jueves, 24 de febrero de 2011

Black fue un gigante dentro y fuera del campo.

Scott Merkin. MLB.com

Chicago.- Los logros deportivos de Joe Black deben ser considerados históricos si no exactamente vastos.
Black jugó un papel importante en el logro de dos campeonatos en las Ligas Negras como parte de los Baltimore Elite Giants. Se convirtió en el primer pitcher Afro-Americano en ganar un juego de Serie Mundial mientras lanzaba para los Dodgers de Brooklyn en 1952 y alcanzó el premio al Novato del Año de la Liga Nacional a la edad de 28 años con 15 victorias, 15 salvamentos y 2.15 de efectividad durante esa misma
temporada.
Pero si el impacto de Black fuera evaluado únicamente a través de la plétora de amigos que dejó luego de fallecer en 2002 por cáncer de próstata, o del padre que fue para sus hijos o las grandes cantidades de personas que ayudó, entonces el pitcher derecho debería ser considerado como candidato número uno al Salón de la Fama.
“El beisbol fue lo más pequeño de lo que hizo”, dijo el director de los Medias Blancas Jerry Reinsdorf de Black, quién fue su amigo íntimo por dos décadas. “Fue un gran, gran tipo. Tenía una gran filosofía de vida, donde sabía lo que era y lo que no era importante”.
“Siempre tenía a la mano un consejo práctico”, dijo Len Coleman, quién se hizo amigo de Black casi inmediatamente después de convertirse en el último presidente de la Liga Nacional en 1994. “Él disfrutaba con la gente”.
Mientras Coleman y Reinsdorf tienen suficientes historias relacionadas con Black para hacer un libro y luego una o dos ediciones adicionales, su aficionada más grande fue su hija Martha, quién ahora continúa su legado de beisbol como coordinadora de White Sox Experiences.
Si usted quiere pasear por el infield o cambiar las bases con los empleados de mantenimiento un determinado día en el U.S Cellular Field o tener una boda o una fiesta en el campo durante los días cuando no hay juegos, ese tipo de planificación será colocada en las manos capaces de Martha.
Ella creció con grandes personajes del béisbol como Peter O’Malley, Roy Campanella y Dusty Baker, por no mencionar a la leyenda del entretenimiento Bill Cosby, para ella, ellos eran sólo buenos amigos de la familia. Conocer celebridades ciertamente no define a un padre que fue devoto con su hija, y viceversa.
“Para mí, personalmente, yo quería que la gente supiera que los hombres negros son buenos padres y que había buenos padres en la comunidad Afro-Americana antes de (Presidente Barack) Obama y Cosby”, dijo Martha orgullosa de su papá. “Mi papá hizo de todo. Me peinaba…y era muy feliz asustando a mis pretendientes. Era mi padre, y mi mejor amigo”.
“La característica más grande de papá era ayudar a la gente. Trataba de motivar y ayudar a la gente. Pensaba que la educación era la cosa más importante en la vida además del aire y la respiración”.
Durante sus días en la universidad, Martha tenía un amigo que estudiaba en Morehouse College en Atlanta mientras ella lo hacía en Spelman College. Una confusión con un trabajo escrito causó que su amigo perdiera su ayuda financiera como estudiante de segundo año, Joe Black pagó ese período escolar. Eso demuestra cuan importante era la educación para Black.
Luego de retirarse del beisbol después de la temporada de 1957, Black, un egresado de Morgan State, regresó a su hogar en Nueva Jersey y se convirtió en profesor.
“Veamos los hechos: Cuando Joe llegó a las Mayores, era extraño”, dijo Coleman. “Joe se graduó en la universidad, y no habían muchos peloteros con grados universitarios”.
Se convirtió en el primer Afro-Americano vice-presidente de una corporación de transporte mientras trabajaba para Greyhound. Black también escribió una columna para la revista Ebony y hasta hizo una aparición como invitado en un episodio del Show de Cosby, interpretando a un jugador ficticio de la Ligas Negras.
En cuanto a sus contribuciones al béisbol, Black y Joe Garagiola fueron los artífices de la inserción del programa Baseball Asístanse Team, que ayuda a los jugadores retirados que necesiten ayuda financiera, psicológica o médica.. Black jugó un papel importante en conseguir que los jugadores de las Ligas Negras ganaran beneficios y seguro de salud como los ofrecidos por el Comisionado del béisbol de Grandes Ligas Fay Vincent y el Comisionado Allan H. “Bud” Selig. Su trabajo fue determinar quién había jugado en las Ligas Negras, cuando y con cual equipo.
“Sus registros eran algo cuestionables”, dijo Coleman. “Pero Joe conocía a cada uno de los peloteros”. Entonces estaba la larga lista de historias, los testimonios del impacto de Black sobre la gente que ayudaba. La lista incluía personas de todos los caminos de la vida y de todas partes del mundo. Por ejemplo, cuando Black jugó como parte de una gira beisbolera a través de Cuba, él conoció a Fidel Castro y los dos se mantuvieron en contacto a través de los años.
“Las cartas eran todas en español”, dijo Martha, agregó que el español de su padre era muy bueno. “Y el gobierno empezó a rastrear sus cartas. Mi papá dijo que Castro era bueno como pelotero”.
Castro tenía fama de ser un buen jugador de béisbol”, dijo Coleman. “Joe jugó baloncesto mano a mano con él, y me dijo que Castro era mucho mejor basketbolista que beisbolista”.
¿Que decir de la vez cuando Black aparentemente influyó en el resultado del séptimo juego de la Serie Mundial de 1997 entre los Marlins y los Indios? Bobby Bonilla había fallado en sus dos primeros turnos ante el abridor de Cleveland Jaret Wright, con rolling por segunda base en el segundo inning y ponchándose en el cuarto, lució muy mal ante los envíos en la esquina de adentro de Wright.
Bonilla estaba parado en círculo de prevenidos al bate antes de su turno del séptimo inning cuando Black lo llamó y le dio un consejo.
“Joe le dijo que se retrasara un paso en la caja de bateo”, explicó Coleman. “El pitcher no notará el cambio de posición y cuando te lance la bola adentro, podrás castigarla con la parte gruesa del bate. Bonilla dijo, ‘Voy a tratar de hacer eso Joe’
“Wright hace el lanzamiento adentro, y Bonilla deposita la pelota en los asientos del right field. Cuando Bonilla cruzó el plato, dirigió sus manos directo a Joe Black”.
Ese jonrón redujo la ventaja de 2-0 de Cleveland a la mitad. Florida empató el juego en el noveno y ganó el campeonato en en undécimo. De acuerdo al relato de Reinsdorf, Mickey Mantle había empleado la misma estrategia contra Black en el séptimo juego de la Serie Mundial de 1952 y produjo el mismo resultado de jonrón.
Reinsdorf invitó a Black para que charlara con los Medias Blancas en un entrenamiento primaveral, principalmente con los jugadores jóvenes, sobre las distracciones que enfrentarían fuera del campo. Sirviendo como embajador no oficial del juego, Joe recomendó a los peloteros para que tuviesen un plan de negocios en la vida.
“No había nada que Joe no hubiese visto antes”, dijo Reinsdorf.
“Mi papá no recomendaría donde invertir dinero”, dijo Martha. “Pero te decía que tenías que hacer algo, invertir en algun lugar”.
Black, quién fue amigo y compañero de cuarto de Jackie Robinson, mientras jugó con los Dodgers, tambien fue amigo íntimo de Jesse Owens, quién fue padrino de Martha. Un grupo que incluía a Coleman, Black, Frank Robinson, Lou Brock, umpire Paul Runge, Garagiola y Don Baylor fue llamado “the posse” (el equipo) cuando estaban juntos, dijo Coleman.
También había individuos que conocían a Black sin haber departido con él. De acuerdo a Coleman, cuando Black fue vice-presidente de Greyhound, recibió una llamada de un agente desde fuera del estado informándole que alguién estaba usando su nombre para indicar que é (Black)l le había dejado un boleto. Al no tener registro del boleto, Black habló con el hombre por teléfono y este se describió como un comediante en quiebra que necesitaba ayuda para montar su próximo acto. Joe autorizó el boleto, ese comediante era Sinbad.
Esta historia fue confirmada años después por Coleman cuando se sentó en el puesto de enfrente de Sinbad en un vuelo de medianoche regresando de Los Angeles y bromeó con el comediante que estaba ahí para cobrar el costo del boleto. Sinbad largó la carcajada e inmediatamente supo de su conexión con Black.
Un apodo de “Número 1” fue adosado a Black por Coleman, porque todo el mundo decía “Él fue mi “Número 1”.
“Físicamente, era un hombre grande”, dijo Coleman. “Caminaba suavemente y con sabiduría”.
“Te digo que cualquier persona que se ponía en contacto con Joe Black lo consideraba un amigo personal”, dijo Reinsdorf. “Él fue el último embajador de buena voluntad y nunca conoció a alguien que no quisiera ayudar”.

Traducción: Alfonso L. Tusa C.

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