Jones padre creció idolatrando al legendario toletero de los Yanquis.
Terence Moore. MLB.com
Probablemente habrá oido hablar de Larry Jones Jr., usted sabe, ese muchacho Chipper quién es un toletero de los Bravos de Atlanta. Sin embargo cuando se trata de una historia beisbolera ubicada entre lo impactante y lo fantástico, tenemos que comenzar con Larry Jones Sr.
En vez de Willie, Mickey y el Duque, esta es una historia de Larry Sr., Mickey y el Chipper.
Así que allí teníamos a Larry Jones Sr., sonriendo al otro lado del teléfono esta semana desde su finca en Middle of Nowhere, Texas__también conocido como Carrizo Springs__ estudiaba cada costura de una pelota autografiada. Fue firmada por las manos llenas de carne de parrilla de Mickey Mantle, la obsesión de Larry Sr. En su juventud.
“Mientras veo ahora la pelota, reconozco que Mickey fue una gran parte de mi vida”, dijo Larry Sr., quién nació en Baltimore, pero se crió en Florida, donde fue recogebates por un día durante los años ’50 en el complejo de entrenamientos primaverales de los Tigres de Detroit en Lakeland, Fla.
Los Tigres jugaban ante los Yanquis de Yogi Berra, Elston Howard, Whitey Ford… y Mantle.
Por pura casualidad ( y de eso hay mucho en esta historia), uno de los coaches de los Yanquis observó las tribunas antes del juego, enfocó a Larry Sr. de 9 o 10 años con los ojos abiertos de par en par y le preguntó si quería ser el recogebates.
Larry Sr. Se lanzó al campo de inmediato.
“Por supuesto que en aquellos días, todos ellos jugaban dos o tres innings, y entonces se sentaban en un rincón del dugout y fumaban cigarrillos, pero para mí fue una gran emoción”, dijo Larry Sr., riendo más antes de hacer una pausa. Entonces, con una voz dudosa, añadió: “Escuchar el nombre de Chipper mencionado junto al de Mickey Mantle está más allá de lo que yo hubiera esperado o pensado que le ocurriría a mi hijo”.
Hubo otra pausa, antes que Larry Sr. dijera, “Y el solo pensamiento de que Chipper haya logrado esa comparación, es una emoción ilimitada para mí. Me llena los ojos de lágrimas, para ser honesto con usted”.
Esta es una gran historia. En resumen: Luego que Chipper viviera en una casa donde Larry Sr. se la pasaba hablando de Mickey esto y Mickey lo otro, a cualquiera que lo escuchara, Chipper ahora se ubica junto a Mickey como uno de los tres bateadores ambidiestros más grandes de la historia del béisbol.
El otro es Eddie Murray, pero esta historia tiene más cosas buenas.
Mientras Mantle y Murray ya están en el Salón de la Fama, Chipper sólo espera retirarse para unírseles. Él ganó un premio al Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, alcanzó un título de bateo, es dueño de un anillo de Serie Mundial. Más impresionante es que ha superado los 400 jonrones de por vida con un promedio vitalicio sobre .300.
Mantle nunca hizo eso. Ni Murray. De hecho, Jones es el único bateador ambidiestro en la historia del béisbol que lo ha logrado.
La historia se pone mejor todavía.
El pequeño Larry Jr. solía jugar con una réplica del bate de Mickey Mantle en el escaparate de su padre, y el bate era casi del tamaño del niño.
Ahora Chipper pasó a El Mick por el segundo lugar detrás de Murray en la lista de los ambidiestros más empujadores de carreras de todos los tiempos. Me refiero a que hablamos de MICKEY MANTLE, como el único jugador (y esto incluye a Larry Jr.) cuya fotografía está colgada en la oficina de Larry Sr.
“Nunca hablamos de Mantle a menos que lo supere en algo”, dijo Chipper, sonriendo, en referencia a su padre. “Y 1510 (el total de carreras empujadas de Chipper que rompió su empate con Mantle) fue un gran número. Los otros números como 2500 hits (que Chipper alcanzó al comienzo de esta temporada), 400 jonrones (en realidad 439 hasta el jueves) están ahí.
“Pero ese 1510 es el importante”.
Después Larry Sr. Le envió un texto a Chipper. Chipper habló sacudiendo la cabeza. “Fue sorprendente, porque lo podía oir llorando mientras leía el texto. Podía verlo empapado en lágrimas. Mi mamá (Lynne) no dijo nada de su estado emocional, su texto decía, “Esto es insano”.
“Al leer lo que Papá había escrito, ‘Nunca pensé que diría esto’__ El Chip y el Mick en la misma oración’. Fue la primera vez que sentí algo parecido a la presencia del hogar. Porque mis padres fueron padres amorosos pero duros. Que ellos se sentaran y reconocieran un logro mío fue algo muy especial para mí”.
Fue tan especial como Mantle lo fue para Larry Sr., quien creció en Baltimore como el más extraño de los aficionados. Amaba a los Orioles, pero aupaba todo lo de Mickey. No había una sola estadística de Mantle que Larry Sr. no conociera, y no había una sola posibilidad de Mantle que Larry Sr. no considerara.
Hasta el día de hoy, Larry Sr. pensaba en la carrera de 18 años de Mantle que produjo 16 viajes al Juego de Estrellas, tres premios al Jugador Más Valioso de la Liga Americana, 12 apariciones en Series Mundiales para ayudar a los Yanquis a ganar 7 de ellas y 536 jonrones__y entonces suspiraba.
“La gente de la generación que juega en la actualidad no tiene idea de cuan buen jugador fue Mickey Mantle”, dijo Larry Sr. “Después que se enredó con aquel tubo del drenaje (para dañarse la rodilla en Yankee Stadium durante la Serie Mundial de 1951), nunca fue el mismo. Si la técnica quirúrgica para reparar ligamentos anteriores cruzados de la rodilla hubiera existido entonces, tal como existió para Chipper (quién juega este año a pesar de romperse el ligamento cruzado el año pasado), Mickey habría bateado 800 jonrones”.
En su lugar, Mantle tuvo que retirarse después de la temporada de 1968 como un eterno ícono para Larry Sr. Y muchos otros aficionados.
La accidentada vida de Mantle terminó a los 63 años en 1995. Larry Sr. vio por televisión como Roy Clark cantaba “Yesterday when I was young” (“Ayer, cuando era joven”) en el funeral de Mantle. Larry Sr. Dijo, “Lloré como un bebé”.
En 1992 Larry Sr. tuvo su momento de alegría ligado a Mantle. Le llegó a través de Chipper, cuya sonrisa brilla cada vez que recuerda como preparó el encuentro con Mantle por primera y única vez. El Mick estaba en un show de barajitas en el area de Atlanta. La noche anterior, Chipper se paró frente al espejo en casa para practicar su discurso.
“Fue como, ‘ ¿Cómo está Mr. Mantle?’ ‘Hola Mickey ¿Cómo te va?’. Pero cuando llegué ahí, casi me vomité encima”, dijo Chipper riendo. “Fue algo vergonzoso. Sabía que probablemente se iría de nuestro primer encuentro y diría ‘Este tipo es un tonto’”.
Sin embargo, Mantle compartió anécdotas y aconsejó a su nervioso visitante, y luego hizo algo más. Dejó de almorzar por un momento para darle a Chipper un souvenir para Larry Sr.
Era aquella pelota autografiada.
Sólo que Mickey no limpió toda la salsa de la parrilla de sus manos, y a Larry Sr. no le importó eso en lo más mínimo.
Traducción: Alfonso L. Tusa C.
domingo, 8 de mayo de 2011
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