Los premios al igual que todas las decisiones tomadas por los seres humanos, tienen un contenido importante de subjetividad. Esto es normal, si tomamos en cuenta que cada ser humano tiene su punto de vista y sentimientos. Por eso las polémicas y los disgustos de muchos cuando disienten de los resultados de una decisión.
Este año la Asociación de Periodistas de Béisbol de Estados Unidos escogió como único elegido al Salón de la Fama, al jardinero André Dawson (.279 promedio de bateo, 1591 empujadas, 438 jonrones, 98 triples, 503 dobles, 2774 imparables, 1373 anotadas, 314 bases robadas, 589 boletos, 1509 ponches, 9927 veces al bate, 2627 juegos, 5158 outs, 157 asistencias, 30 dobleplays, 93 errores, 21 temporadas) de los Expos de Montreal, Cachorros de Chicago, Medias Rojas de Boston y Marlins de Florida. Una vez más quedó por fuera un magnífico lanzador como Bert Blyleven (287 ganados, 250 perdidos, 3.31 de efectividad, 692 juegos, 685 aperturas, 242 completos, 60 blanqueos, 4970 innings, 4632 hits, 430 jonrones, 1322 boletos, 3701 ponches, 155 golpeados, 19 balks, 114 wild pitches) en 22 temporadas con Minnesota, Texas, Pittsburgh, Cleveland, Angelinos de California. Tambien Roberto Alomar, uno de los mejores peloteros de su generación, deberá esperar al menos otra vuelta de calendario para optar de nuevo al sagrado recinto beisbolero. Sin embargo el resultado que más extrañó y dolió a los aficionados venezolanos fue que el inicialista Andrés Galárraga (.288 promedio de bateo, 1425 empujadas, 399 jonrones, 32 triples, 444 dobles, 2333 imparables, 1195 anotadas, 128 bases robadas, 583 boletos, 2003 ponches, 8096 turnos al bate, 2257 juegos, 18242 outs, 1376 asistencias, 1646 dobleplays, 176 errores, 19 temporadas) ni siquiera lograra el 5 % de los votos necesarios para continuar en las papeletas de votación. Fue la decisión de los periodistas de béisbol de MLB, se respeta pero no se comparte porque el Big Cat fue uno de esos peloteros “puro béisbol” como lo expresó al comienzo de su carrera su manager Alfonso Chico Carrasquel. Galárraga podía estar sumido en el momento más difícil de su vida peloteril, pero siempre tenía una sonrisa y un gesto de amistad para los aficionados y los niños. En cualquier momento, se reponía para ejecutar la jugada clave o dar el batazo que ponía a ganar a su equipo. Por eso y mucho más merecía más que ese 4.1 %, 10, 20 y hasta 30 de los votos.
Dawson jugó en LVBP en la justa 1975-76 con los Cardenales de Lara; participó en 7 juegos, 30 turnos al bate, 6 anotadas, 10 imparables, 2 dobles, 1 triple, 1 jonrón, 6 empujadas, 2 bases robadas, .333 promedio al bate. Dawson se convierte en el décimocuarto pelotero en llegar al Salón de la Fama luego de participar en el béisbol profesional en Venezuela. En el pasado han llegado al Salón, Roy Campanella en 1969 (Vargas 1946, 1946-47), Bob Gibson en 1981 (Oriente 1960-61), Luis Aparicio en 1984, Jim Catfish Hunter en 1987 (Caracas 1965-66), Tom LaSorda en 1987 (Caracas 1971-72), Rod Carew en 1991 (Aragua 1971-72, 1972-73), Rollie Fingers en 1992 (La Guaira 1968-69), Earl Weaver en 1996 (Lara 1962-63), Phil Niekro en 1997 (Pastora 1963-64), Larry Doby en 1998 (Zulia 1971-72), Sparky Anderson en 2000 (Magallanes 1964-1965), Ryne Sandberg en 2005 (Zulia 1980-81, 1981-82), Jim Rice en 2009 (Magallanes 1973-74).
Alegría por Dawson y también por Galarraga, porque aunque fue dejado a un lado del Salón de la Fama de MLB, siempre tendrá un lugar prominente en el Salón particular de cada uno de los que apreciamos y disfrutamos la calidad y el nivel de juego del Gran Gato; allí ocupa un lugar entre los tres inicialistas de mi equipo para un juego decisivo de Grandes Ligas.
Alfonso L. Tusa C.
jueves, 7 de enero de 2010
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