Hay muchas ocasiones en el béisbol cuando un pitcher lanza bien o muy bien y sin embargo la victoria va a parar a la trinchera de enfrente o a las manos de un relevista. Entonces algunos analistas del juego y hasta algunos lanzadores se quejan de que los bateadores no respaldaron al lanzador. Esa es una parte inevitable del juego, lo que no se quiere entender es que el otro equipo también tiene un pitcher y muy probablemente esté lanzando tan bien o mejor que su rival.
La mejor forma de protestar contra la falta de apoyo ofensivo es mantenerse dando lo mejor de sí desde el montículo, aún sin tener los mejores lanzamientos, y en los lugares donde permiten que la esencia del béisbol persista (como la Liga Nacional) el pitcher puede resolver con su propio bate el desenlace del encuentro. Quizás no sea muy común esta especie de lanzador pero si existen
Steve Carlton fue capaz de ganar 27 juegos para los Filis de Filadelfia en la temporada de 1972 cuando el equipo dejó marca de 59-97. Cuando su equipo marcó solo 2 carreras Carlton tuvo marca de 9-7. Cuando los Filis le dieron entre 3 y 5 carreras ganó 13 y perdió 3.
El 29 de abril de 2009 en Miller Park. Yovani Gallardo e Ian Snell llegaron al séptimo inning enfrascados en un juego sin carreras. Gallardo vino a batear en el cierre de ese episodio y se la sacó del parque a Snell. Los Cerveceros de Milwaukee vencieron a los Piratas de Pittsburgh 1-0. Gallardo solo permitió 2 imparables y sólo concedió un boleto en 8 episodios de labor. Carlos Villanueva se apuntó el salvado. Tyler Yates relevó a Snell en el octavo inning.
El 01 de mayo de 1959 en Comiskey Park los Medias Blancas de Chicago y los Medias Rojas de Boston llegaron 0-0 al cierre del octavo episodio. Tom Brewer versus Early Wynn. Brewer sólo había permitido 4 imparables. Como primer bateador del octavo Wynn la sacó de jonrón para que los patiblancos derrotaran 1-0 a los Medias Rojas. Ambos lanzadores trabajaron completo. Wynn sólo permitió un hit, concedió 7 boletos y ponchó 14. Brewer aceptó 5 hits, 1 boleto, 1 ponche.
El 16 de septiembre de 1971 Juan Pizarro por los Cachorros de Chicago y Tom Seaver por los Mets de Nueva York se enzarzaron en una batalla de ceros. A pesar de que en los 2 primeros innings la defensiva le cometió un par de errores Pizarro se concentró en lo que debía hacer y sacó los outs. En el octavo inning Pizarro se la sacó de cuadrangular a Seaver para decidir el juego. Chicago 1 Nueva York 0. Seaver: 9 innings, 7 hits, 1 carrera limpia, 2 boletos, 8 ponches, 34 bateadores.
Pizarro: 9 innings, 6 hits, 0 carreras, 2 boletos, 8 ponches, 36 bateadores.
Jim Bunning y Warren Spahn se fajaron en Shea Stadium el 05 de mayo de 1965. Del primero al quinto innings Bunning retiró 11 Mets en línea. Ambos escopeteros trabajaron los 9 innings, los dos permitieron 4 imparables. También ambos concedieron 1 boleto. Bunning recetó 5 ponches, Spahn 4. Bunning enfrentó 30 bateadores, Spahn 32. En la apertura del sexto episodio Bunning la sacó de cuadrangular para que Filadelfia ganara 1-0.
Quizás una de las jornadas más memorables del béisbol ocurrió el 02 de julio de 1933 en el Polo Grounds de Nueva York cuando los Cardenales de San Luis visitaron a los Gigantes locales. En el primer desafío Carl Hubbell se batió a sangre y fuego con Tex Carleton en un juego que llegó 0-0 al cierre del episodio 18. Jo Jo Moore anotó la carrera del triunfo esa entrada, empujado por sencillo de Hughie Critz. Hubbell enfrentó 59 bateadores, permitió 6 imparables, ponchó 12, sin conceder boletos en 18 innings. Carleton lanzó 16 innings, permitió 8 imparables, concedió 7 boletos, ponchó 7, ante 63 bateadores. Jesse Haines lanzó 2 innings, enfrentó 10 bateadores, permitió 2 imparables, 1 carrera limpia, 3 boletos, 1 ponche. Fue el pitcher perdedor.
En el segundo juego los Gigantes volvieron a vencer a los Cardenales 1-0. Roy Parmelee se impuso ante Dizzy Dean. Johnny Vergez la desapareció de jonrón en el cuarto inning. Parmelee enfrentó 30 bateadores en 9 innings, permitió 4 imparables, ponchó 13, sin conceder boletos. Dean lanzó 8 entradas, enfrentó 31 bateadores, permitió 5 imparables, 1 carrera limpia, concedió 2 boletos, ponchó 6.
Jerry Koosman y Bob Moose abrieron el primer juego de una doble tanda el 12 de septiembre de 1969 en Forbes Field. En el quinto inning Bobby Pfeil soltó imparable a la izquierda. Duffy Dyer despachó sencillo al centro. Pfeil siguió hasta tercera base y llegó quieto. Dyer llegó a segunda con el tiro a tercera. Koosman remolcó a Pfeil con imparable a la derecha. Esa carrera fue todo lo que necesitó Koosman y los milagrosos Mets para ganar 1-0. Koosman enfrentó 31 bateadores en 9 innings. Permitió 3 imparables. Concedió 3 boletos. Ponchó 4. Moose trabajó por 8 innings. Permitió 5 imparables. Aceptó 1 carrera limpia. Concedió 3 boletos. Ponchó 10. Enfrentó 32 bateadores. Chuck Hartenstein lanzó 1 inning. Enfrentó 4 bateadores. Permitió 1 imparable.
En el segundo juego Don Cardwell enfrentó a Dock Ellis. Después de 2 outs en el segundo inning, Bud Harrelson templó doblete a la izquierda. Cardwell lo trajo al plato con inatrapable al centro. El juego avanzó sobre el forcejeo de los lanzadores y llegó el out 27 con la pizarra 1-0. Los milagrosos Mets volvían a ganar. Cardwell lanzó 8 episodios. Enfrentó 27 bateadores. Permitió 4 imparables. Concedió 1 boleto. Ponchó 3. Tug McGraw se apuntó el salvado en trabajo de 1 inning. Enfrentó 4 bateadores. Permitió 1 imparable. Ponchó 1. Ellis lanzó 8 innings. Enfrentó 32 bateadores. Recibió 6 imparables. Concedió 3 boletos. Ponchó 11. Hartenstein enfrentó 3 bateadores en 1 inning de labor. Permitió 1 imparable.
Todos esos pitchers demostraron con su presencia, actitud y disposición a mantener el juego cerrado que efectivamente las victorias están bastante ligadas a su labor. Todo parte de la decisión que tome el pitcher para hacer un determinado lanzamiento, que luego dependa de otros peloteros es cierto, sólo que de acuerdo al tipo de lanzamiento los batazos serán más o menos contundentes y en consecuencia más o menos fáciles de manejar. Un dato muy importante de considerar en el trabajo de un pitcher se encuentra en los boletos concedidos, eso quizás explique porque los pitchers de antaño duraban tantos innings en el montículo, incluso hoy la clave de lanzadores como Roy Halladay, para ser uno de esos extraños especimenes que en la actualidad completa juegos, está en la economía de lanzamientos.
Alfonso L. Tusa C.
miércoles, 4 de mayo de 2011
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