jueves, 16 de julio de 2009

Preguntas y respuestas con John Smoltz

David Laurila.

John Smoltz ha regresado al montículo con los Medias Rojas de Boston, sus primeras dos aperturas lo mostraron algo fuera de forma. En la tercera sólo permitió una carrera en 5 episodios. Es una etapa más en la ilustre carrera del veterano derecho que algún día ingresará al Salón de la Fama de Cooperstown. Con 42 años a cuestas y 20 temporadas en Grandes Ligas (todas con los Bravos de Atlanta) Smoltz tiene 3011 ponches de por vida y es el único pitcher de la Gran Carpa con más de 200 victorias y 150 juegos salvados. Con 8 asistencias al Juego de Estrellas y un premio Cy Young logrado en 1996, tiene un impresionante record de 15-4 en post-temporada. Después que Smoltz firmara un contrato como agente libre con los Medias Rojas en enero de 2009, concedió algo de su tiempo para realizar esta entrevista, durante el spring training.

David Laurila: Fuiste drafteado por los Tigres originalmente. ¿Qué significó eso para tí, siendo nativo de Detroit?
John Smoltz: Fue un sueño hecho realidad, porque había crecido ahí. Mi abuelo trabajó en las cuadrillas que mantenían el terreno de juego del Tiger Stadium por 30 años. Recuerdo haber ido a verlos jugar en la Serie Mundial. Ser drafteado por ellos fue… no puedo pensar en algo mejor. Me gustaba mucho el Tiger Stadium. A menos que te sentaras detrás de un pilar, siempre tenía una vista inmejorable. Tuve la oportunidad de jugar en un Juego de Estrellas allí mientras jugaba pelota amateur. Fue una experiencia única. Fue muy agradable estar ahí, y soñar con jugar en las Grandes Ligas.
DL: ¿Alguna ves te has preguntado que hubiera sido de tu carrera si te hubieras quedado en Detroit?
JS: Claro. Obviamente, no sé si hubiera tenido la oportunidad de asistir por 14 años seguidos a los play offs. Mi carrera hubiera sido retardada, probablemente no me hubiesen llamado al equipo grande tan pronto. La organización de los Tigres iba en una dirección diferente de la de los Bravos en aquel momento:
DL: Fuiste a Atlanta en un cambio por Doyle Alexander. ¿Cómo ves ese cambio ahora, 22 años después?
JS: Bien, fue lo mejor que me pudo haber pasado. Tuve la oportunidad de lanzar en las Grandes Ligas a temprana edad; tuve la oportunidad de mojarme la espalda. Luego jugué todos esos años con Atlanta, eso preparó el camino de lo que creo ha sido una carrera mágica.
DL: El trío Smoltz/Maddux/Glavine es una gran parte de la tradición de los Bravos. Pero poco se menciona el nombre de Steve Avery. ¿Cuan bueno era Avery?
JS: Steve…si no hubiese sido por las lesiones, el hubiera sido uno de los mejores zurdos que hubiésemos visto en mucho tiempo. Tenía una presencia dinámica en el montículo, y su habilidad para lanzar bajo presión era increíble. Lanzó dos de los más grandes juegos de post-temporada en una serie. Es una pena que no se hubiera mantenido sano.
DL: ¿Qué impacto tuvo Leo Mazzone en tu carrera?
JS: Me lo hizo todo más simple. En Detroit trataban de cambiarme la mecánica, tuve problemas con eso. Cuando llegué a Atlanta, había más coaches de pitcheo disponibles que en Detroit, Leo fue el que me dijo “Lanza una pelota. Ok, me parece bien. Ahora vamos a trabajar con tus pitcheos”. Él me ayudo a enfocarme en mis pitcheos, por eso me convertí en un mejor pitcher, porque no tuve que preocuparme por el asunto de la mecánica.
DL: ¿Cómo describirías la filosofía de pitcheo de Mazzone?
JS: Su filosofía es controlar el strike abajo y afuera, si lo haces serás capaz de lanzar en esta liga por un buen tiempo. Tienes que tener ese pitcheo para ser exitoso. La filosofía de Leo también era lanzar con menos esfuerzo, lanzar más a menudo, pero no tan fuerte. Él quería que mantuvieras el brazo fresco.
DL: ¿Cómo describirías tu evolución como pitcher a través de los años?
JS: Lo que es interesante es que siempre pensé en mí como un pitcher, pero nadie lo veía así. Ellos siempre pensaron en mí como un tipo con repertorio. Pero pasar por lo que he experimentado, he lanzado todo tipo de lanzamiento desde cualquier ángulo. He vivido muchas cosas. Cuando miro mi evolución, he mantenido mi repertorio y la velocidad, pero también he sido capaz de lanzar bajo algunas circunstancias increíbles.
DL: ¿Quién facilitó tu conversión al rol de cerrador?
JS: Esa es una historia interesante. Nadie lo facilitó. Alguien me dijo que esa era la única forma de mantenerme con un uniforme de los Bravos. Ellos querían que cerrara los juegos, nunca me dijeron que hiciera eso. Tuve que tomar esa decisión, el único lugar donde hubiera considerado cerrar juegos fue Atlanta.
DL: Obviamente hubo un aprendizaje para lanzar la curva. ¿Quién te ayudó en ese respecto?
JS: Teníamos una situación afortunada en nuestro bull pen, con algunos cerradores antíguos como Steve Reed y Darren Holmes. Teníamos a Mike Remlinger y a Chris Hammond. Teníamos a varios tipos con experiencia en el rol de cerrador, eso me ayudó a transitar el proceso de conversión de una manera mágica.
DL: ¿Cómo comparas el valor relativo de un abridor versus un relevista del inning final?
JS: Bien, es como el huevo y la gallina. Me refiero a que necesitas un buen cerrador para ir a los play offs, y necesitas un buen cerrador para ganar en los play offs, pero sin grandes lanzadores abridores, un cerrador no significa nada porque no puedes llegar en ventaja al momento cuando él hace falta. Tenemos lo mejor de ambas ramas aquí en Boston, lo cual le permite a Papelbon hacer su trabajo.
DL: ¿Cuál consideras que es tu mejor temporada en las Grandes Ligas?
JS: Desde un punto de vista personal, probablemente sería la de 1998, cuando tuve marca de 17-3. Tenía molestias en el hombro y tuve que aprender a lanzar de otra forma. Tuve que lanzar por el lado del brazo y dejé marca de 12-1 en la segunda mitad. Nadie podía imaginar que tendría ese tipo de temporada. Terminé segundo en efectividad, tercero en el Cy Young, fue como si estuviera volando justo por debajo del radar. Esa temporada, fui capaz de hacer una transformación a mitad de camino, en una sesión de bull pen, de lanzar por encima del brazo a lanzar por el lado.
DL: ¿Sientes que tu temporada de 2003 también fue subestimada?
JS: Bien, sin querer hacerlo parecer así…hay muchas temporadas que pueden pasar desapercibidas cuando la gente piensa que debes ganar 24 juegos cada año o salvar todos los juegos, sólo porque tienes repertorio. Otro año asombroso fue cuando regresé como abridor luego de trabajar como cerrador, y lance 233 innings después de pasar 5 o 6 años sin abrir un juego. Pienso que eso fue subestimado, porque todo el mundo hablaba de lo tonto que yo era, y de lo estúpido que era al regresar como abridor. Pensaban que iba a terminar con mi carrera. Los oí y los enfrenté.
DL: ¿Qué tanto has utilizado los reportes de los scouts a lo largo de tu carrera?
JS: No soy bueno en eso. Trato de conocer las tendencias del bateador, basado en cuan agresivo es. Mi ventaja es que ellos no quieren extenderse mucho en la cuenta, por lo que serán más agresivos conmigo. Tengo que tener una mejor ejecución inteligente desde el principio. Ellos a menudo no quieren ponerse en cuenta de 2 strikes, puedo usar eso para mi beneficio.
DL: ¿Cuan similares eran Eric Davis y Sammy Sosa como bateadores?
JS: A ambos les gustaba batear jonrones. Eric Davis tenía la capacidad de dispersar sus batazos en todas direcciones, bateaba más líneas, pero aún desarrollaba mucho poder. Sammy usualmente se enfocaba en batear desde el center hasta la línea del left field. Tuve algunas dificultades con Eric Davis. Le temía a Sammy, pero no tuve problemas con él, las estadísticas lo dicen. Pienso que Eric Davis bateó 7 imparables en sus primeros 10 turnos contra mí, nunca pude descifrar como sacarlo out.
DL: La razón por la que te pregunté por ellos es que Davis bateó de 34-14 con 4 jonrones contra ti, mientras que Sosa se fue de 38-4 sin jonrones ¿Puedes dar una razón específica por la cual tuviste éxito contra uno y dificultades ante el otro?
JS: Pienso que todo depende del juego de los números, donde no siempre puedes hacerlos out. Algunas personas tienen éxito, pero creo que si enfrentas a un bateador en muchas oportunidades, llegará un momento en que las cosas se nivelarán. Cuando me hice mejor pitcher, Eric Davis se había retirado y Sammy todavía estaba jugando. Así que parte de eso, tiene que ver con la madurez y conmigo siendo mejor pitcher. Enfrenté a Eric Davis en mi primer año, cuando tuve marca de 2-7. Mis primeros dos años no tuve exactamente el mismo control, ni el repertorio que necesitaba, pero él todavía era un gran jugador. Simplemente sacó ventaja de eso.
DL: ¿Cuánto ha cambiado el juego del béisbol desde que hiciste tu primer lanzamiento?
JS: Hay tantas cosas que puedes escribir un libro de eso. Esta la zona de strike, los estadios, los jugadores, las mentalidades, El pitcheo abridor ya no es visto de la misma manera. Antes querías ser un as, un caballo de batalla quién quería asumir retos. El juego se ha hecho más especializado. Pienso que se cuida más a los jugadores, debido a esto los managers están a la merced de jugar este juego, dirigir este juego, en una versión recortada y condensada donde más jugadores son usados más a menudo. Los abridores solo duran 5, 6, 7 innings, cuando antes solían completar juegos.
DL: Además del uso de los pitchers, ¿ha perdido el juego algo en los últimos 20 años?
JS: Pienso que ha perdido la habilidad de cuidarse a sí mismo. El béisbol de Grandes Ligas, o los seres humanos, tratan de ajustar todo, o de encontrar maneras de hacerlo mejor. Ellos piensan que conocen los gustos del público. Pero el juego siempre se cuida a sí mismo, desde las interioridades hasta las exterioridades. La gente saca conclusiones muy rápido. Las tendencias en este juego son cíclicas. En 7, 8 o 9 años podríamos tener una era de bateadores y luego pasar a una de dominio de los pìtchers. Las medidas que se están tomando para agilizar los juegos le están dando a los árbitros la potestad de dirigir el juego de la forma que mejor les parece. Para mí eso necesita ser rectificado, para no tener que ver una cantidad de juegos de 14-10 o de 10-8. Pienso que lo que ha cambiado es que los aficionados no aprecian un buen duelo de lanzadores de vez en cuando. Sólo quieren ver jonrones, jonrones y más jonrones. El béisbol es más que sólo jonrones.
DL: ¿Cómo definirías la era en que has jugado?
JS: Ahora mismo podría llamarse la era nubosa. Hay muchas cosas colgando sobre nuestras cabezas que necesitan ser cambiadas, y están las determinaciones que deben tomarse para solventarlas. En el medio de todo esto, hay una gran era. Ha habido algunos grandes records, algunas grandes persecuciones, algunas grandes luchas, y entonces, de repente las noticias extraterreno empañan todas las cosas que pueden ser buenas. Sobreviví esta era de manera limpia, mantuve mi cabeza fuera del agua. He sido muy exitoso en una época cuando las estadísticas están probablemente más infladas que nunca, y hacer algo de la manera correcta será apreciado más que nunca antes.
DL: ¿Algún pensamiento final?
JS: En este juego hay muy pocas cosas que puedes controlar. Siempre pensé que se podía controlar mucho más de lo que ocurre, pero las estadísticas y los resultados pueden ser afectados por muchas variables, desde los anotadores oficiales… pienso que los anotadores oficiales deberían ser exjugadores de béisbol. La razón por la que digo esto no es por que no haya anotadores oficiales competentes. Es sólo porque el juego se desarrolla, se decide, mediante diferentes reglas y el comportamiento de muchas personas se ve afectado de una manera o de otra por el resultado de una decisión.
DL. Una última pregunta ¿Qué tan importantes son los números en el béisbol?
JS: Es interesante, porque ciertas personas le dan importancia a cosas que yo nunca consideraría. Pero se puede justificar todo lo que se quiera. Si un tipo gana muchos juegos pero tiene una efectividad alta, se puede decir, bien, las victorias son lo más importante. Si un tipo tiene una efectividad baja pero muchos salvados desperdiciados, y no tiene muchas victorias, ciertamente va a parecer como si no tuvo un buen año. Esas son variables que influyen en que algunas personas te digan ‘Mira tus números. Esos no son buenos años’. Pero yo estoy en desacuerdo porque hubo factores que produjeron esos números. Una decisión arbitral que fue la diferencia entre un out y una carrera a lo largo de una temporada, eso puede alterar tu efectividad. Eso es lo que hace al juego único. No es perfecto. A menudo se piensa que las cosas salen por sí solas, pero pienso que más gente ligada al béisbol debería tomar esas decisiones. Eso ayudaría a darle más propiedad a los números con que se trabaja.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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