domingo, 10 de mayo de 2009

El Día de las Madres es una causa especial para Endy Chávez.

Jim Street / MLB.com

Seattle.- La cinta rosada que Endy Chávez lleva en su uniforme el Día de las Madres y el bate rosado que llevará al plato, tienen un significado especial para el jardinero izquierdo de los Marineros.
Esto le traerá memorias de la hermana que perdió ante el cáncer hace casi dos años.
El casi siempre sonriente Chávez se pone triste cuando habla de Eneidy Chávez, quièn era un año menor que Endy. Eran muy unidos. La muerte de ella fue una lección de vida para la cual Endy no estaba preparado.
Ella perdió una batalla de año y medio con un cáncer de estómago en 2007, cuando Endy jugaba con los Mets.
“Tienes que aprender a vivir con eso, pero todavía es duro”, dijo Endy. “Mi hermana solo tenía 31 años cuando murió. Ella tenía una hija, que vive con mi mamá en Venezuela”.
La niña de 7 años Jimneidy tiene un gran sistema de apoyo.
“Toda nuestra familia se está encargando de ella”, dijo Endy.
Una vez más Major League Baseball dirije la atención hacia una enfermedad mortal este Día de las Madres. Cintas rosadas, muñequeras rosadas, bates rosados, están en boga mientras los grande ligas participan en la iniciativa anual de MLB “Al bate contra el cáncer de mama” que promueve la concientización acerca del cáncer de mama y envía procedimientos masivos a Susan G Komen para la cura.
El logo de la cinta rosada aparecerá en las almohadillas y en home plates conmemorativos. Las alineaciones serán escritas con tinta rosada.
Los bates, junto a los home plates y las tarjetas de las alineaciones, serán autografiados por los equipos y luego serán subastados en MLB.com, la recaudación ira a la Fundación del Cáncer de Mama.
Los bates rosados se han convertido en un símbolo anual del Día de las Madres en los estadios de Grandes Ligas.
La temporada pasada, Jose Vidro, Raul Ibanez, Richie Sexson, Adrian Beltre, Yuniesky Betancourt, Jeff Clement, Willie Bloomquist, Miguel Cairo, Jose López y Jamie Burke usaron bates rosados, se unieron a más de 200 peloteros de Grandes Ligas que usaron el rosado por un día.
Endy, quién no jugó en aquel Día de las Madres contra los Rojos, fue uno de nueve Mets que ordenaron bates rosados de Louisville Slugger.
Espera estar en la alineación de los Marineros para usar un bate rosado en un juego por primera vez.
“De verdad quiero apoyar la causa porque sé todo lo que batallamos y por todo lo que pasamos”, dijo Endy. “Me gustaría ayudar a hacer más intensa la lucha contra el cáncer”. Los recuerdos de dos veranos atrás, en su visita final al hospital de Nueva York donde su hermana falleció, permanecen intactos en su mente.
“Es algo que aún es difícil de explicar”, dijo Endy. “Cuando ella se enfermó, pensó que era una gripe, por lo que nunca fue a revisarse con el médico. Pensó que no era necesario”.
“Cuando fue a ver al médico ya el cáncer estaba muy avanzado”.
La enfermedad empeoró progresivamente.
“Ella estaba en Venezuela y finalmente le dije que se viniese a Estados Unidos para ver un médico”, dijo Endy. “Le hicieron una operación y pareció estar mejorando. Después de 8 o 10 días, comenzó a mostrar señales de franca mejoría, todos estábamos muy contentos”.
“Ella mostró mejorías por casi 2 meses, pero tuvo una recaída y eso fue todo. El cáncer era tan fuerte que no hubo nada que los médicos pudieran hacer por ella. Siguió empeorando. Fue algo muy duro”.
Los Mets estaban en medio de una estadía en casa cuando llegó el final para la hermana de Endy.
“Fui al hospital la noche antes de que falleciera”, dijo Endy. “Sabía que no la vería de nuevo. Sabíamos lo que iba a pasar. Lo único que funcionaba en su cuerpo era el corazón”.
“La ví esa noche y le dije adiós. Murió al día siguiente”.
Chávez dijo que esa fue una de las peores experiencias de su vida, pero es “algo con lo que tienes que enfrentarte. Una de las cosas que aprendí de esto es que si no te sientes bien, debes ir a ver al médico. Pienso que ella esperó demasiado”.
“Esto es muy duro”, añadió Endy. “Espero que se encuentre la cura para que otras personas no tengan que pasar por algo similar”.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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