Mike Ellis. TigersXtra.com
Uno de los salvamentos más legendarios del béisbol, dentro o fuera del terreno, pertenece al nativo de Anderson, Jim Rice.
En 1982, un bateador rival bateó un foul que se estrelló contra la frente del niño de 4 años, Jonathan Keane. El niño empezó a sangrar profusamente cerca de su asiento entre el home plate y el dugout de los Medias Rojas de Boston.
“Rice corrió instantáneamente hacia la tribuna de Fenway Park, llegó primero que los médicos, y salvó la vida del niño”, dijo Arthur Pappas, el director de medicina de los Medias Rojas para el momento. Pappas dijo que nunca vio tanta sangre en el estadio, en sus 26 años con los patirrojos.
“Jim, siendo una persona grande y fuerte, tomó cuidadosamente al niño y lo llevó a través de la tribuna hacia la ambulancia”, dijo Pappas.
Este lunes 12 de enero de 2009, el antíguo jardinero de los Medias Rojas fue inducido al Salón de la Fama del béisbol.
“Es un honor largamente adeudado, reconocerlo como beisbolista y como ser humano”, dijo Pappas, ahora director del departamento de cirugía ortopédica en la Escuela de Medicina de la Universidad de Massachussets.
Haber ayudado a rescatar al niño golpeado por la pelota es una historia bien conocida en los círculos beisboleros, pero esa no fue la única vez que Rice corrió para ayudar a los lesionados durante sus juegos de pelota.
“No sé si hay algo más dramático que eso”, dijo Pappas. “Jim hizo eso varias veces con fanàticos y también con algunos de sus compañeros lesionados”.
La compasión y diligencia de Rice como reacción natural, no es sorpresa para aquellos que crecieron con él en Anderson. “Rice tiene un efecto positivo sobre los niños que lo conocen”, dijo Willis Lee, 57, quién jugó béisbol con Rice en la secundaria.
“En el centro comunitario Jim Ed Rice, llamado así en honor al pelotero por un miembro del Consejo Municipal hace unos años, Rice visitó varios programas juveniles en el verano”, dijo Lee.
“Les dijo que trabajó duro para tener éxito, les dijo que hay cosas que necesitan hacer para ser exitosos en el salón de clases y en la vida. Pienso que lo más importante que dijo fue que trabajaran duro en cualquier cosa que traten de hacer”, dijo Lee.
Ron Davis, 57, también jugó béisbol con Rice y Lee en equipos infantiles y en la secundaria.
“Rice siempre fue mejor que los demás, era un talento natural en béisbol”, dijo Davis.
Davis y Rice se reunen 3 o 4 veces al año en Anderson, donde Rice todavía tiene un hogar, y juega golf. “Es otra cosa para la que Rice tiene talento natural”, dijo Davis.
“Rice siempre llega hasta las finales, pero nunca ha ganado el torneo anual de 120 participantes, Electric City Golf Club”, dijo Davis.
“Jim ha participado todos los años”, dijo Davis. “Hablé con el la semana pasada y me dijo que quería inscribirse este año”.
“Una vez que te haces viejo”, dijo Davis. “El golf es el único deporte que puedes jugar, pero Rice jugaba golf mientras todavía estaba activo como pelotero”.
“Rice fue un gran basketbolista y practicante del fútbol americano”, dijo Davis. “Pero siempre supo que quería ser beisbolista, tenía el talento natural para llegar a las Grandes Ligas”, dijo Lee, quién ahora es el director de los programas recreativos de Anderson.
“Rice asistió a la secundaria Westside hasta 1970 y luego fue a la secundaria T.L Hanna”, dijo Lee.
La Directora de Hanna, Sheila Hilton, recuerda más a Rice por sus actuaciones en el fútbol americano que por sus días beisboleros.
“Estamos muy orgullosos de todos los graduados de Hanna quienes han hecho grandes cosas”, dijo ella. “Hay pocas escuelas que tienen un jugador del Salón de la Fama”.
Hilton dijo que hablará con Rice para pedirle que regrese a su secundaria a visitar a los estudiantes.
“El fue una leyenda en su tiempo”, dijo ella.
Rice es una personalidad deportiva en la New England Sports Network y consultor de bateo de los Medias Rojas de Boston.
Además del Jim Ed Rice Center en Anderson, existe un campo de béisbol en Massachussets con el nombre del nativo de Anderson. “Rice vive la mayor parte del año cerca de Boston”, dijo Davis.
Pero Rice siempre viene a Anderson para ayudar, sea en torneos de golf a beneficio, el torneo Electric City Golf Club, otros eventos de caridad, o para visitar a Davis, Lee y sus otros amigos.
“Como dije, él siempre regresa, siempre viene a casa, eso es lo más importante”, dijo Davis. “Cuando regresa, se comunica con todos de la misma forma como lo hacía antes. Sigue siendo el mismo”.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
miércoles, 14 de enero de 2009
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