sábado, 25 de julio de 2009

Mark Buehrle de los Medias Blancas de Chicago lanza juego perfecto.

ANDREW SELIGMAN, AP Sports Writer

Chicago.- El pitcheo 105 de Mark Buehrle rompió hacia Gabe Kapler, quién se cuadró y conectó la bola. Buehrle vio la trayectoria y supo que su juego perfecto estaba en peligro.
El jardinero central de los Medias Blancas, Dewayne Wise, acababa de entrar a jugar en un cambio para mejorar la defensiva, corrió hacia la cerca del left center, dio una docena de zancadas. Lo que ocurriría a continuación sería un momento de magia beisbolera o el fin del intento de juego perfecto de Mark Buehrle en el noveno inning del juego versus los Rayas de Tampa Bay.
Wise saltó y estiró su brazo derecho sobre el tope de la pared de 8 pies. La bola cayó en la malla del guante pero luego saltó por una fracción de segundo mientras él rebotaba de la pared y flotaba en la zona de seguridad. Wise atrapó la pelota con la mano izquierda sin guante, cayó al suelo y rodó. Se levantó y mostró la pelota a la multitud.
Magia. Un jonrón convertido en out.
Con la mayor amenaza controlada, Buehrle completó el decimoctavo juego perfecto en la historia de las Grandes Ligas, una victoria 5-0 este jueves 23 de julio de 2009.
“Esperaba que la pelota estuviera dentro del parque, que hubiera suficiente espacio para que él la atrapara. Sé que los muchachos estaban haciendo todo lo posible por salvar el no-hitter, el juego perfecto, cualquier cosa que fuera”, dijo Buehrle quién ahora ha lanzado dos no-hitters en su carrera.
Wise conocía este tipo de escenario.
“Estaba con los Bravos en 2004, cuando Randy Johnson de los DiamondBacks lanzó un juego perfecto. He estado en ambos lados de la calle”, dijo Wise. “Esta probablemente ha sido la mejor atrapada que haya hecho, debido al tipo de situación”.
“Fue algo muy loco, porque cuando salté la bola pegó en mi guante y al mismo tiempo estaba chocando contra la pared. No me di cuenta que había hecho la atrapada hasta que caí y la bola estaba saltando del guante, así que estiré la mano y la agarré”.
El manager de los Medias Blancas, Ozzie Guillén, estaba feliz por haber hecho el cambio defensivo para meter a jugar a Wise, quién entró a jugar en el jardín central mientras Scott Posednik pasaba a la izquierda y Carlos Quentin salía.
“Ese es nuestro trabajo. Para eso estamos aquí”, dijo Guillén.
Buehrle se puso abajo en la cuenta, 3-1, contra Michel Hernández, el segundo bateador del noveno inning, quién aguantó el segundo strike cantado y abanicó el tercero.
Con los aficionados coreando el nombre de Buehrle, Jason Bartlett se puso en cuenta de 2-1 y bateó un rolling hacia el shortstop Alexei Ramírez, quién lanzó hacia el primera base Josh Fields. Buehrle se llevó los brazos a la cabeza y fue asediado por sus compañeros entre el montículo y la primera base.
“Nunca pensé que lanzaría un no-hitter, nunca pensé que lanzaría un juego perfecto, nunca pensé que batearía un jonrón”, dijo Buehrle, quién ha hecho las tres cosas. “Nunca digas nunca en este juego porque pueden ocurrir eventos inesperados”.
El pitcher recibió una llamada telefónica de felicitación del Presidente Barack Obama, un aficionado de los Medias Blancas, al completar el décimosexto juego perfecto desde que empezó la era moderna en 1900 y el primero desde el lanzado por Johnson en 2004.
“Bromeamos alrededor de los 30 segundos que duró la llamada, y me pregunté “¿Eso es todo lo que tiene para mí?”, dijo Buehrle.
Obama, un zurdo como Buehrle, uso una chaqueta de los Medias Blancas cuando hizo el lanzamiento inaugural del Juego de las Estrellas la semana pasada en San Luís.
“Le dije que estaba muy sorprendido por la llamada”, dijo Buehrle. “Él dijo ‘Felicitaciones, es un honor. Mucha gente va a recordar esto por siempre”.
Obama había hablado con Buehrle, un nativo de St. Charles, Mo., en el club house de la Liga Americana la semana pasada.
“Él es extraordinario como aficionado”, dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca Robert Gibbs quién refirió las siguientes palabras de Obama: “Cuando eres aficionado de los Medias Blancas y conoces a la persona que lanzó perfecto, eso te hace disfrutar más el momento”.
Respaldado por el grand slam del segundo inning de Fields, Buehrle lanzó 76 strikes de sus 116 lanzamientos y ponchó 6 en su segundo no-hitter, para ayudar a Chicago a ponerse a un punto de porcentaje de los líderes de la división Central de la Liga Americana, los Tigres de Detroit.
Kapler entendió su papel.
“Ese momento fue mágico para Wise y Buehrle”, dijo Kapler, “la mayoría de los peloteros se ganan esos momentos”.
En un triunfo 6-0 sobre Texas el 18 de abril de 2007, Buehrle también enfrentó el mínimo de 27 bateadores. Caminó a Sammy Sosa en el quinto inning de ese juego, dos lanzamientos después lo sorprendió en primera.
“Después de aquel juego le compré relojes a todos. Fue un no-hitter caro”, dijo Buehrle. “Este, probablemente será más caro”.
Buehrle y Johnson son los dos únicos pitchers activos con un par de no-hitters de acuerdo a STATSLLC. Además de su juego perfecto de 2004, la Gran Unidad lanzó un no-hitter para Seattle el 02 de junio de 1990 contra Detroit.
Antes del noveno, Buehrle prescindió de grandes jugadas defensivas a su espalda. En el cuarto inning Evan Longoria bateó una línea directa al guante de Ramírez. En el octavo, el tercera base Gordon Beckham no se tuvo que mover para tomar una línea de Pat Burell.
“He estado involucrado en juegos sin hits ni carreras en el pasado, simplemente hay que seguir adelante”, dijo el manager de los Rayas Joe Maddon. “Es sólo una derrota, pero me parece que tiene mucho significado para el equipo ganador”.
Buerhrle llegó a la cuenta de 3 bolas con 5 bateadores, incluyendo el 3-0 ante Bartlett en el sexto inning. Bartlett aguantó los dos siguientes strikes, bateó un foul y conectó un rolling de rutina hacia Ramírez. Mientras el campocorto lanzaba a primera, la multitud de 28.036 personas gritaba en las tribunas.
Con un out en el octavo, Ben Zobrist bateó un rolling débil que salió de foul y luego salió con elevado en cuenta de 3 y 2. El próximo bateador, Burell, bateó una línea por la izquierda que salió de foul, el árbitro de tercera Laz Díaz inmediatamente indicó el foul. Luego Burell bateó la línea hacia tercera base.
Buehrle de 30 años, se convirtió en el segundo lanzador de los Medias Blancas que lanza dos no-hitters. Frank Smith lo hizo contra Detroit en 1905 y ante los Atléticos de Filadelfia en 1908. El único otro juego perfecto de los Medias Blancas lo lanzó Charles Robertson en Detroit el 30 de abril de 1922.
Fue el segundo no-hitter encajado por los Rayas. Derek Lowe les lanzó uno con Boston el 27 de abril de 2002.
Scott Kazmir (4-6) permitió 5 carreras y 5 hits en 6 innings. Además del grand slam de Fields, Ramírez bateó un doble impulsor en el quinto.
Hacia el final, la esposa de Buehrle, Jamie, estaba muy emocionada mientras veía el juego desde los asientos cercanos al home plate con su hija Brooklyn de 4 meses.
“Estoy muy orgullosa de mi esposo, es increíble”, dijo. “Nunca deja de asombrarme. Se mantiene alcanzando más y más logros en su carrera”.
Buehrle (11-3) forzó 11 outs con rollings. Pocos bateadores de los Rayas hicieron contacto con fuerza ante él, sólo permitió 3 líneas.
Buehrle quién tuvo éxito donde otros han fallado como pitcher que obliga a los bateadores a hacer contacto, no sigue el patrón de los pitchers que han lanzado sin hits ni carreras o perfecto, antes que él.
El manager Ozzie Guilén sabe el secreto del éxito de Buehrle.
“Strikes, muchas agallas y confianza en lo que hace”, dijo un emocionado Guillén. “He visto muchos recursos de su parte y muchas cosas inesperadas, lo dije hace dos años cuando lanzó el no-hitter. Una de las cosas más difíciles que he visto en mi vida es un no hitter de Buehrle. No porque no pueda, es porque su plan de juego es hacer que los bateadores hagan contacto para tratar de hacerlos out tan rápido como se pueda”:
“Fueron pitcheos de calidad. Él ha hecho eso por mucho tiempo. Para mí, es uno de los pitchers más subestimados de la Liga Americana en los últimos 10 años”.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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