martes, 28 de abril de 2009

Al Fitzmorris. Preguntas y Respuestas.

David Laurila. Baseball Prospectus

Al Fitzmorris nunca ganó un premio de Cy Young en sus 10 años como pitcher de Grandes Ligas, pero algún día podría ganar un Grammy o un Oscar. Un especialista del sinker que ocupaba las posiciones intermedias de la rotación de abridores, quién permaneció la mayor parte de su carrera, entre 1969 y 1978, con los Reales de Kansas City, Fitzmorris es ahora un empresario creativo, que cambió la vida beisbolera por los documentales, los espectáculos musicales, el rock and roll y mucho más. Fue analista del circuito de televisión de los Reales por varios años luego de retirarse como pelotero activo. Las mejores temporadas de Fitzmorris fueron las de 1975 y 1976 cuando ganó 16 y 15 juegos respectivamente. Fitzmorris habló de su vida en el béisbol en la era del libro (Ball Tour) “Bola cuatro”, incluyendo recuerdos de Amos Otis y Lou Piniella. También habló de los muchos proyectos en los que trabaja actualmente.

David Laurila: Comencemos con la etapa inicial de tu carrera profesional ¿Cómo llegaste a las Grandes Ligas?
Al Fitzmorris: Al principio firmé con los Medias Blancas y estuve con ellos por tres años y medio, año y medio de ese tiempo jugué como jardinero. Decidí empezar a pitchear y después de la temporada de 1968, fui tomado por los Reales en el draft de la expansión. Relativamente pasé poco tiempo con el Omaha antes de que me llamaran al equipo grande, en realidad solo lancé como año y medio en las menores.
DL: ¿Qué ocasionó tu cambio hacia el montículo?
AL: Fue una decisión que tuve que tomar porque tenía muchas dificultades como bateador. Obviamente, batear es muy difícil, pensé que podría tener más oportunidades como pitcher. No tenía mucha experiencia lanzando, pero era eso o tal vez ser despedido.
DL: A pesar de tu inexperiencia, lideraste la Liga de Carolina en ponches en 1968.
AL: ¿Sabes? No sé como pasó eso. Pienso que si lanzas muchos innings vas a conseguir algunos ponches, y yo era capaz de lanzar strikes y colocar mis pitcheos quebrados, en las ligas menores si eres capaz de lanzar tus envíos quebrados en strike, tendrás algún éxito. Yo tenía una slider decente. Irónicamente cuando llegué a las Grandes Ligas no era un ponchador. Era, principalmente un especialista del sinker que inducía a batear roletazos. Cambié totalmente, pero al menos conseguí una oportunidad.
DL: ¿Eras similar en estilo a Brian Bannister?
AF: Parecido, hasta cierto punto. Yo tenía un repertorio similar, no era un pitcher de fuerza, dependía de que los bateadores se embarcaran con mis envíos. Brian cometió algunos errores, al dejar la pelota arriba el año pasado. Lo que yo hacía era mantener baja la pelota en la zona de strike, para inducir que batearan por el suelo, tenía uno de los mejores equipos defensivos del juego detrás de mí, definitivamente eso me ayudó. En el medio del cuadro interior teníamos a Freddie Patek y a Frank White, en el jardín central teníamos a Amos Otis. John Mayberry era un buen inicialista defensivo, George Brett era un buen tercera base. Teníamos un buen equipo defensivo y en consecuencia hacíamos muchas jugadas.
DL: En 1974 lanzaste un juego completo de 12 episodios en el cual sólo ponchaste a 1 bateador ¿Recuerdas ese juego?
AF: Recuerdo un juego de 12 innings, pero no ese específicamente. Pienso que lancé un par de juegos donde llegué al undécimo o duodécimo episodio, pero no recuerdo el rival. Creo que lancé contra Catfish Hunter en el juego donde logró la victoria 20 por primera vez, ese juego duró 11 o 12 innings. Eso debió ocurrir en 1971.
DL: Desde entonces nadie ha lanzado un juego de 12 innings con 1 o menos de 1 ponche. Fue una actuación muy meritoria.
AF: El enfrentar a tantos bateadores, te hace pensar que vas a lograr algunos ponches, pero yo no ponchaba mucho. No sé cuantos lanzamientos hice en ese juego, porque en esa época no llevábamos esa cuenta, pero pudo haber sido que muchos bateadores hicieron contacto en cuentas tempraneras. Para mí era desventajoso hacerle 5, 6 o 7 envíos a un bateador, porque todo lo que tenía eran 3 pitcheos, principalmente la sinker y la slider. Como no tenía mucha variabilidad a medida que avanzaba la cuenta ellos aumentaban su ventaja.
DL: Como lo mencionaste antes, los Reales te seleccionaron en el draft de expansión de 1968 ¿Consideraste eso como algo positivo?
AF: Si. Los Medias Blancas tenían muy buenos pitchers en las menores. No sé cuanto me hubiese tomado en llegar a Chicago. Ir a los Reales me dio la oportunidad de llegar antes a las Grandes Ligas.
DL: ¿Qué recuerdas de tu debut en Grandes Ligas en 1969?
AF: Fue en Oakland, y pienso que fue una victoria. Lancé 3 o 4 innings en relevo de Jerry Cram quién era mi compañero de cuarto. La noche antes de ese juego me mantuvo despierto preguntándome como debía lanzarle a los Atléticos, me preguntó como debía lanzarle a (Sal) Bando, le dije que no tenía idea. Me preguntó como debía lanzarle a Reggie Jackson, no tenía idea. Rick Monday, le dije que no tenía idea. Siguió haciendo preguntas hasta que me quedé dormido. Después de ese juego, regresé al hotel y llamé a mis padres, hablé con ellos un buen rato. Era lo que siempre había soñado, y no sólo era mi sueño, también era el de ellos.
DL: Llegaste a las Grandes Ligas el mismo año que Jim Bouton estaba escribiendo “Bola cuatro” ¿Cómo reaccionaron tus compañeros de equipo a su libro?
AF: Ese libro en realidad fue cómico. Era muy divertido, pero llamaba a cada quién por su nombre. Por eso fue que la gente criticó lo que hizo Jim Bouton. Ha ocurrido en toda la historia del béisbol y está ocurriendo hoy. La gente señala algunos nombres para ganar dinero, y pienso que es vergonzoso. Básicamente, Bouton estaba de retirada en ese momento y terminó teniendo problemas para recuperar el buen trato de cada quién, aún en los juegos entre jugadores de antaño.
DL: ¿Qué tan diferente era la vida de un pelotero en aquel entonces, no dentro el campo sino fuera de este?
AF: Pienso que había mucha más camaradería. Salíamos a comer 10, 12 o 15 de nosotros. Y no teníamos que preocuparnos por tropezar con alguien, o derramar una bebida sobre alguien, y ser multado, como ocurre hoy. Había mucha más libertad, mientras que hoy hay que ser más cuidadoso de lo que haces y donde estás. Fíjate en Michael Phelps. Todos tienen teléfonos celulares, muchos pueden tomar fotos y videos, es una era de medios instantáneos. Mirando las cosas que hicimos nosotros, 10 años antes de nosotros fue peor, como salir a cocteles, o lo que fuera. Es como cuando mi padre y mi abuelo me contaron lo que hacían cuando eran jóvenes. Hoy terminaría en la cárcel si me pusiera a pelear en público o algo por el estilo. Lo que hacías cuando estabas con tus amigos se quedaba ahí, pero las cosas han cambiado mucho.
DL: Uno de tus compañeros cuando llegaste a los Reales era Moe Drabowski ¿Cómo era el fuera del campo?
AF: Moe tenía un tremendo sentido del humor, era un gran bromista. Hacía muchas cosas para provocar las risas, o llamar la atención, pero nunca con la intención de hacer sentir mal a nadie. Hacía bromas con serpientes de goma. Recuerdo una vez en Baltimore, cuando se podía usar el teléfono del bull pen para llamar a cualquier parte del estadio. Moe llamó al bull pen de los Orioles e indicó que Dick Hall debía empezar a calentar. De inmediato Earl Weaver llamó al bull pen y preguntó por qué Hall estaba calentando. Él hacía cosas como esa. O llamaba a un restaurant y pedía que llevaran comida al bull pen. Él nunca entraba al juego antes del séptimo u octavo inning, hasta entonces se divertía y nostros con él.
DL: Lou Piniella fue otro de tus compañeros al comienzo de tu carrera ¿Cómo era él entonces?
AF: Lou también tenía un tremendo sentido del humor, pero era muy intenso. Nadie esperaba más de Lou que el propio Lou. No le gustaba irse de 4-0. Era muy competitivo, se exigía mucho. Era tan duro consigo que a veces era difícil imaginar que disfrutara el juego. Cuando no conseguía imparables se entristecía mucho.
DL: ¿Fue Amos Otis uno de los mejores jugadores ignorados por los aficionados de las nuevas generaciones?
AF: Pienso que Amos Otis es el mejor jugador que los Reales han tenido en su historia, en cuanto a condiciones. Podía correr, fildear, tenía poder, robaba bases, probablemente fue el jugador más completo que vi. El problema de Amos era que le tenía miedo a los errores. Creo que hubo un año cuando robo como 40 bases, solo fue puesto out 2 o 3 veces, cuando le preguntamos porque no intentaba robar más bases dijo que no quería arriesgarse a que lo pusieran out. Tal vez Amos no se exigió al máximo de lo que podía hacer. Pero era un magnifico centerfielder, ninguna pelota caía delante de él, les llegaba a todas. Tuvo varios años buenos con el uniforme de los Reales, quién sabe que más hubiese sido capaz de alcanzar.
DL: Jugaste para BobLemon ¿De qué manera influenció tu carrera?
AF: Bob Lemon fue mi manager favorito. Era un tipo muy competitivo, pero no tenía una agenda personal, para él los Reales de Kansas City lo eran todo. Lo que le importaba era el nombre que tenían los uniformes en el pecho. Recuerdo un juego que lancé en Boston: había pitcheado 8 buenos innings, cuando iba a salir para el noveno, me dijo “Si te metes en problemas, te voy a sacar. No te sientas mal, has pitcheado muy bien para dejar que pierdas el juego”. ¿Como puedes no querer a un tipo como ese? Terminé el juego.
DL: Ganaste 15 juegos para los Reales de 1976 que perdieron el play off de la Liga Americana ante los Yanquis de Nueva York. ¿Por qué no lanzaste en esa serie?
AF: Whitey Herzog y yo tuvimos una discusión fuerte. En un juego en Oakland empezamos a gritarnos. Pero lo que no entendí fue que Whitey dijo que si llegábamos a la Serie Mundial, yo sería uno de los abridores porque los Rojos de Cincinnati tenían muchos bateadores derechos. Los Yanquis estaban llenos de bateadores zurdos, por lo que habían visto muchos lanzadores zurdos todo el año. Y les bateaban bien. Larry Gura lanzó un juego muy bueno ante ellos, pero no había otra razón que el asunto personal entre Whitey y yo.
DL: Después de la temporada de 1976, fuiste tomado en un draft de expansión por segunda vez, esta vez por los Azulejos de Toronto. Ese mismo día fuiste cambiado a los Indios de Cleveland ¿Cómo te afectaron esos movimientos?
AF: Para ser honesto, eso fue devastador. Había crecido con las organización de los Reales, había estado allí 8 años, finalmente habíamos llegado a ser un equipo con el que había que contar. Ahora iba a otro equipo de expansión, cuando no me quedaban muchos años en las Grandes Ligas. Mi primer pensamiento cuando fui escogido por Toronto fue “Aquí vamos otra vez”. Entonces, el mismo día me cambian a Cleveland, no estoy seguro si eso era mucho mejor que Toronto. Jugué con algunos buenos peloteros allí, aun mantengo la amistad con algunos de ellos, pero no disfruté mi estadía en Cleveland. Había salido de los Reales después de 8 años, entonces sentí que había un futuro brillante y quería ser parte de él. Habíamos aprendido a ganar como equipo, cada jugador apoyaba al otro. Cleveland todavía no había aprendido esas lecciones, cada quién trataba de sobrevivir por su cuenta.
DL: Hiciste tu último lanzamiento hace 30 años ¿Qué es de tu vida hoy?
AF: Desde que me retiré del béisbol he trabajado todos los días principalmente en posiciones de ventas con varias compañías. He vendido una variedad de productos desde baldosas de cerámica hasta bienes de transporte. Actualmente soy dueño de una compañía textilera donde manufacturamos uniformes deportivos, principalmente para equipos juveniles, y también hacemos logotipos para corporaciones. Estoy desarrollando una línea de ropa casual para damas. También tengo una compañía productora que se encarga de mi música y escritura. He sido escritor y músico, en serio, toda mi vida y me he dedicado a estos intereses los últimos 7 años. Hay música original mía en un documental que está programado para salir a escala nacional. Tengo un gran apoyo de mi esposa, familiares y amigos.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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