Dave Laurila. Baseball Prospectus
Dick Pole es un coach de pitcheo de la vieja escuela, en la actualidad. Está en su tercera temporada con los Rojos de Cincinnati y su número 21 como coach de Grandes Ligas. Pole ha estado en el juego por cuatro décadas desde que comenzó su carrera profesional en 1969 al firmar con los Medias Rojas de Boston como agente libre amateur. Un derecho de bola rápida quién vio su carrera alterada por un lineazo en la cara de Tony Muser (Medias Blancas de Chicago) en 1975, Pole dejó marca de 25-37 en seis temporadas de Grandes Ligas antes de convertirse en coach. Ahora tiene 58 años, y es uno de los coaches de pitcheo más respetados del juego. Pole es oriundo de Trout Creek en el rural Upper Peninsula de Michigan.
David Laurila: ¿Cómo describirías la filosofía de pitcheo de Dick Pole?
Dick Pole: Probablemente es la misma de todos; mantener la bola baja, trabajar rápido, y lanzar strikes. Y pitchear adentro. Creo que es la misma de todos.
DL: ¿Estás diciendo que todos los coaches de pitcheo son básicamente el mismo animal?
DP: Si, algunos de ellos son un poco más listos que otros. En este juego no hay trucos, esto no es una cirugía del cerebro o algo que se le parezca. Quiero decir, si tienes tipos capaces de lanzar una bola rápida controlada y no tienen miedo de lanzar adentro, por lo general son muy exitosos.
DL: Tú lanzaste en la década de los setenta. ¿Es más difícil pitchear adentro ahora de lo que era en tu época?
DP: No debería ser, pero no se hace con tanta frecuencia como se hacía entonces. Están todas las advertencias de los árbitros. Lanzar pegado al bateador es considerado algo indebido, pero a los pitchers que lo hacen, generalmente les va muy bien.
DL: Dusty Baker dijo una vez que pensabas mucho como un zurdo ¿Qué quiso decir con eso?
DP: Bien, pienso que si observas a los zurdos, la mayoría de ellos no son lanzadores de bola rápida. Ellos hacen pitcheos más lentos, han aprendido a engañar a la gente. Tienes que ser capaz de hacer lanzamientos lentos cuando está detrás en la cuenta, y tienes que ser capaz de lanzar adentro cuando estás adelante en la cuenta.
DL: ¿Quién ha influído más en tu método de enseñanza?
DP: Probablemente todo un grupo de personas. Pienso en la época cuando jugaba con los Medias Rojas, ellos tenían un tipo llamado Mace Brown y otro tipo llamado Bill Slack. Está Mel Stottlemyre, estuve cerca de él por un buen tiempo. Marcel Lachemann. He tenido mucha suerte de trabajar con varios de los buenos. Mi primer trabajo como coach en las Grandes Ligas fue con Don Zimmer, él tenía a Joe Altobelli como uno de sus coaches, y a un tipo llamado Chuck Cottier. He tenido suerte de estar cerca de personas que sabían lo que hacían.
DL: ¿Cuan diferente es el trabajo de un coach de pitcheo ahora de lo que era cuando estabas aprendiendo de tipos como Mace Brown y Bill Slack?
DP: Bien, es muy diferente. Ahora tienes pitcheo especializado, algo que no tenías entonces. Tienes pitchers set-up, pitchers de séptimo inning, cerradores, y muy pocos juegos completos, así que tienes que manejar el cuerpo de pitcheo algo diferente de cómo lo hacías cuando ponías a lanzar a Luis Tiant y él duraba los nueve innings. Tenías 8 hombres en el cuerpo de lanzadores en vez de 12, porque los pitchers solían lanzar más juegos completos. Esto se ha convertido en un juego más especializado, y eso cambia la forma como piensas en relación al desarrollo del juego. Llegas al séptimo inning, y tienes un especialista zurdo, un especialista derecho y un abridor que ha hecho 100 pitcheos, es más fácil utilizar el bull pen de lo que era en el pasado.
DL: ¿Te consideras un coach de la vieja escuela?
DP: Ya no sé más lo que es la vieja escuela. Tengo suerte de haber jugado en los setenta, y de haber sido coach desde principios de los ochenta hasta ahora. Quizás he cambiado algo con las tendencias. Quizás si soy de la vieja escuela.
DL: ¿En que proporción usas análisis estadístico y tablas?
DP: Estamos en el dugout, si el bateador es ambidiestro, cuanto batea a la derecha, cuanto batea a la zurda. Tenemos tablas de lo que hacen sus bateadores ante nuestros lanzadores. Cuanto éxito han tenido ante nosotros, o cuanto éxito hemos tenido nosotros ante ellos. Hay momentos del juego donde, si ellos tienen un tipo que le ha bateado bien a uno de nuestros relevos zurdos, a menudo no se lo traemos. O si tienes un derecho que domina a un zurdo la mayor parte del tiempo, puedes contar con él. Utilizas las estadísticas de manera individual. Hablemos de Aaron Harang quién ha estado en esta liga por 5 o 6 años. Llevas bien la cuenta de cuantos turnos han tomado los bateadores ante él, y que tipo de éxito han tenido ante él.
DL: Greg Maddux te ha citado como alguien que influyó en su carrera ¿Cómo lo ayudaste?
DP: Probablemente siendo honesto con él, explicándole que tipo de pitcher necesitaba ser. Era fácil trabajar con Greg, porque hacía muchas preguntas. Muy buenas preguntas, y luego asimilaba la información. Lo que podía usar lo usaba, y lo que no, lo dejaba de lado. Estaba creciendo como lanzador, tuve mucha suerte de tenerlo cuando sólo contaba 18 años. Verlo transformarse a si mismo fue divertido.
DL: Hablas español. Cuanto ayuda eso al trabajar con los pitchers latinoamericanos de tu grupo?
DP: Se sienten más en confianza de que pueda hacer eso. No hablo español completamente bien, pero me hago entender. Muchas personas no entienden que para estos muchachos existe una barrera de lenguaje, además están los ambientes donde han crecido, tenemos que ayudarlos en su adaptación.
DL: ¿Son los pitchers latinoamericanos diferentes de los estadounidenses cuando hablamos de temperamento?
DP: Si, puede ser. En realidad, no debería decir que hay alguna diferencia en cuanto a temperamento. Es el hecho de que vienen de lugares como Dominicana o Venezuela, y ellos no tienen las mismas facilidades, como cuando traes a un pitcher japonés. Él tiene intérpretes y personas que se pueden comunicar por él. Pero los latinoamericanos se las tienen que arreglar por su cuenta. Algunas veces los vemos como más temperamentales, pero no es un ajuste fácil venir de allá para acá. Fui al béisbol invernal por muchos años, y vi la manera como crecen en sus ambientes. Más o menos entiendo que pueden ser algo temperamentales, pero hay muchos gringos que pueden ser igual de temperamentales.
DL: ¿El Great American BallPark es un reto para los pitchers?
DP: DP: Siempre le digo a nuestros pitchers: “Hey, ambos pitchers tienen que usar el mismo montículo. Los visitantes y nosotros tenemos que lanzar desde ahí. Si dejas que el estadio determine la forma como vas a lanzar, vas a tener problemas. Si piensas en el estadio y no en el bateador, probablemente el estadio te dominará.
DL: Dusty Baker ha recibido críticas por la forma como maneja su pitcheo ¿Qué piensas de eso?DP: ¿Sabes algo? Él siempre ha sido criticado injustamente por eso desde que tenía a Prior y a Wood con los Cachorros de Chicago. Le critican que deja que sus pitchers hagan muchos lanzamientos. Y no es así. Ya nadie hace muchos lanzamientos. Él ha manejado pitchers por 16 años, o el tiempo que ha dirigido en las Grandes Ligas y si tú reputación va a quedar marcada por dos tipos que tuvieron dificultades de lesiones, eso no es justo.
DL: ¿Sientes que los pitchers deberían lanzar más innings, como lo hacían en épocas pasadas?
DP: Si, pero no va a ocurrir, porque existe la especialización. Tienes pitchers para el séptimo inning, para el octavo y para el noveno. Por eso los pitchers nunca van a lanzar como lo hacían antes.
DL: ¿Hay algún pitcher en el cuerpo de lanzadores actual de los Rojos que te recuerde al joven Dick Pole?
DP: Nadie me recuerda al joven Dick Pole, no. ¿Sabes por qué? Como coach trato de evitar las comparaciones. Cuando veo a un pitcher no digo “Este tipo es un Greg Maddux o un C.C. Sabbathia, o lo que sea”. Tienes que observar al individuo y darle forma propia, más que decirle “Hey, deberías lanzar como tal pitcher”. Cada quién tiene sus atributos y de acuerdo a ellos es como debe lanzar.
DL: ¿Qué debe hacer Homer Bailey para desarrollar su potencial?
DP: Tiene que ser consistente con el dominio de la zona de strike. Tiene que ser capaz de manejarse en el juego un poquito mejor. Pero está madurando. Está mejor esta primavera que la anterior. Tiene el rótulo “potencial” en su espalda y algunas veces eso no es favorable. Algunas veces eso es más una carga que una ventaja. Pero él llegará, él llegará. Algunos tipos, el tiene 22 años, y hay una cantidad de pitchers de 22 años, de quienes dices “Con un poco más de fogueo ese muchacho debería estar en las Grandes Ligas”. ¿Sabes qué? El potencial no se desarrolla de un solo tirón. Tiene que ser valorado y tarde o temprano emergerá.
DL: ¿Cómo catalogas tu carrera como pitcher de Grandes Ligas?
DP: Mi carrera es como un chispazo para mí. Porque fue hace mucho tiempo. Pero para un tipo proveniente de donde soy yo, llegar a jugar 6 años en Grandes Ligas, estuvo bien. Crecí en un pueblo de 150 personas y sólo jugué alrededor de 12 juegos en la secundaria antes de asistir a probarme en un campamento luego del cual firmé un contrato. He tenido suerte de llegar a los lugares donde he estado y de haber estado alrededor de las personas que he conocido, y de ver las cosas que he visto. Si, he sido sortario.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
jueves, 19 de marzo de 2009
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