excitante”.
Un taxista durante el día, Hagy ingería varias cervezas en la tribuna, mientras los fanáticos esperaban ansiosos que subiera las manos sobre su cabeza para empezar su grito de guerra tradicional. Durante los juegos importantes, el equipo le permitía subirse sobre el techo del dugout de los Orioles para animar a la afición con su acto.
“Era agradable contar con un animador oficial, no oficial”, dijo Palmer.
Cuando le preguntaron como empezó todo, Palmer dijo sonriendo. “No sé si le hizo una carrera al dueño de los Orioles Jerry Hoffberger desde la estación de trenes hasta el estadio. Sólo sé que el equipo no tenía mucho respaldo de la afición. Era muy refrescante que él viniera al estadio y motivara la presencia y el interés de los fanáticos. El adoraba a los Orioles”.
Hagy era peludo, tenía una barriga cervecera y a menudo iba al juego en franelilla. Aún así, este taxista de Dundalk lideró una generación de fanáticos Orioles de los asientos baratos, en un estadio viejo donde iban más fanáticos a ver a los Colts de Baltimore de la NFL.
“Si estudias la historia deportiva de Baltimore, nosotros estábamos al otro lado de la escena”, Palmer dijo de los Orioles. “Cuando vine a Baltimore por primera vez, primero estaba Washington y luego Baltimore”.
Hagy terminó su tradición cuando los Orioles se mudaron a Camden Yards en 1992, en parte porque no podía soportar una nueva generación de aficionados que hablaba en sus teléfonos celulares durante el juego. Pero repitió su acto a mitad de la década durante los playoffs.
En un comunicado los Orioles dijeron de Hagy: “Fue uno de los grandes personajes de la escena deportiva de Baltimore y un verdadero fanático de los Orioles, al apoyar al equipo todos los años. Será extrañado por cada persona que lo haya conocido y por cada quién lo haya seguido su grito de guerra: “O-R-I-O-L-E-S”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
domingo, 9 de noviembre de 2008
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